REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


POESIA SAHARAUI EN CASTELLANO

  

“Mírame siempre

Trata de entenderme,

Ver mi destino como el tuyo.

Nunca dejes de observarme,

Si lo haces, habremos desaparecido…”

 

Ali Salem Iselmu

 

 

Jornada de poesía saharaui en castellano

 

LOS ESPACIOS DE LA POESÍA

 

Universidad Autónoma de Madrid

Miércoles, 2 de abril de 2003

 

 

Si de repente se le preguntase a un saharaui de poesía lo más seguro es que a su mente no acudirá ni el título de un libro de versos ni el título de un poema. Sin embargo es muy probable que pueda citar los nombres de los poetas más conocidos e incluso podría recitar varios versos de memoria. Y es que la poesía tradicional saharaui en hassania, lengua de los saharauis, sigue siendo oral, a pesar de que en los últimos años se haya intentado escribir y archivar y así evitar que algún día desaparezca con sus propios autores. Durante el colonialismo España se mantuvo al margen, sin importarle la poesía, y de forma general sin preocuparse por la cultura saharaui. La poesía, ajena a cualquier influencia externa, continuó su viaje en su tradicional vehículo, es decir, de boca en boca y anidando en la prodigiosa memoria de bates, cantores y de los amantes de la poesía. Aún hoy la poesía saharaui mantiene su forma clásica, no ha variado a lo largo de los años, la rima y la métrica no han sufrido cambio alguno y el contenido sigue siendo prácticamente el mismo, poesía religiosa, didáctica y educativa, poesía romántica, poesía de la tierra o de la nación, sólo hay que añadir la poesía patriótica o revolucionaria que se incorpora a estos temas con el comienzo de la lucha de los saharauis por la independencia. Creo que lo más positivo que nos ha legado España en casi un siglo de colonialismo ha sido la lengua que para gran parte de los saharauis constituye su primera lengua incluso por encima del árabe.

Cuando España abandona el territorio y Marruecos entra ocupándolo, el castellano se convierte, junto a muchos otros factores de índole social y cultural, en un carácter de identidad para los saharauis. La lengua española se convierte entonces en un distintivo saharaui en una región con tendencia francófona. Esa importancia que adquirió la lengua española hizo que los saharauis decidieran desde el principio mantenerla y enseñarla en las escuelas como lengua oficial saharaui. Ello también podría ser el incentivo que llevó a algunos saharauis, jóvenes sobre todo, a escribir sus primeros versos en esta lengua. Lo que constituye además una acción en contra de la ocupación del Sahara y una manera de dar a conocer al mundo las atrocidades de la guerra impuesta por el régimen de Marruecos, así como los sufrimientos, las heridas, las desgracias en fin, de un pueblo inocente abandonado a su suerte y como no, daba igualmente a conocer las esperanzas de los saharauis en un futuro mejor y su constante fe en la victoria. Era, y de algún modo lo sigue siendo, una poesía rebelde y reivindicativa, que quizá se podría enmarcar dentro de lo que se conoce como poesía social. Sin embargo, no deja de ser una mezcla de manifestaciones, estilos y movimientos poéticos, con una tendencia claramente vanguardista, tanto en la forma como en el contenido. Rompe totalmente con la poesía en hassania en cuanto a la forma, sin olvidar por supuesto la fusión de la tradición de una cultura nómada, beduina en todas sus facetas y con toda su riqueza con la modernidad de la poesía actual universal y sobre todo con la poesía hispanoamericana.

La poesía saharaui en castellano canta en primer lugar a la patria, la añoranza de la tierra y el hogar perdido, extraviado o incluso desconocido. Esto evidentemente está justificado por las circunstancias del éxodo, la guerra, el exilio y los últimos años de paz sin paz que comenzaron con el cese del fuego del año 1991 y que hasta este momento no ha servido de nada. La poesía saharaui también recrea temas tan universales como el amor, las relaciones sociales, la naturaleza. Los saharauis suelen decir que la mejor manera de conocer la geografía de territorio es a través de la poesía, me refiero a poesía en hassania. Prácticamente no existe ni el más remoto accidente holográfico que no haya sido nombrado en un poema. Temas como la convivencia, la tolerancia, temas desgraciadamente actuales como la guerra, la inmigración, la explotación de los seres humanos, las miserias, las hambrunas, son parte de los temas que aborda la poesía saharaui. Sin ser “un bello producto ni un fruto perfecto”, como decía el poeta, la poesía saharaui en lengua española va abriéndose camino, aún es muy joven, necesita darse a conocer, consolidarse y demostrar su valía. Poco se ha publicado de la poesía y de forma general de la literatura. Muchos poetas y narradores escriben en esta lengua pero pocos tienen la esperanza de ver sus obras publicadas algún día. Ojalá estén equivocados.

 

Mohamed Salem Abdelfatah, “Ebnu”

 

 

 

Estos poemas escritos en castellano han sido escritos por una generación de chicos de mi edad, digamos de los treinta a los treinta y cinco años. Todos han cursado estudios en Cuba. Hay algunos también que han estudiado en España, y dominan el idioma castellano, dominan la gramática, la redacción, la estilística, les gusta mucho la poesía tanto la producida en España como en Latinoamérica. Lo que quiero decir es que esta poesía ha sido escrita en unas condiciones bastante limitadas, con una escasez notable y además junto a eso una de las cosas que se reflejan sobre todo es el sufrimiento del pueblo saharaui, y su larga lucha. Ha sido una inagotable inspiración para cualquier poeta porque el estar dentro de los campamentos, el vivir veinticinco o treinta años de exilio es prácticamente dejar que muchos sueños se conviertan en espejismos. Prácticamente, cada poema en esas circunstancias es un espejismo. Por lo tanto la poesía, en el marco actual del pueblo saharaui, es una gran esperanza porque es una oración de canto a la libertad, es una oración de canto a la paz y es una oración de canto a la identidad. Esta poesía tiene un significado especial en el sentido en que expresa la angustia de todo un pueblo, es una oración a la lucha de un pueblo, que es el pueblo saharaui y además es el sueño de nuestra generación y de muchas generaciones, de ciudades abortadas, de aquel océano Atlántico, ya que nacimos a su lado y hasta hoy no hemos vuelto a verlo, de aquellas ciudades en las que hemos crecido. Esa poesía expresa eso y expresa también el sentimiento del pueblo saharaui por alcanzar algún día la libertad y su propio país, y disfrutar de su propia identidad, de su propio idioma y de su propia poesía.

Esta poesía escrita en castellano significa que ese idioma que en su momento se coló por esa ventana en África se ha quedado para siempre y no se ha ido, porque ha habido gente emprendedora y gente que ha querido que ese idioma realmente siga existiendo y ha querido que no desaparezca. Gente que le gusta cantar en ese idioma, escribir en ese idioma y no sólo poemas, a pesar de todas las limitaciones y de los pocos medios de los que se disponen.

