Presentación
El Espacio Europeo de Educación Superior apuesta decididamente por mejorar la calidad en la educación superior, de sus programas y títulos. En este entorno, las universidades tienen la responsabilidad de ofrecer una enseñanza de calidad. Un indicador de que estas instituciones cuentan con las bases necesarias para cumplir con este compromiso es la cualificación y competencia de su profesorado. Por tanto, deben contar con procedimientos para la valoración del desempeño docente de su profesorado, así como para su formación y estímulo.
En este contexto, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) puso en marcha en el año 2007 el programa DOCENTIA, cuyo objeto era apoyar a las universidades en el diseño de mecanismos propios para gestionar la calidad de la actividad docente de su profesorado, favoreciendo así su desarrollo y reconocimiento. Desde entonces, la Universidad de Murcia (UMU) ha desarrollado varias experiencias para la implantación de un Programa de Evaluación de la Actividad Docente del Profesorado de la UMU, que no han fructificado en un modelo certificado por ANECA.
En 2021 ANECA verificó el diseño de una nueva versión de procedimiento de evaluación, denominado DocentiUM, que ha sido utilizado en dos convocatorias de evaluación en fase experimental, 2020-2021 y 2021-2022. La evaluación de los cursos 2022-2023 y 2023-2024 se va a realizar, también en fase piloto, con un modelo que, ante los cambios incorporados, ha pasado a denominarse DOCENTIA-UMU.
El programa establece 4 modalidades de evaluación:
1. Evaluación básica del profesorado junior.
2. Evaluación básica del profesorado senior.
3. Evaluación para el reconocimiento de la excelencia docente.
4. Evaluación para el reconocimiento a la trayectoria de excelencia docente.
La información sobre la actividad docente del profesorado procederá de cinco fuentes complementarias:
1. Registros académicos procedentes de las bases de datos de la UMU
2. Informes de las personas con responsabilidad académica.
3. Encuestas de satisfacción del alumnado sobre la actividad docente.
4. Evidencias que no estén validadas en las bases de datos de la UMU.
5. Autoinforme del profesorado.
