El Mediterráneo occidental (y el reino visigodo) ante la invasión islámica

Nadie en el Mediterráneo Occidental, ni bizantinos, ni visigodos, ni francos ni lombardos, pudo extrañarse de que los musulmanes llegaran a las tierras ibéricas. Desde que conquistaron Alejandría pero, sobre todo, desde que fundaron Kairouan, las escuadras islámicas eran familiares a todos los que vivían en las orillas mediterráneas occidentales. Si lo que la misma podía significar no fue comprendido de inmediato, es un hecho innegable que en el último tercio del siglo VII todo se manifestó claramente. Los bizantinos vieron que sus territorios occidentales eran un objetivo directo de los musulmanes; los visigodos lo intuyeron ya en los años ochenta de aquella centuria. Sin embargo, los esfuerzos para detener ese avance no siempre dieron sus frutos; la delicada situación interna por que atravesó el Imperio Bizantino en los años finales de la centuria impidió una adecuada defensa del territorio. Sin ser conscientes de lo anterior, no puede alcanzarse una adecuada comprensión de cómo y por qué los musulmanes consiguieron pisar tierra hispana. Obviamente, en ello tuvo mucho que ver la propia disgregación interna del Reino Visigodo pero también coadyuvó en alto grado la ausencia, al otro lado del estrecho o en las Baleares de un poder que les pudiera hacer frente. La debacle bizantina en Occidente, al menos en el extremo occidente, es un aspecto que no debe olvidarse. Del mismo modo, la rápida conquista islámica de una buena parte del suelo peninsular se explica, desde luego, por la debacle de los ejércitos visigodos y por la disgregación de la aristocracia visigoda ante la ausencia de un poder central fuerte, pero también por la ausencia de un poder cristiano al otro lado del Estrecho.

Margarita Vallejo Girvés

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