La evaluación
de los medios y materiales de enseñanza no es un elemento aislado
sino una fase más de su proceso de diseño, ejecución
, resultados y metaevaluación. Se concibe como una actividad
procesual y no puntual, que implica la adopción progresiva de
una serie de decisiones.
El diseño
de materiales didácticos exige un gran conocimiento de las distintas
formas de aprender y de cómo con la integración de lenguajes
y la interactividad puede aumentarse la significatividad potencial del
material de aprendizaje.Para
que se produzca el aprendizaje significativo no es suficiente con la
calidad didáctica de los materiales, sino que el aprendizaje
depende igualmente de las disposiciones subjetivas para el aprendizaje
de cada alumno en cada situación. Por ello, se ha de conocer
hasta qué punto el material es potencialmente educativo, y cuáles
son las disposiciones subjetivas idóneas para el aprendizaje.La
dificultad, y de ahí la habilidad del diseñador del programa,
radica en construir una unidad significativa con todos los recursos
que tenga a su disposición.
Hablar de la evaluación
de los medios y materiales de enseñanza implica tener en cuenta
que ésta se realiza para diferentes funciones,
motivos u objetivos, y que se puede realizar desde diferentes
perspectivas.
Tres preguntas podemos hacernos
a la hora de evaluar la evaluación de estos instrumentos curriculares:
¿Qué diferentes estrategias
de evaluación puedo utilizar?
¿Qué
técnicas puedo utilizar?.
¿Qué
dimensiones puedo contemplar en la evaluación?.