Mariano José de Larra (1809-1837) definió el barrio del Molinete del siguiente modo: Cartagena tiene un barrio, muy cerca de la bocana, donde la marea sube, cuando la conciencia baja. En el barrio convivían familias humildes con marineros, prostitutas y gentes de dudoso oficio que ocupaban y regentaban los burdeles y bares del que llegó a llamarse en el argot popular como Barrio prohibido. Por esta barriada, Cartagena recibió el sobrenombre de La Pequeña Marsella.
La historia reciente del barrio del Molinete está unida a nombres de madame famosas, como Caridad la Negra, La Galatea o La Sorda; de personajes variopintos como el Cachuli, El Espadero o El Gorro; y de bares castizos como el Trianón, El Gato Negro o La Puñalá. El declive urbano y social del Molinete conllevó finalmente su derribo en las décadas de 1960-1970, tras el cual se acometieron las primeras excavaciones arqueológicas en el cerro dirigidas por Pedro A. San Martín Moro (1977-78), que son el germen del actual Parque Arqueológico del Molinete.
Ya en el siglo XX, en plena Guerra Civil (hacia 1937) se perforaron varios refugios antiaéreos para proteger a la población de los bombardeos, algunos de cutos accesos se han documentado recientemente.