REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LA ESPAÑA PROFUNDA DE LOS AÑOS SESENTA ANTE EL LECTOR ITALIANO: REFLEXIONES SOBRE LA TRADUCCIÓN DE LOS SANTOS INOCENTES  
Estefanía Flores Acuña

(Universidad Pablo de Olavide, SEVILLA)

 

 

RESUMEN

Entre las obras del gran Miguel Delibes, probablemente sea Los Santos Inocentes una de las que mejor reflejan la realidad de la España de la década de los sesenta. Esta obra fue escrita en 1981 y traducida al italiano trece años más tarde. La característica más llamativa de esta obra es la convivencia de un lenguaje de base oral y la elaboración literaria presente en los fragmentos descriptivos. Además, en ella se pueden distinguir tres voces narrativas distintas: la del narrador-testigo, la del narrador-acorde y las de los distintos personajes. En este trabajo se reflexiona sobre el modo en que se ha llevado a cabo el trasvase de la novela a una lengua y a una cultura aparentemente tan próximas como la italiana. Dividiremos las dificultades que se presentan al traductor en seis grupos: a) uso del lenguaje como marca distintiva de los personajes; b) identificación del narrador con los humildes; c) unidades fraseológicas; d) referencias y rasgos culturales; e) léxico; f) habla vulgar.

 

Palabras clave: traducción literaria, novela, Delibes, culturemas, transferencia cultural, lengua italiana, Los Santos Inocentes


ABSTRACT 

‘DEEP SPAIN’ IN TRANSLATION: REFLECTIONS ON THE ITALIAN VERSION OF LOS SANTOS INOCENTES

 

Of all the great literary works by Spanish author Miguel Delibes, Los Santos Inocentes probably best depicts 1960s Spain in all of its hues. The novel was written in 1981 and translated to Italian thirteen years later. Most notable, perhaps, is the coexistence of orality and more elaborate literary technique present in the descriptive sections. Three distinct narrative voices can be heard: the narrator-witness, the narrador-accorde, and the voices of the different characters. This paper looks at the way in which the novel was translated into Italian, a language and a culture seemingly so close to Spanish. We will classify hurdles faced by the translator in six categories: a) use of language as a distinguishing feature of characters; b) identification of the narrator with humble sorts; c) phraseological units; d) cultural references and features; e) lexis; f) vulgar language.

 

Key Words: literary translation, novel, Delibes, culturemes, cultural transfer, Italian, Los Santos Inocentes

 


 

 

 

1. Introducción

Si hay un campo en el que la relación lengua-cultura tiene una relevancia especial, este es sin duda el campo de la traducción, hasta el punto de que se habla a menudo del “desafío” de la transferencia cultural en la actividad traductora. El análisis de las traducciones de obras muy marcadas desde el punto de vista cultural nos permite comprender mejor esta afirmación.

 

En el ámbito español, durante el régimen franquista[1], voces como las de Miguel Delibes, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre, Luis Martín Santos o Carmen Laforet, dan lugar a una novela que se concentra en ofrecer a los lectores un cliché exacto de la época. Entre las obras del gran Miguel Delibes, quizá sea Los Santos Inocentes una de las que mejor reflejan la realidad de la España de la década de los sesenta. De ahí nuestro interés por la forma en que se ha llevado a cabo el trasvase de esta obra a una lengua y a una cultura aparentemente tan próximas como la italiana.

 

Tras el periodo tan difícil para la difusión de nuestra literatura en el resto de países europeos, la recuperación de la democracia supuso la liberación de la cultura española, la cual, con una nueva vitalidad, consigue de nuevo conectar con el público y comunicarse con el exterior. Sin embargo, hasta la década de los noventa las editoriales italianas no empezaron a tomar en consideración a los autores españoles[2]. De hecho, Los Santos Inocentes fue escrita en 1981, pero traducida al italiano sólo trece años más tarde, con el título I Santi Innocenti[3].

 

Los Santos Inocentes constituye la última obra de la trilogía rural de Delibes, de la que también forman parte El camino y Las ratas. Dos son los factores comunes a las tres: el personaje central del inocente y el campo de Castilla como escenario. La historia narrada en esta novela tiene lugar en los últimos años del periodo franquista, si bien no existe una fecha explícita que nos indique el año exacto en que tienen lugar los hechos.

 

La novela fue llevada al cine en 1984, en una película, con idéntico título, dirigida por Mario Camus. El mismo Delibes reconoce la trascendencia de ésta en la carta que precede a la edición de la novela para el Círculo de Lectores:

 

“Aunque mi novela ‘Los santos inocentes’ se ha vendido por cientos de miles de ejemplares, ha sido la película de Mario Camus del mismo título, basada en ella, la que ha hecho llegar esta triste historia a los últimos rincones del país”. (Delibes, 1985, p. 8)

 

En  el nº 10 de L’Indice (1994), la prestigiosa publicación italiana sobre actualidad literaria, se apuntaba que quizá Delibes represente el caso de mayor desatención hacia la narrativa española del siglo XX por parte de la cultura italiana. Tal vez sea una afirmación un tanto exagerada, aunque no deja de ser cierto que no es Delibes uno de los autores que mayor respaldo han encontrado entre el público italiano, por razones que señalaremos más adelante.

 

Tanto la novela como su adaptación cinematográfica han sido objeto de numerosas investigaciones en el extranjero. Mencionemos, por citar algunos, el estudio de Patricia Santoro Novel into Film: The Case of La familia de Pascual Duarte and Los Santos Inocentes (1996)[4], sobre la dirección escénica de esta novela o la tesis doctoral  de Susana Rubio «Del hecho literario al hecho fílmico: La representación del punto de vista en Los Santos Inocentes, Tiempo de silencio y El sur» (Universidad de Richmond, 1992). En los programas de los departamentos de estudios hispánicos de un gran número de universidades tanto norteamericanas como europeas, hemos comprobado que novela y película se encuentran entre las más utilizadas para acercar a los alumnos que aprenden nuestra lengua a la transformación de la sociedad española a partir de los años sesenta. En Italia, además, se utiliza a menudo como lectura (en versión original o adaptada[5]) como parte del programa de Lengua Española en la enseñanza secundaria.

