Los alimentos que ingerimos son una de las principales vías de acceso a nuestro organismo de muchas sustancias tóxicas asi como de patógenos que dan lugar a las toxiinfecciones alimentarias, que provocan procesos más o menos graves, que en ciertas circunstancias pueden ser incluso mortales.
Para evitar estos efectos perversos, es necesario llevar a cabo controles reglados y eficaces de los distintos procesos y situaciones por las que pasan los alimentos desde la granja, mar o cultivos hasta que son finalmente consumidos.
Otra actividad preventiva fundamental es la verificación de una adecuada formación sanitaria de los distintos operadores de la cadena alimentaria, que tienen en sus manos la obligación de garantizar su correcta manipulación y conservación hasta su consumo final.
Para poder llevar a cabo estas funciones, el Servicio de Inspección Sanitaria pone en marcha una serie de actuaciones protocolizadas, cuyo detalle podrá ver a través de los siguientes enlaces:
