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REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS
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NÚMERO 2 - NOVIEMBRE 2001

PORTADA | ESTUDIOS | ENTREVISTAS | PERFILES | CORPORA | PERI BIBLIÓN | RESEÑAS | RELECTURAS | TESELAS | RECORTES | HEMEROTECA


PERI BIBLIÓN

La sección PERI BIBLIÓN, tal y como estaba diseñada en el proyecto inicial de Tonos Digital, recoge las reflexiones que, a propósito de un determinado texto, propuesto, en principio, por los editores, puedan ofrecer tanto los especialistas como los estudiantes de filología que accedan a nuestra revista. En el primer número aparecía un fragmento de uno de los libros pioneros en el estudio de la oralidad y de la coloquialidad, El español coloquial, de Werner Beinhauer. En este segundo número, vamos a reproducir algunas de las valoraciones que sobre el mismo se han ofrecido en el ámbito filológico hispánico. Las reacciones y las nuevas aportaciones de cuantas personas interesadas en el análisis del discurso oral se pongan en contacto con nosotros serán publicadas en el tercer número, previsto para la primavera de 2002. A partir de ese momento, pensaremos en una nueva oferta textual para nuestros lectores.



Antología de textos sobre El español coloquial.

       «Aunque en realidad los intentos de «trasplantar» a la literatura con fidelidad el coloquio espontáneo sólo alcanzan su grado de madurez en fechas muy recientes, y obedecen a motivaciones específicas, desde sus primeros momentos, pensemos en los Arciprestes, de Hita y Talavera, hasta nuestros días, Sánchez Ferlosio, Cela, Delibes o C. Martín Gaite, ha existido en nuestra literatura esta preocupación, con que potenciar ese realismo de las almas tantas veces aludido por los estudiosos. No nos debe extrañar, por ello, que algunos lingüistas vieran en dicha literatura una forma de aproximación al estudio del habla, la cual se justificaba plenamente al no tener la posibilidad de disponer de corpora auténticos; afortunadamente, en nuestros días la situación es muy distintas, y lo que en el decenio de los años veinte -fecha en que escribió su obra W. Beinhauer [Spanische Umgangssprache]- y posteriores, resultaba un método valioso y adecuado, hoy nos parece menos oportuno, por motivos a los que más tarde aludiremos.

         Hemos mencionado como obra pionera y fundamental en este tipo de estudios El español coloquial, de W. Beinhauer; de ella, señaló en una amplia reseña E. Lorenzo lo siguiente: "Será difícil emprender un trabajo de altura en el poco hollado campo de la lengua hablada española sin tener en cuenta no ya los materiales allegados por Beinhauer, sino el minucioso análisis de unos fenómenos lingüísticos que de puro manoseados y conocidos escapan, por lo general, a meritorios estudios que no pueden prescindir de la orientación tradicional hacia la lengua literaria". Parecida opinión cabe deducir de los términos que una y otra vez emplea en su conocida bibliografía J. Polo, quien no sólo dedica la referida bibliografía al Dr. Werner Beinhauer, sino que justifica su elaboración de la siguiente manera: "Era nuestra intención reseñar El español coloquial...: pero conforme avanzaba su lectura, nos íbamos dando cuenta del potencial encerrado en dicha obra". (...).

         Estamos de acuerdo con E. Lorenzo cuando, en la mencionada reseña, cita como grandes aciertos de Beinhauer las agudas interpretaciones sobre el encadenamiento del diálogo entre habla y réplica (págs. 156-157), los aspectos de la ironía en el habla como medio de realzar enunciados afirmativos o negativos (págs. 194-198), los procedimientos de intensificación verbal (págs. 212-232), a los que cabría añadir el capítulo IV, íntegro, Economía y comodidad, con apartados tales como la elipsis, "verba omnibus", comodines y algunas particularidades sintácticas (págs. 308-345).

Al margen de la utilidad e interés de estos estudios, no podemos olvidar la conveniencia, si es que realmente queremos aproximarnos al habla espontánea, del empleo de un corpus de grabación, porque el habla coloquial no puede existir fuera de la situación comunicativa 'real' en que se produce (...)». (Luis Cortés, Tendencias actuales en el estudio del español hablado, 1994, Almería, Universidad, págs. 37-38).

 


 

«Los investigadores del lenguaje coloquial español son unánimes al señalar el libro de Werner Beinhauer, El español coloquial, cuya primera edición data de 1929, como el punto de partida de los estudios sobre el tema, por lo que la referencia a la misma se ha convertido en algo poco menos que inexcusable en la mayor parte de trabajos dedicados a este campo. Por ello, y por el tiempo transcurrido desde su primera edición, se hace conveniente una relectura de algunos aspectos de la casi septuagenaria obra con la finalidad de combatir un cierto estado de opinión tácitamente negativo hacia Beinhauer.

Las críticas que con más frecuencia se hacen a Beinhauer (1982, 1978) se basan principalmente en tres puntos: en primer lugar, en el desfase entre la descripción del español hablado presente en el libro y el español coloquial actual, debido a los años transcurridos desde la fecha de publicación del mismo. En segundo lugar, en el impresionismo de la descripción, adjetivo éste que se suele asociar con la connotación de "poco científico". Finalmente, en el carácter escrito del material analizado, que restaría utilidad a la descripción, puesto que el "verdadero" registro coloquial sólo se puede encontrar en manifestaciones orales.

