La insula II del Molinete, ubicada en la parte baja de la ladera sureste del cerro, pertenece al diseño de la nueva ciudad cesariano-augustea y estuvo ocupada por un santuario que se puede datar en la segunda mitad del s. I d.C. Tipológicamente muestra paralelismos con Santuarios de Serapis en Ostia e Isis en Pompeya y Baelo Claudia (Cádiz), todos ellos fechados en torno a la misma época.
Probablemente pudo haber existido en esta misma localización un templo anterior de época tardorrepublicana de dimensiones más pequeñas, al que habría que asociar asociar algunas inscripciones con dedicatorias a Isis y Serapis localizadas en las inmediaciones de la Insula II.
El santuario estaba compuesto por un amplio recinto sacro, flanqueado por dos calles –kardines I y II–, delimitado por potentes muros de opus quadratum construidos con sillares de caliza y presidido por un templo de pequeñas dimensiones, próstilo y tetrástilo, de orden jónico, con escalera dispuesta delante del podio. El templo propiamente dicho albergaría una pequeña cella, prácticamente ocupada por una o varias divinidades; a una estatua de Isis podría adscribirse un fragmento escultórico recuperado.
El templo está rodeado por un espacio a cielo abierto que albergaba varias cisternas para almacenar el agua, quizás utilizada en los ritos vinculados al culto a la divinidad. Este patio estuvo delimitado por un cuadripórtico con columnas de orden corintio con basas áticas de plinto octogonal; la galería Norte antecede a tres capillas, cuyo uso podría estar relacionado con las necesidades de los rituales practicados en el santuario. Tras varias reformas el santuario se mantuvo en uso hasta finales del siglo III. Una vez desacralizado y arruinadas parte de sus estructuras, la manzana fue reaprovechada para la instalación de un taller de uso industrial.