Blog de la UCC+I

Entrada del blog redactada por Aurelio Carrillo García, estudiante de Farmacia de la Universidad de Murcia.

Estas son las interacciones que debes conocer

El uso de medicamentos por vía oral ha aumentado significativamente en los últimos años. Pero, ¿sabemos cómo tomarlos de manera correcta? ¿Conocemos sus interacciones con la dieta?

Antes de entrar en materia, se hace necesario recordar  grosso modo el trayecto que siguen los medicamentos de administración oral desde que los introducimos por la boca hasta que los excretamos fuera de nuestro organismo. Este proceso se denomina LADME ( Liberación- absorción- distribución- metabolismo- excreción).

Primero, el fármaco se libera de su cubierta protectora -cuando son comprimidos o cápsulas-  gracias a los jugos gástricos y pasa al intestino donde, mediante distintas vías de transporte se absorbe y es capaz de llegar a la sangre. A través del sistema circulatorio, nuestro fármaco se distribuirá por todo el organismo, siendo capaz de alcanzar el órgano o tejido diana sobre el que tiene que actuar. Seguidamente, el fármaco sufrirá un primer metabolismo a nivel hepático. Este hecho provoca la adquisición de nuevas características fisicoquímicas que afecten a su actividad farmacológica y excretabilidad, mediado principalmente por una superfamilia de enzimas denominadas CYP P450. La última fase del trayecto es la excreción, por la que los fármacos son expulsados de nuestro organismo, mayoritariamente, por  vía urinaria o fecal.

Ahora sí, al grano. ¿Qué es una interacción?

Según el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), "se produce una interacción cuando el efecto de un medicamento se ve alterado por otro fármaco, por un alimento o bebida, o por un compuesto tóxico del medio ambiente. Generalmente, la interacción produce una disminución de la eficacia del medicamento o un aumento de la toxicidad, pero hay casos concretos en que las interacciones son de utilidad terapéutica".

Un ejemplo de interacción beneficiosa es la asociación de ibuprofeno con arginina, un aminoácido esencial que actúa como transportador efectivo. Así, se consigue mayor velocidad de absorción, niveles terapéuticos a los pocos minutos y un alivio más rápido de los síntomas inflamatorios. Sin embargo, como bien dice el CGCOF, la mayoría de las interacciones no son beneficiosas.

Las interacciones alimento-medicamento pueden ser provocadas por alteraciones  farmacodinámicas -modificación en la diana del fármaco- o farmacocinéticas - variación de los mecanismos de absorción, distribución, metabolismo o excreción-. Su resultado podría ser una variación en el efecto o en la biodisponibilidad  del fármaco. La biodisponibilidad se define como el  grado y velocidad con que una forma activa (el fármaco o uno de sus metabolitos) accede a la circulación y alcanza, de esta manera, su lugar de acción.

Cafeína

El café es la bebida con cafeína por excelencia, sin embargo, no debemos olvidar que algunas bebidas refrescantes tienen también un alto contenido. El cacao, por ejemplo, contiene cafeína, de manera que el chocolate tendrá más o menos cafeína en función de su pureza (% de cacao).

La mayoría de los preparados antigripales contienen algún principio activo como la Fenilefrina, la Pseudoefedrina o la Fenilpropanolamina. Éstos actúan como agonistas alfa adrenérgicos y son utilizados por sus propiedades como descongestivos sistémicos, frecuentemente indicados para tratar la congestión nasal, de senos y de la Trompa de Eustaquio. Debido a su acción a nivel sistémico, llevan asociado un aumento de la tensión arterial periférica.

Dada la capacidad agonista de la cafeína frente a estos receptores, los efectos pueden aumentar llegando a ser potencialmente problemáticos en pacientes vulnerables como los diagnosticados de HTA. Por otro lado, la cafeína inhibe la expresión del CYP1A2, una enzima concreta perteneciente a la superfamilia CYP 450, y aumenta los niveles de los siguientes fármacos: clozapina, fluvoxamina o litio.Y esto provoca que  los efectos secundarios se agraven.

Leche

La leche y derivados lácteos son alimentos que nunca faltan en nuestra nevera, sin embargo, deberíamos tener especial precaución cuando las administremos con ciertos grupos de medicamentos.

Esta bebida forma complejos quelato en el tracto gastrointestinal con antibióticos del tipo fluorquinolona y su absorción se reduce hasta un 50%. Ocurre una reacción similar cuando esta se administra acompañando a bifosfonatos. Los bifosfonatos son un grupo de medicamentos utilizados para la prevención y tratamiento de enfermedades de resolución ósea como la osteoporosis. Por otro lado, hay que destacar que, en ciertas ocasiones, el pH ligeramente ácido que aporta la leche es de utilidad en la administración de ciertos fármacos como la ciclosporina, pues aumenta su absorción.

Tabaco

Según la Encuesta de Tabaquismo publicada el pasado mes de mayo, el número de fumadores en España ha crecido hasta el 23,3 % de la población. Fumar no solo es perjudicial para la salud, sino que, además, el tabaco posee tanto nicotina como otros compuestos del humo que podrían interferir con el metabolismo de muchos medicamentos. Compuestos que, por inhalación, pasan a la sangre.

El humo del tabaco es rico en hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), que aumentan la actividad de la enzima CYP1A2, encargada del metabolismo de varios fármacos antipsicóticos de uso común como la clozapina, la fluvoxamina, la olanzapina, el haloperidol o los antidepresivos tricíclicos. Así, al potenciar su metabolismo, los niveles de fármaco en sangre serán menores, por debajo del rango terapéutico.

