Tonos Digital
REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS
Tonos DigitalTonos Digital

I S S N     1577 - 6921

NÚMERO 2 - NOVIEMBRE 2001

PORTADA | ESTUDIOS | ENTREVISTAS | PERFILES | CORPORA | PERI BIBLIÓN | RESEÑAS | RELECTURAS | TESELAS | RECORTES | HEMEROTECA


Volver al índice

Anexo

4. SEGUNDO ESTADIO DE EXTENSIÓN DE ESTOS HÁBITOS ANGLICADOS: LAS TELECOMEDIAS ESPAÑOLAS.

 

4.1. Justificación de este estadio y corpus analizado.

 

En este segundo estadio hemos analizado textos orales conversacionales pensados originalmente en español, sin ninguna presión directa de modelos extranjeros. Como indicamos, nos hemos centrado en los seriales, especialmente los de tono más distendido, llamados telecomedias o comedias de situación (aunque no estén exentos de situaciones dramáticas) por dos razones principales:

a)Por una parte, porque en estas telecomedias se intenta imitar[1] o reproducir de una manera bastante fiel el español conversacional cotidiano, si exceptuamos algunos estereotipos que ya existían antes de la influencia mediática norteamericana (hablas meridionales, el habla juvenil, el cheli). Al tratarse de un estilo oral más próximo a la conversación cotidiana que el de otros géneros televisivos (dramas, obras de teatro), existe una curiosa interacción entre dos fuerzas contrarias: los guionistas se esfuerzan, en efecto, por reproducir con fidelidad el habla cotidiana, mientras que muchos telespectadores pueden pensar que se trata de un perfecto trasunto de esta variedad coloquial y pueden comenzar a incorporar ciertos giros a su habla cotidiana.

b)Por otra, porque se trata de un género televisivo cuyo auge actual en España se debe, en gran parte, a la imitación de modelos audivisuales norteamericanos. En este caso, no hay presión directa pero sí una influencia de modelos genéricos, al igual que en otras épocas históricas existió una influencia de modelos genéricos en la literatura y en el arte español, sobre todo de signo italianizante o galicista[2]. Y al igual que aquellas influencias genéricas conllevaron, como efecto colateral, la copia de algunos elementos lingüísticos de las lenguas y culturas imitadas, las telecomedias españolas actuales también podrían ser una de las vías de entrada de algunos hábitos comunicativos anglicados, bien porque intentan reproducir el habla de ciertos sectores socio-profesionales anglicados (jóvenes, estudiantes, rockeros, informáticos, ejecutivos, etc.), bien porque los propios guionistas españoles tratan de incorporar a sus producciones elementos que han visto en las telecomedias norteamericanas de moda que suelen ver en versión original con el objeto de conseguir el éxito inmediato en España (ya que dan por sentada la globalización total de las modas y las costumbres).

En este sentido, hemos seleccionado para nuestro análisis una serie de telecomedias españolas especialmente permeables a esta influencia de modelos culturales norteamericanos: bien porque los personajes son jóvenes fuertemente americanizados en sus costumbres (Al salir de clase), bien porque se ubican en ámbitos socioprofesionales típicos de las telecomedias norteamericanas (Periodistas), bien porque copian hasta el más mínimo detalle (personajes, tempo, decorado, sucesión de gags y chistes basados en implicaturas) la estructura y características de alguna de las telecomedias norteamericanas de mayor éxito, como es el caso de la reciente producción de Tele 5 Siete vidas. No obstante, también hemos incluido en nuestro análisis otras telecomedias en las que se mezclan diversos sectores generacionales (Compañeros, La casa de los líos), se centran en profesiones más tradicionales (restauradores en Ellas son así) o predomina el carácter dramático (Calle nueva), de lo cual cabría esperar una menor frecuencia de aparición de anglicismos pragmáticos. Por tanto, estas son las telecomedias analizados y sus códigos:

 

TÍTULO                                 CANAL/FECHA DE EMISIÓN                           CÓDIGO

Periodistas                               Tele 5, 11-1-99                                 (PS 1 )

Periodistas                               Tele 5, 18-1-99                                 (PS 2 )

Periodistas                               Tele 5, 25-1-99                                 (PS 3 )

Periodistas                               Tele 5, 1-12-99                                 (PS 4 )

Periodistas                               Tele 5, 8-12-99                                 (PS 5 )

Periodistas                               Tele 5, 15-2-99                                 (PS 6 )

Periodistas                               Tele 5, 22-2-99                                 (PS 7 )

Periodistas                               Tele 5, 8-3-99                                 (PS 8 )

Periodistas                               Tele 5, 15-3-99                                 (PS 9 )

Periodistas                               Tele 5, 29-3-99                                 (PS 10 )

Periodistas                               Tele 5, 5-4-99                                 (PS 11 )

Al salir de clase                     Tele 5, 15-1-99                                 (ASC 1 )

Al salir de clase                     Tele 5, 22-1-99                                 (ASC 2 )

Al salir de clase                     Tele 5, 15-2-99                                 (ASC 3 )

Al salir de clase                     Tele 5, 16-2-99                                 (ASC 4 )

Al salir de clase                     Tele 5, 17-2-99                                 (ASC 5 )

Siete Vidas                             Tele 5, 23-1-99                                 (SV 1 )

Siete Vidas                             Tele 5, 7-2-99                                 (SV 2 )

Siete Vidas                             Tele 5, 14-2-99                                 (SV 3 )

Siete Vidas                             Tele 5, 21-2-99                                 (SV 4 )

Ellas son así                           Tele 5, 3-2-99                                 (ESA 1 )

Ellas son así                           Tele 5, 10-2-99                                 (ESA 2 )

Ellas son así                           Tele 5, 17-2-99                                 (ESA 3 )

Compañeros                               Antena 3, 10-3-99                        (CPS 1 )

Compañeros                               Antena 3, 24-3-99                        (CPS 2 )

Compañeros                               Antena 3, 31-3-99                        (CPS 3 )

Calle Nueva                               TVE 1, 19-3-99                                      (CN 1 )

 

Ahora bien, a pesar de la posible influencia de modelos culturales anglosajones, lo cierto es que -como era de esperar- los anglicismos pragmáticos presentes en este segundo estadio son muy escasos, tanto en su frecuencia de uso como en su diversidad. En efecto, se limitan a una breve nómina de usos pragmáticos recurrentes, lo cual es también un interesante índice de su penetración en los hábitos lingüísticos de los hispanohablantes, aunque recordamos que en este segundo estadio se trata de "imitación" del registro coloquial y, por tanto, de competencia pasiva más que propiamente activa.

 

4.2. Un factor decisivo: las variedades orales formales. Anglicismos pragmáticos correspondientes a estas variedades formales.

 

Antes de pasar a examinar estos hábitos anglicados recurrentes (en contraposición con la presencia esporádica de otros anglicismos pragmáticos) debemos hacer una nueva matización concerniente a los estilos de habla. Así, aunque en las telecomedias domina una variedad próxima al registro coloquial en su manifestación más genuina (la conversación coloquial)[3], también encontramos en ocasiones variedades diafásicas algo más cultas, las cuales pueden ser acotadas en función de los factores señalados por Gregory y Carroll (1978):

a)Campo: el habla de ciertos sectores socio-profesionales muy influidos por los hábitos anglicados, como informáticos, ejecutivos, locutores musicales, etc.

b)Tenor interpersonal o nivel de formalidad, llamado posteriormente tono[4]: respuestas a entrevistas en contextos formales (entrevistas de trabajo, para la prensa, para una agencia matrimonial).

c)Tenor interpersonal o nivel de formalidad, a los que se suma alguna alteración del canal oral básico o modo (p.ej. textos escritos para ser leídos): es el caso de discursos o conferencias pronunciados por profesores en las telecomedias de ambiente estudiantil.

d)Tenor interpersonal y tenor funcional: cuando los interlocutores tratan algún tema espinoso, se eleva automáticamente la formalidad y las estrategias de cortesía para evitar molestar al otro y, al final, poder conseguir el propósito comunicativo que se pretende (disculparse, pedir un favor, aconsejar, advertir). También se da cuando entre los interlocutores no existe la suficiente confianza y conocimiento mutuo que permita un estilo plenamente coloquial[5].

Hemos trazado una clara distinción entre las variedades diafásicas o estilos de habla coloquiales por un lado y "formales" (en un sentido muy amplio que equivaldría en la práctica a "no totalmente coloquial") por otro, porque resulta ser un factor determinante en la aparición de anglicismos pragmáticos en nuestro corpus de telecomedias españolas. En efecto, los únicos fragmentos en los que encontramos una densidad de anglicismos pragmáticos comparable a la del primer estadio (doblaje de películas) son aquellos en los que se advierte la presencia de variedades formales de la lengua oral (o, incluso -y también es muy significativo- la parodia de estas variedades formales).

Por ello, antes de pasar a la clasificación de los anglicismos pragmáticos registrados, analizaremos como punto de partida estos fragmentos en los que se emplea o se parodia alguna variedad formal de la lengua oral:

1.Debido al predominio de un campo temático cotidiano en las telecomedias -para que pueda ser comprendido sin dificultades por un gran público que las concibe como un programa de ocio- no hemos encontrado apenas casos de anglicismos pragmáticos motivados por el factor diafásico campo en el habla de ciertos sectores socio-profesionales influidos por los hábitos anglicados. Ahora bien, los casos encontrados son muy significativos, como el de un locutor radiofónico de música moderna (pinchadiscos), que emplea una fórmula de cierre dialógico (no codificada en nuestro primer estadio, §3.2.5) tomada del lenguaje del teatro y del espectáculo. Se trata de el show debe continuar, calco flagrante de la expresión inglesa the show must go on, con el sentido de que el espectáculo (en el fragmento citado, una fiesta estudianti) y la vida en general deben continuar pese a los problemas y las desgracias:

 

B: Mejor aún, ¿por qué no vienes a verme a la radio?

C: ¿¡Al programa!?

B: No sabes las noches tan interminables que se me hacen en la cabina, noche tras noche. El show debe continuar. Te dejo (ASC 3 )

 

2.Los fragmentos en los que se aprecia un tenor interpersonal (tono) formal o nivel de formalidad más alto del que suele darse en la conversación cotidiana también son propicios a la aparición de anglicismos pragmáticos.

a)Vemos este fenómeno en la exposición de la tareas que el redactor jefe de un periódico asigna a sus subordinados: en este pasaje, el jefe ejerce como tal (frente a la camaradería que exhibe en otras situaciones) y se produce una relación de más poder y menos solidaridad (Brown y Gilman, 1960) que aleja al discurso de los parámetros del registro coloquial[6]. Así pues, el redactor jefe, tras asignar a sus subordinados las tareas respectivas y comentar algunos problemas de mantenimiento del local, emplea como fórmula de cierre discursivo eso es todo, calco del inglés that is all/that´s all  (cf. §3.2.5).

 

A: Blas y Ana, os dedicaís a lo del toro clónico (...) Bien, ocúpate del tema y que ella te acompañe (...) Mamen, ¿tenemos alguna convocatoria pendiente?

B: No... ¡ah! El baño de chicas está estropeado. Hasta que lo arreglen hay que utilizar el de tíos

A: ¡Vaya por Dios! ¡Joder, Mamen!... ¡venga! Eso es todo (PS 11 )

 

b)La presencia de anglicismos pragmáticos también se da cuando algunos interlocutores parodian una situación comunicativa formal en la que se ha visto envuelto otro de los hablantes. Así, en un episodio de Periodistas, dos chicas imitan -en el lenguaje y en otros códigos paralingüísticos y no verbales- el comportamiento de un colega que ha realizado una entrevista en una agencia matrimonial, destacando el carácter formal y artificioso del lenguaje empleado en todo tipo de entrevistas formales (aunque al final emplean la forma coloquial no me como una rosca  para producir humor mediante un mecanismo de contraste estilístico):

 

A: ¿Por qué ha decidido acudir a una Agencia Matrimonial?

B: Uy, pues me alegro que me haga esa pregunta. Bueno, verá, básicamente, porque no me como una rosca (PS 7 )

 

Como vemos, este estilo tan formal se halla trufado de anglicismos pragmáticos propios de esta variedad diafásica: por un lado, el onmipresente bueno  como partícula expletiva y retardataria al comienzo de la respuesta a una pregunta complicada o delicada en una situación de entrevista (aunque vemos que alterna con la partícula más castiza pues)[7]; por otro lado, el adverbio oracional básicamente, considerado por Vázquez Ayora (1977:117) calco del inglés basically en detrimento de la locución adverbial castellana en el fondo  en la función de modalizador del enunciado[8].

3.Hemos matizado que, en ocasiones, al tenor interpersonal formal de ciertos fragmentos se suma alguna alteración del canal oral básico, llamado modo por Gregory y Carroll (1978). Obviando el hecho de que los dialógos de las telecomedias son textos escritos para ser representados o leídos como si no hubieran sido escritos (en la compleja clasificación de las variedades según el canal que trazan Gregory y Carroll, 1978: 37-47), algunos pasajes muestran con claridad la presencia de textos escritos para ser leídos: es el caso de discursos o conferencias pronunciados por profesores en las telecomedias de ambiente estudiantil. El carácter formal y artificioso de esta variedad se marca mediante diversos rasgos que llegan a producir una especie de hipercaracterización formal: léxico, sintaxis, ritmo, entonación, recursos paralingüísticos. Y no faltan en esta caracterización exagerada algunos anglicismos pragmáticos propios de variedades formales: eso es todo  como fórmula de cierre en un texto oral expositivo (no dialógico) y la fórmula de tratamiento hacia un auditorio indiscriminado damas y caballeros  (calco de ladies and gentlemen). Destaca además, la curiosa reflexión metalingüística sobre la validez del anglicismo pragmático damas y caballeros, que se tacha de “antiguo”, es decir, de demasiado formal para un lenguaje actual poco dado a remilgos, quizá por el claro matiz aristocrático que revela, como ya vimos en §3.3.1:

 

A: Este Instituto es un centro de enseñanza al que sólo le interesan las ansias de los alumnos por el conocimiento. Y en absoluto se quiere mezclar en actitudes que atentan contra la intimidad, la libertad y el respeto. Espero que mediten bien ustedes mis palabras. Muchas gracias. Eso es todo (ASC 2 )

 

C: Vale, que empiezo con la conferencia: damas y caballeros . Bueno, no, que eso es antiguo. Señoras y señores  (CPS 3 )[9]

 

4.La última situación comunicativa en la que se aprecia el empleo de variedades formales es aquella en la que se combinan dos de los factores diafásicos estudiados por Gregory y Carroll (1978:48-63): por un lado, un tenor interpersonal formal a causa de la falta de confianza que permita un estilo plenamente coloquial o debido a la presencia de fricciones o algún tema delicado; por otro, un tenor funcional que sí persigue un fin comunicativo concreto, frente al mero carácter socializante de la conversación cotidiana[10]. Así pues, cuando los interlocutores tratan algún tema espinoso, se elevan automáticamente la formalidad y las estrategias de cortesía para evitar molestar al otro y, en suma, poder conseguir el propósito comunicativo que se pretende (disculparse, pedir un favor, aconsejar, advertir).

a)La falta de conocimiento y confianza entre dos personas que se acaban de citar a través de una agencia matrimonial y la existencia de un tema delicado en el que se deben poner en juego determinadas estrategias para conseguir un complejo propósito comunicativo (revelar el engaño, disculparse y minimizar el daño producido al otro), justifican el empleo de la fórmula de cortesía déjame que te lo explique. Más aún, en este caso se plantea la duda de si realmente es un anglicismo pragmático derivado de las traducciones literales de la fórmula imperativa inglesa (let me explain to you  traducido como deja que te lo explique  en lugar de fórmulas más directas como ahora te lo explico ) o si corresponde a su empleo tradicional de fórmula de petición cortés que tenía en español (déjame que te lo explique  = ‘te pido permiso para explicártelo’). En todo caso, la existencia de esta expresión -en detrimento de otras fórmulas más claras para expresar petición cortés (te ruego que me escuches, etc.)- revela la existencia de un cambio lingüístico en curso[11].

 

C: Soy periodista del Crónica  y... y bueno, estoy preparando un reportaje sobre las agencias matrimoniales, y estoy quedando con las chicas de las agencias

D: Mira, si no te gusto, no tienes que inventarte ninguna historia, ¿eh? Con decírmelo, ya vale

C: Hombre, mujer, que no es eso, déjame que te lo explique

D: No tienes nada que explicar, ya me han dado todo tipo de excusas

C: Oye, siento mucho que...

D: Déjalo. Mira, no es la primera vez que me ocurre algo así. Lo que pasa es que no te acostumbras nunca (PS 7 )

 

b)En situaciones relativamente formales motivadas por algún asunto delicado suele aparecer con cierta frecuencia la expresión atenuadora de alguna manera (< somehow) con el objeto de presentar los argumentos de una forma más cortés y minimizar el grado de seguridad del hablante y de imposición al oyente[12].

 

A: la pena es que el sueño haya durado tan poco

B: ¿Y no lo puedes impedir de alguna manera? Firmaste un contrato (ASC 5 )

 

B: Porque he dejado de beber, pero el problema con el alcohol lo sigo teniendo

C: ¿Cómo es eso?

