Casos de éxito

null Vinos con aromas de envejecimiento en madera utilizando innovadoras botellas de roble

Investigadores del departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Murcia (UMU) trabajan, junto a la empresa murciana Oakle S.L., en un proyecto que permitirá ofrecer al consumidor la posibilidad de transformar un vino joven en un vino que posea todos los aromas que se buscan en los vinos de crianza, utilizando botellas de madera de roble, que se comercializan con el nombre de “Roblella”. imagen roblella 

El punto de partida de esta investigación reside en el proceso de crianza de los vinos, cuyo  objetivo es mejorar su calidad, estabilizando su color y haciendo que su aroma se vuelva más complejo por la transferencia de determinados compuestos de la madera al vino que le dan las llamadas notas de aroma: a madera, a coco, a vainilla, torrefacto…

Este procedimiento de envejecimiento del vino se ha llevado a cabo tradicionalmente mediante el empleo de barricas, sin embargo “la calidad que se adquiere tiene un coste, ya que las barricas y su mantenimiento suponen un alto gasto para las bodegas, y esto repercute en el precio final de las botellas que comercializan”, señala Encarna Gómez Plaza, profesora responsable del trabajo colaborativo que la UMU está llevando a cabo con la empresa.

Para reducir este gasto, algunas bodegas introducen virutas o “chips” de roble en los grandes depósitos de almacenaje de vino con lo que consiguen extraer aromas de la madera, de forma similar a como lo hacen los vinos en barrica, pero sin pasar por ella. Evidentemente la calidad es inferior, no hay estabilización del color del vino como lo hay en el caso de las barricas, pero también lo es el coste, con la posibilidad de poder comercializar vinos con aroma a madera a un precio más bajo.

Sin embargo, Roblella ofrece una solución alternativa, ingeniosa, innovadora y muy atractiva para el consumidor final, ya que le permite “comprar un vino joven, con un precio asequible y de forma personal darle el aroma y sabor que más se ajuste a sus gustos, eligiendo el grado de aromatización deseado, jugando para ello con el tiempo de almacenamiento al que es sometido el vino dentro de esta botella”, señala la profesora Gómez Plaza.

Esta “personalización” se consigue en gran medida gracias a la gran superficie de contacto del vino contenido en las botellas con la madera, el cual se enriquece muy rápidamente con los compuestos deseables de ésta. De esta manera, un vino joven que no ha pasado previamente por una barrica, consigue, en muy pocas horas, adquirir el sabor y aroma típico de los vinos de crianza, vinos normalmente más caros que los vinos jóvenes.

El trabajo de la Universidad de Murcia se centra en dar soporte científico en el nuevo producto desarrollado por la empresa, estudiando cómo evoluciona el vino desde el punto de vista físico-químico y organoléptico tras su paso por este envase y como los consumidores potenciales lo valoran, buscando optimizar sus condiciones de uso. Otro de los objetivos del trabajo que se está desarrollando es determinar la vida útil de estas innovadoras botellas.              

La empresa se plantea como retos de futuro cercano el uso de estas botellas para otras aplicaciones, como por ejemplo la posibilidad de aromatizar otras bebidas como vermut, y destilados como whisky, ginebra, ron…

La empresa ha sido galardonada con el premio “Emprendedor del Mes” que concede el Instituto de Fomento de la Región de Murcia, a aquellas iniciativas más innovadoras que de manera periódica son presentadas a este programa por diversos emprendedores de la Región de Murcia.

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