Modelo 1: Entorno presencial y tecnológico separados

No se han podido formular implicaciones educativas porque ninguno de los mapas de interacción analizados se correspondía con las tipologías identificadas en este modelo. En este caso, habría que analizar con detalle, si los alumnos que sólo se relacionan presencialmente o lo realizan mayoritariamente tienen formación en el uso instrumental de la tecnología, y si utilizan alguna herramienta o servicio de comunicación para intercambiar información con otras personas (correo electrónico, foros). En caso negativo, sería necesario plantear actividades encaminadas a formarlo en el uso instrumental y social de la tecnología.

En el caso de los alumnos que se relacionan principalmente a través de las tecnologías, pero tienen escasos contactos presenciales, habría que realizar un estudio referido a las relaciones que mantienen con los compañeros de clase, del instituto o de su entorno más cercano, ya no es común que los adolescentes tengan escasos contactos presenciales. En este caso, por tanto, el peligro es que se trate de alumnos aislados socialmente, auto-excluidos del grupo social, o apartados por el grupo, victimas de situaciones de acoso, violencia o ciberbullying.

En cuanto a los sujetos en los que sus situaciones de comunicación están más equiparadas, habría que analizar la finalidad de la comunicación (ocio, educativa o personal) para poder establecer las implicaciones educativas referidas a este modelo.

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