 

En cuanto a los posibles cimientos políticos y sociales de la obra, Delibes niega que exista una motivación política para la novela Los Santos Inocentes. Y lo hace expresamente en la carta ya mencionada que precede a la edición del Círculo de Lectores:

 

La situación de sumisión e injusticia que el libro plantea, propia de los años 60, y la subsiguiente “rebelión del inocente” ha inducido a algunos a atribuir a la novela una motivación política, cosa que no es cierta. No hay política en este libro. Sucede, simplemente, que este problema de vasallaje y entrega resignada de los humildes subleva tanto –por no decir más– a una conciencia cristiana como a un militante marxista. Afortunadamente, creo, estas reminiscencias feudales van poco a poco quedando atrás en nuestra historia. (Delibes, 1985)

 

Estudiosos de la obra de Delibes, como Domingo Gutiérrez (1989), se muestran de acuerdo con que la novela no es un alegato político, pero sí la consideran una denuncia moral de la situación de aquella época. Entre los temas sociales más relevantes que salen a relucir en esta novela, se encuentran la conciencia de propiedad (pensemos que la vida de los inocentes se desarrolla en un latifundio que pertenece al señorito y que agudiza la diferencia entre el modo de vida de siervos y señores); la conciencia del vasallaje (los inocentes asumen y se resignan a estar sometidos a los señoritos); las barreras que impiden limar estas diferencias (la falta de instrucción de los siervos, el concepto de educación, el de religión, etc.). El desenlace trágico de la historia, en el que uno de los inocentes asesina al señorito, constituye un acto de venganza individual y no una rebelión política, como suelen sentirla numerosos lectores de la novela.

 

2. Los Santos Inocentes: cómo Delibes juega con el estilo

 

La característica más llamativa de esta obra[6] consiste en la convivencia de un lenguaje de base oral, claramente predominante, y la elaboración literaria presente, sobre todo, en los fragmentos descriptivos.

 

Quizá resulte más fácil comprender este juego de estilos si observamos cómo se pueden distinguir en la novela tres voces narrativas distintas[7]: la del narrador-testigo, la del narrador-acorde y las de los distintos personajes:

 

  1. El narrador testigo se encuentra fuera de la acción y observa directamente los acontecimientos. Lingüísticamente, este narrador se refleja en el uso de la 3ª persona narrativa y en las detalladas descripciones de comportamientos, lugares y formas de habla. Especialmente en estos fragmentos es donde se percibe el dominio de la lengua culta por parte del escritor.
  2. El narrador-acorde es un narrador que se acerca a los personajes de la novela. En este caso, dicho narrador se acerca a los humildes. Lingüísticamente, se refleja en que adopta el mismo registro idiomático que los personajes con los que se identifica. Por ello, salvo los fragmentos descriptivos, el resto presenta un tono de oralidad muy característico cuyos rasgos analizaremos más adelante.
  3. Los personajes se dividen en dos grupos (los humildes y los amos). En cada uno de ellos es posible destacar una serie de rasgos lingüísticos propios, que veremos en detalle al analizar cómo se ha abordado la traducción del lenguaje de base oral.

 

Esta polifonía tendrá una enorme repercusión en los problemas de traducción que plantea el texto. Así, dividiremos las dificultades que se presentan al traductor en los siguientes grupos:

 

3.1. Uso del lenguaje como marca distintiva de los personajes

3.2. Identificación del narrador con los humildes

3.3. Unidades fraseológicas

3.4. Referencias y rasgos culturales

3.5. Léxico

3.6. Habla vulgar

 

Veamos en detalle cada uno de estos puntos.

 

3.1. Uso del lenguaje como marca distintiva de los personajes

Los personajes que aparecen en las obras de Delibes reflejan a trazos su propia vida, como el mismo escritor ha reconocido en algunos de sus discursos. A través de los personajes que él crea va retratando a los habitantes de la Castilla rural así como la realidad del paisaje castellano. Dichos  personajes se caracterizan especialmente por su forma de hablar y Delibes se sirve de ellos para explorar la lengua castellana en sus formas populares y dialectales.

 

Por ello, nos detendremos en los problemas específicos derivados de este uso del lenguaje tan particular y si las soluciones aportadas por el traductor consiguen que el idiolecto de los personajes los retrate del mismo modo ante el lector italiano.

 

Ya comentamos, al hablar de las distintas voces narrativas, cómo los personajes se dividían en siervos y señoritos. Entre los rasgos lingüísticos más destacables de cada grupo, encontramos:

 

a) Azarías es el personaje principal, un inocente y despreciado retrasado mental que representa el mundo de la marginalidad y que tiene a su milana como único ser vivo por el cual vale la pena rebelarse. De hecho, su violencia se desencadena sólo cuando el señorito Iván mata a su preciada mascota. En su parlamento, se repiten con mayor o menor frecuencia los siguientes aspectos[8]:

  • Frases formularias:

 

(1)                   “luego no te sirven ni para finos ni para bastos

“poi non sono né fini né rozzi

 

Con esta expresión, Azarías se refiere a los hijos de su hermana Régula, a los que su madre quiere mandar a la escuela, algo que Azarías considera inútil.

 

  • Elipsis de preposiciones y verbos:

 

(2)                   “me voy donde mi hermana

“vado da mia sorella

 

Esta característica no es exclusiva de Azarías, sino que se encuentra en todos los personajes humildes, incluso en el narrador-acorde. En italiano no resulta posible reflejar esta peculiaridad del habla, ya que es obligatoriamente a través de la preposición da como se indica el lugar donde se encuentra la persona a la que nos referimos.

 

  • Frases breves con las que remata la enunciación:

 

(3)                   “...ando con la perezosa, que yo digo,...”

“...ho una fiacca addosso, che non ti dico,...”

