Cristóbal Gallardo Ortega

Cristóbal es uno de esos tesoros “bella gente” que la vida, en contadas ocasiones, te regala

Tanto en su paso por la Facultad de Educación, como en ÁTICA, siempre estuvo dispuesto a aprender a utilizar los nuevos servicios, las nuevas tecnologías, a probar los nuevos proyectos y servicios conforme iban surgiendo de los desarrolladores de ÁTICA, Cristóbal era el referente del universitario apasionado por el saber.

Durante estos años, siempre nos mostró y transmitió su enorme vocación de servicio público y entrega a la Universidad. Una vocación que no pasaba desapercibida para los que trabajaron a su lado hasta el día de su jubilación.

Porque si algo nos dejó Cristóbal en su paso por ÁTICA, siempre con la humildad y discreción que le caracterizan, ha sido lecciones de universitario.

Universitario como entregado servidor público tanto a los miembros de la universidad como al ciudadano.

Universitario como responsable comprometido con cualquier proyecto, grande o pequeño, crítico o sencillo de su unidad, bien fuese la Facultad de Educación, bien el Servicio de Informática, bien ÁTICA.

Universitario como persona deseosa de aprender y de enseñar.

Universitario como persona amante de la crítica como medio de mejora. Universitario, en fin, como persona coherente con sus principios y convicciones, firme defensor de ellos y, a la par, respetuosa con los de los demás.