B: Si no tuviera problemas con el alcohol, ahora tú y yo podríamos irnos tranquilamente a tomar una copa por ahí

C: ¡Ah!, entiendo

B: He dejado de beber, pero de alguna manera el problema con la bebida lo sigo teniendo (ASC 2 )

 

c)En el mismo contexto comunicativo que el ejemplo anterior -situación relativamente formal motivada por un asunto delicado- encontramos la fórmula bueno  como partícula expletiva y retardataria al comienzo de la respuesta a una pregunta complicada o delicada en una situación de entrevista, en detrimento de otras opciones más coloquiales y castizas como pues  (vid. supra):

 

A: ¿No tienes ningún alumno, no sé..., especialmente descontento?

B: Bueno, hay... hay chicos que suspenden (...) tengo un par de alumnos bastante conflictivos, pero... no serías capaces de hacer algo así (ASC 4 )

 

d)Finalmente, cuando un subordinado ha de dar una respuesta despreferida a su jefe (en este caso, que no ha podido localizar a los que robaron el coche a su jefa), emplea la muletilla bueno  con el carácter retardatario y atenuador que antes hemos advertido en las respuestas a preguntas delicadas:

 

A: Venga, dime qué has averiguado

B: Bueno, después de mucha investigación he puesto a unos colegas sobre la pista

A: ¿Y...?

B: Y nada (PS 9 )

 

4.3. Anglicismos pragmáticos recurrentes en contextos plenamente coloquiales: cambio lingüístico en curso.

 

De los pocos anglicismos pragmáticos registrados en los contextos plenamente coloquiales de estas telecomedias, algunos presentan una cierta frecuencia de uso y se manifiestan de manera recurrente. En la medida en que todos ellos ya eran frecuentes en nuestro corpus del primer estadio de extensión de los hábitos anglicados, podemos concluir que estamos ante casos de cambio lingüístico en curso[13]. Y este cambio lingüístico no sólo afecta al conocimiento pasivo de la lengua, como advertía Estrany (1970), ya que en este caso no estamos analizando un corpus de doblajes, de textos traducidos en suma, sino de textos que imitan el español hablado en su variedad coloquial[14]. Por tanto, la elevada frecuencia de estos hábitos comunicativos anglicados que ahora estudiaremos parece ser un reflejo de los usos reales de los hispanohablantes de hoy en día.

1.El más frecuente de estos anglicismos pragmáticos es el empleo de ¿sí?  como fórmula fática para contestar a una llamada telefónica:

 

A: Déjame, que es Pilar. ¿? (PS 3 )

 

B: ¿?

C: Jesús, soy Ali. Quiero saber qué novela escribiste primero (PS 3 )

 

A: Doctor, le llama el señor Martínez

B: Ehhh, dígale que estoy reunido... No, pasémela. ¿? Hombre, claro, y dígame si ha encontrado el jugador que falta (PS 4 )

 

E: ¿? Hola, Pilar. Pues acaba de salir (PS 7 )

 

A: ¿? ¡Pero Clara, cómo me- ! Es que no estoy sola (PS 8 )

 

C: ¿? Sí, sí, pasámelo. ¿Qué pasa, chavalote? ¿Como estás? (ASC 4 )

 

C: ¿? Dile que mañana a las cinco (ASC 4 )

 

A: ¿? Sí, ahora se pone (SV 2 )

 

A: ¿? Es Nuria (ESA 3 )

 

A: ¡Cómo se puede llamar a estas horas! ¿? Sí, soy yo (ESA 1 )

 

C: ¡Oye, el teléfono, Carlos! ¿? Hola, Paulita, cariño (ESA 2 )

 

A: ¿? ¡Mami! ¿Qué tal por Benidorm? ¡Qué sorpresa! (ESA 1 )

 

D: ¿? ¿? ¿No te oigo?

E: Que el padre de Pablo no me deja ver los dibujos (CPS 2 )

 

Como vimos en §3.2.1 se trata de un calco del inglés yes?, pronunciado de forma prolongada e insegura como fórmula fática para establecer una conversación telefónica tras haber descolgado el auricular. Este uso, muy difundido en español e italiano (y quizá en otras lenguas europeas), ha desplazado parcialmente a la fórmula tradicional, diga/dígame, más recia y firme, ya que en ella se combinaban la función fática (establecimiento del canal) y la función apelativa (dirigirse al interlocutor, para conocer su identidad). Lo curioso es que esta coexistencia lleva camino de convertirse en una especialización semántica[15]: en efecto, un tercio de los ejemplos con ¿sí?  que hemos registrado en el corpus de telecomedias presentan ambas fórmulas a la vez, de manera que ¿sí?  aparece en primer lugar con función fática y a continuación tenemos diga  como remate que sirve para asegurar la función apelativa:

 

B: ¿? Dígame. ¡Ah! mamá, soy Mamen. ¿Con él? Sí, ahora te lo paso. Es mi madre, quiere hablar contigo (PS 1 )

 

A: ¿? Dígame, sí, sí, soy yo (PS 5 )

 

A: ¿? Diga. ¡Hombre, César! ¿qué tal? (PS 6 )

 

D: Oye, ya lo cojo yo. ¿? Diga. Paula, hola, mira, es que estábamos bajando ya (ESA 2 )

 

A: ¿? ¡Ah! Dime, Perico (CL 1 )

 

Como ejemplo más palamario de esta especialización semántica entre ¿sí?  y diga tenemos este fragmento en el que se ponen al aparato dos personas. La que descuelga el auricular, B, emplea la formula fática ¿sí? para establecer el contacto y seguidamente la fórmula apelativa diga  para conocer la identididad de su interlocutor. Una vez conocida esa identidad (se trata de Amparo, madre de B), la otra interlocutora C sólo necesita emplear la fórmula fática ¿sí?  para establecer de nuevo el contacto, ya que el empleo de una señal apelativa resultaría redundante.

 

B: ¿? Dígame. ¡Ah! mamá, soy Mamen. ¿Con él? Sí, ahora te lo paso. Es mi madre, quiere hablar contigo [le pasa el teléfono a C]

C: ¿, Amparo? ¡Hola!, ¿qué tal estás? (PS 1 )

 

2.El empleo de por favor  (< please) como fórmula de cortesía es un anglicismo de frecuencia tan antiguo y generalizado que resulta innecesario localizarlo en los diálogos de las telecomedias. Por ello, al igual que hicimos en el primer estadio (cf. §3.3.2), nos hemos limitado a registrar su empleo antepuesto al imperativo, contexto distribucional en el que se siente con mayor fuerza el modelo inglés, ya que en español se suele colocar postpuesto al imperativo, al menos en estilos de habla menos formales:

 

A: Willy, por favor, cállate (PS 1 )

 

G: Por favor, Julia, deja de joderme (PS 7 )

 

B: Sole, por favor, dame la receta (SV 4 )

 

A: David, por favor, hazme caso. Son unos expertos (SV 4 )

 

3.Otro anglicismo pragmático recurrente es la interjección guau, adaptación fonética de wow  (cf. §3.7). Aunque no es excesivamente frecuente, presenta los mismos condicionantes de uso que habíamos advertido en los doblajes (primer estadio): presenta un matiz semántico de alegría y sorpresa positiva y es exclusivo del habla de los jóvenes o de personas que quieren aproximarse a este lenguaje.

a)En las serie Al salir de clase  refleja el habla de jóvenes especialmente americanizados y el tono general del pasaje revela una cierta artificialidad:

 

A: Tengo una doble cita con dos preciosidades, ¡guau!

B: ¿Dos preciosidades para ti solo? Estás que te sales, Terminator (ASC 1 )

 

b)En la serie Siete vidas  refleja más bien el ambiente americanizado que envuelve la serie así como la falta de madurez psicológica de unos treintañeros que aún creen estar en la adolescencia:

 

A: Mira lo que te he comprado

B: ¡Guau! (SV 1 )

 

c)En este fragmento de Periodistas, ¡guau! es empleado por un adulto (que curiosamente ha estado varios años de corresponsal en Nueva York) para elogiar a su hija:

 

E: ¡Hola! ¿Hay alguien en casa?

F: Yo

E: ¡Guau, estás preciosa! Y, ¿con quién vas a salir? (PS 7 )

 

4.Sorprende más la frecuencia de uso de la interjección inglesa hey  con valor apelativo, ya que esta interjección estaba completamente ausente de nuestro corpus de doblajes (primer estadio), siendo sustituida sistemáticamente por ¡eh!, ¡oye! ¡hola! [16]. Rodríguez y Lillo (1998, s.v.) lo definen como “voz empleada para llamar la atención de alguien” y podemos añadir su predominio -como es habitual en el caso de los anglicismos- entre hablantes jóvenes. Este valor puramente apelativo lo constatamos en algunos ejemplos de este segundo estadio de nuestro corpus:

 

D: Hey, hola Ali, ¿qué tal? Oye, vaya articulazo que te has marcado (PS 9 )

 

A: ¡Hey, qué bien os lo estáis pasando! (ASC 3 )

 

A: Hey, Carlota, ¿tú te has fijado últimamente en mi madre? (SV 4 )

 

A: Hey, chicos, me sobran dos entradas para ver un espectáculo de magia...brutal

B: ¿En “La Caverna”?

A: ¡Bingo! El primero que diga ya se las lleva (CPS 1 )

 

Sin embargo, también hemos registrado casos en los que hey, combinado con el estimulante conversacional venga,  tiene un valor algo más complejo -el de animar al interlocutor- sin perder por ello su función básica apelativa:

 

B: Oye, vosotros creeís que van a llegar a un acuerdo; si llevan horas ahí metidos

C: Pues cuando veo a mi padre ahí metido, porque con mi madre se llevó la peor parte

D: Hey, hey, venga, venga, arriba, arriba, que estáis desanimados (PS 8 )

 

A: ¿No tienes ningún alumno, no sé..., especialmente descontento?

B: Bueno, hay... hay chicos que suspenden (...) tengo un par de alumnos bastante conflictivos, pero... no serías capaces de hacer algo así

A: Los chicos son muy imprevisibles

B: Lo sé [solloza]

A: Hey, venga

B: Está visto que no puedo tener un momento de tranquilidad (ASC 4 )

 

4.4.Anglicismos pragmáticos esporádicos.

 

En nuestro corpus de telecomedias españolas también hemos registrado otros anglicismos pragmáticos. Ahora bien, consideramos que estos anglicismos no son representativos de la influencia discursiva y cultural angloamericana en este segundo estadio por una doble razon: porque son de uso muy esporádico en las telecomedias analizadas y, más aún, porque también eran de uso poco frecuente en nuestro propio corpus de doblajes (primer estadio de difusión de estos hábitos anglicados).

1.Así, dispara, calco de fire away, como marcador de cambio de turno que imita el ágil y belicoso diálogo coloquial norteamericano sólo aparecía en una ocasión en nuestro corpus de doblajes (cf. §3.2.4) y sólo lo hace una vez en nuestro corpus de telecomedias[17]. Ahora bien, aparece en la misma situación comunicativa y con los mismos rasgos pragmáticos: un hablante A cede el turno al interlocutor B y se compromete a escuchar con atención alguna petición, pregunta o asunto delicado que le quiere plantear B; además, B, marca el carácter delicado de la situación mediante una serie de recursos paralingüísticos y gestuales (carraspeo, mirada baja, etc.):

 

A: Ponme dos cafés solos

B: Uno con leche

A: Eso, uno con leche [mira a B, que le quiere decir algo] Bueno, dispara

B: Mira, es por lo del bebé (PS 2 )

 

2.La fórmula de agradecimiento te debo una  sólo aparecía dos veces en nuestro corpus de doblajes (cf. §3.3.3) , mientras que en este segundo estadio sólo se registra en una ocasión[18]. Además, recordemos, no es muy diferente de la fórmula tradicional castellana te la debo:

 

A: Te doy las gracias por hablar con Isabel. Ella te considera como un hermano mayor. Oye, gracias, eh, Juanito. Te debo una (PS 3 )

 

3.Aunque también es esporádica, resulta representativa de una clara infiltración cultural la fórmula de felicitación de cumpleaños feliz, con el correspondiente acompañamiento musical. En efecto, si esta fórmula tiene una escasa frecuencia de aparición en nuestro corpus de doblajes (cf. §3.3.4) y en nuestro corpus de telecomedias -una vez en cada estadio- es por la dificultad de que se presente en situaciones comunicativas elegidas al azar. Pero creemos firmemente que, de analizar todas las situaciones de fiestas de cumpleaños (en películas y seriales doblados y originales en español), esta fórmula anglicada sería mucho más frecuente que sus equivalentes castellanos:

 

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz (SV 3 )

 

4.Ciertas fórmulas anglicadas que desempeñan una doble función pragmática, la de réplicas con valor de acuerdo y con cierto carácter de cierre discursivo, se presentan también en nuestro corpus de telecomedias de manera esporádica. Se trata de la interjección okey  (< okay, O.K) y del calco correcto  (< all right).

a)En el caso de okey, contrasta levemente su nula frecuencia en nuestro corpus de doblajes (ya que en éstos se intenta evitar escrupulosamente la presencia de anglicismos pragmáticos por importación) con su aparición esporádica en este segundo estadio. Además, el ejemplo no es muy significativo y revela una clara "elaboración" estilística que lo hace poco verosímil en el registro coloquial, ya que está en boca de un joven que acumula varias de estas fórmulas de acuerdo con matiz de cierre discursivo, como las tradicionales bueno, sí  (a las que se suman venga  y vale  en las intervenciones sucesivas) y la jergal dabuti  [19]:

 

D: Esta noche al terminar nos vemos en tu casa para ensayar, ¿vale?

E: ¿En tu casa?

D: Sí, así estaremos más tranquilos, ¿no?

E: Bueno, sí, dabuti, okey

D: Venga

E: Vale (ESA 2 )

 

b)El caso del calco correcto  (< all right) sí es plenamente representativo de una situación que esperábamos encontrar con mayor frecuencia en este segundo estadio de extensión de los hábitos anglicados: sería el caso de anglicismos pragmáticos muy frecuentes en los doblajes que, ahora, en textos orales pensados originalmente en español, siguen apareciendo, pero con una frecuencia bastante menor. En efecto, correcto  era una fórmula de acuerdo con matiz de cierre discursivo muy habitual en nuestro corpus de doblajes, bien como calco de [all] right  o como calco de [that´s] correct. Además, el contexto del pasaje encontrado no disuena tanto en el uso castellano, ya que se sitúa en el ámbito del lenguaje de la enseñanza, donde correcto  como fórmula de acuerdo para marcar que la respuesta es válida tiene bastante vigencia desde la renovación pedagógica de los años setenta (y continúa con los juegos interactivos para ordenador).

 

A: ¿Quién es este animal?

B: La oveja Dolly

C: Correcto (CPS 2 )

 

Frente a estos usos esporádicos de okey  y correcto, podemos oponer la amplísima frecuencia de aparición de sus equivalentes castellanos[20]: bueno, sí, de acuerdo  y, en especial, dos fórmulas que se emplearon como fuerza de choque contra el inicial empuje de okey  (seguramente motivado por los doblajes centroamericanos): el antiguo y desgastado vale  y el reciente venga [21].

5.También hemos registrado en nuestro corpus de telecomedias una de las nuevas interjecciones que el inglés norteamericano está exportando a los demás países como índice de su influencia "cultural". Se trata de ¡bingo!, empleada en posición inicial de la intervención de un interlocutor para indicar un golpe de suerte o el acierto o éxito repentino en alguna actividad. Aunque esta interjección tenía cierta frecuencia de aparición en nuestro corpus de doblajes (cf. §3.7), su reciente introducción en castellano justifica que se presente de forma esporádica en este segundo estadio, poniendo de manifiesto la lentitud de este proceso de difusión de anglicismos pragmáticos. Ahora bien, este empleo esporádico, por parte de un joven de hábitos lingüísticos fuertemente americanizados (como se deduce de estas dos breves intervenciones transcritas), mantiene los rasgos semánticos y pragmáticos del modelo angloamericano, ya que aparece en posición inicial de la intervención del hablante A para indicar el acierto en la respuesta de su interlocutor B:

 

A: Hey, chicos, me sobran dos entradas para ver un espectáculo de magia...brutal

B: ¿En “La Caverna”?

A: ¡Bingo! El primero que diga ya se las lleva (CPS 1 )

 

4.5.Preferencia por expresiones tradicionales castellanas.

 

La muestra más contundente de la escasa penetración de hábitos pragmáticos anglicados en este segundo estadio de su difusión en español no es su restricción a ciertas variedades formales (cf. §4.2), su concentración en unos pocos casos s recurrentes (cf. §4.3) y la mera aparición esporádica o testimonial de los restantes (cf. §4.4), sino la clara preferencia de los guionistas que tratan de imitar el uso hablado cotidiano por los equivalentes castellanos de estos anglicismos pragmáticos. En efecto, aunque resulta difícil hacer un seguimiento detallado de estos equivalentes castellanos, el corpus registrado demuestra que muchos de estos hábitos pragmáticos anglicados se hallan todavía acantonados en lo que A de Miguel (1985:205) denomina “esa circunstacia del castellano que hablan vicariamente los actores en la ficción cinematográfica” y todavía no se han extendido a los usos lingüísticos cotidianos, ni siquiera en este estadio intermedio que es la imitación del español hablado en las telecomedias.