 

  • Repetición del estribillo milana bonita que en la versión italiana se ha mantenido en español, si bien la primera vez que aparece, el traductor ha recurrido a una nota a pie de página donde se traduce en parte dicho sintagma: “Cara milana, cara milana”.

 

 

 

  • Onomatopeyas con las que se comunica con los animales:

 

(4)                   “...y se llegaba con él a la ventana del tabuco, y

uuuuuh,...”

“...giungeva fino alla finestrella del bugigattolo, e

uuuuuh,...”

(5)          “...se llegó al cobertizo, cogió el bote de pienso compuesto, salió a la corralada, levantó la cabeza, entreabrió los labios y

¡quiá!”

“raggiunse la tettoia, prese la latta con il composto di mangime, uscì in cortile, alzò la testa, dischiuse le labbra e,

chià!”

 

b) Régula, la hermana de Azarías, es una  mujer servicial y generosa, que trata en cierto modo de disculpar a su hermano, aunque a veces también ella pierda la paciencia ante los desvaríos de éste. Lo más llamativo del uso que hace del lenguaje es la muletilla con que comienza todas sus respuestas y que puede ser interpretada como resignación y aceptación de la cruda realidad:

 

(6)         ae, ¿te pedí yo opinión?”

beh, ho chiesto il tuo parere?”

(7)         ae, para quieto, ya no estamos para juegos”

dai smettila, non è ora di giocare”

(8)         ae, para volver a ser jóvenes tendría que callar ésta,...”

eh, per ritornare ad essere giovani bisognerebbe che tacesse questa,...”

(9)         ae, los señoritos, el agua no cuesta dinero, cacho marrano”

ah! da signori, l’acqua non costa nulla, pezzo di sudicione”

 

Como vemos, esta muletilla es traducida mediante interjecciones que cumplen la misma función que en español. Sin embargo, la mayoría de las veces la interjección es omitida en la traducción, con lo que el personaje pierde parte de su idiosincrasia en la versión italiana:

 

(10)        ae, más abono, no, Azarías, ahora paséame un rato a la Niña Chica,...”

“basta con il concime Azarías, adesso portami un po’ a spasso la Niña Chica,...”

(11)        ae, bonito está eso, reírse de un viejo inocente es ofender a Dios,...”

“bella cosa, ridere di un vecchio innocente è offendere Dio...”

 

c) El señorito Iván es un joven arrogante, vanidoso y despiadado, con una mentalidad feudal que le lleva a mantener en todo momento la jerarquía y las distancias con los humildes. Su tiranía y cinismo se ponen de manifiesto a través del lenguaje:

 

  • numerosos apelativos constituidos por insultos:

 

(12)       “...pero ¿a qué diablos huele la caza, Paco, maricón?”

“...dì, Paco, che diavolo di odore ha la cacciagione?”

 

Sin razón aparente, se ha omitido el apelativo en la traducción, con lo que el enunciado pierde parte de su fuerza expresiva.

 

En el ejemplo (13), en cambio, sí se ha mantenido el apelativo y el elemento que actúa como intensificador del adjetivo.

 

(13)       “¿no puedes poner quieta la lengua, cacho maricón?”

“non riesci a tener ferma la lingua, pezzo di finocchio?”

 

  • términos y expresiones con los que el señorito intenta aproximarse al habla de sus subordinados:

 

(14)        “tu hermano, digo, niña, el Quirce, ¿puedes decirme por qué es tan morugo?”

“tuo fratello, ragazzina, Quirce, dico, mi sai dire perché è così musone?”

 

Según el D.R.A.E., el adjetivo morugo se aplica a una «persona taciturna, huraña, esquiva». A pesar de lo poco usual que es este término en español frente al término elegido en italiano, la equivalencia propuesta resulta, en nuestra opinión, muy acertada, pues, como aclara el diccionario Zingarelli, el adjetivo musone se utiliza igualmente para una «persona imbronciata e poco socievole».

 

·         El plural familiar, denominado por Gili Gaya (1967) discordancia deliberada, que consiste en que el hablante se dirige a un sujeto singular con el verbo en plural para obtener un efecto estilístico deliberado, en este caso, interesarse amablemente por el estado de nuestro interlocutor:

 

(15)        “...y, tan pronto regresaron al Cortijo, el señorito Iván pasó por casa de Paco,
¿cómo vamos, Paco?
¿cómo te encuentras?”

“...e, rientrando al Podere, il signorino Iván passò a casa di Paco,
come andiamo, Paco, come stai?”

 

En italiano también está perfectamente justificado el uso de la primera persona de plural con un sentido de implicación personal y confianza por parte del hablante (Renzi; Salvi; Cardinaletti, 1995, p. 543).

 

d)   Don Pedro, el Périto, es el hombre de confianza de Iván. A pesar de ello, el señorito se siente con todo el derecho de engañarlo con su esposa, doña Purita, con la que mantiene una relación que, sin embargo, Iván siempre niega con todo el cinismo del mundo. Como consecuencia, Don Pedro se ciega a menudo de celos y de impotencia. Ello le conduce inevitablemente a una agresividad verbal contra la mujer infiel:

 

(16)       “¡esto sí que no te lo perdono, cacho zorra!”

“questo sì che non te lo perdono, brutta cagna!”

 

En (16) observamos de nuevo el uso del intensificador cacho, sin la preposición que en origen la seguiría (cacho de zorra), y que en italiano ha de ser reemplazado por un adjetivo valorativo de connotaciones negativas (brutta), si bien habría sido también posible utilizar el más próximo pezzo di cagna.

 

3.2. Identificación del narrador con los humildes

 

Como apuntábamos anteriormente, la consecuencia más inmediata de la existencia de un narrador-acorde que relata los hechos desde el punto de vista de los marginados consiste en la predominancia de un lenguaje de base oral que deja paso a un narrador externo que hace gala de un lenguaje mucho más elaborado. Podríamos afirmar que se trata de la característica que imprime mayor grado de personalidad al relato y que hay que mantener a toda costa en la traducción para que no pierda su fuerza y su viveza.

