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null En una maleta morada no cabe el miedo

8MCon motivo del Día Internacional de la Mujer queremos reivindicar la figura de la mujer del mundo.

Aunque los viajes han sido algo muy intrínseco en nuestra historia, hasta no hace mucho embarcarse en aventuras y visitar otros lugares no resultaba tan fácil como ahora. Las grandes figuras internacionales de la historia, aquellos conocidos que obtienen este reconocimiento, fueron y son hombres; por lo que al hablar de figuras femeninas, las mujeres seguimos contando con muy pocos ejemplos que se hayan embarcado en una aventura, como realizar un viaje sola o un intercambio a una ciudad nueva. 

RESTRICCIONES A LO LARGO DE LOS AÑOS

A pesar de que ahora no veamos como algo inconcebible el hecho de que una mujer pueda viajar sola, eso no fue así hasta hace relativamente poco. 

Hasta la década de 1920, en Estados Unidos, las mujeres no podían viajar solas, por lo que necesitaban trasladarse con su marido obligatoriamente. Esto es un fiel reflejo de la desaprobación que tenía la sociedad ante el hecho de que una mujer tuviera la suficiente independencia para viajar sin una figura masculina. Fue precisamente a principios de 1921 cuando Hale exigió al Departamento de Estado de EEUU que le dieran un pasaporte como “Ruth Hale” y no como “Sra. Heywood Broun”, el apellido de su marido. El gobierno se negó, ya que ninguna mujer había recibido un pasaporte con su nombre de soltera hasta ese momento. 

No solo el hecho de que no pudieran tener pasaporte propio o se vieran obligadas a ir acompañadas de un hombre impedía a las mujeres viajar, también eran un impedimento las restricciones económicas y legales que había. En el caso de España, no fue hasta que se aprobó la Ley 14/1975 del 2 de mayo, que abordaba las reformas en el Código Civil y de Comercio, que permitió a las españolas poder abrir una cuenta bancaria sin el permiso de su marido. Sin embargo, hasta 1981 la mujer no pudo administrar libremente su economía. Además, hasta ese mismo año necesitaba permiso paterno o marital para obtener el pasaporte y el carné de conducir. 

En el mundo actual la mentalidad de la gente ha evolucionado notablemente, la discriminación y los estereotipos machistas cada vez se dan en menor cantidad; aún así, incapacidad, vulnerabilidad y debilidad son adjetivos que todavía se suelen asociar a aquellas mujeres que deciden viajar solas. Incluso la pregunta de si ‘es adecuado que una mujer viaje sola’ sigue estando en la mente de muchas personas. Esta subestimación de las mujeres acaba provocando miedo e inseguridad en aquellas que quieren emprender un viaje en solitario. 

Podríamos decir que la mayoría de restricciones con las que se encontraban antes las mujeres eran sobre todo políticas, como leyes que no te permitían independencia económica y además un pensamiento social que ligaba a la mujer a una figura de esposa-madre. Hoy en día, en muchos países, la mujer ha conseguido tener un lugar en la sociedad y la posibilidad de elegir su camino más fácilmente. 

MUJERES DEL MUNDO

Necesitamos referentes de mujeres que hayan viajado por el mundo y que cuenten su experiencia, sus miedos, y que animen a otras mujeres a emprender su propio camino. Por eso, queremos contarte algunas historias que dieron ese paso y demostrar que, a pesar del miedo y las dudas, el mundo también es nuestro y que a veces solo necesitamos un pequeño empujón para volar.

Lilia Fe Pérez, mujer hispano-filipina residente en Vietnam, ha viajado por todo el mundo, tanto por trabajo como por placer turístico, y nos cuenta algunas de las experiencias que ha sufrido cuando ha tenido la oportunidad de viajar sola. 

“Creo que la mayoría de las situaciones incómodas que puedo haber experimentado por el hecho de ser mujer no son tanto por el viaje ni el lugar, sino por ciertas mentalidades que lamentablemente parecen ser universales.”

No obstante, a pesar de sufrir algunas situaciones indeseadas, eso nunca ha impedido a Lilia emprender un viaje ella misma: “Me permite observar sin prisas, reflexionar y curiosear con una libertad y tranquilidad que no tengo cuando viajo en compañía.” Además, anima a otras mujeres a que tomen esa decisión, sean valientes y den ese paso: “En mi opinión, si se desea viajar y conocer un determinado lugar, y se cuenta con los medios y el tiempo para ello, el hecho de ser mujer y viajar sola no es necesariamente un impedimento.”

Por otra parte, también hemos querido darle voz a aquellas estudiantes de la Universidad de Murcia que han emprendido una movilidad Erasmus+ Estudios y que durante su estancia tuvieron que desplazarse ellas solas a su país de destino, o que incluso  en alguna ocasión tuvieron que hacer un viaje por ellas mismas. Lorena Sánchez y Mayte Mirón, estudiantes de último año de Periodismo, hablan sobre algunas de sus experiencias.

