En la investigación, que pone el foco en la economía circular, participan bodegas de Yecla, Jumilla y Bullas.
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y la Universidad de Murcia (UMU) trabajan mano a mano en un proyecto de investigación que pretende que la elaboración de los vinos en la Región sea lo más sostenible posible y conseguir la denominada economía circular con los desechos de la uva. Es decir, que se puedan aprovechar esos restos para otros sectores, como la alimentación y la cosmética.
El proyecto se denomina 'Vinecocir, economía circular en la viticultura y enología murcianas. Un enfoque de marketing territorial y ambiental'. El trabajo ya ha cumplido el primero de los dos años que se ha marcado para obtener resultados. La cadena vitivinícola genera residuos en la fase de cultivo, en las plantaciones, y en la elaboración de los vinos, en la bodega. El coordinador del equipo de Bioeconomía del Imida, José García, explica que se pretende que el sector genere la menor cantidad de residuos, pero también «definir estrategias que minimicen el consumo de agua o para desarrollar fertilizaciones lo menos impactantes posibles», explica.
Campus Universitario de Espinardo
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