 

La presencia de dicho narrador interno se refleja en los siguientes rasgos:

 

  • Estilo directo entremezclado en la narración, sobre todo a través de la fórmula a + infinitivo, portadora de la fuerza ilocutiva del mandato:

 

(17)        “...y los perros del cortijo se alborotaban, él, Azarías, los aplacaba con buenas palabras, les rascaba insistentemente entre los ojos hasta que se apaciguaban y a dormir y,...”

“...e i cani del podere si agitavano, lui, Azarías, li rabboniva con parole dolci, li grattava insistentemente tra gli occhi finché si calmavano, e a dormire e,...”

 

Resulta extraño que en la traducción se haya mantenido la misma estructura a + infinitivo con valor exhortativo, ya que, de hecho, no se puede decir que exista correspondencia entre el infinitivo español con valor imperativo y el infinitivo italiano[9]. Además, existirían otras posibilidades de traducción más propiamente italianas como a cuccia o via a nanna. De hecho, en (18) el traductor opta por una estructura distinta:

 

(18)       “sí, Señora, a mandar, para eso estamos”

“sì, Signora, comandi, siamo qui per questo”

 

También se intercalan fragmentos de monólogo interior sin entrecomillar en medio de la narración:

 

(19)        “...y Paco, el Bajo, pensó para sus adentros, mira, como la Charito,...”

“...e Paco, il Basso, pensò dentro di sè, to’, come Charito,...”

 

  • Rasgos típicos del coloquio, como determinados marcadores del discurso:

 

(20)       “¿es que tampoco me puedo reír en mi casa?”

beh, non posso ridere in casa mia?”

 

En este caso, la muletilla beh se introduce en la traducción como compensación por no haber traducido literalmente (...è che non posso ridere in casa mia?), lo cual habría sido también correcto en italiano. Como apunta C. Fuentes Rodríguez (1997), es que es un enlace conjuntivo propio del español coloquial que ya está casi gramaticalizado y cuyo valor principal sería el de justificación. Como marcador discursivo, no sería imprescindible en el enunciado, aunque su ausencia supondría una pérdida de énfasis.

 

  • Ausencia de verbos dicendi que agiliza el discurso, tanto en la versión española como en la italiana:

 

(21)       “y el Azarías

¿y los muchachos?

y ella,

en la escuela están,

y el Azarías

¿es que no hay nadie en casa?

y ella,

ae, la Niña Chica está,...”

“e Azarías,

e i ragazzi?

e lei,

a scuola,

e Azarías,

non c’è nessuno in casa?

e lei,

la Niña Chica,...”

 

  • Expresiones de compasión:

 

(22)        “mientras su hermano Rogelio, no paraba, el hombre, con el jeep arriba, con el tractor abajo, siempre de acá para allá”

“mentre suo fratello Rogelio, non si fermava un attimo, il poveretto, su e giù con la jeep e poi con il trattore, sempre di qua e di là”

(23)       “...y toda la mesa pendiente de Paco, el hombre...”

“...e l’intera tavolata osservava Paco, pover’uomo...”

(24)       “...y la Régula, la mujer, confundida, se sofocó toda,...”

“...e la Régula, povera donna, confusa, tutta rossa,...”

 

Comprobamos que el italiano necesita el adjetivo povero/a que añada el valor compasivo que en estos casos aporta el artículo determinado español ante los sustantivos hombre y mujer.

 

  • Polisíndeton, que se mantiene en la traducción aportando una gran fuerza expresiva:

 

(25)        y, con la fresca, Paco y la Régula, amontonaron los enseres en el carromato y emprendieron el regreso y, en lo alto, acomodados entre los jergones de borra, iban los muchachos y, en la trasera, la Régula con la Niña Chica, que no cesaba de gritar y se le caía la cabeza, ora de un lado, ora del otro, y sus flacas piernecitas inertes asomaban bajo la bata, y Paco, el Bajo, montado en su yegua pía, les daba escolta, velando orgullosamente la retaguardia, y le decía a la Régula elevando mucho el tono de voz para dominar el tarantantán de las ruedas en los relejes, entre bramido y bramido de la Niña Chica

e, con il fresco, Paco e la Régula, ammassarono le loro cose sul carro grande e iniziarono il viaggio di ritorno e, nella parte alta, sistemati tra i pagliericci di lana, c’erano i ragazzi e dietro la Régula con la Niña Chica, che non smetteva di gridare e con la testa che ciondolava ora da un lato ora dall’altro, e le sue gambette magre spuntavano da sotto la coperta, e Paco, il Basso, sulla sua docile cavalla faceva da scorta, sorvegliando orgogliosamente la retroguardia e diceva alla Régula, alzando molto il tono di voce per sovrastare il rumore delle ruote sulla strada, tra un grido e l’altro della Niña Chica”

 

  • Omisión de las preposiciones y verbos, un rasgo igualmente presente en el parlamento de los inocentes:

 

(26)        “iban volviéndole paulatinamente las energías y, una vez recuperado, su primera reacción era llegarse donde el búho

“recuperava poco a poco le forze, e una volta ripresosi, la sua prima reazione era quella di andare dal gufo

(27)       “...la Régula volvió a buscarle, orilla del sauce

“...la Régula tornò a cercarlo, sotto il salice

(28)       “buscaba un rincón, bien orilla de la tapia, o en los arriates”

“cercava un angolo, vicino al muro di cinta, o nelle aiuole”

En todos estos casos, en la solución italiana no existe ningún tipo de elipsis, algo inevitable si queremos ser correctos gramaticalmente, si bien es verdad que la lengua italiana es por naturaleza más elíptica que la española.

