REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


 “Vivimos en un mundo impuro y lo celebro”

Entrevista a Carlos Fuentes (fragmentos)

Por RICARDO M. DE RITUERTO

El País, domingo, 26 de noviembre de 2000

 

 

P. ¿Cuáles serán esos retos del tiempo que viene?

R. La llamada globalización tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Uno de los aspectos buenos es el flujo de capitales productivos. Aplaudo la libertad de comercio. Pero me parece terrible que no haya la misma libertad de movimiento para las personas: que las cosas sean libres y los trabajadores no. Esto plantea un problema central para el siglo que estamos iniciando, y es el problema migratorio. El XXI va a ser un siglo de grandes migraciones. Y va a poner a prueba la capacidad de los países receptores de tratar con humanidad al trabajador migratorio. Se hace necesaria la creación de un sindicato internacional de trabajadores migratorios.

 

P. ¿Qué piensa del fenómeno del spanglish?

R. Las lenguas se crean y se nutren de la comunicación y del contagio humano. Elimina del castellano las palabras de origen árabe y te quedas sin alcachofa, sin almohada, sin azotea, sin alberca, sin naranjas, sin limones… sin muchas otras cosas que nos gustan. La lengua inglesa es una lengua muy receptiva de las otras lenguas, y por eso es la lengua occidental más rica. La lengua española, que es la segunda lengua occidental más hablada, es una lengua que está admitiendo constantemente impurezas, neologismos, anglicismos, galicismos… Yo lo fomento y lo procuro. No creo en la pureza, ni de las lenguas, ni de las costumbres, ni de nada. Vivimos en un mundo impuro, y eso es digno de celebrarse.

 

P. Vivimos un mundo de grandes banalidades en el que toma cada vez más cuerpo la realidad virtual, algo que también criticaba Saramago. ¿Vivía Don Quijote en un mundo de realidad virtual, los molinos convertidos en gigantes?

R. Don Quijote significa una revolución en las comunicaciones. Es el primer personaje de novela que entra en una imprenta. Llega a Barcelona para refutar a Avellaneda, el apócrifo, y entra en una imprenta, donde descubre que se está imprimiendo un libro que se llama Don Quijote de La Mancha, por Miguel de Cervantes. Se da cuenta de que es un personaje literario, que es objeto de una novela. Esta aparición de la imprenta como personaje, como circunstancia de una novela, es uno de los inventos más geniales de Cervantes y cierra para siempre la era de una literatura que se consideraba digna en la medida en que era manuscrita por monjes cistercienses encerrados en un monasterio escribiendo con plumas de ganso. No debemos temer las innovaciones técnicas en materia de comunicación. Los medios modernos no acaban con la literatura ni con la lectura.