– La existencia en nuestro ámbito universitario de un Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía se justifica por la naturaleza misma de estos estudios, altamente especializados, hasta niveles muy minoritarios, y extremadamente complejos, con unas exigencias de formación lingüística y cultural muy alta.

– Por otra parte, tales estudios, de una tradición y prestigio muy grandes en las mejores Universidades europeas y americanas, no tienen entre nosotros, a nivel estatal general, atención programática alguna en los planes académicos. No existe, por ejemplo, en la Universidad española cátedra alguna de egiptología, asiriología o indo-iranística.

El Centro pretende así abrir nuestros planes de estudios e investigación a campos de gran significación en la historia de la cultura y que hoy generan un gran interés social. Naciones de nuestro entorno disponen de prestigiosos Departamentos o Centros dedicados a este tipo de estudios.

– Por otra parte, tales estudios se presentan como el complemento y la especialización científica natural de los planes académicos de nuestros Departamentos de Filología Semítica y Clásica, de Historia Antigua y Filosofía Teorética. Éstos han visto hasta nuestros días limitado su campo a la historia y pensamiento de Grecia y Roma básicamente, por falta de especialistas en el ámbito oriental.

– Tales especialistas, por otra parte, no podían surgir entre nosotros por falta de formación filológica adecuada. Nuestros estudios de filología ‘oriental’ se hallan programados a un nivel que podríamos calificar de medieval-renacentista: griego y latín por un lado, hebreo y árabe por otro. Los primeros necesitan y abocan naturalmente al estudio complementario de la base indoeuropea y por ella al de sus lenguas ‘orientales’, como las anatolias y las iranias, además del antiguo indio, desarrollo que sólo es atendido en un par de Departamentos de Clásicas en todo el Estado Español, y que el Centro pretende institucionalizar y ampliar. Los estudios semíticos, es cierto, siempre estuvieron interesados en el conocimiento de las lenguas y culturas de Oriente con las que históricamente entroncan. Ahora bien, tales culturas, a partir del siglo pasado, han ofrecido un vasto acervo de textos y datos lingüísticos y literarios que han dado pie a la formación de disciplinas científicas autónomas (asiriología, egiptología, hititología, indo-iranística, semitística noroccidental, etc.) que no pueden ya ignorarse en un cultivo científico de las áreas de conocimiento del respectivo Departamento ni toleran una aproximación meramente diletante y culturalista.

– El CEPOAT pretende, en consecuencia ser el punto de convergencia de una investigación interdepartamental e interuniversitaria que prevén tanto la Ley de Reforma Universitaria como los propios Estatutos de las Universidades promotoras, y ofrecer una serie de enseñanzas, plenamente desarrolladas en sus contenidos y métodos, que no tienen cabida en nuestro ordenamiento académico y que son, sin embargo un complemento indispensable, a la vez que por su carácter minoritario o nuevo no pueden constituir hoy por hoy parte de la oferta socio-académica de nuestra Universidad. Junto a su labor estrictamente investigadora se pretende así cumplir una función social ya inaplazable.

– En atención a estos motivos y después de superar el trámite de instancias administrativas y controles previsto por la Ley de Reforma Universitaria (11/1983), el Instituto fue oficialmente creado por Decreto de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya de 24 de noviembre de 1993. Culminaba así una etapa de funcionamiento provisional durante la cual el Instituto llevó a cabo su actividad como sucesor del antiguo Instituto Estudios Orientales de la Universidad de Barcelona.

– Tras la organización y la distribución de “funciones” de cada universidad dentro del Instituto, a Murcia le ha tocado el papel de estudiar la cultura material en el Cercano Oriente y muy en particular en Siria, excavando en yacimientos que la Dirección del Instituto había organizado y que nosotros recogimos tras más de cinco años de funcionamiento, y en las que, desde entonces, hemos llevado a cabo otras ocho campañas en otros tantos años sucesivos.

– Tras un periodo de reconversión de Institutos a centros el IPOA paso a denominarse CEPOAT configurándose su organigrama actualmente en:

Miembros

Profesores Aula Virtual

Alumnos y colaboradores

Biblioteca

– CEPOAT en cifras

Además el centro permite la realización de practicas de empresa para estudiantes y la participación de aquellos interesados en la investigación histórica.

Prácticas COIE

Voluntariado UMU

Participa de la Historia!