 

  • Utilización de un que causal y consecutivo, que suele explicitarse en la traducción, aunque también habría sido posible recurrir a un che polivalente:

 

(29)        “y él, entonces, regresaba a la Jara, donde el señorito, que a su hermana, la Régula, le contrariaba la actitud del Azarías”

“e lui, allora, ritornava alla Jara, dal signorino, perché a sua sorella, la Régula, non piaceva il suo modo di comportarsi”

(30)        “y Paco, el Bajo, se enojó, que eso ya era por demás, coño, que ellos eran ignorantes pero no tontos”

“e Paco, il Basso, si arrabbiò, perché questo era troppo, cazzo, e che loro erano ignoranti ma non stupidi”

(31)        “...pero no era por mala voluntad, ni por el gusto de mentir, sino por pura niñez, que el señorito hacía mal en renegarse por eso y llamarle zascandil”

“...però non era per mancanza di buona volontà, né per il piacere di mentire, ma per puro infantilismo, perciò il signorino faceva male ad arrabbiarsi per questo e chiamarlo perditempo”

 

  • Marcadores propios del coloquio, que Delibes intercala en la narración y que no han sido olvidados en la traducción:

 

(32)        “...y, si acaso picaba el sol, pues a la sombra del madroño,...”

“...e, se picchiava il sole, beh, allora all’ombra del coberzolo...”

(33)        “...que a él, al fin y al cabo, lo mismo le daba un sitio que otro, pero sí por los muchachos, a ver, por la escuela, que con la Charito, la Niña Chica, tenían bastante”

              “...perché per lui in fondo un posto o l’altro era indiferente, ma per i ragazzi, già, per la scuola, perché con la Charito, la Niña Chica, avevano già abbastanza lavoro”

 

En la traducción de (32) encontramos una secuencia de marcadores cuando en el original tan sólo hay uno; posiblemente se deba a que beh aporta el tono coloquial presente en la narración original.

 

3.3. Unidades fraseológicas

 

Del origen tan sumamente variado de las unidades fraseológicas (sabiduría popular, literatura, mundo clásico latino o, simplemente, la vida cotidiana) proviene la principal dificultad que representa su traducción. Ya Luis Alonso Schökel (1973, p. 240) destacaba la importancia de encontrar un equivalente de traducción correcto para tales unidades, recordando que “la elección entre la forma gramatical ordinaria y un modismo puede ser un acto de estilo [...]. Puede ser que el contenido informativo de ambas formas sea el mismo; pero el modismo dará viveza, será un toque de fantasía, recordará un ambiente, marcará la tonalidad”.

 

En el texto objeto de nuestro estudio, el traductor ha tenido que enfrentarse, especialmente, a locuciones verbales:

 

(34)       “...y a Paco, el Bajo, como quien dice, le tocó la china

“...e a Paco, il Basso, come lo chiamavano, era toccata questa sventura

 

En este caso el traductor ha recurrido a una paráfrasis explicativa que recoge el significado denotativo de la unidad original, pero que pierde la viveza de la expresión castellana. Además, en este ejemplo hay un error de contenido: como quien dice tiene un sentido aproximado a en cierto modo (in un certo senso) y no a cómo llamaban a Paco el Bajo, que es lo que da  a entender la versión traducida.

 

Lo mismo ocurre en los ejemplos siguientes:

 

(35)       “¿quién eres tú?, ¿quién te dio a ti vela en este entierro?”

“chi sei tu per mettere il naso in quest’affare?”

(36)       “¡eh, tú, listo, tengamos la fiesta en paz!”

“ehi, tu, furbastro, non stiamo a discutere

(37)       “mira, Paco, los médicos pueden decir misa

“guarda, Paco, i dottori possono dire quello che vogliono

(38)       “...y empezaba a salirse del tiesto

“...e iniziava a sviare la conversazione

 

En (38) se ha cometido, además, un error de contenido, ya que salirse del tiesto no significa, evidentemente, cambiar de conversación. Habría sido posible mantenerlo en italiano, lengua también rica en paremias.

 

(39)        “...que la Charito, la Niña Chica, nunca decía esta boca es mía

“...perché Charito, la Niña Chica, non apriva mai bocca

 

En (39) sí ha sido posible traducir la unidad fraseológica mediante un equivalente parcial, que coincide con la original en el contenido semántico aunque varíe ligeramente en la estructura formal.

 

(40)       “...y el Rogelio reía, cría cuervos, tío”

“...e Rogelio rideva, bella riconoscenza, zio”

 

La situación en la que surge el ejemplo (40) se produce cuando la grajeta de Azarías se escapa y los demás se burlan porque el anciano quiere hacerla volver, pero el pájaro lo mira indeciso desde la veleta de la torre. El juego, posible en español, entre el sentido literal y figurado de la expresión, resulta difícil, si no imposible, de trasladar al italiano. Por ello, el traductor ha recurrido a una nota a pie de página, tras optar en el cuerpo del texto por una traducción neutra: “In spagnolo: cría cuervos, tío; riferimento al proverbio ‘Cría cuervos y te sacarán los ojos’ che si suole utilizzare quando un favore fatto a chi non lo merita è corrisposto con ingratitudine (n.d.t.)”. Comprobamos que, aunque ésta no sea la solución más feliz, sí evita la confusión que podría generar el utilizar la unidad equivalente en italiano, scaldare una serpe in seno, donde se pierde  el juego por hacer alusión a otro animal.

 

Igualmente se han encontrado unidades fraseológicas constituidas por locuciones adverbiales:

 

(41)        “tomó los puntos y, en un decir Jesús, descolgó dos perdices por delante”

“prese la mira e, in un batter d’occhio, abbatté due pernici davanti”

 

Se trata de otro caso de equivalencia parcial, con idéntico contenido semántico en ambas unidades, pero evocación de una imagen diferente. Las connotaciones religiosas de la locución española desaparecen por completo en la traducción.

 

(42)       la Nieves [...] así anduvo sin dar pie con bola toda la cena”

“Nieves [...] proseguì così senza sbagliare per tutta la cena”

 

De nuevo se da una falta de correspondencia entre el sentido figurado y el explícito y literal del italiano. A ello se suma un nuevo error de comprensión por parte del traductor, que expresa justamente lo contrario de lo que quiere decir la locución adverbial en español. Proponemos como una de las posibles traducciones senza azzeccarne una.