 

Ali Salem Iselmu

 

 

MOHAMED SALEM ABDELFATAH, “Ebnu”

La opulencia de los pobres

El poder

Nuestra era

Hijos del sol y el viento

Mañana

Añoranza

Un día romántico

Ausencia

Si mañana

Ven

Amgala

Lágrimas de arena

Hijos del sol y el viento

 

 

SALEH ABDALAHI HAMUDI

Sueño

Ven

Sed

Madre

Nosotros

Mujer en el exilio

Tesoro perdido

En las grietas

Me iré

Cuna de mi infancia

 

 

LIMAM BOISAH BUHA

Yo bebí los versos de la madera

La quinta estación

La hoja verde

Dos manos

Ramos de tempestad

Galb

Los caminos del sur

Missing (más de 24 años en Umdraiga)

Caravana

 

MOHAMED SIDATI

Sahara mío te quiero

Noche y Patria

 

FATMA GALIA

Lágrimas de un pueblo herido

 

FATMA AHAMED ABDESALAM

Smara

 

ALI SALEM ISELMU

María

La guerra

Abuelo

Mi despertar

Canto al amor

La sequía

Vigilante

El desafío

Reflexión

La pasión de los olvidados

El espejo

 

 

TAUFIK SALAMA

Sukeina

Recordando las raíces

Layuad

Umdraiga

 

 

LUALI

Déjame

Un tumulto de voces

 

AHMED ULD SEMAMIT

Sin título

 

MOH. ALI-ALI SALEM

Alba y amanecer

 

SAS NAH LAROSI

A La Libertad

 

 

 

 

 

 

MOHAMED SALEM ABDELFATAH  “Ebnu”

 

 

 

La opulencia de los pobres

 

 

 

I

G

L

E

S

I

A

S

MEZQUITASINAGOGAS

PAGODAS

 

 

 

Hermosas formas y alturas

se alzan en nombre de Dios

desafiando la miseria de los pobres

de los eternos vagabundos del señor

que pululan por las callejuelas de la vida

implorando al todopoderoso

un simple cobijo

donde abrigar su hambre de mañana.

 

 

 

 

El poder

 

 

Hoy es día de fiesta

los poderosos mostrarán orgullosos

sus fastos al poder.

 

Los otros sacrificarán sus sueños

y la sumisión de sus antepasados.

 

Los pobres ¿Qué sacrificarán?

lo más seguro

es que devolverán al señor

la única riqueza que les regaló

le ofrecerán sus hijos

pero antes

esperarán hasta que el sol

se eleve dos palmeras sobre el horizonte

por si el arcángel quiere aparecer.

 

¿Quién sabe si no se repite el milagro?

y además

¡Dios es tan poderoso!

 

 

Nuestra era

 

Esta es la era

de la soledad y el silencio

los amantes son desconocidos

que vagan tomados de las manos

por aceras distintas

en las interminables calles

de ciudades perdidas.

 

Los transeúntes cabizbajos

van tropezando con

la podredumbre del futuro

que anuncian los lumínicos

de rascacielos invisibles.

 

Los niños se arrastran

mudos y descalzos

cargando sus penas

en busca del presente.

 

Mientras

el mundo va nadando

en aguas turbias

de ríos hediondos

que desembocan en el umbral

del nuevo milenio.

En esta edad

de hambrunas y guerras

en esta era

en que a nadie

se le ocurre pedir

una palanca para mover el mundo.

 

 

 

 

Hijos del sol y el viento

 

 

Aún vivimos en las esquinas

de la nada

entre el norte y el sur de las estaciones.

 

Seguimos durmiendo

abrazando almohadas de piedra

como nuestros padres.

 

Perseguimos las mismas nubes

y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.

 

Nos bebemos el té a sorbos de fuego

caminamos descalzos para no espantar el silencio.

 

Y a lo lejos

en las laderas del espejismo

todavía miramos, como cada tarde

las puestas de sol en el mar.

 

Y la misma mujer que se detiene

sobre las atalayas del crepúsculo

en el centro del mapa nos saluda.

 

Nos saluda y se pierde

en los ojos de un niño que sonríe

desde el regazo de la eternidad.

 

Aún esperamos la aurora siguiente

para volver a comenzar.

 

 

  

Un día romántico

 

 

 

Era un día romántico

solitario y gris

como estas colinas.

 

Todo era escaso

melancólico y triste.

--Excepto nosotros—

que, en la abundancia

y la gracia del señor,

el pan y las heridas

compartíamos con las moscas.

 

 

 

Ausencia

 

 

Desde los escombros de mi cuerpo

azotado por el viento y la lluvia

renacen las ganas

de tiempos ya casi inmemoriales

cuando aquella noche

escribí mi vida sobre tu vientre

con espermas celestes.

 

 

Desde los restos de mi osamenta

busco tus manos

para rascarme la sed

del último suspiro

que ahogué entre tus piernas.

 

 

Desde esta celda

reclamo mi soledad

que una noche huyó contigo

dejándome solo

entre tus fantasmas y mis verdugos.

 

 

 

 

Si mañana

 

Si mañana desapareciera

en el infinito de la gruta del olvido

mi galaxia

yo podría reír o llorar

-- Eso depende—

pero me gustaría más reír

y no darle el último adiós a mi vida.

 

Si llorara

mi llanto sería silencio

porque no solamente pierdo

mi galaxia

también pierdo la tuya.

 

Si mañana

súbitamente desapareciera

el dolor que deforma mis piernas

ofreceré a los senderos mis pasos

con amor

y repartiré mi corazón y mis manos

entre aquellos que son humanos

sólo porque aún pueden sentir

el dolor.

 

 

 

 

Ven

 

 

Ven a sentir la paz de la distancia

a contar las horas del exilio silencioso.

 

Ven a meditar sobre la gramática

de las hierbas secas de primavera.

 

Ven a sentir las caricias del siroco

en tu piel muerta.

 

Ven a besar el excitante polvo

de los caminos del viento.

 

Ven a escuchar los ecos del tiempo

en los ojos plateados de la memoria.

 

Ven a recordar juntos

el olor de la última lluvia.

 

Ven a sobar el vientre

de una cascabel grávida de palomas.

 

Ven a perseguir los espejismos

para saciar tu sed de vergüenza.

 

Ven a devorar las nuevas flores

que parió la ingratitud de las estaciones.

 

Ven a roer los huesos

que sobraron del banquete de la guerra.

 

Ven a beber el último vaso

del primer té de tu infancia.

 

Ven a escalar las alturas

de la añoranza perdida.

 

Ven a permutar tus dientes de leche

por los colmillos de la serpiente noctámbula.

 

Ven a mirarte el triste rostro

en el espejo de una mañana olvidada.

