null Las banderas azules, garantía turística y de gestión sostenible de las playas, según señalan investigadores de la UMU

La Universidad de Murcia (UMU) analiza si el número de banderas azules en las playas españolas pueden ser el promotor de la industria turística en la zona y el impulsor de una gestión sostenible de estas costas.

Bandera azul
 
Los resultados publicados en Ocean & Coastal Management invitan a pensar que en los municipios en los aumentan el número de playas con banderas azules, es decir, aquellas que mejoran la gestión de sus playas, se desarrolla más el sector turístico local.
“En los municipios en los que aumenta el número de zonas de baño reconocidas, el crecimiento de la industria hotelera y el empleo es muy superior al que se produce en aquellos en los que permanece estable o disminuye”, explica el investigador Fernando Merino. Ello lleva a concluir que los turistas interesados en pasar sus vacaciones en zonas de playa valoran positivamente este reconocimiento y que a medio y largo plazo prefieren acudir a estas localidades, antes que a aquellas en las que la perdida de la bandera azul pueda comprometer la calidad de estas aguas.
Esta investigación se ha realizado desde el Departamento de Economía Aplicada de la UMU por los profesores Fernando Merino y María Asunción Prats. Ambos reconocen que parece existir un cierto “trade-off” o compromiso entre el avance en la sostenibilidad en la gestión de las zonas de playa y el desarrollo del sector turístico.
“En España, al igual que en otros muchos países del mundo, la utilización de las costas de forma recreativa es un fenómeno importante que, además, genera una gran actividad económica y riqueza alrededor”, comenta Mª Asunción Prats. La presión medioambiental que sufren estas zonas ha llevado al desarrollo e implementación de sistemas de eco-certificación en lo que se refiere a su gestión, siendo el más conocido la bandera azul que otorga la Fundación Europea de Educación Ambiental, con sede en Dinamarca, a playas en cincuenta países del mundo.
El desarrollo e implantación de sistemas que permitan este reconocimiento supone un coste para la localidad, tanto en instalaciones de depuración como en sistemas de limpieza o controles periódicos de la calidad de la arena y el agua. Sin embargo, en ciertos casos frena la creación de elementos que pueden ser también valorados por el usuario como tener aparcamientos cerca de la arena, accesos en zonas establecidas o restricciones a establecimientos de hostelería en la misma playa.
Hasta el momento ningún trabajo habí­a valorado este impacto en un conjunto homogéneo de localidades. En esta investigación han analizado la evolución en el número de playas reconocidas con banderas azules en 60 localidades de la costa mediterránea española durante el periodo 2003 a 2013 y la evolución de la industria turística en cada una de ellas hasta 2019, prestando atención principalmente la industria hotelera y el empleo en el sector.
 
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