Implicaciones socio-económicas y culturales

La mayoría de los alumnos en edad de escolarización secundaria tienen ordenador y conexión a, y usan las tecnologías para diferentes funciones. Sin embargo, no todos los alumnos saben aprovechar las posibilidades que los recursos de la red le brindan, quedando en evidencia el escaso uso que realizan de las herramientas de comunicación para promover situaciones de aprendizaje. Estos alumnos, por tanto, pueden verse afectados por la brecha cognitiva (Fonseca, 2010). Y la brecha de los medios sociales (social media divide) (Sullivan, 2011).

Por otro lado, también se debería atender a los riesgos que el uso irreflexivo de las redes puede conllevar en la población adolescentes: Ciberbullying, adicción, suplantación de identidad, falsas identidades, contacto con desconocidos, falsas realidades, etc.

En este sentido, sería preciso realizar acciones para trabajar la identidad digital de los alumnos dentro de las diferentes áreas del curriculum de Secundaria o en una asignatura específica, así como integrar las herramientas de comunicación, principalmente las redes sociales para el desarrollo del proyecto de enseñanza-aprendizaje de los alumnos, realizando actividades de tutoría entre iguales, trabajo colaborativo entre los alumnos, redes de colaboración en el aula, etc. Aún así, para lograr el desarrollo de estas actividades, sería preciso atender antes a la formación del profesorado y al modelo pedagógico que desarrollan en relación con las redes.

Asimismo, para contribuir a la reflexión de los menores y de las familias sobre el riesgos de las redes sociales se podrían establecer procesos de colaboración familia-escuela, realizando acciones formativas, como escuelas de padres, orientadas a informar, orientar y promover la intervención educativas de los padres en el contexto familiar. Asimismo, sería relevante el desarrollo de redes sociales de centro e intercentros orientadas a interaccionar con todos los agentes educativos y a intercambiar experiencias.

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