1.Ya hemos mencionado en el apartado anterior el escaso empleo de okey  como fórmula de réplica con valor de acuerdo y con cierto carácter de cierre discursivo, en beneficio de una amplia serie de equivalentes castellanos: unos más tradicionales (de acuerdo, bueno, sí ), otros más recientes, surgidos precisamente para cerrar el paso a okey  en los doblajes de películas y seriales norteamericanos (vale, venga), e incluso otros fuertemente marcados socialmente (el argótico dabuti).

2.Más significativo es el caso de un anglicismo pragmático frecuente en nuestro corpus de doblajes que es sistemáticamente sustituido por uno de sus equivalentes castellanos en este segundo estadio: se trata de olvídalo, calco literal del inglés forget it!  como fórmula de cierre de diálogo o postposición de un argumento (cf. §3.2.5). En contextos discursivos análogos a los examinados en el corpus de doblajes -un interlocutor A en situación privilegiada (porque B le está pidiendo disculpas, dando explicaciones o inmiscuyéndose en asuntos privados de A) prefiere no seguir con la discusión y emplea este mecanismo de cierre con un leve carácter atenuador- las telecomedias españolas presentan de manera generalizada el equivalente castellano déjalo  (sugerido por Carbonell Basset, 1995, s.v.forget) y, en alguna ocasión, nada  (propuesto por Estrany, 1970:203):

 

A: ¿Una prueba genética? ¿De qué me estás hablando?

B: De nada, Blas, déjalo, déjalo (PS 10 )

 

C: Soy periodista del Crónica  y... y bueno, estoy preparando un reportaje sobre las agencias matrimoniales, y estoy quedando con las chicas de las agencias

D: Mira, si no te gusto, no tienes que inventarte ninguna historia, ¿eh? Con decírmelo, ya vale

C: Hombre, mujer, que no es eso, déjame que te lo explique

D: No tienes nada que explicar, ya me han dado todo tipo de excusas

C: Oye, siento mucho que...

D: Déjalo. Mira, no es la primera vez que me ocurre algo así. Lo que pasa es que no te acostumbras nunca (PS 7 )

 

A: Sí, pero es que me sacó de quicio. Luego lo arreglo

B: No, déjalo. Ya hablaré yo con él

C: Anita

B: ¿Qué?

C: Nada, déjalo (ESA 2 )

 

B: Ana, ¿por qué tus hijos pasan de mí?

C: ¿Eh?

B: Déjalo (ESA 1 )

 

3.Habíamos registrado en algún pasaje correspondiente a variedades más formales -en concreto, los discursos o conferencias propios del estilo oral expositivo no dialógico (cf. §4.2) la fórmula de cierre anglicada eso es todo  (< that´s all). En cambio, en situaciones comunicativas más informales -predominantes en las telecomedias- no suele emplearse eso es todo, sino otras fórmulas de cierre, más rotundas unas y más fáticas otras. En este sentido, hemos comprobado la vitalidad en español de las fórmulas de cierre de tipo paratáctico introducidas por la copulativa y  con valor de cierre de enumeración (y ya está, y punto) en detrimento de las formas yuxtapuestas de sabor anglicado también estudiadas en §3.2.5 (eso es todo, fin de la historia, dame un respiro ):

 

C: Lo único que puedo hacer es engordar cuatro kilos de aquí a mañana

D: Pues a lo mejor, si se pone a dos manos...

C: Mamen, los próximos nueve meses de mi vida dependen de la revisión médica de mañana. Así que si tengo que engordar cuatro kilos, pues engordo cuatro kilos y ya está, y punto (PS 11 )

 

A: Anda, que me parece a mí que lo vuestro va a durar poco. ¡Vosotros dos en una misma casa!

B: ¡Eh!, ¡a ver qué pasa!, que esto no es ningún matrimonio; simplemente vamos a vivir juntos en el mismo piso, y punto (CPS 3 )

 

C: La conferencia la doy yo, y punto (CPS 3 )

 

4.Por último, hemos registrado algunos ejemplos aislados de fórmulas tradicionales españolas que mantienen su vigencia de uso ante la presión de modelos pragmáticos anglicados que habíamos documentado en el primer estadio. Así, en lugar de la fórmula de negación reforzada ¡oh no!  (cf.  §3.4.2), del enfatizador jodido  como calco de fucking  (cf. §3.5.1) y de la fórmula de réplica con valoración positiva genial  como calco cómodo de great  (cf. §3.2.3), hemos encontrado los equivalentes tradicionales castellanos ¡qué va!, maldito  y fantástico:

 

A: ¿Qué? ¿cómo llevas el informe?

B: Mal, Luis, muy mal; vamos, que no lo llevo

A: ¿Eh? Joder, Laura, a ti también te incumbe todo esto

B: ¿El qué? ¿Lo de Pilar y el dentista? No, ¡qué va! Mira, Luis, estoy intentando no pensar en ello, tengo que acabar este maldito informe (PS 9 )

 

A: En algún momento determinado preguntará por su padre ¿Qué vas a hacer?

B: Decirle la verdad: que mi padre ha muerto

A: ¡Fantástico! ¿Y sabes cómo va a reaccionar? (CN 1 )

 

4.6. Conclusiones generales de este segundo estadio.

 

Así pues, nuestro segundo estadio -los guiones originales en español de telecomedias en las que se imita, en general, el español hablado cotidiano- presenta en general una densidad mucho menor de anglicismos pragmáticos, como era de esperar. Ahora bien, el corpus analizado revela -sin contradecir este elemenbto cuantitativo básico- una serie de condicionamientos dignos de mención, relativos a variedades discursivas, variables sociales y generacionales, mecanismos de interferencia (calco o importación) y reflejo de las preferencias reales de los hispanohablantes:

1.En primer lugar, debemos insistir en la escasa densidad de aparición de estos anglicismos pragmáticos: con un material similar en extensión al del primer estadio (en el caso de las telecomedias, 27 programas con un total de 20 horas de duración) sólo hemos encontrado la mitad de anglicismos pragmáticos, distribuidos en los siguientes grupos de frecuencia comparativa con el primer estadio:

a)Sólo algunos casos muy concretos -reveladores de un cambio lingüístico en curso que tendremos que confirmar en el tercer estadio (español coloquial)- siguen presentando una elevada frecuencia de aparición: es el caso de ¿sí? como fórmula fática para contestar a una llamada telefónica; el empleo de por favor  como fórmula de cortesía en un contexto sintáctico en el que aparece antepuesto al imperativo; y la interjección guau  (< wow) empleada por hablantes jóvenes con un matiz semántico de alegría y sorpresa positiva.

b)En cambio, algunos anglicismos pragmáticos bastante frecuentes en nuestro corpus de doblajes presentan ahora una escasa incidencia, demostrando la dificultad y lentitud de los hábitos lingüísticos extranjerizantes -por poderosos que sean- para instalarse en las variedades de uso cotidiano de la lengua receptora, e incluso en variedades que -como los guiones de telecomedias- sólo "imitan" este español hablado cotidiano: es el caso de ¡genial!  (< great!), correcto  (< [all]right  o [that´s] correct), ¡olvídalo!  (< forget it!), eso es todo  (< that´s all ), fin de la historia  (< end of [the] story  ), déjeme decirle  (< let me tell you), jodido  (< fucking), damas y caballeros  (< ladies and gentlemen) y éste es X  (< this is X).

c)Por último, hay un residuo de anglicismos pragmáticos esporádicos en nuestro corpus de doblajes y que siguen siendo esporádicos en este estadio: dispara  como marcador de cambio de turno; la fórmula de agradecimiento te debo una ; la fórmula de felicitación de cumpleaños cumpleaños feliz, con el correspondiente acompañamiento musical.

2.Una de las razones básicas de la escasa densidad de aparición de estos anglicismos pragmáticos es la vigencia de las fórmulas castellanas equivalentes y, con frecuencia, tradicionales en dichos contextos comunicativos, lo cual vuelve a demostrar que la penetración de hábitos lingüísticos extranjerizantes en las variedades más cotidianas del idioma no es un fenómeno tan sencillo ni tan rápido como pretenden tanto los anglómanos como los puristas en función de intereses contrapuestos. Así pues, la competencia entre los anglicismos pragmáticos como neologismos y las fórmulas castellanas tradicionales se resuelve en un claro triunfo de estas últimas, de manera que los guionistas tratan de imitar el uso hablado cotidiano echando mano de estas fórmulas castizas. Aunque no hemos podido realizar un seguimiento exhaustivo de estos equivalentes castellanos, hemos documentado la amplia frecuencia de vale, venga, de acuerdo  como fórmulas de réplica con valor de acuerdo y con cierto carácter de cierre discursivo (en detrimento de okey); las fórmulas de cierre de tipo paratáctico introducidas por la copulativa y  con valor de cierre de enumeración (y punto, y ya está) en detrimento de las formas yuxtapuestas de sabor anglicado estudiadas en §3.2.5 (eso es todo, fin de la historia, dame un respiro); las fórmulas déjalo  y nada  como mecanismos de cierre discursivo con un leve carácter atenuador (en detrimento del calco olvídalo, frecuente en los doblajes hasta la época actual);

3.Otra de las particularidades de este segundo estadio, en contraposición al primero, es una mayor apertura hacia los anglicismos pragmáticos por importación morfémica o préstamo integral. Es cierto que la interferencia pragmática suele producirse por calco o sustitución y el mecanismo interlingüístico del préstamo integral o importación[22] sólo es aplicable a campos muy concretos de nuestra amplia clasificación de la interferencia pragmática en §3 (fórmulas de fijación pragmática  como mister, please, bye, bye  e interjecciones como okay, wow, hey, hurra, bingo). Pero no es menos cierto que el esfuerzo consciente y escrupuloso de los traductores audiovisuales por evitar estos anglicismos pragmáticos por importación que revelan cierta incompetencia en su tarea[23]se difumina en textos que han sido pensados en español, sin presión directa de modelos extranjeros. En esta nueva situación, el guionista -a diferencia del traductor- puede servirse de entidades léxicas tomadas directamente de otra lengua para conferir al discurso ciertos valores estilísticos y comunicativos (color local extranjerizante, modernidad, complicidad con ciertos sectores fuertemente extranjerizados como los jóvenes, etc.). Y es esto lo que justifica la aparición, en este segundo estadio, de anglicismos pragmáticos por importación evitados a toda costa en los doblajes (primer estadio): la interjección impropia y fórmula de acuerdo okey; la interjección ¡bingo!, empleada para indicar un golpe de suerte o el acierto o éxito repentino en alguna actividad; la interjección wow  para expresar alegría y sorpresa positiva; la interjección hey  con valor apelativo, para llamar la atención de alguien.

4.En todo caso, la densidad de aparición de los anglicismos pragmáticos en este segundo estadio también está fuertemente condicionada por ciertas variables sociolingüísticas relacionadas con los factores que Gregory y Carroll (1978) atribuyeron a los registros o variedades diafásicas. Así, hemos encontrado una proporción más alta de anglicismos pragmáticos en los escasos pasajes de las telecomedias que correspondían a variedades definidas genéricamente como "no coloquiales", en virtud de su campo técnico (locutores musicales); canal no estrictamente oral (escrito para ser leído en conferencias y discursos); formalidad alta (entrevistas formales, discursos); relación de más poder y menos solidaridad (asignación de tareas de un jefe a sus subordinados); parodia de estos estilos formales no coloquiales; formalidad media, estrategias de cortesía y tenor funcional práctico para resolver algún conflicto (disculparse, pedir un favor, aconsejar, advertir). En efecto, en estos pasajes encontramos anglicismos pragmáticos ausentes de los pasajes propiamente coloquiales de estas mismas telecomedias: es el caso de eso es todo (cierre discursivo), bueno (fórmula retardataria al responder la pregunta de una entrevista), básicamente  (adverbio oracional modalizador del enunciado), damas y caballeros  (fórmula de tratamiento a un auditorio), déjame que te explique  (fórmula de cortesía para justificar una respuesta despreferida), de alguna manera  (recurso de atenuación). Por último, también influyen algunas variables propiamente sociolingüísticas, es decir, relacionadas con las variedades inherentes al usuario: así, el empleo de anglicismos pragmáticos es bastante más consistente en los personajes que representan a la clase alta (profesores, ejecutivos, periodistas)[24] y, sobre todo, a los personajes jóvenes fuertemente influenciados por las modas anglosajonas: a ellos corresponde, casi en exclusiva, el empleo de diversos anglicismos pragmáticos (en especial, las interjecciones consistentes en préstamos integrales del inglés, como okey, wow, hey  y bingo ) con el objeto de intentar conectar más fácilmente con los jóvenes de este país y "adelantarse" a su proceso creciente de americanización.

A nuestro entender, son estas variedades diafásicas de signo formal y diastráticas de signo juvenil, todas ellas vinculadas a una clase social media-alta, las responsables de la introducción de la mayoría de los anglicismos pragmáticos como señal de distinción, cultura, cosmopolitismo y, claro está, cierto esnobismo y anglomanía[25]. Por ello, nuestro análisis del tercer estadio de difusión de estos hábitos anglicados deberá dejar claro si esta relativa abundancia de anglicismos pragmáticos en las telecomedias es realmente representativa de los usos comunicativos del español medio (de cualquier nivel sociocultural) en la conversación cotidiana o, por el contrario, es índice de una artificialidad estilística con propósitos comerciales.

 

5. TERCER ESTADIO DE EXTENSIÓN DE ESTOS HÁBITOS ANGLICADOS: EL ESPAÑOL COLOQUIAL.

 

5.1. Justificación del corpus y consideraciones metodológicas.

 

Como expusimos en §2.2, este tercer estadio se refiere al conocimiento activo o uso real de estos modelos anglicados por parte de los hispanohablantes peninsulares en sus interacciones comunicativas cotidianas. El análisis de los anglicismos pragmáticos en una variedad del español teóricamente tan alejada de la influencia discursiva angloamericana sólo ha sido posible gracias al amplio banco de datos de conversaciones coloquiales (grabaciones semidirigidas y secretas) de que dispone el grupo de investigación Val.Es.Co de la Universitat de València, dirigido por el profesor Antonio Briz[26]. No obstante, para que no se sintiera de forma tan acusada el desajuste con el segundo estadio (telecomedias), también hemos analizado algunos programas televisivos basados en el procedimiento de "objetivo indiscreto" (análogo a las grabaciones "secretas" del grupo Val.Es.Co), como es el caso de Inocente, Inocente, ya que en este programa participan hablantes cultos y personajes del mundo del espectáculo más influidos por los hábitos comunicativos anglicados, incluso en su interacción comunicativa cotidiana y espontánea[27].

En todo caso, lo importante es que en estos dos corpora de lenguaje hablado se cumplen los rasgos atribuido al registro coloquial y, más aún, a la conversación coloquial como manifestación genuina de este registro coloquial, tal como señala Payrató (1992:145) siguiendo la teoría sistémica y el trabajo de Gregory y Carroll (1978): campo cotidiano, modo oral espontáneo, tenor interpersonal o tono informal, tenor funcional interactivo. Por su parte, en los trabajos del grupo Val.Es.Co, Briz et al  (1995:25-37) y Briz (1998:40-43) reelaboran y amplían estos rasgos básicos: temática no especializada; interlocución en presencia; inmediatez (carácter no diferido); tono informal; finalidad comunicativa socializadora; dinamismo conversacional (tensión dialógica y desarrollo más allá de pares mínimos y rituales); toma de turno no predeterminada; retroalimentación (vuelta atrás en la conversación y conducta cooperativa); relación de igualdad entre los interlocutores (menos poder y más solidaridad en términos de Brown y Gilman, 1960); relación vivencial de proximidad.

Por otra parte, la transcripción de este corpus sigue los signos y convenciones señalados por Briz et al  (1995:39-48), ligeramente revisados posteriormente en Briz (1998:13-17):

 

:                   Turno de palabra.

A:                 Turno de palabra de un hablante identificado como A.

§                  Sucesión inmediata entre dos emisiones de distintoshablantes.

=                  Mantenimiento del turno de un participante en un solapamiento.

[                   Lugar donde se inicia un solapamiento o superposición.

]                   Final del habla simultánea.

-                   Reinicios y autointerrupciones sin pausa.

/                  Pausa corta, inferior al medio segundo.

//                   Pausa entre medio segundo y un segundo.

///              Pausa de un segundo o más.

(5´´)               Silencio (lapso o intervalo ) de 5 segundos.

¯                  Entonación descendente.

­                  Entonación ascendente.

®                   Entonación mantenida o suspendida.

EN COCHE      Pronunciación marcada o enfática.

((     ))              Fragmento indescifrable.

((siempre))      Transcripción dudosa.

((...))              Interrupciones de la grabación o de la transcripción.

