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Revista de estudios filológicos
Nº34 Enero 2018 - ISSN 1577-6921
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INDIGENISMOS LÉXICOS CON DIVERSIDAD DE SIGNIFICADOS EN EL DICCIONARIO DE AMERICANISMOS (2010): EL CASO DE LOS NAHUATLISMOS DE MESOAMÉRICA EN OTRAS REGIONES

María-Teresa Cáceres-Lorenzo

(Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)

mteresa.caceres@ulpgc.es

Fecha de recepción: 3-8-2017 / Fecha de aceptación: 15-12-2017

 

RESUMEN:

Desde las primeras centurias coloniales, el náhuatl es un idioma vehicular en el territorio americano por lo que en los textos españoles de toda América aparecerán préstamos léxicos de esta lengua. En la actualidad, estos vocablos se usan en el contexto dialectal con una gran diversidad de significados primarios y secundarios acorde a las necesidades de comunicación de los hablantes. La presente investigación, a través de fuente documental del Diccionario de Americanismos (DA, 2010), propone la caracterización de los nahuatlismos de Mesoamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua) difundido en otras regiones como estudio de caso de los indigenismos con diferentes significados. El objetivo final es obtener información sobre la riqueza semántica de los nahuatlismos y su grado de dispersión en territorio americano, según el DA. El resultado es el análisis cuantitativo y cualitativo de noventa y ocho unidades léxicas que cumplen los diversos factores semánticos y geográficos anteriores propuesto para nuestro análisis. Asimismo, la ordenación de dicho lexicón conforme a la relación recíproca entre los datos semánticos y diatópicos muestran otras posibles tendencias que caracteriza dichos vocablos en estos territorios. La novedad de esta investigación se encuentra en la actualización de conclusiones publicadas por otros investigadores con sesenta y uno ejemplos nuevos, y también en la propuesta de análisis del léxico náhuatl no exclusivos de países cercanos a México. También en la posibilidad de evidenciar que la región del sur es la que influye de manera significativa en la riqueza semántica de este tipo de nahuatlismos en América.

Palabras clave: Dialectología; indigenismos léxicos; nahuatlismos; Diccionario de Americanismos; riqueza semántica; difusión diatópica.

 

ABSTRACT:

From the first colonial centuries, Nahuatl is a vehicular language in the American territory, so that in the Spanish texts of all America will appear lexical loans of this language. At present, these words are used in the dialect context with a great diversity of primary and secondary meanings according to the communication needs of the speakers. The present research, through documentary source of the Dictionary of Americanisms (DA, 2010), proposes the characterization of the nahuatlismos of Mesoamerica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Mexico and Nicaragua) diffused in other regions as case study Of indigenisms with different meanings. The final objective is to obtain information on the semantic richness of the Nahuatlismos and their degree of dispersion in American territory, according to the DA. The result is the quantitative and qualitative analysis of ninety-eight lexical units that fulfill the various semantic and geographic factors proposed above for our analysis. Likewise, the ordering of this lexicon according to the reciprocal relationship between semantic and diatopic data shows other possible trends that characterize these words in these territories. The novelty of this research is found in the update of conclusions published by other researchers with sixty-one new examples, and also in the proposal of analysis of the non-exclusive Nahuatl lexicon of countries close to Mexico. Also in the possibility of evidencing that the region of the south is the one that influences of significant way in the semantic wealth of this type of nahuatlismos in America.

Keywords: Dialectology; Lexical indigenisms; Nahuatlismos; Dictionary of Americanisms; Semantic wealth; Diatopic diffusion.

1. Introducción

El testimonio y la investigación documental de los siglos XVI y XVII, nos indican que el náhuatl y el quechua fueron las principales lenguas generales que influyeron en el español americano (Lipski, 1992; Matthew y Romero, 2012). Esto supuso que muchos vocablos indígenas que designaban realidades locales se incorporaron a la lengua española hasta crear un nuevo vocabulario con distintos significados integrado en el español americano. Los indicadores de esta asimilación que nos proponemos analizar son la riqueza semántica y la propagación por muchos países (Lope Blanch, 1979; Sala et al., 1982; Aleza Izquierdo, 2017).  