 

Ven con tus penas

Ven, incluso, con tus glorias. 

 

Ven a llorar

sobre la tumba de una madre

que llora eternamente

para que tú derrames una lágrima.

 

 

Amgala

 

 

Las olas del tiempo rompen

contra los muros de la memoria

erosionando las huellas

de mi infancia lejana.

 

La distancia,

engulle los indefensos recuerdos

que vagan dispersos a la deriva.

--El almuédano despierta la mañana—

y yo me acuerdo de ti, Amgala.

 

Bajo las estrellas

recito el nombre de Alá…

las suras del Corán,

esquivo la extraña mirada

y las lágrimas se derraman

sobre el cuaderno de lengua castellana.

 

De la aburrida escuela

me iba al encuentro con el mar

mi seco río de orillas blancas y tibias

collar dorado que acaricia

las sombras de las montañas y los pastores

riberas donde jugaba al escondite

con las olas y las flores.

 

--El almuédano perdió la voz

y el maestro cruzó la frontera—

 

Sola te quedaste, Amgala

sin vientre y sin senos

sin brazos y sin ojos

sin padre y sin mí.

 

Al duende parlanchín,

esclavo de tus pozos y alturas

se le ahogó la voz en la distancia.

 

--Ya no me responde—

 

¿Acaso murió de soledad…

o lo desterró la tormenta

que arrasó tus polvorientas calles

donde aún ruedan

mis sueños y mis canicas?

 

La tormenta,

arrancó la acacia

de los huesos colgantes

y secó el huerto

de los higos verdes y sandías.

 

Las mariposas

se quedaron sin niños

y se alejaron persiguiendo sonrisas

entre los proyectiles de la guerra.

 

--Tras los barrotes del invierno

espera, pacientemente, la primavera—

 

Esperas tú.

 

Espero yo.

 

Espera la mujer

que grita su último dolor

destrozando el silencio

y el niño que llega de madrugada.

 

Esperamos todos

en esta estéril inmensidad

que se extiende entre el cielo y la nada.

 

Amgala, sin mí te quedaste

pero quedaste conmigo

abrazada a mis venas

alimentando mi corazón

de caravanas de sal y de miel

de gacelas paleolíticas y golondrinas

de odres de leche y palmeras.

 

Sin mí te quedaste

pero conmigo volverás

para encontrarnos y pernoctar

bajo la sombra de tu aliento

en el interior de tu extraviada muralla

y quedarnos a solas

contigo y tus reliquias de barro y piedra.

 

 

 

Lágrimas de arena

 

 

Tiempo de escombros

que se derrama

sobre la miseria infantil.

 

El pan se fosiliza

en un horno fantasma

y la leche se evapora

en los pechos secos del espejismo.

 

El agua emigra hacia el norte

y un niño pregunta por el mar.

 

Las lágrimas de arena

surcan el rostro del viento.

 

Una madre sin esperanza

comienza a llorar

y un padre de impotencia

vuelve los ojos hacia La Meca

y se pone a rezar.

 

 

Hijos del sol y el viento

 

 

Aún vivimos en las esquinas

de la nada

entre el norte y el sur de las estaciones.

 

Seguimos durmiendo

abrazando almohadas de piedra

como nuestros padres.

 

Perseguimos las mismas nubes

y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.

 

Nos bebemos el té a sorbos de fuego

caminamos descalzos para no espantar el silencio.

 

Y a lo lejos

en las laderas del espejismo

todavía miramos, como cada tarde

las puestas de sol en el mar.

 

Y la misma mujer que se detiene

sobre las atalayas del crepúsculo

en el centro del mapa nos saluda.

 

Nos saluda y se pierde

en los ojos de un niño que sonríe

desde el regazo de la eternidad.

 

Aún esperamos la aurora siguiente

para volver a comenzar.

 

 

SALEH ABDALAHI HAMUDI

 

 

Sueño

 

 

Sueña el niño algún día

poder en el cielo batir su ala.

Sueña el cosmonauta poder

tener en sus manos, su propio planeta.

 

 

Todos sueñan allá arriba.

Sueña el astronauta,

abandonar su telescopio

y acercarse algún día a los astros

galopando en su adorada cometa,

sueñan incluso los enamorados

vivir una eterna luna.

 

 

Todos sueñan allá arriba,

y yo, tan solo sueño poder en mi tierra

algún día, alzar al cielo mi bandera

 

  

 

Ven

 

Ven con tu condición de humano

para sentirte mas humano,

a sentir la ausencia de la cuna

en la distancia del olvido,

a sentir la erosión del tiempo

que oxidó nuestros huesos

sin nombre.

 

Ven a vivir mi paciencia incierta

que descansa sobre las secuelas

de la guerra,

a esquivar la guadaña que arrastra

mi suerte,

a secar las calladas lágrimas que

ahogan nuestras almas.

 

 

Ven a salvar la inocencia que se pierde

entre el polvo y la pólvora,

y esperar en mis horas de exilio,

la última vuelta de mis plegarias.

 

Ven, y cuando hayas vuelto no dejes

de ser el eco de mi humana voz

que reclama con boca seca la LIBERTAD

 

 

Sed

 

Las piedras se descomponen bajo el sol

para más arena.

Los caminos se pulverizan en la contienda

hacia una paz que por herida no llega.

 

 

El silencio se remonta bajo el peso

de un gigante monte que se encierra

la clave de una serpiente negra,

y aquí en esta contienda donde el lagarto

se deseca bajo la sombra de un verano caliente

y el camello atontado por tanto espejismo,

tengo más sed de paz que de agua.

 

 

 

 

Madre

 

 

Madre sé que sufres,

sé que el dolor te hace llorar

y que tus lágrimas son de cera y calor.

 

Madre sé que te han cegado los ojos

y te han ahogado la voz

para no cantar al mundo tu libertad

 

Madre sé que de tus brazos

te han arrancado los hijos

que tus senos deseaban

con amor alimentar

y más que tus senos

tu historia y cultura enseñar.

 

Madre sé que tu llanto,

tu llanto mudo aún está

e hizo a todo el mundo escuchar.

 

Madre sabré también que vas a cantar,

a cantar con una voz que llegará al mas allá

y cuando amanece, tus brazos se abrirán

para tus hijos que están aquí y allá.

 

Madre sabré que tu alborada va a alumbrar

los puntos cardinales y mas allá

de la frontera y de la mar.

 

¿Y tus lágrimas Madre?

¡oh! tus lágrimas esta vez serán de júbilo y felicidad

y cuando todo sucede

cuando la corona solo reina en su lugar

tú, tú, Madre Patria, seguro, seguro que vas a olvidar

porque tu corazón es todo AMOR Y PAN.

 

 

 

Nosotros

 

En esta intemperie seguimos estando

nosotros, los de antes,

los que luchan con sus desnudos cuerpos,

contra las desgarradas muelas abrasivas del tiempo.