(en)tonces      Reconstrucción de una unidad léxica que se ha pronunciado incompleta.

°(     )°                Fragmento pronunciado en un tono de voz más bajo, próximo al susurro.

h                  Aspiración de la "s" implosiva.

(RISAS)       Cuando aparecen al margen de los enunciados. Si acompañan a lo dicho, se                                         transcribe el enunciado y en nota a pie se indica "entre risas".

aaa              Alargamientos vocálicos.

n n                Alargamientos consonánticos.

¿¡   !?                Preguntas o exclamaciones retóricas.

¿       ?              Interrogaciones,

¡       !               Exclamaciones.

Letra cursiva   Estilo directo conversacional y discurso repetido

Notas a pie   Anotaciones pragmáticas sobre las circunstancias de la enunciación.

 

No obstante, hemos practicado dos leves variaciones sobre este modelo de transcripción:

a)Se han reducido los signos correspondientes a la entonación, aunque hemos mantenido los signos de entonación suspendida (®) porque pueden ser relevantes para el análisis de determinados anglicismos.

b)A la hora de transcribir los anglicismos pragmáticos por importación morfémica  o préstamos integrales, hemos decidido respetar en la transcripción la forma original del anglicismo, en lugar de la transcripción fonética que practica el grupo Val.es.co[28], con el objeto de que estos anglicismos integrales sean fácilmente identificables: así hemos transcrito please  y no plis.

Por último, también hemos seguido la forma de indicar la procedencia de la conversación mediante un código que aparece entre cochetes al final de cada ejemplo: Este código marca los siguientes datos: el investigador (letra), el número de la cinta (de la 1 a la 255), tal como figura en nuestro archivo (número) y la conversación seleccionada de esa cinta (letra y número que marcan la cara y orden de la conversación en esa cinta). Así, [OM 96 A.1] indica que se trata de una conversación de la cinta número 96 de nuestro corpus, en concreto de la primera conversación de la casa A (=A.1).

 

5.2. Breve balance previo respecto al tercer estadio.

 

El corpus obtenido en este estadio no ofrece apenas problemas de análisis y corrobora plenamente nuestras expectativas, por lo cual nos permite realizar un balance previo al análisis.

La idea más notable es que en la conversación coloquial se acentúan algunas de las tendencias observadas en el segundo estadio de nuestro estudio de los anglicismos pragmáticos, lo cual demuestra que, si bien el español hablado en las telecomedias es una recreación o imitación del verdadero lenguaje coloquial, no se aparta totalmente de él y presenta una serie de rasgos comunes.

Esas tendencias que ahora se acentúan son la baja frecuencia de anglicismos pragmáticos, la presencia de anglicismos pragmáticos por importación morfémica (es decir, préstamos integrales y no calcos o traducciones) y el claro triunfo de los equivalentes castellanos. A cada una de estas tendencias dedicaremos los siguientes apartados que constituyen el análisis de este tercer estadio de penetración y difusión de los hábitos anglicados.

 

5.3. Escasa presencia de anglicismos pragmáticos.

 

En efecto, hemos registrado una bajísima frecuencia de aparición de anglicismos pragmáticos, ya que la conversación coloquial se halla bastante lejos de las variedades idiomáticas que sufren la presión directa de los modelos anglosajones (lenguajes técnicos, prensa, televisión). Además, en la conversación coloquial ya no encontramos la diversidad diafásica registrada en las telecomedias, donde los pasajes en los que se empleaba un registro algo más formal (discursos, conferencias, entrevistas) por diversas causas (temas técnicos, personajes de nivel sociocultural alto, profesionales fuertemente influidos por modelos anglicados) presentaban una densidad de anglicismos pragmáticos comparativamente más elevada.

Ahora bien, aunque el corpus de anglicismos pragmáticos registrados en este segundo estadio es muy exiguo, podemos extraer algunas conclusiones relativas a la penetración casi inconsciente de hábitos comunicativos de sabor anglicado en algunos tipos de secuencias discursivas.

1.Así, en la conversación coloquial abundan las secuencias argumentativas. En ellas, aun cuando la tensión dialógica, la toma de turno no predeterminada y la espontaneidad siguen siendo dominantes, se aprecia un intento por dotar al discurso de cierta formalidad. En este contexto, encontramos pasajes en los que un hablante A plantea -a modo de argumento- una pregunta complicada o delicada a otro hablante B, el cual se sirve de la misma estrategia comunicativa observada en el primer y segundo estadios de nuestro trabajo en una situación mucho más formal, la de entrevista (cf. §3.2.2 y §4.2): la forma bueno  como partícula expletiva, retardataria y atenuadora al comienzo de respuestas a preguntas delicadas o comprometidas. En el lenguaje coloquial, este uso de bueno  -atribuido a influencia anglosajona[29]- se da con cierta frecuencia y cumple con eficacia su función retardataria y expletiva en las secuencias argumentativas: con bueno  el interlocutor intenta ganar tiempo y atenuar (es decir, "quitarle fuerza) un argumento contundente de su "rival". También debemos señalar dos matizaciones con relación a los ejemplos concretos que presentaremos:

a)En el último ejemplo, de [AA 81 A.1], sí se trata de la reproducción ficticia de un personaje famoso en televisión y además corresponde perfectamente a un discurso argumentativo de tipo político.

b)En algunos casos -ejemplos segundo y tercero- no se trata de una secuencia argumentativa en estado puro, sino más bien de matizaciones y correcciones a una aseveración previa, por lo cual bueno  adquiere también un valor reformulador.

c)También destaca la frecuente combinación con pues, fórmula que algunos autores (como Vigara Tauste, 1980:70-78) han considerado equivalente más castizo y natural en estos contextos comunicativos.

 

E: yo qué sé® a mí me parece muy bien que la gente sea muy liberal® pero yo no tengo- yo necesito- o sea por ejemplo ella decía// no sé cómo decirte® me estaba diciendo// que es muy normal que tú to(d)as las noches me vaya de fiesta­// y bueno pues conoces a un tío® y te mola pues ¿por qué no te vas a enrollar con él? ¿y por qué no? rollo y marcha tal y cual¾y yo decía bueno pues®/ pues no/ no porque yo no sea liberal ni acepte eso¿ sino que acepto que te enrolles con un tío® pero no así

[L 15 A.2]

 

E: ¿dónde lleva las indicaciones? para que veas °(más o menos para qué es)°/// (2'') ¿¡qué te iba a decir!? mira[30]/ astenias síquicas y sicorgánicas ((fractura)) de la memoria¯ de la atención originaria y crónica¯ meopatías consecutivas de uso en actividades ((muy violentas))// esto no es para la astenia/ sino el decaimiento// y es que mira para lo que es/// ¡ay! espera// está considerada// no

L: hipocondria ((  )) ¿no?

E: bueno yo- yo lo que tuve era un cuadro depresivo endógeno °(o algo así)°/ y las vitaminas ya me las tomée yy/ estoy superbién

[L 15 A.2]

 

A: ¿tu foto en compact  y todo?

D: fuimos a grabarlo a Benidorm

B: sí/ pero o sea/ es una obra en serio [y todo]

A:             [¡ah!] ¿la voz es vuestra y todo? ¿no es play-back?

D: bueno/ en la obra sí es play-back

B: ya/ pero las voces son vuestras

[GG 153 A1]

 

T: al día siguiente/ en Televisión Española/ y bueno en el espacio ése que salía todos los días dedicao a las elecciones  (...) han salido muchos famosos que se han decantao por un partido u otro ® zas/ Miguel Bosé/ pero no Miguel Bosé cogido en mitad de la calle y ¿a usted qué le parece? / Miguel Bosé en su casa/ preparao/ allí/ con un mitin® dispuesto/ largando a favor del psoe/ bueno® pues® porque claro® (...) fue muy fuerte que saliera en Televisión Española y en el Telediario

[AA 81 A1+B1]

 

2.Uno de los anglicismos pragmáticos más frecuentes (uso) y con mayor productividad (extensión a nuevos ámbitos comunicativos) en español es la fórmula ¿sí?  como rutina discursiva de carácter fático y apelativo al contestar una llamada telefónica (o de cualquier otro aparato de comunicación no presencial). Sin embargo, la elevada frecuencia de uso que habíamos constatado en los dos primeros estadios (cf. §3.2.1 y §.4.3), reveladora de un cambio lingüístico en curso, no se da en nuestro corpus de lenguaje coloquial, donde sólo se presenta una vez.

 

G: pero eso- eso son lógico tía eso es®

E: [31] ¿síi? ¿quién? ¿y qué?/// pero date prisa ¿no?/ venga[32]

G: ¿qué pasa que aún no ha salido?

[L 15 A.2]

 

Sin duda, la baja frecuencia de uso se debe a la dificultad -al menos en nuestras grabaciones del período 1990-1993 anteriores a la eclosión de los teléfonos móviles- de que en medio conversación cotidiana suene el teléfono y se oiga con nitidez a la persona que habla (ya que ésta hablará en tono bajo o se desplazará a otra habitación). Ahora bien, al igual que argumentamos con relación a la fórmula de felicitación cumpleaños feliz  en §4.4- pensamos firmemente que, de poder analizar un amplio número de situaciones de respuesta a una llamada telefónica, la fórmula anglicada de signo fático ¿sí?  sería la habitual, aunque combinada con frecuencia con la fórmula apelativa castellana diga, según pudimos comprobar en nuestro análisis de las telecomedias (cf. §.4.3).

3.También hemos documentado un caso de la fórmula presentativa anglicada éste es X, cuya amplia frecuencia de uso en el corpus de doblajes (§3.6) justificamos por la comodidad en la traducción y la brevedad que facilitaba la necesaria sincronización visual del doblaje. Sin embargo, esta elevada frecuencia de uso en el primer estadio, indicadora de un incipiente cambio lingüístico en curso, no se confirma debido a su total ausencia en el segundo estadio (telecomedias) y su presencia esporádica en el tercero (conversación coloquial), donde coexiste con la fórmula tradicional castellana te presento a X, también documentada:

 

A: ésta es la que está estudiando ((contigo))

B: ésta es mi vecina

E: soy yo

B: pasa¯ Elena¯ pasa

[RB 37 B.1]

 

A: te presento a Javier Inglés/ que es representante de marketing exterior de Alvaro Gómez

[INN 28-12-93]

 

4.La frecuencia de uso del latiguillo anglicado con valor atenuador de alguna manera  (< somehow), en cambio, no sólo se da en el primer estadio (§3.5.2) sino que se extiende al segundo, las telecomedias (§4.2), lo cual refuerza su condición de cambio lingüístico en curso. Ahora bien, en las telecomedias disminuye su frecuencia y está estrechamente vinculado a variedades formales (empleado por profesores). En efecto, su condición de latiguillo semiculto, propio de periodistas, políticos y famosos[33], se hace evidente en este tercer estadio, ya que sólo aparece una vez, y no en las conversaciones coloquiales más genuinas, sino en las grabaciones de Inocente, inocente, precisamente en una intervención cuya espontaneidad es dudosa:

 

C: yo he venido antes porque soy un fan tuyo de toda la vida/ y yo soy de los que se han mama(d)o el Hotel de las mil y una estrellas / de alguna manera siempre he sido un fan tuyo

[INN 14-5-94]

 

5.Otro anglicismo esporádico, no documentado en los estadios anteriores, es el latiguillo entre otras cosas, utilizado con excesiva frecuencia para traducir la fórmula inglesa among other things, según denuncia G.Vázquez-Ayora (1977:114-115):

 

A: pero ¿qué eran? ¿detectives? ¿policías?

B: no/ trabajaban para un mafioso// entre otras cosas son los que van matando a todos los que le hacen algo al mafioso

A: los matones/ vamos/// pero ¿ambientada en esta época?

C: sí

[AC 142 A1+B1]

 

6.Finalmente, entrando en el proceloso mar de los anglicismos pragmáticos dudosos, analizaremos dos ocurrencias de la fórmula ¡seguro!, que en §3.4.2 habíamos estudiado como recurso anglicado para expresar una afirmación enfática, uso al parecer introducido por los doblajes centroamericanos del "español neutro" en los años sesenta[34]. Señalan los autores consultados que la fórmula tradicional castellana para expresar una afirmación enfática es ¡claro!  (podríamos añadir la formas ¡claro que sí!  y ¡por supuesto!), aunque no aciertan a ofrecernos ejemplos claros del uso hablado real. Ya hemos comprobado la ausencia de esta fórmula anglicada en los doblajes peninsulares actuales (§3.4.2) y en las telecomedias, pero sorprende la relativa frecuencia de ¡seguro!  (no siempre con entonación exclamativa) en nuestro corpus de conversaciones coloquiales. A nuestro entender, estos usos no se pueden interpretar como anglicismo, pero sirven para advertir que los "cazadores" de anglicismos deben estar más atentos a los usos reales del idioma: en efecto, ¡seguro!  (con entonación exclamativa o sin ella) es una estrategia confirmativa muy productiva en el lenguaje coloquial, bien como elipsis de alguna construcción más amplia (seguro que sí, estoy seguro de ello) o como adjetivo adverbializado que equivale a seguramente [35]:

 

B: °(hablando de mierda/ hay alguien cagando ahí)°[36]

A: seguro (5”)

[H 38 A.1]

 

bien como una especie de exclamativa-eco, recurso también frecuente en el lenguaje coloquial, como ha estudiado G.Herrero (1995):

 

A: nos MIRÁBAMOS­ y no sabíAMOS qué decir§

B:                                                                           § pues seguro que es el doble de dinero¯ seguro ¿eh?

D: ése vale medio kilo seguro§

B:                                            § seguro/ si no­ no te lo habría comprao­ [si ((   )) cuatrocientas mil pesetas ¿eh?]

[RB 37 B.1]

 

5.4. Relevancia de los anglicismos pragmáticos por importación (préstamos integrales) y su función en la conversación.

 

Por otro lado, los pocos anglicismos pragmáticos documentados en este tercer estadio suelen ser préstamos integrales y no calcos o traducciones. Recordemos que en el primer estadio de difusión de los hábitos anglicados (doblajes), los traductores evitaban escrupulosamente los préstamos integrales, ya que la presencia de estos revelaba cierta incompetencia en su tarea (ya que el préstamo no es propiamente un procedimiento de traducción sino de "claudicación" ante una traducción difícil). Por contra, una de las particularidades del segundo estadio (telecomedias) era la importante presencia de estos anglicismos pragmáticos por importación (guau, hey, okey), mientras que este tercer estadio -la conversación cotidiana en su estado puro, sin imitaciones ni esteretipos- se acentúa esta tendencia, sin duda, reveladora de los hábitos lingüísticos espontáneos de ciertos sectores de los hispanohablantes peninculares (jóvenes y de nivel sociocultural medio-alto).

Además, también debemos recordar que los préstamos pragmáticos integrales o por importación morfémica -como vimos en §4.6- no son frecuentes en los niveles que van más allá del léxico -como el sintáctico, el fraseológico y el pragmático- ya que en estos niveles se practica, sobre todo en situaciones de interferencia o análogas a ella (p.ej. traducción y doblaje) la imitación o reconstrucción de unos modelos comunicativos extranjeros con los materiales de la lengua receptora (se trata del mecanismo de sustitución morfémica o calco)[37]. Ahora bien, este mecanismo básico no excluye necesariamente la posibilidad de préstamos integrales de secuencias fijadas con relevancia fraseológica y pragmática, lo suficientemente breves y conocidas en la lengua receptora para no incurrir en el mecanismo del cambio de código (code switching)[38].

En el nivel pragmático, el préstamo integral o importación está limitado a ámbitos muy concretos de la amplia clasificación de la interferencia pragmática que hemos diseñado y puesto en práctica en este trabajo. En concreto, sólo parece viable en dos campos:

a)Ciertas fórmulas de fijación pragmática (cf. §3.3), como las de tratamiento (lady, lord, mister, miss), agradecimiento (please) y despedida (bye, bye; good bye).

b)Las interjecciones (cf. §3.7), algunas de las cuales pueden desempeñar funciones comunicativas propias de otros lugares de nuestra clasificación (en especial, rutinas discursivas como acuerdo, transición o cierre discursivo, como all right  y okay).

En relación con esto último, es importante señalar que la aparición de estos anglicismos pragmáticos integrales en la conversación coloquial no es gratuita ni se debe únicamente a las motivaciones típicas de otras variedades más formales y cultas, como el esnobismo, la anglomanía o el deseo de distinción y exhibición de conocimientos (aunque tampoco están totalmente ausentes de nuestro corpus de conversaciones, sobre todo en las de hablantes cultos y del mundo del espectáculo en Inocente, inocente). Al contrario, el empleo de estos anglicismos pragmáticos en la conversación cotidiana tiene una función comunicativa que, por alguna razón, no han podido cumplir con total eficacia sus equivalentes castellanos[39]; en especial funciones comunicativas vinculadas a los propósitos de color local, humor, parodia, ironía, para los cuales resulta sumamente útil el efecto de contraste entre un extranjerismo y una situación cotidiana y vulgar.

