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null La UMU trabaja en el desarrollo de varias plataformas dedicadas a la formación de profesionales contra ciberataques

Fuente: La verdad

En los últimos años el cibercrimen se ha convertido en el negocio ilícito más lucrativo que existe, hasta el punto de que, si se considerase como una potencia económica, sería la tercera economía del mundo, solamente por detrás de EEUU y China. Más aún, se trata de una amenaza de la que nadie está 100% a salvo, afectando desde al ciudadano de a pie, hasta a las pequeñas y medianas empresas, grandes corporaciones, administraciones públicas y, en general, prácticamente cualquier individuo o entidad. Si a esto sumamos la imparable digitalización de la sociedad, la cual conlleva una mayor exposición a este tipo de delincuencia, la situación se torna aún más dramática. Por otra parte, como indica el profesor de la Universidad de Murcia Félix Gómez Mármol, «la ciberguerra ya no es un concepto del futuro, sino del presente más palpable, siendo la actual invasión rusa de Ucrania la mayor prueba de ello». 1

Sin embargo, y bajo la falsa creencia de que la ciberseguridad es responsabilidad solamente de unos pocos profesionales y expertos, durante muchos años se ha invertido e investigado intensivamente en sistemas avanzados de protección y respuesta frente a estas amenazas, dejando en un segundo plano, desafortunada e irresponsablemente, la muy necesaria formación en competencias de ciberseguridad de cualquier usuario de sistemas digitales.

En este contexto –apunta Gómez Mármol– «resulta imperioso que tanto ciudadanos como entidades públicas y privadas desarrollen, aumenten y mejoren urgentemente sus competencias, destrezas y habilidades en materia de ciberseguridad. Y es precisamente por ello que en la actualidad existe una enorme demanda de formación y capacitación, a todos los niveles, en este tipo de competencias». De hecho, según el informe de 2021 del Foro Económico Mundial, existen unos 3 millones de puestos sin cubrir a nivel mundial de especialistas en ciberseguridad.

Así, y buscando dar respuesta a esta necesidad de formación en cuestiones de ciberseguridad, surgió el concepto de Cyber Range para definir a una plataforma de aprendizaje que, mediante la simulación/emulación de sistemas computacionales reales, permite la instrucción de sus usuarios en el ámbito de la ciberseguridad, desde los niveles más básicos hasta los más avanzados.

El nivel de sofisticación y realismo que están alcanzando las soluciones de Cyber Range actuales es verdaderamente asombroso. Según el profesor de informática de la UMU: «Permiten, de manera sencilla y elegante, simular escenarios hiperrealistas con los que los usuarios pueden interactuar para, o bien realizar un ciberataque, o bien defendernos frente a un ciberataque. En este sentido, una de las ventajas que tienen es que, al tratarse de entornos simulados, si algo 'sale mal' (no somos capaces de parar el ciberataque, o bien nuestro ciberataque es más destructivo de lo que debería) nadie corre ningún riesgo: es tan sencillo como reiniciar la partida y vuelta a empezar».

Gracias a ese hiperrealismo, los usuarios interactúan con los escenarios simulados de la misma forma que lo harían en situaciones reales. De hecho, muchos de los Cyber Ranges actuales son capaces de simular acciones comunes como tareas de ofimática, navegación por Internet, envío de correos electrónicos, etc., e incluso otras acciones más avanzadas como la instalación y/o configuración de aplicaciones, generación de tráfico de red (tanto benévolo como malicioso), etc.

En el área concreta de la simulación de 'malware' (o 'software' malicioso) los avances también son muy elogiables, combinando muestras sintéticas de ciberataques con muestras reales de virus, troyanos, 'ransomware', etc.

Investigación científica

La carrera investigadora de Félix Gómez siempre ha estado centrada en la ciberseguridad, además es docente e imparte asignaturas relacionadas con esta materia. Ambas facetas le apasionan, por lo que no es de extrañar que su combinación le haya llevado a trabajar en este ámbito.

Recientemente ha finalizado el proyecto Cobra cuyo objetivo era desarrollar un Cyber Range con simulación hiperrealista de amenazas avanzadas persistentes, escenarios aleatorios parametrizables y ciberejercicios adaptativos usando gamificación, ni más ni menos que para el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE). «Mucha gente lo desconoce, pero en nuestro Ejército (como en el de otros tantos países) contamos con el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio, la Armada y también con el Mando Conjunto del Ciberespacio, encuadrado en el Estado Mayor de la Defensa», dice.

Como parte del proyecto, en tan solo 2 años (y sin olvidar las dificultades sobrevenidas por la pandemia), han sido capaces de desarrollar un Cyber Range completamente funcional partiendo prácticamente desde cero. «Creo que es un orgullo por parte de todo el equipo que ha trabajado arduamente en Cobra el saber que una plataforma que hemos desarrollado nosotros es la que el MCCE puede utilizar a partir de ahora para formar a sus miembros, contribuyendo de esta manera a la Defensa nacional».

Otro de los proyectos que ha liderado Gómez Mármol es Scorpion, el cual consistía en desarrollar una prueba de concepto sobre un Cyber Range desplegado en la Universidad de Murcia con un doble propósito: por un lado, servir como plataforma de formación para los estudiantes de la UMU, y por otro lado poder utilizarlo para la capacitación de profesionales en el mundo de las PYMEs de la Región de Murcia.

«Gracias a la financiación obtenida en el proyecto Scorpion hemos podido adquirir la infraestructura necesaria para la puesta en marcha de dicha prueba de concepto, demostrando así la viabilidad de nuestro Cyber Range, tanto en el ámbito académico como en el empresarial. En este último campo ya se han establecido contactos con empresas de la Región de Murcia interesadas en aprovechar las ventajas de esta plataforma».

Ahora, su intención es explotar al máximo las enormes capacidades que ofrece el Cyber Range desarrollado. «Para ello, vamos a seguir avanzando en el desarrollo de nuevas funcionalidades y contenidos, así como en la búsqueda de nuevos usuarios finales que se puedan beneficiar de esta solución», explica.

En este sentido, no solo piensan en profesionales de la informática, o incluso de la ciberseguridad, como posibles beneficiarios del Cyber Range, sino que también están convencidos del potencial que tiene como herramienta de concienciación en temáticas de ciberseguridad para otros perfiles menos técnicos.

Pie de foto: El profesor de Informática e investigador de la UMU Félix Gómez Mármol, segundo por la izquierda, junto a su equipo formado por Mariano Albaladejo, José Antonio Ruipérez y Pantaleone Nespoli.