 

3.4. Referencias y rasgos lingüísticos culturales

 

De todos es conocida la problemática que puede plantear en traducción la alusión a hechos culturales de una sociedad, muchos de los cuales suelen resultar poco familiares para el receptor del texto término. En el caso que nos ocupa, estas referencias contribuyen, junto con los rasgos lingüísticos que acabamos de analizar, a dibujar el escenario rural, de miseria y atraso en el que se desarrolla la historia.

 

Encontramos, por ejemplo, referencias a la gastronomía española, como en la escena que tiene lugar tras la ceremonia religiosa en que el niño Carlos Alberto hace su Primera Comunión:

 

(43)        “el personal se reunió en la corralada a comer chocolate con migas

“il personale si riunì nel cortile grande, a mangiare dolcetti con cioccolata

 

Dejando aparte el hecho de que las migas constituyen un primer plato en nuestra cultura y no un postre, como podría entender el lector italiano, sí consideramos acertada aquí la decisión del traductor al no tratar de explicar mediante amplificación la alusión gastronómica, ya que no resulta una información relevante en este caso.

 

Hay otros casos que no requieren algún tratamiento especial, por ser suficientemente conocidos para cualquier lector italiano de cultura media. Así por ejemplo, no supone ningún problema la alusión a Franco que realiza Azarías cuando, debido a su perturbación psíquica, cree poder contemplar a su hermano muerto Ireneo en el cielo, explicando a los demás la suerte que había corrido éste:

 

(44)       “se murió, Franco lo mandó al cielo”

“è morto, Franco lo ha spedito in paradiso”

 

Sí se ha considerado necesaria una nota del traductor en el ejemplo (45), en que Delibes compara al viejo Azarías cuando corre delante del cárabo con un devoto que salga en la procesión de la Virgen Macarena:

 

(45)        “el Azarías arrancaba a correr arruando, como un macareno

“Azarías iniziava a correre grugnendo, come un pellegrino

 

Con la siguiente nota a pie de página: “Nel testo spagnolo macareno; del quartiere sivigliano della Macarena, noto per la processione della Madonna della Macarena (n.d.t.)”.

 

Del mismo modo, tanto en el narrador-acorde como en aquellos con los que se identifica, podemos percibir algunos usos típicos del lugar de origen del autor de la obra (Valladolid). Nos estamos refiriendo al laísmo y al leísmo, que resultaría inexplicable en boca de los personajes si, como parecen apuntar algunos detalles a lo largo de la novela, la acción se desarrolla en algún lugar de Extremadura o Andalucía:

 

(46)        “acunaba a la Niña Chica y la espantaba los mosquitos a manotazos”

“cullava la Niña Chica e le teneva lontano i moscerini con le mani”

(47)       “ae, déjala que vuele, Dios la dio alas para volar”

“lascia che voli, Dio gli ha dato le ali per volare”

(48)        “...un tractor rojo, recién importado, y sabía armarle y desarmarle

“...un trattore rosso, preso da poco, e sapeva montarlo e smontarlo

(49)        “...no le voy a recordar, el pájaro perdiz aquel no volaba a menos de noventa metros”

“...non mi ricordo, quella pernice non volava a meno di novanta metri”

 

En (49) se produce otro error de contenido, negándose en italiano lo que en español quiere decir “claro que lo recuerdo”. Una traducción correcta que proponemos es E come no!. En cualquier caso, el traductor, consciente o no de estos fenómenos de leísmo y laísmo, los ha obviado en la versión italiana, lengua en la que sí se produce algún uso incorrecto del pronombre masculino singular gli en lugar del correspondiente femenino le, fenómeno que, de todas formas, no podría haberse aplicado en este caso para trasladar la incorrección del original.

 

3.5. Léxico

 

Probablemente uno de los principales escollos para el traductor de esta obra haya sido la enorme riqueza y variedad del léxico utilizado por Miguel Delibes. Como apunta D. Gutiérrez en el magnífico glosario que incluye su obra Claves de Los Santos Inocentes (1989, p. 9-22), muchos de los vocablos que el lector encuentra a lo largo de la novela han caído ya en desuso, quedando como términos exclusivos del habla rural. Conocer este léxico, sin embargo, es fundamental para comprender el mundo novelesco del escritor vallisoletano.

 

Los términos que pueden resultar más extraños para el lector común serán los relacionados con la actividad cinegética y el ámbito rural en general, muy presentes en otras obras de Miguel Delibes como La hoja roja o Diario de un cazador. En efecto, los términos que exigen una mayor documentación para quien aborde la lectura o la traducción de esta obra son los referidos a[10]:

 

  • razas de perro: perdiguero (bracco), setter (setter), zorrero (cane da volpi), braco (bracco);
  • especies de ave: pitorra (beccaccia), ganga (starna), picaza (gazza), ratera (poiana), Gran Duque (Gran Duca), cárabo (allocco), grajeta (piccolo corvo); azulones (colombi), zurita (tortora), torcaz (colombo selvático), bravía (selvaggina), zorzales (tordi), rabilargos (gazze azzurre);
  • procedimientos de caza y formas de disposición de las piezas: así, el tollo (frasche) es un escondite para cazadores y la atalaya (vedetta) es un puesto elevado para cazar animales mayores); al rececho (appostandosi), al salto (al volo) o en batida (in batuta) son distintos métodos para conseguir las piezas; las aves pueden aparecer solas (sole), apareadas (in coppia) o en barra (in gruppo); la cacería de palomas entre los cazadores se llama palomazo (caccia al colombo) y el pájaro que sirve de señuelo, cimbel (uccello da richiamo); cuando las aves emprenden el vuelo hacia arriba se repullan (sbalzano); las perdices abatidas, al golpear el suelo, dan el pelotazo (colpiscono) y la recogida de tales piezas se denomina cobra (recupero delle prede);
  • aperos y mobiliario habituales en el campo: tajuelo (sgabelletto), aladino (lampada), barda (siepe), herrada (secchio), azuela (zappa), tabuco (bugigattolo), trebejos (attrezzi);
  • plantas y arbustos: zahurdones (porcili), torvisca (timelea), tamujos (erica), camal (i rami più grandi), piornal (folto dei citisi);
  • verbos y adjetivos poco habituales en el habla de las zonas urbanas, algunos de los cuales son específicos de ciertas regiones españolas: rutar (ruttare), término utilizado en Burgos, Cantabria y Palencia; entrizar (serrare), en Zamora y Salamanca; morugo (musone) en León, Santander y Soria; azorrarse (incantarsi), moquitear (frignare), terne (burbero), zascandil (perditempo), huero (vacuo).