1.Así, el empleo de las fórmulas de tratamiento inglesas míster  y miss  en la conversación cotidiana suele estar al servicio de propósitos comunicativos propios de la conversación (humor, ironía, parodia, color local), aunque también se aprecia un componente de esnobismo o deseo de mostrar los conocimientos de inglés (sobre todo en las grabaciones procedentes de Inocente, inocente):

a)El empleo de míster  por parte de dos informantes jóvenes en [S 1 A.1] es claramente jocoso, como lo demuestra el hecho de que el término inglés no sea seguido por el apellido real de la persona citada, sino por el apodo que estos chicos dan a un determinado actor de películas norteamericanas de "serie B":

 

G: y la (película) del terrao/ que es de míster Peluquín/ lo llamamos míster Peluquín

 

b)En cambio, en el empleo de miss  en [INN 14-7-94] por parte del informante C hay un componente de esnobismo y semicultismo, ya que no corresponde al uso correcto de esta fórmula de tratamiento en inglés[40]. En efecto, en inglés miss  es el término de tratamiento para dirigirse a las mujeres solteras (con su apellido de soltera), situación que no se corresponde con el uso que se hace del término[41]:

 

C: en la Casa Blanca/ por ejemplo/ al principio miss Hillary Clinton puso algún tipo de quejas

 

2.El empleo de la fórmula please  en [OM 96 A.1] corresponde a un empleo jocoso e irónico en el que los anglicismos pragmáticos desempeñan una importante función: el informante C simula emplear un registro elevado, donde el empleo de please  añade una nota de cosmopolitismo; sin embargo, ante el temor de que el término no sea comprendido por los restantes interlocutores, este informante añade a continuación el equivalente español por favor, a modo de intensificación expresiva o refuerzo de la petición cortés:

 

C: please/ por favor/ si tu amabilidad te lo permite/ ¿puedes dar de comer y beber a tu anciano padre///(2´) y será una de las cumbres de tu ((   ))?

 

3.En otras conversaciones, el empleo de algunos anglicismos pragmáticos, totalmente innecesarios desde el punto de vista normativo e inusuales en cuanto a su difusión en español, se justifica por un factor ya señalado: el empleo del anglicismo contribuye a mantener el colorido de ambiente inglés latente en la conversación:

a)En [MC 120 A.1], una informante de mediana edad emplea el anglicismo merry christmas  tras explicar que su hijo Álvaro lleva un conjunto de ropa nuevo para celebrar la Navidad con sus compañeros de la Academia de inglés:

 

I: OYE [((que guapo vas))]

M:  [((tot açò és lo del inglés))]

P: sí (...)

I: que vas muy guapo Álvaro ¿eh? con esa chaquetilla

P: °(a ver)°

M: ¡oh!/ merry christmas

 

b)En [G 95 A.1] la informante C emplea el anglicismo good bye  tras comentar aspectos relativos a su experiencia como emigrante en Inglaterra. Ahora bien, como las fórmulas de despedida son un campo abonado para el empleo de extranjerismos, incluso en el lenguaje coloquial[42], C no necesita apoyar este anglicismo pragmático en una "marca autonímica" (a diferencia de lo ocurrido con please), como lo demuestra el hecho de que good bye  sea fácilmente comprendido y reproducido por su interlocutor S:

 

C: ¿ha visto lo que- lo que hacen con los padres? good-bye§

S:                                                                           § good-bye

 

4.En el uso de las interjecciones inglesas ya documentadas en el segundo estadio de difusión de los hábitos anglicados (telecomedias), hemos registrado la existencia de valores semánticos y pragmáticos similares. Ahora bien, advertimos una mayor adecuación a los propósitos de la comunicación interpersonal (actos perlocutivos, rélicas, peticiones, confirmaciones, funciones fática y apelativa, etc), como era de esperar al trabajar con fragmentos de conversaciones reales y no con supuestas imitaciones:

a)En [INN, 16-8-94], la interjección okey (< okay, O.K.), con entonación  interrogativa[43], tiene como finalidad pedir la confirmación del acto perlocutivo (te doy la mitad de mi billete, quince kilos)[44]emitido previamente por la informante J:

 

J: Lourdes/ te doy la mitad de mi billete/ quince kilos

B: me parece un abuso porque tú tienes más dinero que ninguno (...)

J: le doy la mitad del décimo con el que no contaba y que ni siquiera pagué y punto/ ¿okey?

C: no no

J: y punto

 

b)La función apelativa de la interjección hey  entre hablantes jóvenes (cf. §4.3.) se ve de manera muy clara en este fragmento:

 

B: mañana voy a ir a preguntar a la gente de Campanar/ voy a escuchar como nunca (...) y si encuentro algo/ te llamo- te digo/ me escondo en el bolso la grabadora y te digo hey  [S 4 A1 + B1]

 

5.4. Amplio predominio de los equivalentes pragmáticos españoles.

 

Sin duda alguna, el aspecto más destacado de este tercer estadio es el predominio abrumador de las fórmulas tradicionales castellanas. Esto demuestra que el influjo angloamericano, o bien no es tan potente como se piensa, o más bien que tarda bastante en llegar al "corazón" o "núcleo" del idioma, la conversación cotidiana, reveladora de los verdaderos hábitos lingüísticos de los hispanohablantes peninsulares.

Así, hemos comprobado que algunas fórmulas anglicadas, usuales en el primer estadio (doblajes) y relativamente frecuentes en el segundo (telecomedias), no logran entrar, ni siquiera de puntillas, en los hábitos lingüísticos cotidianos, que siguen ajenos en gran medida -porque ya hemos visto en las secciones anteriores de este capítulo la existencia real de anglicismos pragmáticos en el registro coloquial- a la presuntamente onmipotente influencia lingüística y cultural angloamericana.

1.Habíamos observado en el corpus de doblajes una importante presencia de fórmulas anglicadas que servían como rutina discursiva de cierre discursivo, con un matiz de cierre abrupto y tajante (vid. §3.2.5). Además, estas fórmulas seguían las pautas habituales de la sintaxis inglesa, favorecedora de la nominalización, los períodos cortos y la yuxtaposición: era el caso de fin de la historia  y fin de la discusión, en ocasiones levemente asimilados a las pautas del español con una y  copulativa previa. En efecto, el español hablado ha mostrado siempre una clara preferencia, a la hora de lexicalizar esta rutina de cierre discursivo abrupto, por fórmulas paratácticas introducidas por una conjunción copulativa y que parece indicar una especie de cierre de enumeración: y se acabó, y ya está, y punto. De hecho, estas fórmulas suelen ser frecuentes en secuencias argumentativas, de manera que la y  copulativa indicaría el final en una hipotética enumeración de argumentos. Aunque ya comprobamos la vitalidad de estas fórmulas paratácticas tradicionales en nuestro corpus de telecomedias (§4.5), la conversación coloquial nos ofrece multitud de ejemplos que confirman la escasa influencia de los hábitos comunicativos anglicados en la conversación cotidiana:

 

B: yo creo que no vamos bien porque tú no quieres§

A:                                                                        § PERO®// porque- porque yo no quiero/ ¡bah! // mira§

B:                  § no sé/ ¿yo he hecho algo mal? estás- es por algo que yo®§

A:                                                                                                              § NO/ si- yo sé que el problema soy yo (3")

B: es que si tam[poco]

A:                       [pero] no/ no/ el problema soy yo y ya está¯

[ML 84 A.1]

 

G: ¡hombre! dentro de lo que cabe para ella- para sí misma es conservadora/ y para los demás oye que cada cual haga lo que quiera [con su vida]

E: [sí pero] no siempre no va a ser tan- es que no se trata de ser conservadora ni de na(da) se trata simplemente®/ oyeque cada uno viva su vida y punto/ yo soy muy demócrata mira// yo te voy a decir/ cada uno que viva su vida yo no tengo que arreglarle la vida a mi vecino­ y punto¯ y ya está/ yy bueno y mi vec- ya te digoque mi vecino lleve su vida­ y yo llevaré la míay ya está que sí yo puedo posiblemente ser muy amiga de mi vecino aunque él tenga unas costumbres y unos vicios y yo tenga los míos/ pero no quita ¿entiendes?

[L 15 A.2]

 

G: ¿también eres racista¯ tía?/ no fastidies/ ¿qué te va a dar un negro? (...)

E:  noo/ me acerco tranquilamente peroo/ yo qué sée// los ves y y te da una cosa por dentro que®// y no sé por qué/ o sea yo no quiero ser así pero yo soy así y punto/ me tengo que aceptar como soy/ tampoco voy a decirme yo pues no no no ¡ay! ahora me gustan los negros/// yo qué sé¯ yo cuando me enteré que una tía que vivía conmigo se enrolló con un negro­// y cuando me lo ví en la puerta de mi casa­/ me quedé penchá [45]/ pero es que me quedé blanca/ no podía decirle pasa porque no me salió

[L 15 A.2]

 

L:  a no ser que me importe¯ con un tío que no me importa ¿¡para qué lo voy a hacer?! ¿¡para arruinarme la vida por una tontería como esa?! no

E: arruinarte tampoco¯ ¡qué va!§

L:                                                § no/ pero dentro de lo que cabe sí¯ porque eso§

E:                                                                                                                             § pero el hecho de que tú rechaces esa situación­ denota seguridad ¿o no? tú estás totalmente segura de ti y de lo que quieres¯ de que tienes una relación estable y punto§

[L 15 A.2]

 

V: yo no comprendo a José­ cómo puede hacer el gilipolla ahí// pero el juez­/ ¡si es un pueblo entero!/ es decir/ ahí hay un desmadre de- de ayuntamiento durante cinco o seis años digo bueno y ¿qué vas a decir tú?

S: lo del PSOE [((   ))]

V: [para que no te tumben] en Foyos­[46]/ ¿¡qué quieres­ que no ((se presente))aquí!? (RISAS)¿¡qué tiene que ver Foyos/ tú!? (risas)// la de Foyos ya l'han quitao/ pero por lo menos ha sido elegante ¿eh? le han presentao la moción de censura­/ la tía ha ido allí­ pum/ l'han tirao a la calle y ya está / [y en Alboraya igual]

[J 82 A.1]

 

C: = él no [quería hacer= ]

P:                       [claro que sí ]

C: = tantas­/ examinarse­/ y hacer después/ y le dijo/ el profe/ el otro/ pero ¡hombre!/ no seas tonto®§

P:          §claro§

C:             § es que si m’examino y tal­/ ya no puedo dar más dice si t’encuentras®/ con necesidad/ de dar alguna más/ vienes y se te dará alguna más§

P:                                                                                                    § y ya está

[G 68 B.1 = G 69 A.1]

 

SA: dame el País Semanal

V: no / no /hh / no /hhhh§

SA:                                §pero no / en especial por algo

V: no / porque se me terminaron ayer

SA: a las tres y media vine ayer / o a las cuatro / y ya no… °estaba°  (...)

V:  si no lo encuentras / me lo dices / que yo el lunes tengo que pedir / eh…// me lo dices y ya está

[G 33 B1]

 

J: Lourdes/ te doy la mitad de mi billete/ quince kilos

B: me parece un abuso por tu parte/ me parece un abuso porque tú tienes más dinero que ninguno  (...)

J: le doy la mitad del décimo con el que no contaba y que ni siquiera pagué y punto/ ¿okey?

C: no no

J: y punto

[INN 16-8-94]

 

Tan sólo hemos encontrado un ejemplo en el que la construcción paratática tradicional y punto  se convierte en punto, más próxima por tanto a los modelos ingleses construidos por yuxtaposición. Quizá no sea casual que este uso corresponde a hablantes de nivel sociocultural alto más permeables a las modas anglicadas, o quizá sea simplemente que la construcción yuxtapuesta tiene mayor fuerza expresiva, pues de hecho nos encontramos en una secuencia argumentativa de tipo político:

 

V: [ah/ eso es yaaa//] no/ no// lo que pasa es que s'evitan- van aa- ee- van a evitar las ee- las mociones/ porque va a gobernar­ el partido ma- [el partido mayoritario]

G:                                       [lo que van a hacer] es otra cosa/ es lo que tú dices

V: el partido más votao­ es el que gobierna¯ punto//

[J 82 A.1]

 

2.Lo mismo ocurre, en el ámbito de las réplicas y fórmulas de acuerdo que presentan cierto carácter de cierre discursivo, con las fórmulas anglicadas correcto  (< all right  o that´s correct) y okay: son frecuentes en los doblajes (cf. §3.2.3); tienen una aparición limitada y esporádica en las telecomedias (cf. §4.4), donde ya son superados ampliamente por los equivalentes castellanos bien, muy bien, sí, de acuerdo, venga, vale; y, siguiendo esa progresión que revela el fracaso del cambio lingüístico, en la conversación coloquial -nuestro tercer estadio- sólo registramos los equivalentes castellanos. De ellos, destaca la elevada frecuencia de vale (pese a su evidente desgaste por haber sido la principal fuerza de choque frente a la irrupción de okay) así como la vitalidad creciente de exacto, fórmula que parece reemplazar en sus valores semánticos tanto a okay  como a correcto, destacando precisamente el matiz semántico de ‘exactitud’ y el pragmático de acuerdo con los argumentos del interlocutor. Obsérvese, además, que todas estas fórmulas tienen lugar en secuencias de tipo argumentativo, muy frecuentes en la conversación coloquial (vid. Briz, 1998:176-189):

 

C: pues tío¯ cuanto antes/ no vas a estar todo el día esperando

A: pero es que/ ELLA NO TIENE LA CULPA/ [entonces=]

C:                                                                                             [pero aunque]

A: = tampoco voy a meter a ella dentro de todo esto§

C:    §vale¯ pero aunque no tenga la culpa le INCUMBE// a ver si lo entiendes¯ ANDRÉS/ VALE¯ ELLA NO TIENE LA CULPA

[ML 84 A.1]

 

C: ¿bajamos­ a ver si está?

D: vale/ yo me tengo que hacer un bocadillo aún§

C:                                                                          § pues vamos

D: espérate que coja mis zapatillas

[ML 84 A.1]

 

A:  pero no/ no/ el problema soy yo y ya estᯠ[es que no tiene explicación]

B:                                                        [bueno¯ escúchame un momento¯] escúchame un momento/ escúchame §

A:                   § vale bi[en/ vale]

B:                                            [si] / si- es que no me cuentas nada

[ML 84 A.1]

 

B: porque TÍO si tienes algÚn problema cuÉntamelo e [intentarÉ=]

A:                                                                                                             [vale/ sÍ ]

B: = ayudarte­

A: pero no// con la gente puedo estar muy bien/ pero contigo no/ no me sirve esa sonrisa dee ¡hola qué tal! ¿cómo estás? bien¯ ¡qué divertido es todo!// no puedo mentirte asÍ

[ML 84 A.1]

 

B:  pero ¿te refieres a nosotros?

A: a nosotros y a todo lo demÁs/// mira®no lo sé/ el centro®/ pre-/ mis amigos®/ tú®/ mi casa®/ los estudios®

B: vale/ entonces ¿qué quieres? / ¿qué es lo que quieres?

A: °(no lo sé)° (4”)

[ML 84 A.1]

 

B: pues bueno¯ entonces eres un egoÍsta/ ANDRÉS/ cariño/ es que ¡joder!/// (3") es que eres un egoÍsta tú y tú y tú­ y tú y tú­ te encierras y tú eres todo/ ¡coño! pues si no compartes conmigo las cosas no sé qué [cojones quieres que te diga]

A:                                                               [vale¯ lo siento¯] lo siento§

B:                                                                                                                               § es verdad¯ [es que=]

A:                                                                                                                                                                          [lo siento]

B:= no me quiero enfadar [no te quiero agobiar]

A:                                            [lo siento] ¿quÉ quieres que haga?

[ML 84 A.1]

 

B: bueno ¿quieres que lo dejemos?

A: no quiero que lo dejemos/ eso sÍ que lo tengo claro§

B:   § vale¯ ahora dime cómo piensas aclararte/ ¿estando así? (4")

A: mira/ tú sabes que me has ayudado mucho/ y que- que sin ti muchas de las cosas que he conseguido/ no las hubiera conseguido/ y que- que las cosas van yendo mejor/ pero de- hay cosas que vas aguantando y las vas aguantando un dÍa y dos y tres y cuatro¯ pero llega un dÍa que ya no puedes mÁs (...) mira/ vamos a dejarlo/ vamos a pasar lo que queda de acampada bien porque/ no es plan de joder el ambiente que hay ahÍ bajo§

B:                                                                             § pero si es que yo no he jodido nada ¿eh? §

A:                                                                                                                                                                       § vale¯ la culpa es mÍa [o sea yo lo reconozco para variar]

[ML 84 A.1]

 

E: si te cae el doscientos noventa y algo≠- porque hay preguntas que las lees y te las pintan al revés/ o sea por ejemplo® ¿con qué tasa de alcohol® -? ¿cuál es la mínima tasa de alcohol en sangre para conducir? §

G:                                         § ¿cero coma ocho?§

E:                                                                      § vale¯ pues en lugar de preguntarte así tal cual­¯ es ésa¯ en lugar de preguntarte- en lugar de preguntarte®/ ¿cuál es la tasa mínima en la sangre para conducir? cero coma ocho¯ te preguntan®/ ¿con qué tasa de alcohol usted­// puede conducir perfectamente?/ o algo así y acuérdate de los cuadros y una cero ocho¯ por inercia¯ contestas- te la preguntan al revés// o sea®

[L 15 A.2]

 

G: no pasa nada/// tú­ lo primero que tienes que hacer en cuanto veas un accidente es ir y quitar el contacto y ya está (...) o sea si tienes heridos­ o sea según cómo los veas tú/ los puedes tocar o no (...)