Los que apagaron sus agujereados

pechos y ataron sus manos

sobre el vuelo blanco de palomas.

Los que mueren, nacen, sueñan

y, sobre todo, esperan arrancar

de las cenizas la identidad

de un corazón hecho ya fuego.

 

 

Mujer en el exilio

 

Después de la tormenta de arena

te levantas, bajo el alba del desierto,

y te vas, cargando a lomo el peso del exilio,

sacudiendo el polvo, que niebla con catarata

tu nostálgica mirada.

Allí estás tú mujer, contra el viento y su

desaliento,

mazando con amor la gracia de nuestra

vitalidad.

 

Al atardecer, ya fatigada pero a la vez

gentil y gallarda, te vas,

dejando huellas de sonámbula,

hundiéndote en la arena,

para encontrarte con el ocaso,

Y con alivio, te sientas a evocar

tu horizonte.

El ocaso está gris, está amarillo, está rojo,

allá todo está mezclado, acribillado por el

siroco

de sangre,

por tormentas de polvo y pólvora.

Y tú, mujer, percibes que tu ayer y tu presente

será igual que mañana.

 

Y te vas, de vuelta

dejando estelas de sueños

y sombras agitadas junto al viento.

Mientras, despiertan tus huellas

para encarar la próxima tormenta

que a tus ojos se aproxima.

 

 

 

 

Tesoro perdido

 

 

Mira como sopla el viento,

arrastrando las hojas que alimentan

mi esperanza,

como el polvo en su regazo,

nos cubre con su túnica

para que la arena nos entierre

poco a poco en esta inmensidad

de la nada.

 

Él, salió de los suyos

para llenarse de sí mismo,

se encontró sentado en  una inmensa

sábana de blanca arena.

 

Y en su infinita soledad,

vació el cofre de sus recuerdos

buscando sin cesar,

como se busca a un tesoro

sin mapa

su lejana infancia.

 

No, solo encontró arena y viento,

huellas borradas y piernas fatigadas

noches de ensueño sin almohada,

pastoreando su existencia.

 

¿Acaso nací sin infancia o mi infancia, nació con

arrugas en la frente?

Ahora un soplo de arena

le dio en la cara

y al abrir los cansados ojos

se quedó consternado ante

el ocaso del sol.

Lo vio con toda su fuerza,

trató con toda su fuerza de esquiva

a su imaginación,

y solo vio sangre, ceniza y negras tostadas

de nubes, dispersas en el fuego del crepúsculo,

y le ahogó el mismo apocalipsis

que estrangula el sueño, de sus escasas noches.

 

Terminó la guerra

y allí va un hombre sin pierna y con muleta.

 

 

 

En las grietas

 

 

En las grietas de mi corazón roto

emanan  dos ríos bajo el puente

que te lleva a la ciudad

de mi alma

para llegar es preciso meterse

en un túnel con los ojos cerrados

o a abiertos porque en realidad

da igual

irás entre las adversidades esquivando    

tormentas de arena y quimeras de fuego

bajo las sombras agujereadas de verano

irás en esta inmensidad donde

una  caravana puede ser un

hormiguero

y un hormiguero puede ser una

caravana

donde el espejismo es un mar

y un mar no es nada

y en las noches es preciso ser

marinero

porque vivo en un mar de arena

con ríos de mucha sed y una escasa vegetación

con mucha espina

irás persiguiendo las nubes

preguntando a cada cual donde cayó

la ultima lluvia

y allí me encontrarás sentado en la rivera

con la paciencia de las dunas entre mi rebaño

preparando un té y un pan en la arena

mientras pasara un río, sí pasara.

 

 

 

Me iré 

 

 

Dónde vas a ir, sin saber a donde

- Aunque no lo sé, déjame solo ir

me iré con el viento y no importa no

dejar huellas

me iré de nube a nube aunque no llueve

me iré con las estrellas aunque no brillan

me iré descalzo y no solo por ir

las guerras, las indiferencias, el hambre 

el odio que se esconde en las venas,

las amenazas y las venganzas que calculan

las espaldas

yo soy nómada, nací en la arena bajo el sol

como los animales

soy libre como el viento, como las caravanas

que rompen las inmensidades, soy libre, hijo de la tierra y de su grandeza

tengo muchos hermanos que quiero conocer

que quiero abrazar  

y sobre todo los que luchan por la libertad

 

a dónde vas a ir, sin saber a donde

- El dónde no importa, solo déjame ir

y no quiero que me enseñes el este o el oeste

ni el norte o el sur, solo déjame ir a enseñar

este corazón libre que se encarcela en mi

para desafiar la barrera del color y la religión   

 

a dónde vas a ir si no sabes como ir

el cómo no importa

porque tengo en la frente un sol

y en la voz un clamor

me iré de palmada a palmada de abrazo en abrazo

porque soy de todas las sangres y de todas

las creencias soy   

me iré aunque tú no lo quieras a romper

las fronteras y mezclar las razas

me iré aunque tú no lo quieras a construir a cielo abierto 

un lugar sin nombre

donde los hombres bajo el sol se funden en abrazos y perdón

ya que todos tenemos la misma sangre y bajo el sol

la misma sombra.

 

 

 

Cuna de mi infancia

 

Cuna de mi infancia

ven a mí,

ilumina mi frente,

guía mis pensamientos

no dejes que la luna abandone mis noches,

y yo con los ojos cansados, contemplando

las huellas que va dejando

mi dedo en la arena.

Mis huellas son rayitas

sin significado y sin sentido

pero mi mente arde,

arde como brasa

como hierro fundido

por tanta arena.

Sí, porque ya me cansa la arena,

la piedra, el barro, el clima,

me cansa esta "paz" donde

uno olvida lo que espera.

Ya me canso de escribir

siempre sobre la arena,

sobre el niño que llora,

sobre el espejo y su rotura,

sobre la viuda que perdió

su amor en la guerra,

sobre este dolor inmenso y triste

de un pueblo que solo espera.

luz de un día, ilumina mi frente

y hazme vivir mi soberanía.

Haz apagar este apocalipsis

de mi poesía.

Yo quiero escribir hogar, calles semáforos,

fábricas, puertos,

escribir ciudad.

Escribir el verso su aroma

y del aroma mi poesía.

Pero mientras tanto y mientras

está la luna,

seguiré haciendo estelas con mi índice en la arena,

mañana es otro día.

 

 

LIMAM BOISAH BUHA

 

 

Yo bebí los versos de la madera

 

 

 

En mi infancia yo bebí

los versos de la madera.

 

Un almurabit me enseñó

a fundirlos en el alma.

 

En su mano colocó

una lisa madera,

castaño de rostro bello.

 

Con tinta de carbón

empapaba su fina pluma.

Escribía versos

en la memoria de la madera.

