null Un proyecto de la UMU refuerza la importancia de los ríos secos y la necesidad de gestionarlos correctamente

Un grupo de investigadores del departamento de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia (UMU) destaca en la revista Sustainability la relevancia de los ríos secos en los paisajes áridos como constituyentes de la red fluvial.

Rambla la Azohía

El interés de este trabajo reside en demostrar que los ríos secos son ecosistemas por derecho propio, con un destacable papel en el paisaje y que albergan una rica diversidad, diferente a la de los ríos con agua permanente, proporcionando un gran número de beneficios para el bienestar humano. 

Los ríos secos son definidos como aquellos cuyo hábitat normal es terrestre donde el agua superficial puede interrumpir estas condiciones en períodos cortos de tiempo, principalmente después de lluvias intensas.

Aunque el agua sólo está presente en estos ríos durante cortos períodos, este trabajo manifiesta que los ríos secos albergan una fauna y vegetación diversa y abundante, son activos en los ciclos de nutrientes y en la dinámica de la materia orgánica, y proporcionan muchos servicios ecosistémicos. Por ejemplo, pueden ralentizar la evacuación del agua de las avenidas ayudando a la infiltración y acumulación del agua en los acuíferos. 

Gestión de los ríos secos

“Estos ríos son, probablemente, los ecosistemas fluviales más amenazados del mundo. En ellos se concentran las principales perturbaciones humanas como vertidos, canalizaciones, pastoreo, urbanización… seguramente por ser considerados por gestores y por la sociedad en general, como ecosistemas inútiles y poco productivos, ya que no proporcionan agua y no se valoran otros posibles beneficios que contribuyen a la calidad de vida de la gente”. Señala la investigadora de la UMU María Rosario Vidal-Abarca.

A pesar de su importancia no existen programas de seguimiento que evalúen el estado ecológico de los ríos secos, pero los programas de educación y concienciación ambiental pueden contribuir al cambio de percepción social necesario para valorar y proteger estos singulares ecosistemas. Las políticas de gestión de las cuencas deben llevar a cabo acciones que garanticen el estado de conservación de los ríos secos y sus contribuciones al bienestar humano, especialmente en el contexto actual del cambio climático. 

Sigue habiendo importantes lagunas de conocimiento sobre el papel que juegan los ríos secos en los entornos áridos y semiáridos. Una perspectiva multidisciplinar que combine las ciencias de la tierra y sociales, permitiría abordar, desde una perspectiva más integradora, el mundo de los ríos secos. Concluye la investigadora Vidal-Abarca. 

Fotografía: Rambla La Azohía