E: si tienes un poco de idea­ lo tocas­ y si noo­ hasta que no lleguen las autoridades sanitarias®

G: exacto¯ simplemente porque§

E:                                              § [o por ejemplo depende(...) mira una pregunta que to’l mundo cae/ tú te encuentras ahora mismo un herido ¿no? y te das cuenta que hay que hacerle la respiración artificial ¿cuánto tiempo se la hace? la respiración artificial?

G: pues ee mm pues hasta que se recuperee

E: vale lo normal® pone- como máximo una hora o quince minutos¯ si en quince minutos no se recupera­- quince minutos/   si en quince minutos no se recupera­ quiere decir que ya la ha palmao/ pues aquí ponen hasta que lleguen las autoridades sanitarias/ o sea que si tardan ocho horas≠ pues ocho horas allí  (RISAS) me pasó en [((en el quinto test))]

[L 15 A.2]

 

M: ¿a ver?/ ¿qué son¯ cinco ((   ))?

A: no/ es por no darlee chatarra/ que tengo§

M:                                                            § ¿chatarra?/ chatarra no me dé// espera/ ¿a ver?// ust- qué m- qué m- §

A:                       § cincuenta y dos­

M: sí/ sí que llevo/ cincuenta y dos sí que llevo§

A:                                                                      § y así serán mil trescientas

M: vale/// (3”) °(sí)°/// (2”) ¡ay Señor/ qué juventud esta!/ pues todo eso

[S 65 A.1]

 

A: ¿es eso/ Salva?[47]// tresci- mil trescientas/// quinientas y quinientas­

M: mil

A: °(mil)°

S: sí

A: serán dos mil// eso dos mil

S: sí

A: y tres mil// las cinco mil/// vale// eso es quee/ son dos y tres cinco­/ [quinientas]

M:                                                                                                                                                    [vale/ muy bien]

[S 65 A.1]

 

M: °(si por ejemplo tu mamá no da permiso y Rosita no da permiso­/ no se puede poner)°

A: [no no no=]

S: [tiene que ser]

A: = ha de ser mayoría§

M:                                § exacto§

A:                                               § ha de ser mayoría

[S 65 A.1]

 

A: ya vio que no había ascensor§

M:                                               § sí pero§

A:                                                             § aún son jóvenes­§

M:                                                                                         § exacto/[pero el problema es que­=]

A:                                                                                                                                                                              [aún son jóvenes]

[S 65 A.1]

 

J: que trabaja en la Consellería

S: exacto/ que está pues dee- de adjunto­/ dee- de auxiliar administrativo/ una cosa d'estas dee- de la Consellería dee§

J:                                  §°(de deportes)°§

S:                                                           § de cultura en la rama de deportes

[AP 80 A.1]

 

S: va- vamos a quitar esto

A: vale ((   )) dejar esto el mantel/ dejar esto aquí

S: Gerardo// Gerardo/ Gerardín/ vale

[J 82 A.1]

 

V: túu// no te preocupes por eso / que cualquiera que te falte(n) / se piden y lo mandan // eso / seguro / eh…/que por eso no sufras§

SA:                                                      §(vale / vale

V:                                                                              § hasta luego

[G 33 B.1]

 

 

3.Otras fórmulas tradicionales castellanas que aparecen con cierta frecuencia en nuestro corpus de conversaciones coloquiales son ¡qué va!  como recurso de negación reforzada o negación de una presuposición previa (frente al anglicado y cursi ¡oh no!, al parecer de procedencia hispanoamericana)[48], déjalo  como recurso de cierre discursivo para olvidar un tema delicado o como fórmula de cortesía hacia un agradecimiento (frente a la fórmula anglicada olvídalo, frecuente en los doblajes pero ya olvidada en las telecomedias españolas, donde sólo habáimos registrado déjalo [49]) y las fórmulas de réplica con valoración positiva del enunciado previo ¡qué maravilla!  y ¡estupendo!  (frente al reciente latiguillo ¡genial!, del que abusan los doblajes como traducción breve, fácil e incónicamente semejante del inglés great! ):

 

B: adelgazaste ¿no? esas dos semanas

A: ¡qué va!/// como no me gustaban­ me comprabaaa pizzas o cosas de esas

B: ¿allí no teníais bar­ o cantina o algo de eso­ tío?

A: allí las comidas eraan

B: ¿mierda?

A: te las montabas tú­/ en- en en tu habitación­

[H 38 A.1]

 

A: y empezó mi cuñao de cachondeo®/ VAMOS a una relojería y verás qué pronto lo sabemos/ VAMOS® yo digo pero déjaloo¯ que ahora no quierooo arreglarlo/ VAMOS¯ que si es BUENO­ ya te lo dirᯠy si es malo­// en total que allá nos [fuimos los cuatro®]

C:                                                                            [¿pero él- pero él entendía­] dee- de reLOJES­

A:                  § ¡QUÉ VA!¯ si lo dijo por cachondeo§

[RB 37 B.1]

 

L:  a no ser que me importe¯ con un tío que no me importa ¿¡para qué lo voy a hacer?! ¿¡para arruinarme la vida por una tontería como esa?! no

E: arruinarte tampoco¯ ¡qué va!§

L:                                                § no/ pero dentro de lo que cabe sí¯ porque eso§

E:                                                                                                                        § pero el hecho de que tú rechaces esa situación­ denota seguridad ¿o no? tú estás totalmente segura de ti y de lo que quieres¯ de que tienes una relación estable y punto

[L 15 A.2]

 

V: = el otro hermano pinzón ya vendrᯠya

J: él se ilusiona con los espés// es [su vida]

V:                                           [no/ no¯ lo que pasa] no/ hombre// ¡qué va! [con esto ya®]

[J 82 A.1]

 

A: os están pintando los carteles con spray

B: ¡no jodas!  (...) ha sido el loco éste/ no te preocupes/ déjalo

A: es que se pone a pintar los- el poster/ mira/ lo ha puesto todo de rojo  (...)

P: y luego se ha ido// pero ha vuelto con un bote- de- con un spray y ha puesto/ plagio plagio plagio  en los carteles de®

[INN 26-7-94]

 

MJ2: mira / trescientas (pesetas) justas / ((Bruna / eh…))

V: ¡qué maravilla! // ¡estupendo!

[G 33 B1]

 

4.El predominio de los equivalentes españoles es patente incluso en un terreno abonado para la influencia angloamericana, debido al fuerte carácter monosilábico y fonosimbólico de la lengua inglesa: las interjecciones (cf. §3.7). Así, si en nuestro corpus de doblajes encontramos la presencia de la interjección inglesa boom  -definida por F.Rodríguez y A.Lillo (1997, s.v.boom1) como “voz que imita un sonido de gran resonancia” y apoyada sin duda en su éxito como anglicismo léxico (‘auge súbito’)- en nuestro corpus de conversaciones coloquiales sólo encontramos las formas -quizá infantiles, pero autóctonas- pum  y pumba  para indicar un sonido de gran resonancia (en sentido literal de ‘explosión’o metafórico de ‘escándalo’):

 

E: unas preguntas­// que en mi vida las había oído/ y yo voy tos los días a la autoescuela// supercomplicadas/ y preguntas que- bueno vamos a ver® usted se encuentra ante un acccidente/ qué es lo primero que hace// mirar los heridos­ a ver qué tal están/ quitar el contacto o señalizar el accidente¯ bueno hay que hacer las tres cosas¯cuál hacemos antes­ pues no sé §

G:                                                                                                                                                                                                    §la primera¯ quitar el contacto (...)

E: pero a lo mejor no es lo primero que haces

L:                                     [((a lo mejor explota))]

G: ¡normal! [que puede explotar el coche¯ puede arder¯=]

E:                                                            [sí/ llevas razón tú]

G: = si no quitas al contacto la batería estáa- está funcionando§

E:        § ((y va y hace pumba[50]))

[L 15 A.2]

 

V:                    [yo no comprendo a José­] cómo puede hacer el gilipolla ahí// pero el juez­/ ¡si es un pueblo entero!/ es decir/ ahí hay un desmadre de- de ayuntamiento durante cinco o seis años digo bueno y ¿qué vas a decir tú?

S: lo del PSOE [((   ))]

V:  [para que no te tumben] en Foyos­[51]/ ¿¡qué quieres­ que no ((se presente))aquí!? (RISAS)¿¡qué tiene que ver Foyos/ tú!? (risas)// la de Foyos ya l'han quitao/ pero por lo menos ha sido elegante ¿eh? le han presentao la moción de censura­/ la tía ha ido allí­ pum/ l'han tirao a la calle y ya está / [y en Alboraya igual]

[J 82 A.1]

 

 

 

6.CONCLUSIONES GENERALES.

 

En resumen, podemos afirmar que la interferencia pragmática y cultural angloamericana en diversas variedades del español peninsular es bastante menor de la esperada, lo cual no hace temer en absoluto por la pureza y futuro de la lengua, como advierten continuamente los puristas[52].

Ahora bien, creemos que para poder llegar a conclusiones claras (en el aspecto científico) y tranquilizadoras (en el aspecto ideológico) ha sido necesario analizar con exhaustividad y con un sólido apoyo bibliográfico un amplio corpus repartido en tres estadios sucesivos. Con ello hemos pretendido superar una deficiencia común a bueno parte de los trabajos tradicionales sobre la influencia angloamericana en español, como han denunciado diversos estudiosos desde una perspectiva descriptiva y sociolingüística[53]: es erróneo extraer conclusiones de las observaciones impresionistas sobre un fenómeno lingüístico, sin haber realizado antes un concienzudo trabajo de campo; y es erróneo también juzgar una influencia extranjera sin haber acotado antes la variedad de lengua sobre la que se trabaja. Porque si tenemos sólo en cuenta -por comodidad o por delectatio mor(b)osa- las variedades más expuestas a una influencia extranjerizante, sólo podremos extraer conclusiones apocalípticas para la pureza y futuro de la lengua, a no ser que sea precisamente esto lo que nos interesa. Y todavía es más censurable identificar estas variedades sometidas a influencia extranjera con todas las variedades de un idioma, como se ha hecho habitualmente en la filología español, sobre todo en el ámbito hispanoamericano: Boyd-Bowman (1951) recriminaba a R.J.Alfaro en su Diccionario de anglicismos: “Para el autor sólo existe un español, y palabra que haya oído o leído en una traducción apresurada o a un estibador de la zona bilingüe de Panamá, se recoge y se ordena como anglicismo en "el español", como de verdad se usara, y se usara en todas partes, el mismo nivel, por ejemplo, que fútbol  o que club ”.

En cambio, nuestro análisis de la influencia pragmática angloamericana en tres estadios demuestra cómo este influjo extranjerizante presenta fuerza y vitalidad en las variedades directamente influidas por él (doblajes, que en suma son textos orales traducidos) pero va decayendo conforme nos acercamos a las variedades más alejadas de los ámbitos donde ejercen su poder los modelos extranjeros (cuya manifestación verbal no es más que una parte de esa influencia extranjerizante).

Así pues, la idea general es que los tres estadios analizados constituyen una especie de "continuum" que aligera las notables diferencias que pudieran surgir si comparáramos el primer estadio (doblaje) y el tercero (conversación coloquial) o las terribles consecuencias que pudieran surgir si sólo tuviéramos en cuenta el primero.

Y así pues, también, se confirma plenamente la hipótesis de partida lanzada en §2.3: los anglicismos pragmáticos son numerosos en los doblajes (primer estadio), aunque restringidos a una serie de casos con alta frecuencia de aparición; en el segundo estadio, el de los guiones originales en español, quizá sólo lleguen algunos de estos anglicismos pragmáticos recurrentes y otros de una manera esporádica; y, posiblemente, el auténtico español coloquial -tercer estadio- se vea del todo libre de estos modelos anglicados. Y como esto es así, no debemos temer en absoluto por el futuro e integridad de nuestra lengua.

Bien es cierto que algunos anglicismos pragmáticos, casi siempre en forma de sutiles y engañosos calcos, presentan una elevada frecuencia de aparición en el primer estadio: los doblajes, textos orales directamente traducidos del inglés en condiciones difíciles y constreñidos siempre por la sincronización labial y visual. Además, lo que hacía presagiar una sombrío panorama en este estadio era la concentración de una serie de anglicismos pragmáticos recurrentes y casi habituales, al margen de un residuo de anglicismos pragmáticos esporádicos. En efecto, la elevada frecuencia de aparición de ¿sí?  (< yes?), ¡genial!  (< great!), correcto  (< [all]right  o [that´s] correct), ¡olvídalo!  (< forget it!), eso es todo  (< that´s all), fin de la historia  (< end of [the] story), déjeme decirle  (< let me tell you), por favor  (< please), jodido  (< fucking), de alguna manera/de algún modo  (< somehow), damas y caballeros  (< ladies and gentlemen ), éste es X  (< this is X) y guau  (< wow) nos obligaba a analizar otras variedades del español peninsular en busca de un panorama más halagador y pensar, con A. de Miguel (1985:205), que el lenguaje cinematográfico no era una veriedad idiomática real sino simplemente “esa circunstacia del castellano que hablan vicariamente los actores en la ficción cinematográfica”.

Y lo encontramos, porque el lenguaje de las telecomedias se veía libre en gran medida de estas influencias extranjerizantes en el terreno de la interacción comunicativa. El lenguaje de las telecomedias era crucial en todos los sentidos, pues constituía un cruce de caminos y de influencias: por un lado, no podía estar ajeno a las modas anglicadas difundidas por las telecomedias norteamericanas que constituían su innegable sustento genérico; por otro, imitaba el lenguaje de la conversación cotidiana y no podía abusar de hábitos comunicativos anglicados que chocaran al telespectador. Y las telecomedias resolvían esta encrucijada de manera ecléctica y elegante: reconocían su dependencia genérica respecto a las telecomedias norteamericana en una serie de aspectos ajenos al lenguaje (personajes, decorados, hábitos cotidianos) o demasiado genéricos (tipo de humor) y trataban de imitar y recrear el lenguaje coloquial, pero se servían también de otras variedades diafásicas. Y eran precisamente estas variedades diafásicas de signo formal las responsables de los pocos anglicismos pragmáticos recurrentes en las telecomedias (muchos de ellos consistentes en préstamos integrales o importación morfémica, recurso evitado en los doblajes para no poner en entredicho la competencia de los traductores, lo cual servía para marcar aún más las diferencias con el primer estadio): bueno  retardatario y atenuador en inicio de respuesta (< well), ¿sí?  (< yes?), por favor  (< please) y guau  (< wow), a las que se añade la interjección hey (no documentada en los doblajes). En cambio, las restantes fórmulas pragmáticas anglicadas frecuentes en el primer estadio presentaban una escasa frecuencia de uso o incluso desaparecían, mientras que algunas fórmulas esporádicas en los doblajes seguían dándose de manera aislada y demostrando que estos hábitos lingüísticos anglicados no eran consistentes sino más bien fruto de la casualidad. Ahora bien, los anglicismos pragmáticos no desaparecen de manera caprichosa: en el estudio de toda influencia extranjerizante debemos considerar si los elementos foráneos desplazan o no del uso a elementos patrimoniales (es la vieja y nunca cerrada polémica entre préstamos necesarios e innecesarios); si hay desplazamiento, todo estudio descriptivo debe tener en cuenta no sólo la vitalidad y frecuencia de los elementos extranjeros sino también de los nativos, como ya demostraron en la filología española los trabajos del PILEI (“Proyecto de estudio de la norma lingüística culta en las principales ciudades de España e Hispanoamérica”)[54]y la tradición sociolingüística posterior. El hecho de incluir los equivalentes pragmáticos españoles en nuestro análisis -aunque no haya sido todo lo exhautivo que hubiéramos deseado- nos ha permitido comprobar que la inexistencia de anglicismos pragmáticos en este segundo estadio se debía a la firmeza de sus equivalentes castellanos; por tanto, los anglicismos como recurso neológico no habían mostrado la "eficacia" suficiente (vid. Hope 1971) y habían fracasado en su intento de desplazar a las fórmulas castellanas tradicionales. Eso explica, en este estadio, el triunfo de déjalo  sobre olvídalo; el de las fórmulas paratácticas y ya está, y punto  sobre la yuxtaposición nominal fin de la historia ; el triunfo de vale, venga, bien  sobre okay .

