Elementos lapídeos

La selección de material lapídeo para construcción era un tema muy estudiado durante la antigüedad, así se empleaban piedras de tipo sedimentario orgánico (calizas) y por ende, de mayor dureza para la realización de calzadas y construcciones públicas de gran envergadura como puentes, teatros, acueductos, templos, etc. del mismo modo que el uso de rocas metamórficas (mármol), por sus características y su elevado coste, queda limitado a revestimientos y elementos decorativos como capiteles, molduras, losas, etc. El uso de rocas sedimentarias detríticas (areniscas) de menor dureza eran empleadas de manera habitual, ya que su extracción y labra era más sencilla y su precio más bajo. Este tipo de piedra solía estar revestida de estucos y pinturas murales o se empleaba en cimentaciones ya que la incidencia de los factores climáticos incrementa su degradación. Así pues, del mismo modo que se encapsulaba y protegía, se ocultaba la visión de este material más pobre.

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Tanto en las Termas del Puerto como en el Edificio del atrio del Insula I, hemos podido identificar estos tres tipos de material lapídeo situados en muros, columnas, losas de calzada, brocal de pozo, pavimentos, etc.

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El estado de conservación ha sido muy heterogéneo en el caso de las calizas y mármoles, donde hemos identificado roturas, fisuras, erosión, exfoliación y tinción, entre otras muchas patologías. La intervención se ha centrado en los trabajos de limpieza y fundamentalmente, la consolidación y adhesión de fragmentos con el empleo de resinas epoxídicas en aquellas piezas que han sido seleccionadas para la realización de la anastilosis de los órdenes arquitectónicos y con la utilización de resinas reversibles para aquellas que no soportan empujes ni tránsito.

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Por otra parte, hemos abordado la estabilización y consolidación de los sillares de arenisca distribuidos por el yacimiento, con la aplicación de silicato de etilo en una primera fase, cuyos resultados no han sido positivos, para pasar a la impregnación de sucesivas pasadas de agua cal. Esta última intervención, que está en fase de prueba, ha devuelto la cohesión en parte de las piezas tratadas, pero será necesario repetir las aplicaciones para conseguir un mejor resultado.

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