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La catedrática Pilar de la Rúa lidera una investigación de la UMU acerca de la afección de sustancias vertidas en el campo sobre los polinizadores
El valor inmenso de los polinizadores para la continuidad de la vida también se puede tasar en euros. Greenpeace estima que su contribución a la economía de la Región de Murcia asciende a 250 millones de euros cada año. La 'Apis melifera', como denominan los científicos a la abeja doméstica, es la especie más famosa, pero hay muchas más. De hecho, el 40% de los polinizadores murcianos son abejas silvestres. En total se estima que la Región acoge 400 especies distintas (en España hay constancia de algo más de 1.000, y en toda Europa cerca de 2.000), y a todas ellas les acompañan en la labor multitud de otros insectos diferentes. En estos últimos, con menor fama e igualmente importantes, se centra un estudio que acaba de arrancar la Universidad de Murcia liderado por la bióloga Pilar de la Rúa. «Empezamos trabajando en la caracterización molecular de la abeja de la miel», relata la también catedrática de la Facultad de Veterinaria. «Pero desde hace años ampliamos a otras especies de abejas y en este proyecto en concreto vamos a estudiar otros insectos polinizadores como mariposas y moscas sírfidas», aclara. El nuevo estudio va a analizar, además, cómo influyen en estos pequeños benefactores agrícolas determinados sustancias químicas (herbicidas, fungicidas, insecticidas, fertilizantes, etc.) empleadas en el campo, en relación «a la expresión de genes relacionados con el sistema inmune y con la capacidad de detoxificación», es decir, de limpiarse de toxinas, de estos insectos.
No es una empresa aislada. El proyecto encabezado por De la Rúa, se enmarca en otro de ámbito europeo y cuatro años de duración en el que participan una quincena de organismos de nueve países (Alemania, Bélgica, Bulgaria, España, Estonia, Francia, Italia, Serbia y Reino Unido). Entre ellos se enumeran universidades, agencias de investigación « y una compañía privada que se va a encargar de la diseminación social de los resultados», explica la especialista.
Se estima que estos insectos contribuyen cada año con 250 millones de euros a la economía de la Región
En su caso, el equipo murciano camina «en estrecha colaboración con grupos de investigación de Alemania», responsables de realizar los experimentos «de exposición controlada de los insectos para determinar la susceptibilidad o resistencia a la presencia de estas sustancias». Desde la UMU se ocuparán de localizar los genes «que se expresan de forma diferente en cada caso», para revelar «cómo contribuyen a la sensibilidad a los plaguicidas» e identificar su implicación en este proceso.
Pérdidas económicas
La bióloga sitúa el nuevo trabajo como derivada de otro concluido el año pasado, denominado Poshbee, «en el que estudiamos los efectos de los agroquímicos en abejas manejadas como la abeja de la miel, los abejorros o las abejas del género Osmia» ,que son un género de tamaño similar a las domésticas perocccc solitarias. En ese estudio se evidenció cómo, «a pesar de contar con el proceso de evaluación de riesgos más riguroso del mundo, el uso de plaguicidas autorizados en las plantaciones europeas sigue afectando negativamente a otros organismos vivos». Entre ellos se enumeran los abejorros, «un polinizador silvestre y comercial clave cuyas colonias también están siendo afectadas por este motivo». Por ejemplo, según este trabajo publicado en Nature, unas de las revistas más prestigiosas del mundo, «los pesticidas reducen el peso de los nidos de abejorros y limitan su crecimiento, lo que tiene importantes consecuencias ecológicas».
La afección de los químicos en el papel de los polinizadores es un asunto serio al que,afortunadamente, ya se presta atención
Los datos muestran que el 60% de los nidos de abejorros empleados en ese estudio previo no estarían siendo protegidos eficazmente con la actual normativa en materia de plaguicidas de la Unión Europea, lo que deriva en una significativa reducción del rendimiento de las colonias de abejorros. En palabras del coordinador del proyecto Poshbee, Mark Brown, profesor de la Universidad Royal Holloway de Londres, «los abejorros, y otros animales, no reconocen fronteras internacionales y, para protegerlos, debemos adoptar un planteamiento igualmente internacional».
El uso de plaguicidas autorizados en las plantaciones europeas sigue afectando negativamente a insectos comerciales clave como los abejorros
Martínez incide en que «las conclusiones obtenidas muestran lo lejos que estamos todavía de comprender el efecto que los plaguicidas tienen sobre los polinizadores». Y «además», añade, «ponen de manifiesto la necesidad de realizar estudios a gran escala para comprender los impactos de las actividades humanas en la biodiversidad». La nueva investigación Wildposh que arranca ahora camina en esa senda.
Insectos afectados en Alemania, Inglaterra, España y Estonia
«La fauna y la flora silvestres se enfrentan a alteraciones medioambientales variables y difíciles», advierte la catedrática de Zoología de la Universidad de Murcia Pilar de la Rúa. Y «uno de los grupos animales más afectados», destaca, es el de «los polinizadores». Estos seres clave para los ecosistemas, y también para la agricultura, «se enfrentan a múltiples amenazas», entre las que figuran la propagación de productos químicos antropogénicos, es decir, introducidos por el ser humano, como los plaguicidas. En este contexto se desarrolla la iniciativa Wildposh que encabeza en la UMU De la Rúa, que lo define como «un proyecto multiactor y transdisciplinar cuya misión y ambición principales son mejorar significativamente la evaluación del riesgo de exposición a plaguicidas de los polinizadores silvestres, y mejorar la salud sostenible de los polinizadores y los servicios de polinización en Europa». La exposición química de estas especies varía según el lugar y el sistema de cultivo donde se encuentren, y, lógicamente, tampoco se ven igualmente afectados unos polinizadores que otros. De ahí que se haya optado por realizar el trabajo de campo de este estudio en cuatro países: Alemania, Inglaterra, España y Estonia, «que representan las cuatro principales regiones climáticas europeas: mediterránea, atlántica, continental y boreal». De este modo, el proyecto se centra en tareas de evaluación, seguimiento y mitigación paneuropeos de los factores de estrés químicos en la salud de los polinizadores silvestres.
Pie de foto: 1. La catedrática Pilar de la Rúa en el laboratorio. J.A. Acosta.2.Muestreo de polinizadores en una plantación de almendros de secano. J.A. Acosta
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