null Joaquín González Sánchez: “España es más tierra de artistas que de científicos”

Joaquín González Sánchez: “España es más tierra de artistas que de científicos”

Redacción: Rocío González García

Joaquín González no se siente solo científico, también se considera divulgador. Aprovecha sus pocos ratos libres para impartir charlas en colegios e institutos con las que busca que los jóvenes se acerquen a los grandes referentes de la química como Marie Curie, única mujer con dos Premios Nobel. La vida de González está rodeada de enormes referentes femeninos de la ciencia, tal y como muestra el calendario de científicas que cuelga en su despacho. Este mes es el turno de las biotecnólogas.

 

Joaquín González Sánchez

Son muchos los días en que este profesor del Departamento de Química-Física de la Universidad de Murcia, especializado en electroquímica, transforma el laboratorio en su hogar. De él espera que salgan hallazgos potencialmente aplicables al desarrollo de sensores para detectar la glucosa en los diabéticos o dispositivos para el análisis de la toxicidad de las aguas, con los que mejorar la calidad de vida.

Para aquellos que nunca han oído hablar de electroquímica, ¿cómo le explicaría en qué consiste esta especialidad?

La electroquímica tiene que ver con un tipo de reacciones químicas que se dan en el día a día sin que nos demos cuenta. En estas reacciones intervienen especies con carga eléctrica y siempre se da una transformación entre la energía eléctrica y la química.

¿En qué trabajáis en vuestro grupo de investigación?

Trabajamos en el campo de la investigación básica para comprender mejor los procesos electroquímicos con el fin de obtener avances que más tarde puedan tener una aplicación. En nuestro equipo estudiamos reacciones que están implicadas o relacionadas con sistemas como sensores con utilidades tan variadas como la lucha contra la contaminación o posible toxicidad de las aguas, la aplicación en personas con diabetes y la detección de moléculas de interés farmacéutico o con aplicación industrial. En este sentido, también analizamos algunas reacciones implicadas en el almacenamiento de energía como las que se dan en las baterías de móviles o en reacciones más complejas en proteínas o moléculas de los seres vivos. El fin es descifrar cómo funcionan los reactivos implicados en estos procesos para conseguir mejorar su eficiencia. Por ejemplo, si hablamos de baterías como las de los teléfonos móviles, se persigue que tengan un mayor número de ciclos de carga y que éstos sean más rápidos.

¿Podría explicar en qué consiste el trabajo que realizáis con respecto a la contaminación de las aguas?

Nos interesa encontrar técnicas que permitan detectar de forma rápida y económica si existen determinados contaminantes en el agua, cuáles son éstos y en qué cantidad están presentes. En el agua puede haber muchos tipos de contaminantes, uno de ellos es el bromato. Si este compuesto químico, que se utiliza en alimentación como aditivo, llega al agua en gran cantidad podría resultar muy tóxico y perjudicial para la salud.

¿Colaboráis con otras entidades en vuestras investigaciones?

En ese proyecto no, pero hemos cooperado con otras universidades como la de Oxford. Con ella hemos estudiado el comportamiento de nanopartículas metálicas, que son unos componentes nanoscópicos que se están utilizando mucho en el mercado actual, en productos tan variados como desodorantes o suplementos alimentarios. Nosotros hemos trabajado en el desarrollo de procedimientos que permitan cuantificar estas partículas en aguas.

Para obtener estos avances se necesita una inversión importante en ciencia. ¿Qué condiciones deben darse para que España apueste por el sector?

Creo que esto no ocurrirá hasta que los políticos no tengan mayor formación en materia científica. Falta mucha más valoración en este área en general. Prueba de ello es que en la actualidad no existe un "Ministerio de Ciencia”" sino que los asuntos científicos están adscritos al Ministerio de Economía y Competitividad, que deja toda la gestión de estos asuntos en manos de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación. Además, nos encontramos aproximadamente en las mismas cifras de financiación en ciencia que en 2007. Si las entidades, públicas o privadas, no se hacen una idea lo beneficioso que puede resultar para el país, como si pasa en Inglaterra o Francia, no van a invertir dinero. Siempre se ha dicho que España es más tierra de artistas que de científicos, y estos hechos parecen reafirmarlo.

Suele dar charlas divulgativas sobre mujeres científicas. ¿Cree que las mujeres que trabajan en ciencia tienden a proyectar una imagen fría para que se las respete a pesar de no ser así?

En otras épocas era difícil que una mujer prosperara en el ámbito científico, de hecho se le ponían muchas trabas. Por ejemplo, Marie Curie, a pesar de contar con dos Premios Nobel, nunca fue admitida en la Academia de las Ciencias Francesa. En general, en la ciencia se ponen dificultades porque es un ambiente muy competitivo. El hecho de ser mujer es un hándicap más. Aunque la sociedad está cambiando, en las facultades de ciencias siempre había predominio de hombres y ahora se está dando la situación contraria. Pese a ello, es verdad que para acceder a puestos de responsabilidad todavía las mujeres tienen una dificultad mayor.

Usted tiene dos niños, ¿qué valores hay que inculcar a los pequeños para conseguir que se dediquen a la ciencia?

Curiosidad y disciplina de trabajo. La primera la tienen de serie. Hay que estimularlos e introducirlos en las formas de trabajo de estas ramas. Mis hijos tienen cuatro y siete años, y trato de incentivarlos con juegos que les enseñen a medir, cuantificar y razonar, como cuando vamos a cocinar. Se trata de hacerles ver la vida con ojos de científico, pero sin olvidar que lo primordial a su edad es disfrutar del aprendizaje.