Detrás de cada crisis hay una llamada al civismo, a la solidaridad y a la responsabilidad individual y colectiva. Todos, en mayor o menos medida, somos víctimas de la crisis sanitaria, social y económica provocada por el coronavirus, por eso todos estamos llamados a no dejar a nadie atrás cuando pase la pandemia.

Esta nueva crisis ha adelantado el futuro, y nos debe servir para acelerar nuestro trabajo en la construcción de un mundo más sostenible y más igualitario a través de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Esa sigue siendo la brújula que marca el camino hacia un nuevo orden mundial, en las que las conquistas sociales y medioambientales no pueden ponerse en cuarentena.

En la medida de nuestras posibilidades, todos podemos tener un acto de heroísmo en este contexto de incertidumbre, en especial, con los colectivos vulnerables. Aunque el coronavirus está afectando al conjunto de toda la sociedad, desde los recién nacidos a los ancianos, las consecuencias para los llamados ‘millennials’ está siendo dramática.

Los nacidos a finales de los ochenta y durante los noventa -entre 20 y 30 años actualmente- afrontan una nueva crisis económica al inicio de su proyecto vital, justo cuando tanto ellos como sus familias empezaban a recuperarse de la anterior crisis financiera.

Este segundo golpe socioeconómico va a afectar a muchos de nuestros estudiantes y sus familias, que no van a poder contar con los recursos necesarios para poder continuar con sus estudios, al no poder hacer frente al pago de la matrícula, el alquiler de la vivienda, el transporte o el material didáctico. Son una generación obligada a sobrevivir a una economía de ‘entreguerras’.

Por todo ello, desde la Universidad de Murcia lanzamos el proyecto #NingúnEstudianteAtrásUMU con el objetivo de recaudar un fondo extraordinario para destinarlo a todos los estudiantes que se encuentren en graves dificultades económicas derivadas del COVID-19. Esa es nuestra ‘vacuna’ para evitar el abandono de los estudios superiores.

En esta campaña solidaria animamos a todos los miembros de la comunidad universitaria a donar voluntariamente el 0,7% de su sueldo anual, así como a aquellas empresas y particulares vinculados a lo que nosotros llamamos el #SentimientoUMU.

Debemos apoyar más que nunca a nuestros estudiantes, para que continúen en la universidad y fortalezcamos los pilares de la institución universitaria en la sociedad murciana. Porque no dejar a nadie atrás es uno de los ejes centrales grandes de la Agenda 2030. Más que nunca, hemos de esforzarnos para construir una sociedad más inclusiva, en la que garanticemos el acceso a una educación superior.

Esta crisis nos está descubriendo a heroínas y héroes anónimos como los sanitarios, policías, empleados de supermercados, transportistas, farmacéuticos, taxistas, agricultores... Queremos que muchos universitarios y universitarias, particulares y empresas se conviertan en pequeños héroes contribuyendo a que ningún estudiante quede atrás y pueda seguir con sus estudios universitarios. El heroísmo de mantener la educación universitaria como mecanismo de protección y ascenso social.