 

Después de las lecciones

vertía agua en la poesía.

 

Un caudal de versos descendía.

"Tómatelo todo-dijo-

para que fecunde tu mente".

 

En mi infancia yo bebí

los versos de la madera.

 

Un almurabit me enseñó

a fundirlos en el alma.

 

 

 

La quinta estación

 

Mi ciudad está sin localizar

en la geografía del desamparo,

aúlla bajo los escombros

de castigados valles,

sus ecos estallan

contra las murallas del silencio

contra la impunidad de los televisores.

 

Mi ciudad tiene castillos de adobe

y vestigios de palacios

y vasijas de Cluster Bombs

y semáforos de proyectiles

y carpas con las manos alzadas

rogando justicia al más allá.

 

Mi ciudad, mi casta ciudad,

en su sueño fue violada,

sus aves emigraron

confundidas de estación.

 

En su constante penar

algunas palomas se quedaron

durmiendo la eterna siesta.

 

En el calendario llovió

abundancia del hambre,

el frío, desesperanza, calor.

 

Mi ciudad se carcome

impregnada de miedo,

huérfana de legitimidad.

 

En sus estériles avenidas

deambulan militares y rebaño

de mercaderes, usureros y ojeadores

aparatos de escucha y sospecha.

 

Mi ciudad cuenta en su pellejo

más de veinte cicatrices,

cuenta nostalgias guardadas

en las gavetas de la memoria

esperando el divino soplo

que las desempolve.

 

Mi ciudad será localizada,

cuando reine

su implacable fragancia

y los cartógrafos

se acuerdan de la otra

propiedad del zumo de limón.

 

 

 

La hoja verde

 

Hay un silencio

que quiebra la palabra.

 

Y la palabra quiebra

el silencio transparente

en la inmensidad del Sáhara.

 

En las mañanas despiertas

entre las estrofas de un poema

se filtra

el amargo vaso de la vida.

 

Desde el fondo de una tetera

suavemente galopa,

respira el sonido

al ritmo de un tabal de agua.

 

Cuando las hojas se abren

lo artificial se rompe

y se ahogan los vasos

en el jugoso manantial

engendrando dulce amor.

 

Cuando brota la espuma

el alma dialoga.

Los vasos con su dialecto

aportan el sensual suspiro

entre dos distintas manos

para derretirse en mensaje explosivo.

 

La muerte de un vaso

es un instinto de la vida.

 

La luz verde se entrega

al ritmo del misterio encantador,

al dulce sueño de las noches dormidas,

a las deseadas citas

en la callada esquina.

 

La hoja

es por fin libre y ardiente

cuando rompe la sed

en tus labios de esmeralda.

 

 

  

Dos manos

 

Sobre las finas dunas

se dibujan dos manos.

 

Cuánta leyenda se arruga

en la línea de la vida.

 

Cuántas espinas duermen

como el niño en la cuna.

 

Cuántas manos aplauden

con la ausencia de otras páginas gitanas.

 

Cuántas manos se estampan para

despistar a los cardenales de la profecía.

 

Cuántos senos se acarician antes de

escuchar el primer grito de la misericordia.

 

Cuántos corazones esperan la vuelta para

beber en los pezones de la auténtica frontera.

 

Cuántos dedos separan

la verdad de la mentira.

 

 

 

Ramos de tempestad

 

El niño ofrece

con sus ojos,

con el triste brillo

de su rostro,

lo único que tiene.

El niño no tiene nada,

y en medio de la nada

hay un árbol de duna,

el Dios del viento estornuda

y el niño ofrece

a su amigo

de otra cultura

un ramo de tempestad,

lo único que tiene

en esta dura vida.

 

 

 

Galb

 

A mis amigos Isabel y Gonzalo

 

Me pregunta un viajero

qué significa un galb.

 

Digo yo, por ejemplo,

que Miyek es un lunar

en el vientre de esta tierra.

que Ziza, por ejemplo,

es pecho en lengua bereber,

y que el ala de una duna

puede tocar el mar del cielo.

 

Digo yo, por ejemplo,

que en los altos picos

de prismáticos amaneceres

- frotando su piel-

hay mucha vida dormida.

 

Que en la piedra pasajera

hay platillos estacionados,

islas que emergen

desde el océano de la nada.

 

Un galb puede ser, por ejemplo,

el nombre de una muchacha esculpida

entre las pestañas de una cueva.

 

Como Tiris es el ombligo del Sáhara,

galb es un corazón,

corazón de piedra.

 

 

 

Los caminos del sur

 

No olvides decir

los nombres de Dios

si vas por los caminos del Sur.

En las llanuras de Tiris

el polvo está de fiesta

después de las bendiciones.

Un brindis rompe la nostálgica canción

desde el Valle de la Tristeza

hasta el Corazón de los Escorpiones.

Cuando la luna se abriga

la anciana noche se asila

en la silueta de una hoguera.

Una nave de ardiente ceniza

embriagada de ansiedad

toma tierra en la bahía.

Entre los pasajeros

está ella desnuda,

con su pelo negro, liso,

que al muslo le llega.

Anda esposada de vendas y henna

entre las piedras sin edad

y las regiones sin lagos.

Entre besos y tempestades,

entre abrazos y promesas,

hay olor a contrabando.

No olvides decir

los nombres de Dios

si vas por los caminos del Sur.

 

 

 

Missing (más de 24 años en Umdraiga)

 

A Abidin Buzaid y otros

 

 

Pronunció con sus hijos

los versos de una última oración.

 

Y un amanecer de escarlata

 

trajo enjambres

de oscuras abejas atroces

cargadas de atolondradas astillas.

 

Y en Umdraiga

llegó el aviso,

para escampar la amenaza,

para ladrar

a los invisibles perros

que defecan estrépitos patíbulos

sobre nómadas

que no buscan

precisamente

el rastro de la lluvia.

 

¿Quién sigue las huellas

de sus mitigados pasos ?

¿Quién talará la interrogante

que aloja la anhelada novedad ?.

De la esperanza noticia

que nunca muere

a las veinte y cuatro horas

 

 

Caravana

 

Donde se encomienda al Altísimo

la dicción de la ruta,

y se derriten ilegibles principios

sobre el crepúsculo,

y se penetra el vientre de la patria,

y se come en la unión

del estrecho territorio del cuenco,

y se camina,

y se desviste el camello de la sal,

y se duerme con el denso color

de la hipótesis del peligro,

y se murmura el hambre de la jaima,

y se vislumbra

...

y se llega.

 

 

 

MOHAMED SIDATI

 

 

 

Sáhara mío, te quiero

 

 

Dura es la vida.

 

Sol ardiente.

 

Sol deslumbrador,

 

Sol inclemente.

 

Esto es el Sahara.

 

Agua, ¿dónde estás?

Espejismos, engaños,

solo espejismos.