 

Comprobamos cómo en algunos casos ha sido necesario recurrir a un término del léxico común o incluso a una paráfrasis para traducir términos demasiado específicos: secchio para herrada, attrezzi para trebejos, i rami più grandi para camal, etc.

 

Por último, remarquemos que el marco del cortijo, donde tiene lugar la acción, ayuda a comprender gran parte del léxico empleado: por ejemplo, que Azarías llame al búho y, más tarde, a la grajeta, milana bonita, mientras que el señorito los llame carroña o jodida graja.

 

3.6. Habla vulgar

 

El habla vulgar, opuesta a la culta, contribuye a este sabor rural que impregna toda la obra y que inevitablemente se pierde en gran medida en la traducción italiana:

 

  • Utilización del artículo ante el onomástico, que se mantiene en italiano únicamente en el caso de los nombres de género femenino (la Régula tanto en español como en italiano), mientras que se evita para los de género masculino (el Azarías, el Ivancito, el Maxi o el Ceferino, se convierten en italiano en Azarías, Ivancito, Maxi y Ceferino). Esto puede deberse a la costumbre italiana de utilizar el artículo sólo ante apellidos de mujeres conocidas (aunque también para nombres masculinos en algunos casos excepcionales: il Manzoni, il Boccaccio...).

 

  • Trueque de pronombres, rasgo que desaparece en la versión italiana:

 

(50)       “ae, no te se habrá muerto la otra milana que tú dices”

“non ti sarà mica morta l’altra milana, come la chiami tu”

(51)       “la milana me se ha escapado, Régula”

mi è scappata la milana, Régula”  

 

  • Uso del dativo ético:

 

(52)       “¿qué tiempo te tienes tú, Azarías?”

“quanti anni hai tu, Azarías?”

(53)       “la milana está enferma, señorito, te tiene calentura”

“la milana è malata, signorino, ha la febbre”

(54)       “¿por qué no se anda la Charito, madre?”

“perché Charito non cammina, madre?”

(55)        “ahora la Nieves nos entrará en la escuela y Dios sabe dónde puede llegar con lo espabilada que es”

“adesso Nieves potrà andare a scuola e Dio solo sa dove potrà arrivare sveglia com’è”

 

En los dos últimos ejemplos quizá se podría haber compensado la pérdida del dativo anteponiendo un posesivo al nombre propio: perché la nostra Charito non cammina, madre?; adesso la nostra Nieves potrà andare a scuola.

 

4. La elaboración literaria

 

Como ya señalábamos al hablar de los diversos narradores que se alternan en la novela, junto al narrador-acorde, se presenta un narrador-testigo, observador directo de los acontecimientos y que, aunque no se implica en la acción, sí posee un conocimiento exhaustivo de los hechos, a los que se siente cercano.

 

El lenguaje utilizado por este narrador es un lenguaje elaborado del que destacaremos las características de mayor relevancia desde el punto de vista de su repercusión en la traducción:

 

  • Comparaciones no lexicalizadas que evocan imágenes fáciles de mantener en italiano, donde resultan igual de originales:

 

(56)        “...y el Azarías sonreía tenuamente, como un chiquillo cogido en falta

“...e Azarías sorrideva tenuamente, come un bambino colto sul fatto

(57)        “el Azarías se perdía en lo espeso [...], encorvado, acechante como una alimaña

“Azarías si perdeva nel folto del bosco, [...] acquattato, in agguato come un predatore

(58)        “los ojos muy negros, muy juntos y muy penetrantes, como los de un inquisidor

“gli occhi di un nero intenso, ravvicinati e penetranti, come quelli di un inquisitore

(59)        “...sus pupilas oscuras, redondas y taciturnas, como las de una pitorra

“...i suoi occhi scuri, rotondi e taciturni, come quelli di una beccaccia

 

  • Expresión de la afectividad, a través de diminutivos y aumentativos, que sólo en algunos casos se mantienen en italiano:

 

(60)       “...y sus flacas piernecitas inertes asomaban bajo la bata”

“...e le sue gambette magre spuntavano da sotto la coperta”

(61)        “regresó con la Charito cuyo cuerpo no abultaba lo que una liebre y cuyas piernecitas...”

“ritornò con la Charito il cui corpicino non era più grande di quello di una lepre e le gambine...”

(62)       “...y el Azarías la miraba con los lagrimones colgados de los ojos”

“...e Azarías lo osservava con i lacrimoni agli occhi”

(63)       “...mascando salivilla o rutando suavemente”

“...masticando saliva o ruttando soavemente”

(64)        “...y venga de hacerle arrumacos al señorito Iván, sonrisa va, guiñito viene...”

“...e giù a far moine al signorino Iván, prima un sorriso, poi un ammicco...”