Finalmente, el tercer estadio acentuaba las tendencias observadas en el segundo, demostrando que, aunque el español hablado en las telecomedias es una recreación o imitación del verdadero lenguaje coloquial, no se aparta totalmente de él. Y esas tendencias encontraban, ahora más que nunca, una explicación coherente e integradora:

a)La frecuencia de aparición de los anglicismos pragmáticos era más baja todavía. Y, en consecuencia, como si se tratara de dos fuerzas necesariamente opuestas, la firmeza de los equivalentes castellanos tradicionales era mayor: okay  se evaporaba ante la vitalidad y eficacia pragmática de vale, bien, muy bien  y el reciente exacto ; la fórmula nominal yuxtapuesta fin de la historia  cedía enteramente su lugar a las construcciones paratácticas castellanas y ya está, y punto ; incluso algunos anglicismos pragmáticos que resistían en el segundo estadio -como ¿sí?  (< yes? ), por favor  (< please )- desaparecían aquí por no encontrar situaciones comunicativas apropiadas, pero sin claudicar ante sus equivalentes castellanos, lo cual era muestra de su arraigo en castellano como recursos neológicos eficaces. Tan sólo bueno  (< well ), empleado con carácter atenuador, expletivo y retardatario al comienzo de respuestas a preguntas díficiles o comprometidas -ámbito de uso cuyo condición misma de anglicismo pragmático es dudosa (cf. §3.2.2)- mantiene una elevada frecuencia de uso en la conversación coloquial.

b)La otra tendencia era la importante frecuencia de los anglicismos pragmáticos por importación morfémica (préstamos integrales) -como guau (< wow) y hey - más identificables que los engañosos calcos y que convertían la influencia pragmática angloamericana en algo llamativo, pintoresco pero, en el fondo, superficial.

Por tanto, creemos que este análisis en tres estadios -con sus deficiencias- puede ayudarnos a decidir qué es un cambio lingüístico en curso[55] y qué no lo es y, en consecuencia, tomar las medidas apropiadas para salvaguardar la integridad del idioma.

 

 

7. REFERENCIAS  BIBLIOGRÁFICAS.

 

Acosta, L.A. 1987. “Transferencias lingüísticas: préstamos y calcos”.Problemas de la traducción. Madrid: Fundación "Alfonso X el Sabio". 51-57.

Agencia EFE .1994. Manual de español urgente. Madrid: Cátedra.

Agost, R. 1997. “El paper de la traducció audiovisual en la conformació de l´estàndard oral català”. Estudios de lingüística aplicada. Eds. J.L.Otal et al. Castellón: Universitat. 817-824.

Agost, R. 1999. Traducción y doblaje: palabras, voces e imágenes. Barcelona, Ariel.

Alatorre, A. 1989. Los 1.001 años de la lengua española. México: Fondo de Cultura Económica.

Alcina, J. y J.M.Blecua. 1975. Gramática española. Barcelona: Ariel.

Alcoba Rueda, S. 1985. ”La lengua española, entre la provincia y la aldea global (I). El español, provincia del inglés”. Las nuevas letras  3-4: 17-25. Diputación provincial de Almería.

Alfaro, R.J. (1970, 3ª): Diccionario de anglicismos, Madrid, Gredos.

Almela Pérez, R. 1990. Apuntes gramaticales sobre la interjección  Murcia: Universidad.

Alvarez Menéndez, I.A. 1988. “El adverbio y la función incidental”. Verba  15: 215-236.

Bally, Ch. (1932)(1965). Linguistique Générale et Linguistique Française. Berna: Editions Francke.

Bally, Charles (1909)(1951). Traité de stylistique française, vol.I. Ginebra-París: Georg-Klinckseick.

Beinhauer, W. (1929)(1964). El español coloquial. Madrid: Gredos.

Bödeker, B y Freese, K. 1987. “Die übersetzung von Realienbezeichnungen bei literarischen Texten: Eine Prototypologie”. Textcontext  2.2.-3: 137-165.

Bosque, I. 1980. Sobre la negación. Madrid: Cátedra.

Boyd-Bowman, P. 1951. “Reseña del Diccionario de Anglicismos  de R.J.Alfaro”. Nueva Revista de Filología Hispánica  5: 431-432.

Briz, A. 1996. “Los intensificadores en la conversación coloquial”. Pragmática y gramática del español hablado, Actas del II simposio sobre análisis del discurso oral. Eds. A.Briz, J.R.Gómez, M.J.Martínez y Grupo Val.Es.Co. Zaragoza: Pórtico. 13-36.

Briz, A. et al  [Grupo Val.Es.Co]. 1995. La conversación coloquial: materiales para su estudio. Valencia: Universitat.

Briz, A. 1998. El español coloquial en la conversación: esbozo de pragmagramática. Barcelona: Ariel.

Brown, G. y Gilman, G. 1960. “The pronouns of power and solidarity”. Style in Language. Comp. T.A.Sebeok. Cambridge, Mass. 253-276.

Calvo Sotelo, J. 1975. La bolsa de las palabras. Madrid: Prensa Española.

Canale, M. 1983. “From communicative competence to communicative language pedagogy”. Language and Communication. Eds J.Richard y R.Smith. London: Longman. 2-27.

Canale, M. y M.Swain. 1980. “Theoretical bases of communicative approaches to second language teaching and testing”. Journal of Applied Linguistics  1/1: 1-47.

Carbonell Basset, D. 1995. Diccionario fraseológico: inglés-castellano, castellano-inglés. Barcelona: Ediciones del Serbal.

Carbonell Cortés, O. 1997. “Del «conocimiento del mundo» al discurso ideológico: el papel del traductor como mediador entre culturas”. El papel del traductor. Eds. E.Morillas y J.P.Arias. Salamanca: Ediciones Colegio de España. 59-74.

Carnicer, R. 1969: Sobre el lenguaje de hoy . Madrid: Prensa Española, Madrid.

Casado Velarde, M. 1993. Introducción a la gramática del texto del español. Madrid: Arco-Libros.

Castro, X. 1997. “Breve nota sobre el papel del traductor de material televisivo en España”. El papel del traductor. Eds. E.Morillas y J.P.Arias. Salamanca: Ediciones Colegio de España. 419-422.

Clyne, M. 1972. Perspectives on Language Contact. Melbourne: Hawthorn Press.

Clyne, M. 1977. “Intercultural Communication Breakdown and Communication Conflict: Towards a Linguistic Model and its Exemplification”. Deutsch im Kontakt mit anderen Sprachen/German in Contact with Other Languages . Eds. C.Molony, H.Zobl y W.Stölting. Kronberg: Scriptor-Verlag. 129-146.

Clyne, M. 1980. ”Sprachkontakt/Mehrsprachigkeit”. Lexikon der Germanistichen Linguistik, IV . Eds. H.P.Althaus, H.Henne y H.E.Wiegand. Max Niemeyer Verlag: Tubinga. 641-646.

Collins. 1991. Collins English Dictionary.  Harper-Collins.

Collins. 1993. Diccionario Collins Español-Inglés, English-Spanish. Barcelona: Collins/Grijalbo.

Collins Cobuild. 1987. Collins Cobuild English Language Dictionary, Londres: Collins.

Corpas, G. 1996. Manual de fraseología española. Madrid: Gredos.

Cortés Rodríguez, L. 1991. Sobre conectores, expletivos y muletillas en el español hablado. Málaga: Agora.

Coseriu, E. (1970)(1978). “Alcance y límites de la gramática contrastiva”. Gramática, semántica, universales. Madrid: Gredos. 80-111.

Coulmas, F. 1985. “Diskursive Routine im Fremdsprachenerwerb”. Sprache und Literatur in Wissenschaft und Unterricht  56.2: 47-66.

Criado de Val, M. 1974. Así hablamos: el espectador y el lenguaje.  Madrid: Prensa Española.

Chitoran, D. 1986. “The English Element in Romanian: a Case Study in Linguistic Borrowing”. English in Contact with other Languages. Studies in honour of Broder Carstensen on the occasion of his 60th birthday . Eds. W.Viereck, y W.D.Bald. Budapest: Akadémiai Kiadó. 287-306.

Darbelnet, J. (1965)(1976). Le français en contact avec l´anglais en Amérique du Nord. Québec: Presses de l´Université Laval.

Darbelnet, J. 1983. “La norme lexicale et l´anglicisme au Québec”. La norme linguistique. Eds. E.Bedard y J.Maurais. París: Conseil de la Langue Française.

Dardano, M. 1986. “The Influence of English in Italian”. English in Contact with other Languages. Studies in honour of Broder Carstensen on the occasion of his 60th birthday. Eds. W.Viereck y W.D.Bald. Budapest: Akadémiai Kiadó. 231-252.

De Miguel, A. 1985. La perversión del lenguaje, Espasa-Calpe, Madrid.

Del Hoyo, A. 1995. Diccionario de palabras y frases extranjeras. Madrid: Aguilar.

El País. 1993. Libro de estilo. Madrid: Ediciones El País.

Escandell Vidal, M.V. 1993. Introducción a la pragmática. Barcelona: Anthropos.

Estrany, M. 1970. “Calcos sintácticos del inglés”. Filología moderna  38: 199-203.

Flórez, L. 1967. Temas de castellano (notas de divulgación). Bogotá.

Fonfrías, E.J. 1968. Anglicismos en el idioma español de Madrid. San Juan de Puerto Rico: Editorial Club de la Prensa.

Fontanillo, E. y M.I.Riesco. 1990. Teleperversión de la lengua. Barcelona: Anthropos.

García Yebra, V. 1982. Teoría y práctica de la traducción. Madrid: Gredos.

Garrido Medina, J. 1994. Idioma e información: la lengua española de la comunicación. Madrid: Síntesis.

Gasca, L. y R.Gubern. 1994. El discurso del  cómic. Madrid: Cátedra.

Geckeler, H. 1974. “Le problème des lacunes linguistiques”. Cahiers de léxicologie  23: 31-45.

Goddard, K.A. 1980. “Loan-words in Spanish. A Reappraisal”. Bulletin of Hispanic Studies  42: 1-16.

Gómez Torrego, L. 1993. Manual de español correcto. Tomo II: Morfología y Sintaxis. Madrid: Arco Libros.

Gómez Capuz, J. 1993. “Calcos y malas traducciones en los doblajes del inglés al español: taxonomía de un corpus reciente y su contribución a la traductología y enseñanza de lenguas”. Jornadas Internacionales de Lingüística Aplicada. Robert J. di Pietro In Memoriam. Actas, volumen I. Ed. J.Fernández-Barrientos. Granada: ICE/Universidad. 627-638.

Gómez Capuz, J. 1994. “Apostillas, enmiendas y adiciones a una clasificación siempre provisional del préstamo lingüístico”. Interlingüística, I (Resumen de las comunicaciones presentadas en el IV Encuentro de la Asociación de Jóvenes Lingüistas Eds. J.Gómez et al. València: Universitat. 14-18.

Gómez Capuz, J. 1996. “Calcos sintácticos, fraseológicos y pragmáticos en los doblajes del inglés al español”. Actas del XII Congreso Nacional de la Asociación Española de Lingüística Aplicada AESLA (Barcelona, 20-22 abril 1994). Eds. J.llisterri y D.Poch. Barcelona: Universitat Autònoma. 171-178.

Gómez Capuz, J. 1997a. Anglicismos en español actual: su estudio en el registro coloquial. Valencia: Universitat (tesis doctoral inédita).

Gómez Capuz, J. 1997b. “Towards a typological classification of linguistic borrowing (illustrated by Anglicisms in Romance Languages)”. Revista Alicantina de Estudios Ingleses  10: 81-94.

Gómez Capuz, J. 1998a. El préstamo lingüístico (conceptos, problemas y métodos). Valencia: Universitat.

Gómez Capuz, J. 1998b. “Pragmática intercultural y modelos extranjeros: la interferencia pragmática en los doblajes al español de películas y seriales norteamericanos”. Quaderns de Filologia IV: Estudis Lingüístics. Pragmàtica intercultural. Valencia: Universitat. 135-151.

Gómez Capuz, J. 2000. “Usos discursivos anglicados en los doblajes al español de películas y seriales norteamericanos: hacia una perspectiva pragmática”. Actas del XVII Congreso Nacional de AESLA (Alcalá, abril 1999). Alcalá: Universidad (en prensa).

Gooch, Anthony 1971. “Spanish and the Onslaught of the Anglicism”. Vida Hispánica.19: 17-21.

Gusmani, R. 1981. Saggi sull´interferenza linguistica: volume primo. Florencia: Casa Editrice Le Lettere.

Halliday, M.A.K. (1978)(1982).  El lenguaje como semiótica social. México: Fondo de Cultura Económica.

Hasselmo, N. 1970 “On diversity in American-Swedish”. SLSF  92: 53-72.

Haugen, E. 1950. “The Analysis of Linguistic Borrowing”, Language  26: 210-231.

Haverkate, H. 1979. Impositive sentences in Spanish. New York-Oxford: North Holland Publishing Company.

Hernando, B.M. 1990. El lenguaje de la prensa. Madrid: Eudema.

Hernández Paricio, F. 1988. Aspectos de la negación. León: Universidad.

Herrero, G. 1995. “Las construcciones-eco: exclamativas-eco en español”. El español coloquial: Actas del I simposio sobre análisis del discurso oral. Ed. L.Cortés Rodríguez. Almería: Universidad. 125-145.

Hope, T.E. 1971. Lexical Borrowing in the Romance Languages: a critical Study of Italianisms in French and Gallicisms in Italian from 1100 to 1900. Oxford: Basil Blackwell.

Humbley, J. 1974. “Vers une typologie de l´emprunt linguistique”. Cahiers de Léxicologie  25: 46-70.

Inigo, M. y Westall, D. 1997: "Los Realia  lingüísticos y la traducción cinematográfica", Quaderns de Filologia, II: Estudis Lingüístics. Oralitat y escriptura, Valencia: Universitat. 126-136.

Inigo, M. y Westall, D. 1998. “The Translation of Realia in «A Perfect World »”. Actes del III Congrés Internacional sobre Traducció. Barcelona: Universitat Autònoma. 91-102.

Jakobson, R. (1938)(1975). “Sobre la teoría de las afinidades fonológicas entre las lenguas”. Ensayos de lingüística general. Barcelona: Seix Barral. 197-214.

Jiménez, O. 1997. “El peso de la ausencia: el papel del traductor en la adaptación al español de los títulos de largometrajes en inglés”. El papel del traductor. Eds. E.Morillas y J.P.Arias. Salamanca: Ediciones Colegio de España. 293-317.

Kany, Ch. 1963 Semántica hispanoamericana. Madrid: Aguilar.

Labov, W. (1972)(1983). Modelos sociolingüísticos. Madrid: Cátedra.

Lagueux, P-A. 1988. “La part des emprunts à l´anglais dans la création néologique, en France et au Québec”, Le français en contact avec l´anglais. En hommage à Jean Darbelnet. Ed. M.Pergnier. París: Didier Erudition. 91-111.

Lapesa, R. 1963. “La lengua desde hace cuarenta años”. Revista de Occidente  3: 193-208.

Lapesa, R. 1966. “Kahlahtayood: Madariaga ha puesto el dedo en la llaga”. Revista de Occidente.12: 373-380.

Lázaro Carreter, F. 1979. “El lenguaje periodístico, entre el literario, el administrativo y el vulgar”. Lenguaje en periodismo escrito . Madrid: Fundación Juan March 9-32.

Lázaro Carreter, F. 1987.  “Los medios de comunicación y la lengua española”. en Primera reunión de Academias de la lengua española sobre el lenguaje y los medios de comunicación. Madrid: Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española. 29-44.

Lázaro Carreter, F. 1997. El dardo en la palabra. Barcelona: Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.

Levinson, SC. (1983)(1990). Pragmática. Barcelona: Teide.

Lope Blanch, J.M. 1986. El estudio del español hablado culto: historia de un proyecto. México: UNAM.

López Guix, J.G. y J.Minnett Wilkinson. 1997. Manual de traducción: inglés/castellano. Barcelona: Gedisa.

López Morales, H. 1979. Dialectología y sociolingüística: temas puertorriqueños, Madrid: Playor. 86-99.

Lorenzo, E. 1980. “El anglicismo en la España de hoy”. El español de hoy, lengua en ebullición. Madrid: Gredos. 96-121.

Lorenzo, E. 1987. “Anglicismos en la prensa”. Primera reunión de Academias de la lengua española sobre el lenguaje y los medios de comunicación. Madrid: Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española. 71-79.

Lorenzo, E. 1990. “Anglicismos en el español de América”. El idioma español en las agencias de prensa. Comps. P.García y A.Gómez. Madrid: Fundación Germán Sanchez Ruipérez/Agencia EFE. 65-82.

Lorenzo, E. 1994. El español de hoy, lengua en ebullición. Madrid: Gredos.

Lorenzo, E. 1995. “Anglicismos”. La lengua española, hoy. Comps. M.Seco y G.Salvador. Madrid: Fundación Juan March. 165-174.

Lorenzo, E. 1996. Anglicismos hispánicos. Madrid:  Gredos.

Lyons, J. (1977)(1980). Semántica. Barcelona: Teide

Llorente Maldonado de Guevara, a. 1980. “Consideraciones sobre el español actual”. Anuario de Letras  18: 5-61.

Madariaga, S. 1966. “¿Vamos a Kahlahtayood?”. Revista de Occidente  12: 365-373.