Hay en estas opiniones, junto a observaciones indiscutiblemente justas, una lectura ligeramente desenfocada de las afirmaciones del autor alemán y una concepción errada de la utilidad del libro. En lo que sigue, se procurará matizar los tres puntos expuestos arriba situando la obra en su contexto».

 

(Salvador Pons, fragmento de "Relectura de Beinhauer", en Pragmática y gramática del español hablado, Antonio Briz, María José Martínez y Grupos Val.Es.Co. (eds.), Universidad de Valencia/Libros Pórtico, 1996, pág. 351).

 


 

«La invitación a participar en este homenaje a D. Ramón Menéndez Pidal ha coincidido con la publicación del Español coloquial de W. Beinhahuer (Madrid, 1963), obra utilísima para la enseñanza del español. Por esto no creo inoportuno hacer consistir mi aporte en la reseña de un libro y apoyar en él mis propias observaciones.

         El libro que W. Beinhauer acaba de ofrecer a los españoles, salió por primera vez en 1929. El autor lo destinaba entonces a sus compatriotas, a quienes hacía partícipes de su profundo conocimiento del idioma español, su notable espíritu de observación y sus extraordinarias dotes de traductor. Ahora, al reducirse con mucho la continua yuxtaposición entre el español y el alemán, y al suprimirse las sabrosas citas en el dialecto de Colonia, se ha perdido parte de la gracia del libro; pero la traducción de F. Huarte Morton ha dado a la obra un alcance mucho mayor, y constituye un acicate para que los lectores de otras nacionalidades comparen el español coloquial con su propia Umgangssprache.

         El éxito internacional de la obra de W.B. está asegurado también por su sencillez, rayana en el arte: a cada página se nos antoja como el libro que cualquiera de nosotros hubiera podido escribir si se hubiese decidido a ello. En realidad, su forma, deliberadamente empírica y práctica, encubre una sólida preparación filológica, inspirada a menudo en el método de L. Spitzer, al cual estaba dedicada la segunda edición alemana de 1958, en las sugerencias de M. L. Wagner, recensor del libro, y en el ejemplo de H. Hatzfeld en su análisis del Quijote como obra de arte del lenguaje, amén de una selección de la bibliografía específica por cada aspecto analizado.

         Mi propósito no es el de desandar el camino recorrido por W.B. y aún menos el de añadir a la erudición tan sabiamente dosificada por él. Quiero consignar mi reacción como la de uno de tantos lectores, en una de las varias regiones de España, o sea, en este caso, en Andalucía, y más recientemente en Málaga, donde redacto estas notas"».

 

("El español coloquial. A propósito de la reciente traducción del libro de W. Beinhauer", Margherita Morreale, Quaderni Ibero-Americani, XXX-XXXI, 1965, págs. 115-134).

 


 

«Urgencias académicas inaplazables nos impidieron en 1958 comentar debidamente la segunda edición alemana del Spanische Umgangssprache, del profesor Beinhauer. Cinco años después, la Biblioteca Románica Hispánica, que dirige Dámaso Alonso, ha tenido la feliz idea de presentar a los hispanohablantes la versión española de un libro excepcional.

Beinhauer es un raro testimonio de hispanofilia auténtica. Ha sido normal entre los hispanistas alemanes llegar a lo español después de haber empezado como romanistas en lo italiano o lo francés. En contraste, Beinhauer ha mostrado a lo largo de muchos años un interés siempre creciente por todos los aspectos de la vida española, unido siempre también a un noble y desinteresado amor por nuestra nación. Será difícil encontrar entre los autores extranjeros una apología más lisonjera de las virtudes españolas que la que encontramos en sus diversos estudios sobre el carácter español, donde el único defecto que se podría hallar sería su excesiva benevolencia. De este amor a España es exponente notable un conocimiento de nuestra lengua profundo y extenso, del que pocos extranjeros pueden envanecerse. Hablar español correctamente, sin el más leve acento foráneo, con perfecto dominio de la sintaxis y de la fraseología y con ese raro sentido del matiz que sólo los buenos estilistas poseen, sería ya suficiente para situar a Beinhauer entre los mejores conocedores de nuestro idioma. Pero es que nuestro amigo une a todo ello un rigor científico de la mejor escuela -no en vano se reconoce discípulo del gran Leo Spitzer- y una sensibilidad poco común para el análisis e interpretación de los hechos lingüísticos. Suscribimos sin reservas las frases que Dámaso Alonso nos ofrece en el prólogo: "...se han juntado para ello talento y rigurosa preparación lingüística e instinto escudriñador de recónditos sentidos o alusiones, y de las vías por donde han cuajado expresiones ante las que el normal análisis sintáctico parece condenado a fracasar. Nada de esto hubiera sido suficiente sin un profundo conocimiento del carácter español y mucho amor a nuestro país y a sus habitantes...".

El texto que nos ofrece la Editorial Gredos es algo más que una traducción. Supone, en primer lugar, un notable incremento sobre el original de la segunda edición alemana. Basta, por ejemplo, comparar el número de notas que acompañan a ésta con el de la versión española. Pero, por otra parte, las circunstancias especiales que concurren en la empresa -dominio perfecto del español par parte del autor y traductor (F. Huarte)- hacen de esta traducción un modelo de fidelidad al texto y de respeto al español. De ello resulta una lectura amena, de expresión esmerada y de claridad meridiana. En una obra de este género, tales virtudes resultan inestimables».

 

(El español hoy, lengua en ebullición, Emilio Lorenzo, Gredos, Madrid, págs. 153-154).

 


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