Tierra sedienta.

 

Cielo duro de piedra turquesa,

Cielo sordo a mis lamentos,

Dame por lo menos una lágrima de lluvia.

 

El verde es sol un sueño,

Ni un solo hilo de hierba,

Ni el fresco reparo de una sombra.

 

Tierra sé tu generosa,

Dame una primavera,

Dame por lo menos una flor.

 

Tierra mía,

A pesar de los sufrimientos que me das,

Yo te quiero.

 

Desierto mío te defiendo,

Te defendí,

y te defenderé siempre.

 

No tienes sombra

y mis enemigos te violan.

 

No tienes dulces frutos

y los insaciables te invaden

 

Tierra árida y herida.

Patria pobre.y violada.

 

Sangre y sangre.

 

País de mis sueños

de mis pesadillas.

Prisión y tortura,

Tus hijos en las manos del verdugo.

 

Patria pobre,

Patria extremada

Te armaste.

 

Patria que no puedo besar

cuanto te deseo ...

 

Sahara mío,

Yo te quiero

y te defiendo.

 

Te prometo,

Te daré tu primavera.

 

NOCHE Y PATRIA

 

Inmensa, es tu más oscura noche

se extinguen las estrellas noctámbulas

y se mueren el sueño y el canto,

la extrañeza de la noche

se extiende en la inmensidad del infinito

espaciosidades cenicientas

grisáceas, negruzcas,

envolviendo su opacidad

Patria!

 

Tus fuentes

tus raíces

embeben mis venas paulatinas

esquivando

la noche y el alba fulguroso se armonizan

como entonaciones de tus sienes

Patria!

 

Tu fuego, brasa íntima,

se consume en tus palmas

ya pesar de las marejadas de pasiones

y nostalgias extremas

esquivo

me sumerjo perdido en tus locuras

Patria!

 

El amor embriaga mi alma

con unas entonaciones apasionadas

de las cuales descuelgan dos astros

y un sol tras la oscuridad

un brote bondadoso

de tu generosidad

don de mi Patria

Patria!

 

Desearía conquistarte, Patria

poseer tus sombras

tus valles

y cada uno de tus rincones

penetrar tu intimidad

desentrañar tus secretos

saboreando el sorbo de añoranza

cobijándome en tu cariño

en paz, en quietud

sobre tus tierras

haciendo cúmulos de reminiscencias

Patria!

 

¿Cuándo retornarás?

volviéndome a ti,

rezar bajo tu firmamento

rogando desde tus colinas,

atendiendo a tus magnas palabras,

cargándolas con mil cariños,

mil pasiones y símbolos

crecidos en locuras

y abnegaciones de tus ojos

tú vuelves a mí y por mí

 

Te veo

recurro a tus entrañas

para reposar mi cabeza cansina,

y mi alma fatigada

sufrida de destierro

sintiendo yo sosiego

y me reviste tranquilidad,

inhumándome en ti

bañado en tu amor,

Patria!

 

FATMA GALIA

 

 

Lágrimas de un pueblo herido

 

Lágrimas, lágrimas,

lágrimas de un pueblo herido por

caravanas de tanques y cañones que

sembraron un bosque de bombas y

muertes.

 

Gritos de senderos ensangrentados

mujeres aterradas y sin el ayer.

mezquitas derrumbadas por peregrinos sin

piedad.

 

Lágrimas de un pueblo herido por pajares de fuego

y balas de veneno.

Palomas mensajeras de paz que vuelan

sobre el desierto deprimidas y sin silbido

en duelo al mártir caído.

 

Llantos de niños huérfanos y madres viudas

que perdieron al ser querido.

 

Lágrimas de un pueblo herido derramadas

en tierras extrañas.

Almas inocentes sufridas por el destierro

y la guerra del olvido.

 

Héroes, héroes invictos con sólo su voluntad

y esperanza han sobrevivido.

 

Lágrimas, lágrimas.

Lágrimas de un pueblo herido.

 

 

 

 

 

FATMA AHAMED ABDESALAM

 

 

 

Smara

 

Eres la cuna feliz de mis abuelos,

santa entre las santas, Smara.

Caduca está tu gloria

pero no de mis sueños alejada.

 

Tus piedras, vieja señal

de esplendor en otros tiempos,

están viejas y altaneras

resistiendo el embate de los tiempos.

 

Dime por qué, triste desierto,

no ayudaste a triunfar

el gracioso verdor de sus palmeras.

 

Canto la gloria inmensa que se encierra

en tus minas llorosas, desoladas

prendas de otro tiempo de añoranza.

 

 

 

  

 

ALI SALEM ISELMU

 

 

María

 

Una luz ilumina tu rostro,

dibuja tus labios y se apaga,

intentando volverte

mi símbolo de creación.

Yo desesperado te imaginé dentro

y a la vez distante del universo.

 

 

La guerra

 

Ya no queda nada,

sólo ruinas

detrás de tu devastador rastro.

 

Ya no queda nada,

sólo lamentos y lágrimas

después de tu cruel aparición.

 

Ya no queda nada,

ni antes ni después,

ni ahora,

que sigues siendo

el refugio del poder.

 

 

 

Abuelo

 

El ardor del pasado expresa tu nombre,

rescata tu historia,

antepone tus pensamientos

y enaltece tu largo transcurrir.

 

La memoria de la historia

te ofrece su homenaje,

te corona en el exilio.

 

El largo pasar de los años

te va llevando, abuelo, hacia

el futuro impredecible,

te recuerda las viejas epopeyas

llevándote de su mano,

incluso abrazándote.

 

La presencia de tu andar

cada día entre nosotros

y tu inagotable recuerdo

te llevan hacia la fuente de la gloria

en la que hallarás el sublime descanso de tu obra.

 

 

 

Mi despertar

 

Volcado en la profundidad de un mar sin límites

pretendí observar el sol desde las alturas

imaginarias de mis huellas.

 

Abierto al falso universo de mis pasos

se me olvidó recordar la decadencia

de mis emociones.

 

Veo traspasar los años, las gentes, y por fin

aparecen algunas historias inéditas de mi memoria.

 

Surge ya la nube cargada de fuego que apunta

hacia la mar queriendo hundir mi único velero.

 

Entonces me levanto con el afán de perdonar

y querer el perdón, cuando en realidad la aurora

está apagada hace ya tiempo.

 

 

 

Canto al amor

 

El amor navega sobre las olas del tiempo

y navega sobre el olimpo de nuestras vivencias.

 

El amor se transforma en ese efímero instante

que penetra en el tic-tac de los segundos.

 

El amor no es ocurrente ni pasajero,

es audaz en su supervivencia.

 

El amor surge de sus aplastantes reveses

desafiando sus propias contradicciones.

 

El amor no se apaga como una luz,

brilla como un astro en el centro de la existencia.