Madariaga, S. 1970a. “El castellano en peligro de muerte. I: Desesperanto”. Los domingos de ABC  4-1-70: 7-11.

Madariaga, S. 1970b. “El castellano en peligro de muerte. II: El salvamento”. Los domingos de ABC  11-1-70: 4-9.

Madariaga, S. 1962. “El español, colonia lingüística del inglés”. Cuadernos Hispano-americanos  60: 45-49.

Malkiel, Y. 1968. “Hispanic Philology”. Current Trends in Linguistics, Volume 4: Iberoamerican and Caribbean Linguistics. Ed. T.A.Sebeok. Mouton: La Haya. 158-228.

Mallo, J. 1954. “La plaga de los anglicismos”. Hispani .37: 135-140.

Marcos Pérez, P.J. 1971. Los anglicismos en el ámbito periodístico (algunos de los problemas que plantean) . Valladolid: Universidad.

Martín Vivaldi, G. 1993. Manual de redacción. Madrid: Paraninfo.

Martín Zorraquino, M.A. 1992. “Partículas y modalidad”. Lexikon der Romanistichen Linguistik, VI.1. Eds. G.Holtus, M.Metzeltin y Ch.Schmitt. Tubinga: Max Niemeyer. 110-124.

Martinet. A. (1955)(1974). Economía de los cambios fonéticos. Madrid: Gredos.

Matte Bon, F. 1996. Gramática comunicativa del español. Tomo II: de la idea a la lengua. Madrid: EDELSA.

Meney, L. 1994. “Pour une typologie des anglicismes en français du Canada”. The French Review  67.6: 930-943.

Miranda, J.A. 1992. Usos coloquiales del español. Salamanca: Publicaciones del Colegio de España.

Moncada, A. 1995. España americanizada. Madrid: Temas de Hoy.

Montes Giraldo, J.J. 1985. “Calcos recientes del inglés en español”. Thesaurus  40: 17-50.

Mounin, G. 1976. Linguistique et traduction. Bruselas: Dessart et Mardaga.

Muro, M.A. 1990. La gramática normativa (fundamentos, práctica, perspectivas). Logroño: Gobierno de La Rioja/Instituto de Estudios Riojanos.

Newmark, P. 1987. A Textbook of Translation. Cambridge: Prentice Hall.

Oliver, J.M. 1991. Diccionario de argot, Madrid: Sena.

Orr, J. 1935. “Les anglicismes du vocabulaire sportif”. Le Français Moderne 3: 293-311.

Owen, M.L. 1983. Apologies and remedial interchanges. Mouton: La Haya.

Pascual, J.A. 1985. “Libertad, norma e historia”. Tabanque  1: 9-19.

Payrató, L. 1992. “Pragmática y lenguaje cotidiano. Apuntes sobre el catalán coloquial”. Revista de Filología Románica  9: 134-153.

Peña, S. 1997. “El traductor en su jaula: hacia una pauta de análisis de traducciones”. El papel del traductor. Eds. E.Morillas y J.P.Arias. Salamanca: Ediciones Colegio de España. 19-57.

Pergnier, M. 1989. Les anglicismes. Danger ou enrichissement pour la langue, . París: P.U.F.

Portolés, J. 1998. Los marcadores del discurso. Barcelona: Ariel.

Pratt, Ch. 1980. El anglicismo en el español peninsular contemporáneo. Madrid: Gredos.

Pratt, Ch. 1986. “Anglicisms in Contemporary European Spanish”. English in Contact with other Languages. Studies in honour of Broder Carstensen on the occasion of his 60th birthday. Eds. W.Viereck y W.D.Bald. Budapest: Akadémiai Kiadó. 345-367.

Puga, J. 1997. La atenuación en el castellano de Chile: un enfoque pragmalingüístico. Valencia:  Universitat/Tirant Lo Blanch.

Quilis, A. 1984. “Anglicismos en el español de Madrid”. Athlon, Satura Grammatica in honorem Francisci R. Adrados. Madrid: Gredos. 413-423.

Quirk, R. et al . 1972. A Grammar of Contemporary English. Londres: Longman.

Quirk, R. y S.Greenbaum. 1973. A University Grammar of English. Londres: Longman.

Rando, G. 1973. “Influssi inglesi nel lessico italiano contemporáneo”. Lingua Nostra  34: 111-120.

Real Academia Española. 1973. Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa-Calpe.

Real Academia Española. 1992. Diccionario de la lengua española,  Madrid, Espasa-Calpe.

Riquelme, J. 1998. Los anglicismos. Anglicismos y angliismos: huéspedes de la lengua. Alicante: Aguaclara.

Rodríguez González, F. 1989. “Lenguaje y contracultura juvenil: anatomía de una generación”. Comunicación y lenguaje juvenil . Ed. F.Rodríguez González. Madrid: Fundamentos. 135-166.

Rodríguez González, F. y A.Lillo. 1997. Diccionario de anglicismos . Madrid: Gredos.

Roos, E. 1985. “Kontrastive überlegungen zur deutschen, englishen und französischen Idiomatik”. Sprache und Literatur in Wissenschaft und Unterricht  56.2: 74-80.

Rubio Sáez, J. 1977. Presencia del inglés en la lengua española. Valencia: Ezcurra.

Sala, M. et al . 1982. El español de América. Tomo I: Léxico, parte segunda. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.

San Martín, S. y Hazlett, J. 1992-1993. Guías de comprensión: modismos, localismos, giros coloquiales. Madrid: Marketing Editorial.

Sánchez Benedito, F. 1986. Diccionario conciso de modismos inglés-español-inglés . Madrid: Alhambra.

Sánchez Macarro, A. 1993. “La invasión del anglicismo en el español contemporáneo”. Actas del Simposio sobre el español de España y el español de América. Eds. R.Morant y J.Jiménez. Valencia: Universitat. 19-34.

Santoyo, J.C. 1996. El delito de traducir. León: Universidad.

Sanmartín, J. 1998. Diccionario de argot. Madrid: Espasa.

Sanz, B. 1996. La negación en español. Salamanca: Colegio de España.

Schiffrin, D. 1987. Discourse markers. Cambridge: Cambridge University Press.

Seco, M. 1988. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española,  Madrid: Espasa-Calpe.

Senabre, R. 1993. “De la interjección al ladrido”. ABC  9-3-93: 3.

Smith, C. et al. 1993. Diccionario Collins Español-Inglés, English-Spanish. Barcelona: Collins/Grijalbo.

Steel, B. 1976. A Manual of Colloquial Spanish. Madrid: SGEL.

Thomas, J. 1983. “Cross-cultural Pragmatic Failure”. Applied Linguistics  4.2: 91-112.

Torrents dels Prats, A. (1976)(1989). Diccionario de dificultades del inglés. Barcelona, Juventud.

Ullmann, S. (1964)(1977). Lenguaje y estilo. Madrid: Aguilar.

Valenzuela, J. y A.M.Rojo. 2000. “Sobre la traducción de las palabras tabú", Revista de Investigación Lingüística, 1, vol. 3, Universidad de Murcia, pp. 207-220.

Valero, C. et al. 1997. “Polisistemas en contacto: ciertos condicionantes que afectan al transvase de información”. Estudios de lingüística aplicada. Eds. J.L.Otal et al. Castellón: Universitat. 843-850.

Vázquez Ayora, G. 1977. Introducción a la traductología. Washington: Georgetown University Press.

Verdú, V. 1996. El planeta americano. Barcelona: Anagrama.

Vigara Tauste, A.M. 1980. Aspectos del español hablado. Madrid: SGEL.

Vigara Tauste, A.M. 1992. Morfosintaxis del español coloquial: esbozo estilístico. Madrid: Gredos.

Vinay, J.P. y J.Darbelnet, J. 1958. Stylistique comparée du français et de l´anglais. Méthode de traduction. París: Didier.

Vogt, H. 1954. “Language Contacts”. Word  10: 365-374.

Webster. 1989. Webster Unabridged Dictionary of the English Language. Portland House.

Weinreich, U. (1953)(1968). Languages in Contact: Findings and Problems. La Haya: Mouton.

Weinreich, U., W.Labov y M.Herzog. 1968. “Empirical Foundations for a Theory of Language Change”. Directions for Historical Linguistics. Eds. W.P.Lehman y Y.Malkiel Austin: University of Texas Press. 95-195.

Wierzbicka, A. 1985. “Different Cultures, Different Languages, Different Speech Acts”. Journal of Pragmatics  9: 145-178.

Wierzbicka, A. 1991. Cross-cultural Pragmatics. The Semantics of Human Interaction. Berlín/Nueva York: Mouton de Gruyter.

Zaro, J.J. y M.Truman. 1999. Manual de traducción - A manual of Translation. Madrid: SGEL.

Zuluaga, A. 1980. Introducción al estudio de las expresiones fijas. Frankfurt: Peter Lang.

 

 

 

 



[1] La cuestión de la "imitación" de registros ajenos al que se emplea en ese momento es abordada por Briz (1998:33-36).

[2]  Al estudiar los contactos lingüísticos entre las lenguas románicas, T.E.Hope (1971:722-738) hace mención a esta situación en la que se propagan modas culturales y no -al menos, directamente- palabras.

[3]  Cf.  A.Briz et al  (1995:23-37) y Briz (1998:40).

[4] Halliday (1978)(1982).

[5] Cf.  Briz et al  (1995:30-32) y Briz (1998:40-43).

[6] Cf.  Briz et al  (1995:30-31) y Briz (1998:41).

[7] Como observa Vigara Tauste (1980:70-78). Para más detalles sobre esta cuestión, cf.  §3.2.2.

[8] Para más detalles sobre esta cuestión, cf.  §3.4.1.

[9] Como explicaremos en §5.1 al justificar las convenciones de transcripción del corpus del tercer estadio (conversación coloquial), siguiendo a A.Briz et al  (1995:39-48), hemos decidido marcar las muestras de estilo directo, estilo repetido y reproducción oral de lo escrito con letra cursiva. Ya que el corpus de telecomedias también ha sido objeto de una transcripción escrita por nuestra parte, proponemos aplicar esta convención para dejar claro qué es lo que se habla y qué es lo que se lee (modo escrito o escrito para ser leído en la terminología de Gregory y Carroll, 1978).

[10] Briz et al  (1995:28) y Briz (1998:41) destacan el simple carácter socializante de la conversación cotidiana, la cual no persigue ningún fin concreto: se trata de la comunicación por la comunicación o lo que Malinowski denominó comunión fática (vid. Halliday [1978][1982]).

[11]Cf. Weinriech, Labov y Herzog (1968) y Labov (1972)(1983).

[12] Para más detalles sobre esta cuestión, cf.  §3.5.2.

[13]Cf. Weinriech, Labov y Herzog (1968) y Labov (1972)(1983).

[14] Para más detalles sobre esta cuestión, cf.  §2.3.

[15] Al igual que ocurre con los simples préstamos léxicos, como estudian Weinreich (1953)(1968:53-61) y Gusmani (1981:145-167).

[16] Estas son las equivalencias que propone el repertorio bilingüe Collins (1993, s.v. hey ).

[17] Curiosamente en boca de un perodista que ha residido algún tiempo en Nueva York.

[18] También en boca de un perodista que ha residido algún tiempo en Nueva York.

[19] J.Sanmartín (1998, sv. dabuti/dabuten ) lo considera préstamo del caló en el argot de la delincuencia, con el valor de ‘excelente, bueno’.

[20] Tan amplia que ha sido imposible registrarla, ya que nos hemos concentrado más en la aparición de los anglicismos pragmáticos propiamente dichos.

[21] Así lo señalan S.Alcoba (1985:23) A.Llorente Maldonado de Guevara (1980:57), F.Lázaro Carreter (1997:63-65) y J.Riquelme (1998:91). Para más detalles sobre esta cuestión, cf.  §3.2.3.

[22] Para un panorama contrastivo de estos dos grandes mecanismos del préstamo lingüístico como procedimiento neológico (es decir, importación/préstamo integral frente a sustitución/calco), vid. Haugen (1950), Humbley (1974), Gusmani (1981) y Gómez Capuz (1997b) y (1998a).

[23] Recordemos que los procedimientos de préstamo -y en especial el préstamo integral o importación morfémica- han sido considerados tradicionalmente como una “claudicación” o “reconocimiento de impotencia” en el proceso de traducción (vid. §3.8)

[24] Recuérdese que uno de los personajes de la serie Periodistas, el redactor-jefe de la sección de Local ha estado varios años de corresponsal en Nueva York e incorpora en su habla una serie de anglicismos pragmáticos difíciles de explicar en otros contextos, pero explicables ahora como residuos de una etapa bilingüe y muestras de cosmopolitismo (color local extranjerizante): así, en el habla de este personaje hemos registrado te debo una  y dispara  (fórmulas que ya son esporádicas en los propios doblajes y que difícilmente son conocidas -y mucho menos usadas- por los hispanohablantes peninsulares), guau  (exclusiva hablantes jóvenes).

[25] Como ejemplo reciente de acumulación excesiva de anglicismos pragmáticos en un estilo oral formal podemos citar el discurso que Jesús Hermida -otro periodista con "etapa americana"- pronunció en la gala de los Premios de la Academia de la Televisión, a principios de 1999: damas y caballeros, hombres y mujeres  (como fórmula vocativa de tratamiento comentada en §3.3.1, no registrada ni siquiera en nuestro corpus de doblajes), déjenme decirles, etc.

[26] Algunas de estas grabaciones están transcritas en Briz et al  (1995) y constituyen el grueso del corpus analizado en Briz (1998).

[27] Por ello nos hemos limitado a la parte del programa constituida por la grabación de la "inocentada", cuando los interlocutores -excepto los que actúan como "gancho"- no son conscientes de que se les está grabando y actúan con naturalidad y con la tensión dramática propia de la situación anómala que están viviendo

[28] Curiosamente similar a la que ponen en práctica tanto la Academia (p.ej. güisqui  en lugar de whisky ) como los cómics marginales (plis  en lugar de please ).

[29]  Sobre la larga polémica acerca del bueno  expletivo iniciador de respuesta como anglicismo o como simple muletilla retardataria y empobrecedora, remitimos a la exhaustiva discusión del tema en §3.2.2.

[30] E empieza a leer el prospecto del medicamento.

[31] E descuelga el teléfono. Lo que viene a continuación es la conversación telefónica con Antonio Juan, persona a la que están esperando.

[32] E cuelga el teléfono. Fin de la conversación telefónica.

[33] Aspecto insinuado por E.Lorenzo (1987:74), (1995:172) y (1996:633) y F.Lázaro Carreter (1997:160-163).

[34] Para el problema del "español neutro" y los doblajes televisivos, vid. §2.2

[35]  Matte Bon (1996:259) y DRAE (1992, s.v. seguro ).

[36]Alusión a algunos paseantes próximos al lugar en que se desarrolla la conversación.

[37] Para estas cuestiones, vid.  Humbley (1974), Meney (1996) y Gómez Capuz (1997b) y (1998a).

[38] Vid.  Gómez Capuz (1997b:91-93).

[39] En este punto seguimos las teorías de T.E.Hope (1971) sobre la eficacia comparativa del préstamo como procedimiento neológico, puestas en práctica por Goddard (1980) y Pratt (1980). Para una revisión reciente de estas teorías, vid. Gómez Capuz (1998a:263-270).

[40] Cf. Collins (1991, s.v. ) y El País (1993, s.v. Mr./Mrs.  y Ms. ).

[41] En todo caso la confusión es explicable por la gran difusión del término miss  en español y por la existencia en inglés norteamericano de la forma no sexista Ms  -pronunciada [miz]- para dirigirse a todo tipo de mujeres (estén o no casadas), forma que posiblemente el informante identifique con las ideas feministas de Hillary Clinton.

[42] Vid. J.A.Miranda (1992:83) y §3.3.5.

[43] A diferencia de su empleo comunicativo como fórmula de acuerdo y cierre discursivo, más generalizado en español y documentado en nuestro corpus de telecomedias (cf. §4.4).

[44] Para el concepto de acto perlocutivo en la teoría de Austin, vid. Escandell Vidal (1993:56-71).

[45] Valenciano, penjar, "colgar".

[46] Nombre de otra población, en la que hay pedida también una moción de censura contra el alcalde.

[47] Refiriéndose al cambio. M ha pagado con un billete de 5000 ptas.

[48] Sobre estas cuestiones, vid. §2.2 y §3.4.3.

[49] El predominio de olvídalo  en los doblajes se estudió en §3.2.3 y el de déjalo  en las telecomedias en §4.5.

[50] Sonido de explosión.

[51] Nombre de otra población, en la que hay pedida también una moción de censura contra el alcalde.

[52]  Sobre lo que no podemos afirmar nada es sobre la integridad, ya que desconcemos la situación actual en el español de América.

[53]  Boyd-Bowman (1951), Malkiel (1968) y López Morales (1979:97).

[54] P.ej. López Morales (1979), Quilis (1984) y Lope Blanch (1986).

[55]Cf. Weinriech, Labov y Herzog (1968) y Labov (1972)(1983).


I S S N     1577 - 6921

NÚMERO 2 - NOVIEMBRE 2001