Pavimentos de opus signinum

El opus signinum era un tipo de pavimento o recubrimiento de pared compuesto por mortero de cal hidráulica y cerámica machacada. Esta característica le confiere impermeabilidad a la mezcla que una vez carbonatada era muy usada tanto en arquitectura como ingeniería en la construcción de estructuras hidráulicas (cisternas, piletas, natatio…). En algunos pavimentos hemos detectado que en este aparejo también puede aparecer inclusión de piedrecillas de distintos tamaños, lo que le confería más resistencia y dureza. En el Molinete lo encontramos en diferentes lugares o bien formando parte de construcciones relacionadas con el agua o bien como revestimientos o pavimentos decorativos, incluso con incrustación de teselas formando dibujos geométricos o letras. El proceso de recuperación de este revestimiento es extremadamente delicado ya que la cerámica machacada que se utiliza, en muchas ocasiones, está desplazada y el mortero constituyente se encuentra a menudo disgregado ya sea por causas químicas o por causas físicas-antrópicas. El proceso es todavía más delicado cuando existen teselas (pequeñas piezas cuadradas de mármol) formando un dibujo en mosaico, ya que éstas deben permanecer en su lugar de origen para poder entender la decoración que contiene. A estos daños sufridos podemos añadir el crecimiento de plantas en sus grietas ya que las raíces tienden a reventar la superficie e incluso provocar daños irreversibles. Por otra parte, la sucesión de fases constructivas también puede llegar a romper estas estructuras amortizando su uso.

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Además del deterioro que sufren por su abandono hay que añadir las fluctuaciones de humedad y la repercusión negativa de los agentes atmosféricos ya que también crean patologías como las concreciones (carbonatos, sulfatos) que son difíciles de eliminar de una manera mecánica. Las características de este estado de conservación previo se debe documentar gráficamente antes de comenzar cualquier intervención.

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El proceso de conservación comienza por un proceso de limpieza exhaustiva de elementos ajenos al material constituyente (sedimentos, plantas, raíces, suciedad) de forma muy minuciosa, evitando que se desplacen más piezas y con la realización de consolidaciones puntuales, si fueran necesarias. Para evitar daños mayores en este proceso nunca realizamos arranques de las raíces ya que pueden haber penetrado a gran profundidad y esto supondría el levantamiento del signinum. De este modo, cortamos la planta desde la base y le aplicamos herbicidas de amplio espectro para evitar que ésta vuelva a crecer.

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Una vez eliminada la suciedad, comenzamos con el proceso de consolidación mediante la infiltración de morteros de inyección con base de cal hidráulica (PLM), de este modo procuramos que penetre lo máximo posible para así adherir y asentar los estratos. Para finalizar este proceso es necesaria la aplicación de morteros con base de cal, áridos cribados y cerámica machacada (cuya granulometría es similar al original) en aquellas zonas donde hay faltantes de material, en grietas y en el perímetro si fuera necesario. Esto le confiere mayor resistencia y protección frente a la acumulación de suciedad ambiental. Una vez consolidada toda la superficie, se limpiará los restos del tratamiento de manera mecánica en húmedo (agua destilada, cepillos, esponjas). El tratamiento para la eliminación de una posible costra/concreción dependerá de la naturaleza de la misma mediante técnicas mecánicas o químicas.