Los miedos son inevitables y no dependen de nosotras. A veces no nos sentimos seguras ni en nuestro propio barrio y la perspectiva de estar en un país desconocido completamente sola asusta. “Por mí hubiera viajado siempre con gente. Pero cuando no te queda otra te tienes que llenar de valor y hacerlo. Siempre con el móvil cerca, preparado por si surge algún problema y llamar a la policía”, nos cuenta Lorena sobre su Erasmus+ en Italia.

A pesar de la incertidumbre que pueda suponer, no podemos dejarnos llevar por el temor. A las mujeres nos acompaña el miedo cada vez que salimos a la calle, ya sea para comprar el pan a la vuelta de la esquina o al ir al aeropuerto para coger un vuelo. Pero eso no tiene que detenernos para hacer cualquier cosa. “No podemos vivir siempre a esperas de la gente. Tenemos que hacer cosas por nosotras solas y, si quieres ir a un sitio y nadie te puede acompañar, no dejes de hacer lo que quieres y lo que te gusta”, nos contó Mayte, que residió en Polonia durante su tercer año de carrera.

Sandra Vera, estudiante de Turismo de la Universidad de Murcia, realizó una movilidad con Convenios Bilaterales a Corea y nos cuenta, desde su punto de vista, que “viajar sola es una experiencia reconfortante y una forma de auto-descubrimiento, que te permite aprender más sobre ti misma y crecer como persona”. No obstante, también nos menciona “el lado oscuro” de viajar solas: “La inseguridad, el saber si voy a estar bien, si va a pasar algo malo por el hecho de ir sola…” 

Todas estas mujeres han sufrido situaciones desagradables por la calle: silbidos, miradas incómodas, que algún desconocido se les acercase, etc. Pero a pesar de eso alientan a todas las mujeres a que conozcan el mundo ellas solas y que se encuentren a ellas mismas por el camino. 

Gemma Ureña, estudiante de Periodismo en la Universidad de Murcia, ha emprendido muchos viajes sola, la mayoría por turismo y otros en busca de nuevas aventuras. Su último gran reto fue Hungría, más en concreto Budapest, donde estuvo 6 meses mediante el programa Erasmus+ Estudios. Su experiencia le ha hecho darse cuenta de que “es una experiencia empoderante”,  ayudando a reforzar la seguridad en sí misma al ver que ha sido capaz de emprender este viaje, y muchos otros, sola. “Los principales miedos al viajar solas son porque nos han vendido que somos ‘florecitas de campo’ y que si llega un viento más fuerte de lo normal nos vuela, pero no es así.  Somos muy fuertes y nos adaptamos a cualquier situación aunque nos hagan creer que somos tontas.”

También recuerda que los peligros comunes, como el acoso callejero y las agresiones, son una realidad “tanto en otro país como en una calle de tu pueblo” existe la posibilidad de que te pase algo, pero no por ello se tiene que convertir en una barrera. 

Con motivo del Día de la Mujer hemos querido darle voz a la figura de la mujer viajera y reivindicar el hecho de que podamos viajar solas sin ningún tipo de miedo o impedimento de la sociedad.

Cada vez hay una mayor red de apoyo mediante redes sociales, más facilidades a la hora de emprender un viaje o una movilidad, y en la Universidad de Murcia contamos con herramientas que facilitan la comunicación y asesoramiento con alumnas y el apoyo del Personal de Administración y Servicios. También existe una mayor concienciación con respecto a lo capaces que son las mujeres en cualquier aspecto de su vida. Los diferentes programas de movilidad han dado como resultado poder desmitificar prejuicios sobre las mujeres e incentivar el carácter aventurero de estas. 

Un estudio de RTVE confirmó que durante el año 2021 el 70% de las personas que habían viajado solas a través de agencias de viajes eran mujeres frente al 30% que eran hombres. Es una realidad que las mujeres hemos ido abarcando espacios tradicionalmente masculinos,  aún nos queda recorrido por el resto de mujeres en situaciones más vulnerables. 

Por ello, el Área de Relaciones Internacionales quiere dar visibilidad a la figura femenina en los viajes, lo que les puede aportar como persona y la realidad que actualmente viven las mujeres. Desde la UMU se apuesta por la internacionalización de las mujeres que forman parte de la comunidad universitaria y las animamos a emprender nuevas aventuras.

Déjanos ayudarte a convertir el miedo en curiosidad, aquí estamos todas para apoyarte. Tú te mueves, pero todas ganamos. Nosotras te acompañamos. 

La mujeres ya hemos emprendido un viaje por nuestros derechos y no tenemos pensado dar un paso atrás en la lucha hasta conseguir la igualdad.