El gran desconocido: zumo de pomelo

El zumo de pomelo es el alimento que causa las interacciones más relevantes entre fármacos y alimentos. Hay descritas hasta 300 interacciones y llegan a ser graves hasta un 10% de los casos documentados. El zumo de pomelo altera las concentraciones plasmáticas de muchos fármacos debido, en primer lugar,  a la inhibición de los transportadores intestinales OATP1A2 y OATP2B1. De este modo, se disminuye la cantidad de fármaco que se absorbe y llega a la sangre.

Por otro lado, altera también el metabolismo de algunos fármacos al inhibir la enzima CYP3A4 perteneciente a la superfamilia de enzimas CYP P450 de la que hablábamos anteriormente. Así, aumenta la biodisponibildiad del fármaco y potencia la aparición de efectos adversos.

Entre los fármacos que interaccionan con el zumo de pomelo, destacan, por ser de uso más común lo inmunosupresores, algunas estatinas,  benzodiacepinas, la mayoría de los antagonistas del calcio, indinavir y carbamazepina.

Hortalizas de hoja verde y la vitamina K

El acenocumarol (Sintrom) o la Warfarina (Aldocumar) son anticoagulantes orales, agentes antitrombóticos dicumarínicos que actúan como antagonistas de la vitamina K, clave en el proceso de coagulación de la sangre. Son ampliamente recetados para la profilaxis y tratamiento de afecciones tromboembólicas como la trombosis venosa o el embolismo pulmonar.

Las llamadas "verduras verdes" como espinacas, coles de Bruselas, acelgas, perejil, coliflor o el repollo, contienen cantidades abundantes de vitamina K. Dietas con cantidades considerables de estas verduras deberían ser comunicadas al médico en los pacientes con tratamiento anticoagulante.

Alimentos ricos en vitamina C

La vitamina C, presente principalmente en los cítricos, tiene poder antioxidante. Esto es beneficioso, por ejemplo ,en asociación con el ac. acetilsalicílico. (Aspirina - Adiro - Tromalyt) ya que tiene la capacidad de neutralizar los radicales libres de oxígeno que libera este.

Por otro lado, cabe resaltar que la asociación con vitamina C aumenta la biodisponibilidad de los preparados que contienen hierro (Fisiogen). Esto ocurre gracias al poder antioxidante de la vitamina C, que mantiene al Fe en su estado de oxidación +2, con el que es más fácilmente absorbible por las células del intestino.

Etanol

El alcohol interacciona con cerca del 50% de los medicamentos más dispensados en las oficinas de farmacia. Las interacciones del alcohol son,además de numerosas, ampliamente conocidas.

*Interacción alcohol-fármaco que se produce como consecuencia del bloqueo del enzima aldehido deshidrogenasa, responsable del metabolismo del alcohol etílico.

El bulo acerca de los preparados a base de plantas medicinales

El uso de preparados a base de plantas medicinales o de remedios naturales ha aumentado notablemente en los últimos años. Existen multitud de mitos en torno a estos preparados; uno de ellos, muy repetido: las plantas medicinales son completamente seguras e inofensivas. Este enunciado es falso, las plantas medicinales poseen principios activos que pueden provocar en el paciente un efecto farmacológico.

Ahora bien, sí es cierto que las plantas medicinales suelen provocar efectos más leves y con menor prevalencia de efectos secundarios. La razón fundamental radica en la concentración del principio activo, mucho mayor en el medicamento. De hecho, los primeros medicamentos -y aún algunos hoy día- se sintetizaron a partir de los principios activos extraídos de algunas plantas. Todo producto natural ha de seguir unos controles sanitarios, por tanto, debemos ser cuidadosos con dónde lo obtenemos. Expongo algunas interacciones importantes, aunque existen muchas más:

Todo producto natural ha de seguir unos controles sanitarios, por tanto, debemos de ser cuidadosos con donde lo obtenemos.

Alimentos cotidianos ricos en monoaminas, ¿lo sabías?

Estos alimentos contienen pequeñas cantidades de monoaminas  como la tiramina o la histamina. Los fármacos del grupo IMAO (Inhibidores de la Monoamino-oxidasa) son antidepresivos de uso común que actúan inhibiendo el metabolismo de, entre otros, estos neurotransmisores.

Al aumentar la ingestión e inhibir la Monoaminoxidasa,  estas monoaminas pueden alcanzar rápidamente niveles peligrosos en sangre y, como consecuencia, pueden aparecer crisis hipertensivas potencialmente graves. Otros posibles síntomas son midriasis, dolor de cabeza, diaforesis, palpitaciones o náuseas. La medida más adecuada es restringir la ingesta de estos alimentos, especialmente cuando se esté en tratamiento con estos antidepresivos.

La administración de los medicamentos con las comidas ha supuesto un punto muy favorable para su correcto uso. Facilita el cumplimiento terapéutico,  aumenta la adherencia al tratamiento y , por otro lado, protege al sistema gastrointestinal frente a los efectos que puedan causar ciertos tipos de fármacos. Sin embargo, hay que saber tomarlos.

Recomendaciones para la correcta administración de medicamentos:

- Administar con líquidos, preferiblemente agua. Evitar, salvo excepciones, leche, zumos, café, alcohol o chocolate.

- Administrar los medicamentos a la hora de las comidas solamente si está recomendado y si no, espaciar puede ser una medida eficaz. Se previenen las interacciones si el medicamento se administra 1 hora antes o dos horas después de las comidas.