 

El amor es la fiebre espiritual sin medicinas

ni diagnósticos.

 

El amor es eterno en su procreación

abriendo todas las páginas.

 

El amor es entonces la cárcel de nuestros

deseos, la libertad de nuestra imaginación,

es toda nuestra gloria resumida en un acto,

es ya el momento cumbre de la vida hecha

resignación detrás de su eco.

 

 

 

La sequía

 

El verano termina,

El otoño no llega

Y el invierno está por venir.

Todas las estaciones

Giran sin flores

Y sin aliento

Hacia un destino desconocido,

Pero hay una que llega con más fuerza

Y arrasa al camello,

Así deja al desierto

Sin héroe y sin gloria.

Nos vuelve mudos y nos convierte

En los eternos vigilantes

De la próxima primavera.

 

 

 

Vigilante

 

Si un día nuestro amor desapareciera

Recuerda que estoy en el más allá

Entre las estrellas.

Mi estrella brillará

Para que mi amor

Se entremezcle con tu rabia y mi odio,

Así sólo me convertiré

En tu eterna reliquia navegando por el cielo.

 

 

 

El desafío

 

Los rostros cambian,

Por los años,

Por el tiempo,

Incluso terminan

Y quedan para siempre

Inexpresivos.

Lejos palpitan los corazones

Desnudos de esperanza,

Ahogados en las penurias de la civilización,

Se consolidan países,

Nacen otros,

Pero hay algunos que se mantienen en pie

Esperando al naciente sol.

Crecen los desvelos,

Y ya no existen lámparas mágicas,

Todos entramos en la desafortunada profesión de la tecnología,

Lejos de defender nuestro lecho.

Humanidad que sin rumbo vas,

A algún lugar irás,

Donde no reine

la globalización incierta de nuestro andar.

 

 

 

Reflexión

 

El tiempo se impacienta de agonía y dolor

mientras las frías noches se conservan en cada esquina.

La larga peregrinación penetra en el nuevo milenio.

Nuestras almas se alimentan lentamente de hermosas visiones.

Quiero contener la calma sobre ese olvidado pecho

dibujar sus encantos para deshacerme de la desdicha

empujar con fuerza para alcanzarte y nunca volver los ojos hacia atrás

Vivir la evasión de los días en busca de la bondad de los recuerdos

para contemplar mi arraigada memoria.

Pero no levantar las montañas para ver las infinitas estrellas

si no recordar, porque en cada recuerdo

hay un sueño sobre el cual descansa mi alma.

Enlazar la fuerza para alcanzar la inseparable línea

del camino iniciático de la vida.

No ver más pastos hasta darme cuenta de cómo fue la última lluvia

que quiso remediar la existencia de un desierto

convertido en una hermosa sabana.

Saber que la alegría es un remedio de cada instante,

es un escape y no una delegación de cada sonrisa

percibida después de una profunda lágrima

 

 

La pasión de los olvidados

 

Las paredes de adobe se reflejan

en la inmensidad del desierto.

Ellas cubren y guardan por mucho tiempo

el deseo reprimido de los muertos y vivos.

Se alzan en la memoria de los olvidados

que se enfilan hacia la razón,

en el tren de cada vuelta que da la vida.

Huelen con pasión el perfume

del último vaso de agua.

Buscan en el brillo de cada estrella

el inicio y el fin de cada esperanza.

 

 

 

El espejo

 

Mirarte desde lejos, mirarte de cerca

y volver hacia la inquietante mirada,

es verte en el espejo de la esperanza

porque vos no estas perdida.

Estás perdida porque te han robado

el espejismo de la virtud

para condecorarte con la perdición.

Yaces entre el látigo de las auroras

que te consumen impacientemente.

No mueres porque el rostro de aquella mirada

existe en el más allá,

fuera de ese enajenado abismo.

La cercanía del bravo rostro hace de ellos

una cruel mano manchada de sangre.

Pero no te vengarás porque no hay mayor venganza

que caer de rodillas y pedir el perdón.

 

 

 

 

TAUFIK SALAMA

 

Sukeina

 

 

Si en cada paso y paso

Ahogo mis garras,

En tu cálido horizonte.

Si en cada gota de sudor y el silencio

Oigo tu jeroglífico,

Y sigo la faraónica belleza.

Si en cada oscura noche,

Deslizo mis manos

Por tu llano vientre.

Ay, si esa musical anatomía,

Tuviera batutas,

Guardara partituras,

Olvidaré en bandadas mis penas,

Y aguanto el graznido de las vergüenzas

Para sencillamente,

Sumergirme en tu aliento

 

 

 

Recordando las raíces

 

 

Cuando las alas de la nostalgia,

Rozan con su hálito

Ese meollo de memoria.

El primer vaso,

Ese sutil maná,

Esculpe el recuerdo

En la lontananza de

Un cerebro sin su sarao.

 

Cuando esta gracia imposible,

Gatea en la cascada de un labio,

Guarda para mañana

Ese sabor a desierto,

A mujer,

A lo sublime.

Mientras las entrañas festejan

Ese segundo delirio de la ronda.

 

Cuando lejos, está la idiosincrasia,

No puede la memoria

Vanagloriarse de quedar en blanco.

El haul influye

El galb se presenta.

La jaima y una madre y un niño,

Sin apretujarse todos llegan.

 

Disfruto el final de mi ronda,

que me deje un sirimiri,

para que florezca la señal

de un camino hacia la raíz.

 

 

 

Layuad

 

 

La basura sigue llenando

El contenedor que esta,

A la curvatura de la manzana.

El amuleto del policía,

Y una mujer con su insigne

Señoría,

Ordene a las nubes,

Que no atavíen con esponjas,

El sol.

Y mientras la perfecta ironía

Se pudre con su carpeta

En las oraciones de cada

Atardecer.

La humilde LAYUAD

Espera con sus lobos,

El ritual noctámbulo

De tambores y miedos.

Los pastores,

-diminutas y hasta kilométricas

edades-

buscan sin iconos

una gota extraviada

y sin pozo.

Y la rueda del LAND-ROVER

Se pincha,

Encima de gaseoductos

De la mentira.

 

 

 

 

Umdraiga

 

Estática esta la verdad,

Como una espátula

Que enyesa el tiempo,

Mientras el viento,

Azota los restos de un fusil,

Y allí a lo lejos,

Nace la acacia desde el pecho

Del desierto,

Alimentando con su sombra,

Alguna historia de amor,

Mientras las penas

Destrozan la prehistórica rosa.

 

Umdraiga,

Antaño cuando eras una fiesta,

Que vuela embrujando el alma.

Ayer te mataron,

Ya lo se,

Aunque ayer también renaciste.

Con tus lágrimas,

Tus abrazos,

Y este pan desterrado,

Que necesita una vuelta.

 

Umdraiga.

