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Hace unos años nos reuníamos un grupo de amigos a comer en un céntrico restaurante de Murcia para celebrar el XX Aniversario de la llegada de la Dra. Ana María Muñoz Amilibia a Murcia como catedrática de Arqueología, Epigrafía y Numismática de la Universidad, evento que quedó reflejado en el homenaje que el Museo de Murcia hacia a tal efecto con la publicación del volumen 7 de la Revista Verdolay (1995). Sin embargo el tiempo pasa vertiginosamente y poco después nos volvíamos a reunir para conmemorar el XXV Aniversario en otra comida, esta multitudinaria, organizada por Julio García Cano.
Tratar de resumir en un breve repaso el desarrollo de la Arqueología en la Región a lo largo del último cuarto de siglo sería quizás muy extenso, con demasiados avatares, pero creo que si se pueden hacer algunas reflexiones de lo que ha supuesto para la Arqueología en Murcia la Dra. Muñoz Amilibia.
Efectivamente, en la primavera de 1975, podemos afirmar que la Prehistoria y la Arqueología en Murcia estaban en uno de sus peores momentos, no existía departamento como tal en la Universidad, ni estaba cubierta ninguna cátedra relacionada con la materia, tampoco había profesorado especializado en plantilla. Para colmo de males el gran valedor de la disciplina a lo largo de los años sesenta D. Manuel Jorge Aragoneses director del Museo Arqueológico Provincial y profesor de Arqueología en la Universidad se trasladaba por concurso a Madrid ese mismo año dejando ambas plazas vacantes.
Con este panorama la Dra. Muñoz Amilibia inicio su labor multifacética siguiendo varias líneas de trabajo. En primer lugar se ocupó de conseguir la creación del departamento de Arqueología y con él la dotación de las primeras plazas de profesores. En paralelo comenzó a reunir un grupo de alumnos interesados en la materia para formar un primer equipo de trabajo que colaborase en las investigaciones de campo que inmediatamente puso en marcha, este es otro de los factores fundamentales a tener en cuenta, así se iniciaron las excavaciones de urgencia en el claustro de la facultad de Derecho, los Palacios (Lorquí), Sta. Catalina del Monte en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, Cobatillas, Morrón de Abarán o la calle del Pilar de Murcia capital, todo esto se desarrolló en los dos primeros años de su estancia en Murcia.
De igual modo la Dra. Muñoz impulsó, potenció y supo darle objetivos concretos y científicos al Servicio de Investigación Arqueológica de la Excma. Diputación Provincial de Murcia de la que se convirtió pronto en su Directora.

En pocos años en una Región donde prácticamente no existía nada se organizó la Universidad que a partir del curso 1978-79 contaba con especialidad de Historia Antigua y Arqueología. Comenzó a funcionar con numerosas intervenciones de urgencia o sistemáticas en toda la provincia el Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación; se estableció un convencio con el Museo Arqueológico Provincial mediante el cual los alumnos del departamento de Arqueología ejercian de guías de las salas de exposición permanente para las visitas organizadas al Museo principalmente grupos de escolares, para posteriormente realizar las Prácticas Profesionales de Museos. Junto a todo esto quizás lo más relevante de todo haya sido la puesta en marcha de una amplia línea de investigación en el solar regional que cubriera, sino todos, si la mayor parte de las etapas culturales existentes, ya que los estudios precisos y especializados no se habían introducido en Murcia de manera sistemática.

Junto a este esfuerzo permanente en todos los campos descritos la Dra. Muñoz concedía una especial importancia a la formación docente de sus alumnos para que ésta fuera lo más completa y multidisciplinar posible, así durante los primeros años de especialidad se podían cursar asignaturas en la facultad de Ciencias, en filología Clásica o en Geografía. Como refuerzo de las clases teóricas, prácticas y de los periodos de excavaciones realizadas generalmente en Semana Santa, verano y vacaciones de Navidad se unía la actividad en el Seminario luego Departamento de Arqueología donde cada miércoles durante muchos años se exponían trabajos, se avanzaban resultados de excavaciones o simplemente se daban conferencias. En bastantes ocasiones estas charlas eran impartidas por especialistas de la talla de los Dres. Maluquer de Motes, Tarradell o Palol, sobre todo el profesor Juan Maluquer que acudía a Murcia con mucha frecuencia.
Fruto de este colosal trabajo a lo largo de quince años ha sido la creación de la Escuela de Arqueología de Murcia, expresada académicamente en una gran cantidad de tesinas, tesis doctorales y proyectos de investigación que abarcan desde el paleolítico hasta el mundo islámico medieval, por citar los más representativos Miguel Martínez Andreu (Paleolítico), Consuelo Martínez Sánchez (Neolítico), José Felix Idañez Sánchez (Calcolítico), José Luis Sánchez Gómez y Miguel San Nicolás del Toro, Javier García del Toro (Arte Rupestre), Manuela Ayala Juan, Sacramento Jiménez Lorente, Magdalena García López (Edad del Bronce), Milagros Ros Sala (Bronce Final), Pedro Lillo Carpio, José Miguel García Cano, Angel Iniesta Sanmartín, Virginia Page del Pozo, Francisco Fernández González y Mª José Ruiz Sanz (Cultura Ibérica), Sebastián Ramallo Asensio, Manuel Lechuga Galindo, Rafael Méndez Ortiz, José Pérez Ballester y Andrés Martínez Rodríguez (Romano), Julio Navarro Palazón, Remedios Amores Lloret, Indalecio Pozo Martínez, José Manzano Martínez o Francisca Bernal Pascual (Islámico), Emiliano Hernández Carrión, Juana Ponce o Francisco Brotons Yagüe (Museos), José Ortega Ortega, Juan Jordán Montés y Anselmo Sánchez Ferra (Antropología).
Escuela que ya se encuentra en su segunda generación con nuevos miembros formados ya por los discípulos de la Dra. Muñoz como José Miguel Noguera Celdrán, Elena Ruiz Valderas, Carlos García Cano, Alicia Fernández Díaz, María José Madrid Balanza, Antonio Murcia Muñoz, Baltasar Muñoz, Alejandro Egea Vivancos, Carlos María López Martínez y Martín Guillermo Martínez.

Por todo lo dicho un grupo de antiguos alumnos de la profesora Ana María Muñoz queremos dedicarle esta página como reconocimiento a su trabajo en la Universidad de Murcia con motivo de su jubilación.