Muros de mapostería

Estas estructuras son los elementos de mayor presencia en el yacimiento. La mayoría de estos muros conservan un alzado que en ocasiones supera los 4m, por lo que en algunos casos, se aprecia casi la altura original del paramento. Están realizados con sillarejos de piedra de diversa naturaleza y tamaño, trabados con mortero natural de cal y arena, dispuestos en hiladas horizontales. Muchos de ellos conservan incluso la pintura mural decorativa original, llegando a observar en algunos de ellos varias capas pictóricas superpuestas, ya sea por la degradación de la pintura original o bien, por concordancia con las nuevas modas de la época.

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En cuanto al tratamiento de conservación y restauración, se comienza realizando documentación gráfica de toda la zona a intervenir, para que los restauradores puedan observar y dejar constancia de la degradación, llegando a un consenso para la actuación más adecuada que necesita el muro. La piedra es un material constructivo de los más resistentes que se utilizaban en la época, pero muchas veces aparecen manchas, polvo e insectos o microorganismos que afectan y van deteriorando este material (entre otros deterioros estos son los más comunes). Además, el mortero que traba las piedras, también aparece afectado por éstos, llegando a observar zonas donde la argamasa original ha desaparecido, dejando grandes orificios llenos de suciedad y depósitos terrosos. Las eflorescencias salinas y la alta humedad relativa forman parte de la problemática a la que nos enfrentamos en este yacimiento y que supone una difícil solución debido a las características no estancas del recinto.

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  En cuanto a la intervención, comenzamos con una limpieza exhaustiva de manera mecánica para pasar al proceso de consolidación de la estructura. En este caso, utilizamos un mortero similar al original, también de cal y arena pero cuya textura, color y aplicación son diferentes, para poder siempre diferenciar la zona intervenida de la original, aunque de manera sutil, consiguiendo una uniformidad para no romper la armonía de la construcción que estamos visualizando.

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  Otra intervención a resaltar son las restituciones, estas se realizan en las zonas dónde la falta de volumen impide o distorsiona la interpretación de la estructura en su conjunto. Siempre se ha realizado en pequeños rotos, siguiendo el criterio de mínima intervención. Cuando la falta volumétrica es mayor y es necesaria su reposición, se ha optado por la colocación de muros ligeros y reversibles que no afectan la conservación del elemento original.