Más diseño para otra educación

IMG_3828Han pasado ya varios meses desde la realización de este seminario de formación, pero creo que merece la pena retomar aquel encuentro en el que diseño y educación tomaron el escenario del GITE y juntos pudimos representar un pequeña obra intencionadamente “improvisada” y magistralmente dirigida por Teresa Jular.

El guión planteado fue una agradable conversación sobre las posibilidades de aplicar metodologías de trabajo del mundo del diseño a nuestro quehacer diario, ya sea encima de las tablas de un aula o en las actuaciones que realizamos conjuntamente como Grupo de Investigación. Hablamos de varias cosas, pero nos centramos básicamente en dos; el Design Thinking y el árbol estratégico. En esta ocasión realizaremos una pequeña aproximación al concepto de Desing Thinking ya que la construcción de nuestro árbol estratégico aún esta pendiente, trabajo que quizás en algún momento sea necesario, o al menos deseable, retomar.

Pero ¿qué nos puede aportar el mundo del diseño, y más concretamente el Design Thinking?

En el primer acto descubrimos como el diseño puede traspasar todos los ámbitos de la vida, siendo un excelente conector para el mundo académico, social y económico. Este posicionamiento también nos puede ayudar a la transformación, acercándonos a la innovación de este mundo que también ahora esta en pleno reajuste ante los nuevos retos que nos plantea la “sociedad tecnológica”. El atrezzo de la obra, en forma de presentación visual, nos llevó a diferentes aspectos del mundo del diseño que nos ayudarían a visualizar el enorme potencial de este enfoque o modo de pensar, en el que el diseño es el eje transversal que nos conmueva y nos mueva hacia otras formas de “hacer” profesión.

¿Y qué podemos rescatar del Desing Thinking? (Matarranz, 2012):

1.  El Design Thinking se centra en las personas y sigue un proceso profundamente humano.

2.  El design thinking cultiva una obsesión por “lo deseable”.

3.  El design thinking está orientado a la acción. Plantea un enfoque multidisciplinar para la toma de decisiones y la resolución de problemas basado en “aprender mientras se hace”.

4.  El design thinking crea nuevos significados y construye vínculos emocionales.

5.  El design thinking asume conscientemente los riesgos y los mitiga sistemáticamente, a través de técnicas como la empatía y el prototipado.

Ahora toca ponerlo en funcionamiento ¿cómo lo hacemos?

Partiendo de las premisas anteriores debemos entender que éste es un proceso creativo que intenta dar soluciones significativas a problemas reales, por lo tanto, debemos prepararnos para llevar a cabo este camino de la mejor manera posible. Éste es un proceso estructurado que se divide en cinco fases diferentes:

1º Empatizar: debemos aprender a descubrir las necesidades de las personas, encontrarte con ellas, escucharlas y entenderlas, en las personas están las soluciones del diseño. Y es entonces cuando tendremos un desafío, un nuevo descubrimiento y una nueva pregunta ¿cómo me acerco a él?.

2º Definir: una definición un replanteamiento único y conciso del problema basado en necesidades reales, es el momento de la interpretación dialogada.

3º Idear: la imaginación entra en juego para generar el mayor número de ideas posibles en un periodo limitado de tiempo, debemos incorporar todas las perspectivas, generar entusiasmo entre el alumnado y transferir las ideas.

4º Prototipar: la fase más experimental, es la fase de la creación iterativa de modelos para dar con la solución. Es tu idea convertida en objeto que te permitirá “testear” (en la fase siguiente) tus hipótesis de trabajo.

5º Testear: he creado, he inventado algo y necesito ver como evoluciona, lo pruebo y si es necesario volver de nuevo a las primeras fases, existe retroalimentación y a partir de la misma siempre puedo plantear un nuevo prototipo.

¿Esto es todo?

Esto es solamente una información, una idea con la que comenzar a trabajar. En la red podemos encontrar más sobre este tema, incluida una guía específica de Design Thinking para educadores, ese puede ser un buen punto de partida. Pero realmente al igual que ocurre en nuestros seminarios, se trata de aprendizaje, es decir, qué es lo que va a ocurrir una vez que hemos lanzado, la charla, el taller, la discusión, la reflexión… pues, aún a riesgo de parecer una idea tremendamente obvia, será necesario que la emoción te rodee, te traspase y comiences a creer que este proceso es para ti, que te atrevas a cogerlo con fuerza, y que lo hagas tuyo, de esta forma todo cobra sentido, se ordena, y es entonces cuando se convierte en algo útil. Es entonces cuando puedes involucrar a las personas que te rodean y convencerlas de que vivirán una experiencia única, toda una experiencia de esas que con el tiempo se convierten en buenos recuerdos, de esos que merecen la pena ser contados, que incluso, como escuché una vez, que tienes la “obligación moral de compartirlos”.

Igual de obvio parece plantear que no solo de emoción vive el educador, desde luego que no, pero si creo que debe ser uno de los elementos principales de nuestras actuaciones, o al menos ese pegamento que lo une todo. Y quizás es por este motivo por el que estoy contando este seminario, porque hubo un marco emocionante que hizo que ese día se guardase en el cajón de recuerdos que merecen la pena ser narrados. Un grupo de profesionales, educadores, investigadores, que se juntan sabiendo que el aprendizaje es un continuo, que como grupo se ha de seguir creciendo y que estas cosas multiplican la riqueza de nuestros encuentros.

Y para terminar, como no podía ser de otra forma, agradecer la presencia de Teresa Jular (como directora de escena), de Jordi Adell (artista invitado), y del gran elenco de actores que componen el Grupo de investigación de Tecnología Educativa,  por compartir ese día un momento de emoción.

Enlace a la presentación de Teresa Jular:

http://es.slideshare.net/terenet/mas-diseo-para-otra-educacin

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