Me vine con mi infancia,

Para conocer tu rostro,

Y una mujer sin brazo,

Sana tus heridas,

Y un anciano narra su historia,

Negligente al dolor,

Mientras los nublados ojos de un niño,

Llueven calmando tu desértica soledad,

Y nadie, a tu dolor

Puede estar ajeno.

 

 

 

 

 

LUALI

 

 

Déjame

 

Déjame creer en ti

para seguir atado a algo.

quiero volver a ver tu rostro,

en este minuto de paz,

entre este siroco que se va

y el próximo que llegue.

asomarme a mirar este atardecer

desde el apacible amanecer de tus ojos.

 

Déjame pensar que

el aire de tu aliento

es el aliento de mi aire,

que la noche es un estigma

de nuestros cuerpos,

la mañana un descenso de tus brazos

y el crepúsculo, solo,

un capricho de tus besos

déjame seguir atado

al silencio de tu amor

para seguir amando

el dolor de tu silencio

 

 

Un tumulto de voces

 

Quiebra el silencio de la noche

Mientras la ciudad duerme

ajena a las garras de la sombra,

que en la sombra,

arañan sus paredes,

desfiguran su rostro

 

Cuando estoy solo

solo estoy rumiando los recuerdos

que llenaron mis brazos con tu cuerpo.

Las migajas de amor que dejó desparramada

Tu ausencia en mi alma.

 

Cuando estoy solo.

Solo repaso los rincones

Donde nuestra imaginación

Retozó en el polvo de la noche

Con la cómplice discreción de una duna

 

Cuando estoy solo.

Espero, solo, que el siroco me devuelva

La duna a esta desolada estación

Donde reconstruyo tu imagen sobre

El silencio de las piedras

 

Cuando estábamos juntos

estábamos, juntos, rompiendo las

Fronteras con las consignas

De nuestros besos.

 

Las miserias del mundo

yacen olvidadas bajo

el escombro de los metalenguajes.

El lenguaje con que chillan

Los intestinos del sur

Es un enigma en los oídos

Del norte.

El monstruo de la ciudad

Se comió nuestra inocencia.

La fe se estrella contra los gigantes

Que rascan un cielo que no pica.

Los pequeños dioses agonizan

Ante el vacío de los verbos

Politizados.

Y la guerra es una proyección

Del diablo que deambula como

Una posibilidad en las desoladas

Praderas de nuestra esperanza.

 

Cuando esquivo las espinas

del tiempo y me refugio en el

silencio de tu cuerpo.

Solo estoy buscando paz.

 

Cuando le viro el rostro

A la incertidumbre de esta

Rutina, y sucumbo ante

El encanto de la memoria

De tu imagen.

Solo estoy buscando paz.

Incluso,

 

Cuando maldigo el peso de tu nombre

sobre mis vértebras, la recurrencia

de tus horizontes en mi mirada,

el ardor de tus lágrimas sobre mis mejillas

sólo estoy buscando paz.

 

Pero cuando te mires en el

Espejo del recuerdo y solo

Encuentres el jeroglífico

De mis besos en tu cuerpo.

Es que me he ido,

Me he ido a componer

Los cristales rotos de otra

causa de amor.

para la paz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

AHMED ULD SEMAMIT

 

 

 

Sin título

 

Desteje la tarde las luces rendidas

que componen este último adiós.

Sé que ya no palparé nuestro mar, esas alas

de bronce tibio que en la noche separaban

tus músculos del tiempo, esa pieza de barro

que un sueño acercó al envés de mis labios,

esta mano ciega, ahora casi fría,

buscando garabatos en el aire alelado

de un cuerpo engañoso y tan dulce.

 

Inevitablemente, lo dice la traición,

vuelven las viejas conversaciones.

Aquel barco en Argel, atrás Europa,

las canciones llenando los poros

sublevados de las armas,

las interminables avenidas del desierto,

la primera vez que vi la sangre,

tu entrevista -imaginada-,

bajo el toldo hirsuto del adobe

cuando regresaba fugitivo de la muerte,

harapiento y lacerado hasta ti;

no me dolía entonces morir enjabelgado

entre tus brazos, como una nota en la flauta

como un atributo en el nombre.

 

Inevitablemente, cuando ya nada importa,

y un silencio delicado bordea y apremia la trama del lápiz,

vuelven -fieles. las viejas conversaciones.

 

 

 

 

 

MOHAMED ALI-ALI SALEM

 

Alba y amanecer

 

Al abrazamos, al besamos.

El alba, querida, cunde en nosotros y sentimos la muerte.

Como sentimos la vida.

El alba, querida, existe

Como existe tu herida sonrisa,

Tu angelical voz,

Tus tiernas manos.

Tu melancólica mirada.

Tu leve y risueño caminar.

De alba: sólo de alba.

El alba descansa en tu regazo.

En mis manos descansa.

y en nuestras bocas repite:

Sólo la huella de los besos

Lleva a la felicidad.

Mientras cabalga el alba.

Va llegando el amanecer,

Cubierta de ternura.

En su umbral.

Porque el amanecer es suyo

Es tuyo y mío todo el amanecer

 

 

 

SAS NAH LAROSI

 

 

A La Libertad

 

Llega otro día

y ya no sé qué hacer

se envuelve en tu recuerdo idolatrado Sáhara

Mi dolor con los resacos golpes del ayer

y vienen a mi mente, los mas terribles años de guerra.

Aquellos en los que me arrancaron de entre tus brazos

a fuerza de fósforo y napalm

y fue por tu amor que sobreviví

cuando todo estaba en contra y la suerte echada

Si no era el frío, era el calor

si no era el hambre era la sed

Si no era la fiebre era el cólera

Si no eran las minas eran las bombas radiactivas

Si no eran las torturas eran los desaparecidos

si no era mal era peor.

En fin: la exterminación

y todo por culpa de un maldito sueño expansionista

del más malvado rey y su traicionera manera de ver el mundo a su alrededor.

Y tu amor, solo tu amor era el remedio

El milagro, que lo curaba todo.

Que va creciendo más y más.

Hoy lo sentí más fuerte que nunca.

Me han hablado las aguas de tus ríos y tus mares, y por ellas lo sentí.

Me han hablado tus árboles y tus datileras, y por ellos lo sentí.

Entonces me dijiste idolatrado Sáhara:

¡¡Pronto!!!: pronto habrá un nuevo amanecer

y aquella luz crecerá y lo aclarará todo

después de tantos siglos de oscuridad

Y para entonces cantaremos los cantos más felices

Cantaremos al amor y a la amistad.

Cantaremos a los amigos y a la hermandad.

Y cantaremos todos juntos:

VIVA EL SAHARA LIBRE...VIVA LA LIBERTAD.

 

Smara 5-Enero-1998

 

Sas Nah Larosi

Daira Mahbes

Barrio 4

Smara (R.A.S.D)