Para ello, propone el reconocimiento de la víctima colectiva como sujeto de derecho, “sobre todo en casos de genocidio, que afectan al pueblo y no al individuo”, explica Gil Gandía. Asimismo, plantea el establecimiento de mecanismo para una reconciliación efectiva porque, dice, es necesario que “víctima y reo puedan hablar para obtener reparación”. En esta misma línea afirma que “una de las finalidades de la justicia restaurativa es la reconciliación, pero si los mecanismos de mediación no existen, no será posible”.
Finalmente, cabe mencionar que la CPI también actúa cuando los Estados no quieren perseguir un crimen o no tienen los mecanismos necesarios para hacerlo. Se trata del principio de complementariedad. Sin embargo, esta complementariedad se ha centrado en el reo y su castigo, dejando olvidada la reparación de la víctima. Por tanto, Gandía Gil se pregunta “¿qué pasa con las víctimas? Si es condenado el reo, ¿las víctimas no obtienen reparación a nivel nacional?”. Por eso, su última propuesta aboga no solamente por centrarse en la condena, en el caso de que un Estado actúe condenando al acusado, sino intervenir una vez producida esa acusación para que la víctima pueda tener reparación.
La CPI y su funcionamiento
La CPI es un órgano judicial formado por 124 Estados, aunque potencias mundiales como Estados Unidos, China, Rusia o la India están fuera y el docente de la UMU habla de que “sin estos, la CPI jamás va a tener éxito porque depende de los Estados sean o no parte”. Además, Gil Gandía expone que, a pesar de que la CPI lleva funcionando desde 2003, “solamente ha habido 4 casos de condena y de reparación aún hay 3 en proceso. No se ha materializado ningún caso y aún queda”.
Por ello, la investigación partía de la premisa de analizar hasta qué punto la CPI imparte una justicia restaurativa a las víctimas de crímenes internacionales, “ya que es un tribunal novedoso, pues empezó a trabajar en 2003 y quería demostrar que las víctimas, en relación a los tribunales predecesores, han estado siempre invisibilizadas”, afirma.
La CPI ofrece dos principales novedades. La primera es que reconoce a las víctimas como sujeto de derecho ya que, como dice el experto, tendrán reconocidos “una triada de derechos humanos que son la verdad, el derecho a la justicia y el derecho a la reparación”. Sin embargo, la víctima de crímenes internacionales solamente es reconocida como individuo dentro de la CPI y no como un colectivo –un pueblo-.
Por otro lado, consecuencia del reconocimiento de las víctimas como sujeto activo, la CPI también establece una justicia restaurativa para ellas, centrada en la reparación del daño. Esta reparación se puede hacer efectiva a través de tres mecanismos: la restitución, la indemnización y la rehabilitación. Sin embargo, también puede realizarse de forma simbólica, por ejemplo, como explica el experto, mediante el perdón porque “muchas veces le supone más beneficios para con las víctimas que una mera indemnización económica ya que, a veces, consideran que está manchada de sangre”.
En este sentido, en esta justicia restaurativa implementada por la CPI se combinan dos procedimientos: el juicio, que se centra en el reo y, una vez juzgado y siempre y cuando la sentencia sea condenatoria, se pasa a la segunda fase, la reparación. Por tanto, “la reparación está sometida a la condena”, sentencia el investigador.
Esta investigación es una forma parte de la tesis ‘La reparación de las víctimas de crímenes internacionales y la Corte Penal’ de la Facultad de Derecho, realizada por el doctor y profesor del Departamento de Derecho internacional Público y Relaciones internacionales de la UMU Carlos Gil Gandía.
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En la fotografía aparace el autor de la investigación Carlos Gil Gandía.
