Casos de éxito
El brócoli (Brassica oleracea L.) pertenece a la familia de las crucíferas (Brasicaceae) y es una hortaliza consumida desde la antigüedad, ya que su origen se encuentra ubicado en el Mediterráneo Oriental y concretamente en el Próximo Oriente. Su consumo en las últimas décadas ha experimentado un gran crecimiento, asociado a los efectos beneficiosos para la salud derivados de su consumo, ya que son una fuente excelente de fitoquímicos.
La Región de Murcia es la primera productora de brócoli en España, con una producción de 320.000 toneladas anuales, de las cuales se exporta el 90 por ciento, principalmente a Europa. La exportación de brócoli en nuestro país supera las 250.000 toneladas, siendo el principal productor de la Unión Europea. Desde un punto de vista químico, el brócoli presenta una composición similar a la de otros alimentos vegetales, aunque se caracteriza por su alto contenido en glucosinolatos, antioxidantes naturales como las vitaminas C, E y K, los folatos, compuestos fenólicos (flavonoides y ácidos hidroxicinámicos) y carotenoides, además de minerales esenciales para la salud. 
Son muchos los factores bióticos (asociados a la planta) y abióticos que afectan al contenido de compuestos bioactivos o fitoquímicos en los alimentos de origen vegetal; por lo que es necesario una evaluación integral siguiendo el principio “del campo a la mesa” para poder realizar un estudio completo de los mismos y poner en el mercado un producto de calidad que además cumpla con los requerimientos de propiedades saludables demandadas por los consumidores. Estos factores pueden agruparse en: factores genéticos (dependientes de la semillas y de las distintas variedades dentro de un mismo producto vegetal); factores fisiológicos (relacionados con el grado de madurez y desarrollo de la planta); factores ambientales o climatológicos (horas luz, Tª y pluviometría); factores agronómicos (características del suelo y agua, sistemas de riego y fertilización); y el manejo en la recolección y en el procesado post-cosecha, teniendo en cuenta principalmente las condiciones de almacenamiento (tiempo, temperatura y humedad) y condiciones de envasado. Una manera de poder compensar la disminución de compuestos fitoquímicos, asociados a factores abióticos, no dependientes de la planta, es el uso de los elicitores. Los elicitores son sustancias que inducen cambios fisiológicos en la planta activando diferentes mecanismos, pero de forma similar a la respuesta de defensa ante el ataque de patógenos o factores externos medioambientales, afectando al metabolismo de la planta e incrementando la producción de metabolitos secundarios como son los compuestos fenólicos y los glucosinolatos.
Por ello, el objetivo planteado en el presente proyecto por investigadores de la UMU, en colaboración con la empresa Agrícola Luis Jiménez Martínez (La Hoya, Lorca), ha sido estudiar las variaciones en los parámetros de calidad del brócoli (Brassica oleraceae) en función de los factores externos abióticos relacionados con su producción, y de los factores de manejo y almacenamiento posteriores a la cosecha, introduciendo la aplicación de elicitores como tratamiento pre-cosecha, con el fin de mejorar la composición química en los compuestos fitoquímicos del brócoli producido por la empresa.
Concretamente se ha trabajado con la aplicación de Metil Jasmonato en el campo como tratamiento pre-cosecha antes de su recogida. El Metil Jasmonato es un compuesto fácil de aplicar y seguro, que permite garantizar la seguridad alimentaria. Es una sustancia aromática natural que proviene del jazmín, de ahí su nombre. Además de mejorar la composición química, su aplicación durante el periodo productivo a nivel foliar incrementa la resistencia contra las plagas de insectos y hongos. Su uso experimental ha sido ampliamente estudiado, pero en este proyecto la empresa se planteó su aplicación en campo en condiciones reales de cultivo, evaluando el efecto sobre la concentración de compuestos bioactivos, estudio que se llevó a cabo por el grupo de investigación de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia y por los investigadores Mª Jesús Periago, Javier García, Rocío González, Inmaculada Navarro, Nieves Baenas y Vanesa Núñez, con la colaboración de Diego Moreno investigador del CEBAS-CSIC.
La aplicación foliar de Metil Jasmonato como tratamiento precosecha provoca un estrés que induce la síntesis de compuestos bioactivos del brócoli, aumentando particularmente, el contenido de flavonoides y glucosinolatos, así como la capacidad antioxidante, siendo el efecto dependiente de la dosis y modo de aplicación. Este efecto es más efectivo cuando se realiza la del Metil Jasmonato en menores dosis y en varias aplicaciones consecutivas. Por ello, este tratamiento puede considerarse adecuado para aumentar el contenido de compuestos bioactivos y el valor añadido del brócoli, mejorando la aportación de estos compuestos en la dieta.
No obstante, para poder llevar a cabo una aplicación en las empresas es importante tener en cuenta que el contenido de estos compuestos es muy variable dependiendo de las condiciones agronómicas. Por ello, esta estrategia es interesante en las épocas del año o en aquellas fincas en las que las condiciones agronómicas conducen a un menor contenido en estos compuestos, como ocurre en las cosechas de primavera-verano, en las que hay una reducción en la actividad metabólica disminuyendo el contenido de estos compuestos bioactivos debido a las condiciones climáticas.
Este proyecto ha sido financiado por el Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas.