 

  • Utilización de eufemismos, referidos siempre a las necesidades primarias de Azarías:

 

(65)       “lo más grave para Paco, el Bajo, eran los desahogos del Azarías”

“la cosa peggiore per Paco, il Basso, erano gli sfoghi di Azarías”

(66)       “se doblaba junto a un tamujo y descargaba

“si chinava vicino all’erica e si liberava

 

5. Conclusión

 

En este trabajo hemos querido ilustrar la problemática de traducción planteada por obras muy estrechamente ligadas a la cultura de una época y de un país determinados. Para ello hemos elegido una de las novelas más representativas de Miguel Delibes, autor que quizá no siempre haya encontrado el respaldo y la acogida que merecería su obra debido, tal vez, a la falta de esquemas en los que encajar el mundo narrativo que presenta en sus novelas. El mismo protagonista de Los Santos Inocentes escapa a cualquier análisis psicológico con que se pretenda encasillar la personalidad de este marginado.

 

En esta obra se conjugan, además, una narración literaria muy rica y precisa y una lengua castellana rural, resultado de la combinación del habla familiar y vulgar. La multiplicidad de narradores, el lenguaje tan marcado de los personajes, el léxico especializado y las referencias culturales son los principales recursos con los que Delibes retrata la España profunda de la época franquista. El lector italiano puede disfrutar de una excelente traducción a su lengua, igualmente elaborada desde el punto de vista literario, pero en la que en parte se han perdido, no siempre de forma inevitable, la vivacidad propia del habla de los personajes humildes y la oralidad presente en el discurso del narrador-acorde.

6. Bibliografía

Fuentes primarias:

Delibes, M. Los Santos Inocentes. Barcelona: Círculo de Lectores, 1985.

Delibes, M. I Santi Innocenti. Traducción de Giuliano Soria. Alessandria: Piemme, 1994.

Fuentes secundarias:

Alonso Schökel, L. Giros y modismos en la traducción. Cultura Bíblica. 1973, pp. 214-247.

Arce, J. et al. Italiano y español –estudios lingüísticos–. Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1984.

Calvo Rigual, C.; Giordano, A. Diccionario Italiano-Español, Español-Italiano. Barcelona: Herder, 1996.

Cortés Rodríguez, L. Sobre conectores, expletivos y muletillas en el español hablado. Málaga: Ágora, 1991.

Dardano, M.; Trifone, P. La lingua italiana. Bologna: Zanichelli, 1991.

Flores Acuña, E. Los marcadores de reformulación: análisis, aplicado a la traducción español/italiano, de en fin y de hecho. Málaga: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2003. Tesis doctoral en CD-ROM.

Fuentes Rodríguez, C. Los conectores en la lengua oral: es que como introductor de enunciado. Verba, 1997, 24, p. 237-263.

Gili Gaya, S. Curso superior de sintaxis española. Barcelona: Bibliograf, 1961.

Gutiérrez, D. Claves de Los Santos Inocentes. Madrid: Ciclo, 1989.

Martín Zorraquino, M. A.; Portolés Lázaro, J. Los marcadores del discurso. En: BOSQUE, I.; DEMONTE, V. (eds.). Nueva Gramática Descriptiva de la Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe, vol. 3, 1999, p. 4051-4213.

Portolés, J. Marcadores del discurso. Barcelona: Ariel, 1998.

Radicchi, S. In Italia: modi di dire ed espressioni idiomatiche. Roma: Bonacci editore, 1985.

Real Academia Española (R.A.E.). Diccionario de la Lengua Española. 21ª edición. Madrid: Espasa-Calpe, 1992.

CalabresE, a.; CORDIN, P. I pronomi personali. En: RENZI, L. (ed.) Grande grammatica italiana di consultazione. Bolonia: Il Mulino, 1988, pp. 535-592.

Santoro, P. J. Novel into film: the case of ‘La familia de Pascual Duarte’ and ‘Los santos inocentes’. Newark: University of Delaware Press, 1996.

SCHEDA TEDESCHI, S. Reseña a I Santi Innocenti. L’Indice, 1994, 10.

Schwamenthal, R.; Straniero, M.L. Dizionario dei proverbi italiani e dialettali. Milán: Biblioteca Universale Rizzoli, 1999.

Torre, E., Teoría de la traducción literaria. Madrid: Síntesis, 1994.

Zingarelli, N. Lo Zingarelli 1999. 12ª edición. Bolonia: Zanichelli, 1999.



[1] Sobre la censura bajo el régimen franquista, véase la obra de Hans-Jörg Neuschäfer, Adiós a la España eterna: La dialéctica de la censura. Novela, teatro y cine bajo el franquismo, Madrid-Barcelona, Ministerio de Asuntos Exteriores-Anthropos, 1994, en la que se explican las tácticas de camuflaje puestas en práctica por los autores de aquella época. El capítulo cuatro está dedicado a Delibes y a su obra Cinco horas con Mario (1966).

[2] Según datos extraídos del Rapporto sull’editoria italiana, ese mismo año más del 50% de las obras que se tradujeron a esta lengua estaban escritas en inglés, un 14% en francés y poco más de un 3% en español.

[3] Lo mismo ha ocurrido con muchas de sus restantes novelas: La strada fue traducida en 1983 (treinta y tres años después de la publicación de El camino en España); Cinque ore con Mario, en 1983 (diecisiete años más tarde que la española Cinco horas con Mario); Lettere d’amore d’un sessantenne voluttuoso, en 1995 (doce años más tarde que la original en español), etc.

[4] Traducido al español por Asunción Gómez (traducción no publicada).

[5] Delibes, M. (1998): Los Santos Inocentes [nivel 5]. Adaptación de Isabel Santos Gargallo. Salamanca: Universidad.

[6] Para la realización de este trabajo hemos utilizado la edición del Círculo de Lectores Los santos inocentes (1985), en el que aparece además un anexo del autor, «Experiencias cinematográficas». En cuanto a la versión italiana, hemos manejado la traducción italiana de Giuliano Soria I Santi Innocenti (1994), editada por Piemme.

[7] Ver Gutiérrez, D. (1989), pp.82-86.

[8] Presentamos la versión original y a continuación su traducción al italiano.

[9] Para esta cuestión gramatical, ver ARCE, J. et al.: Italiano y español –estudios lingüísticos, p.26.

[10] Incluimos entre paréntesis la traducción ofrecida por G. Soria.