El poblado ibérico fortificado de Molinicos se encuentra en la cumbre del cerro homónimo situado en el término municipal de Moratalla. El yacimiento, conocido desde finales de la década de los setenta, fue objeto de varias campañas de excavación dirigidas por Pedro Lillo Carpio, gracias a las cuales se dio a conocer un importante hábitat cuya secuencia cronológica abarca desde el eneolítico hasta mediados del siglo IV a.C, momento en el que el poblado ibérico es abandonado en el contexto del segundo tratado romano-cartaginés.
El yacimiento fue excavado en un ambicioso programa de investigación entre 1977 y 1985. Siendo el núcleo principal de colaboradores del profesor Lillo Carpio alumnos del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Murcia.
Los trabajos dirigidos por Pedro A. Lillo dieron a conocer un importante poblado ibérico fortificado que se superpone a hábitats anteriores que ocuparon la cumbre del cerro durante el Eneolítico, Bronce Pleno, Bronce Final y en el tránsito del segundo a primer milenio a.C.
De la ocupación eneolítica únicamente las cerámicas halladas y criterios estratigráficos permiten deducir la presencia humana en este cerro habiéndose construido posiblemente gran parte de la muralla en este período.
La ocupación durante el Bronce Pleno se atestigua mejor; además de la construcción de las estructuras principales de la muralla fueron excavadas viviendas en las laderas del cerro en su vertiente norte, en concreto una serie de viviendas adosadas a la cara exterior de la fortificación ocupando probablemente el hábitat toda la superficie del cerro.
Durante el Bronce Final cambiaron los criterios de distribución del espacio en el poblado; disminuye la población, se abandona el área central mientras que en la periferia se amontan las viviendas, incluso apoyadas directamente sobre la muralla con la intención de reforzarla.
En el tránsito del segundo al primer milenio, se continua la tradición de la fase anterior. Las construcciones de peor calidad aprovechan las viviendas anteriores y los materiales producto del deterioro de la muralla, que en esta época sufre una gran degradación, abandonándose las casas y altillos construidos sobre ella cuyos restos quedarán sepultados en el reforzamiento posterior de la fortificación.
Finalmente nos encontramos con la última etapa de ocupación del poblado; – la más importante – durante los siglos V-IV a.C se atestiguó un hábitat ibérico que se superpone a los anteriores y que reaprovecha las construcciones preexistentes. Este poblado fortificado presenta algunas particularidades que lo hacen diferente de otros poblados similares del sudeste peninsular, como es el hecho de que se encuentra muy alejado de las principales vías d comunicación. Aún así contaba con una situación privilegiada para su ocupación puesto que es un cerro fácil de defender y contaba con recursos hídricos abundantes en sus proximidades.
A mediados del siglo IV a.C el poblado es abandonado hecho que ha sido relacionado con el segundo tratado romano-cartaginés.
Los resultados científicos de estas campañas de excavación se recogieron en la monografía El poblado ibérico fortificado de Molinicos (Moratalla, Murcia). En el libro, el primero dedicado exclusivamente a un poblado ibérico de la Región de Murcia, se trata de manera pormenorizada las distintas fases de ocupación documentadas en el cerro de Molinicos, centrándose principalmente en el contexto sociocultural ibérico y sus bases económicas, período que es el mejor conocido arqueológicamente, los diferentes sistemas y técnicas constructivas, las fortificaciones, la vivienda y, por último, un análisis de todas las cerámicas exhumadas, que dado su considerable número, permiten ser objeto de un completo análisis.
Junto a esta monografía, el urbanismo del yacimiento ibérico fue estudiado también en dos publicaciones; la primera, El poblamiento ibérico en Murcia, en la que se recoge todos los asentamientos ibéricos de la región; y el en el segundo, La cultura ibérica en tierras murcianas en donde se describe detalladamente una de las viviendas excavadas en el cerro de los Molinicos que debido a su excepcional estado de conservación ha permitido que pueda estudiarse la estructura y funcionalidad de cada una de las habitaciones de sus dos pisos. Además de las publicaciones citadas, los restos arqueológicos han sido estudiados en numerosos artículos publicados en revistas científicas, escritos tanto por el Dr. Pedro Lillo Carpio como por diferentes especialistas en cultura ibérica.
Por último, y como perfecto complemento a las publicaciones tradicionales, Pedro A. Lillo se convirtió en el primer arqueólogo de la Universidad de Murcia en publicar los resultados de sus intervenciones arqueológicas en página web (Poblado Fortificado de los Molinicos y Santuario Ibérico de la Luz), contribuyendo de este modo a facilitar el acceso y a la difusión de los avances científicos obtenidos tras las excavaciones.
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