En esta investigación nos centraremos en el léxico proveniente del náhuatl que se registra como vocabulario dialectal, ya que este idioma fue utilizado en casi todo el imperio azteca antes y después de la conquista, y que tuvo una gran difusión geográfica. El propósito general de este artículo es presentar datos sobre la riqueza semántica de los nahuatlismos dialectales (aunque algunos son panhispánicos) y su expansión en otros territorios. Para conseguir este propósito se analizarán los factores de riqueza de significados o ámbitos semánticos creados y difusión geográfica en otras zonas americanas de los nahuatlismos mesoamericanos (área que incluye países con una situación geográfica cercana a México).

El material del que obtenemos los ejemplos es el Diccionario de Americanismos (DA, 2010), repertorio que contiene 70.000 voces y un total de 120.000 acepciones del español americano. Esta publicación incluye el diccionario académico de 2001 que aporta 28.000 americanismos, además de los obtenidos con el programa informático ARU (`lengua´, en aimara), en el que se reúnen ciento cincuenta diccionarios de americanismos publicados o inéditos desde 1975 hasta 2010. El DA documenta la marca diatópica y los ámbitos semánticos o espacio de significados compartidos por un determinado vocablo (DA, 2010: LIV).

Algunos investigadores han percibido limitaciones en DA, con respecto a la ausencia de cierta documentación geográfica relacionada con los chilenismos y peruanismos, asimismo se constata que no se han identificado de manera pública, cuáles son las compilaciones lexicográficas que integran el corpus informático ARU, de las que se han extraído los vocablos que aparecen en DA, por lo que imposible conocer el porcentaje de obras por países, y la representatividad de los datos que registra (Cerrón-Palomino, 2010: 165; Sáez Godoy (2014: 133). Pese a estas limitaciones, DA es un estudio de conjunto con un número importante de referencias que permite entre otras cosas, actualizar indagaciones anteriores (López Morales, 2010; Ueda, 2013: Buenafuentes de la Mata, 2017).

En lo que se refiere a las variables riqueza de significados y datos diatópicos han sido considerados como pertinentes para reconocer el grado de vitalidad de un determinado préstamo, como señala el trabajo de Lope Blanch (1979) en la ciudad de México. Esta indagación presenta cincuenta  nahuatlismos de gran uso en Centroamérica y en el área del sur[1]. En misma línea, Sala et al. (1982) retoman la propuesta metodológica precedente, y elaboran un glosario de términos de toda América obtenidos a partir de estudios publicados antes de 1982 (se utiliza como material de trabajo el diccionario académico de 1970, además de otras cuarenta monografías e investigaciones coetáneas). Las conclusiones del equipo rumano muestran que es más significativo analizar el préstamo indígena fuera del área de influencia de la respectiva lengua para corroborar su vitalidad. De este modo, un nahuatlismo en América Central, Antillas, o en los países del norte de América del sur: Colombia, Ecuador y Venezuela presenta un índice de vitalidad menos significativo que si se catalogan en Chile o Argentina. 

En lo que se refiera a la riqueza semántica “voces que actualmente tienen por lo menos un sentido nuevo, además del sentido primario” (Sala et al., 1977: 19), estos investigadores proponen analizar las unidades léxicas a través de los criterios de aumento o restricción de los significados, y la creación de nuevos sentidos metafóricos. Estas tendencias se valoran aplicando pautas que tienen en cuenta vocablos con que integran sentidos nuevos. Los resultados muestran que los nahuatlismos que cumplen estrictamente los criterios anteriores suman nueve unidades léxicas, y otros setenta y ocho que los cumplen parcialmente, con un total de ochenta y siete ejemplos (Sala et al, 1982: 298-299). 

En el panorama dialectológico sincrónico, la propagación geográfica de las voces estudiadas ha sido examinado con anterioridad con corpus locales, por lo que se puede realizar una mayor profundización exploratoria. Buesa Oliver y Enguita Utrilla (1992: 77) explican que la voz galpón `casa grande´ solo se utiliza en Sudamérica y en Guatemala (aunque el DLE y DA ya no verifica la referencia guatemalteca). También, la contribución de Prieto (1979: 138-150) y San Martín Núñez (2009: 135) en el análisis en la prensa chilena determinan que los nahuatlismos encontrados conocen un significativo proceso de derivación y de enriquecimiento semántico diferencial. Y por último, en Argentina, el trabajo de Fajardo Aguirre (1998) constata el registro de galpón, petaca y tamal en distintos corpus lexicográficos y literarios. Por su parte, con el examen de la marca geográfica en toda América, Cáceres Lorenzo (2015: 60) aporta que en el DA es posible sumar 1.454 nahuatlismos regionales, de los que el 84,5% (1.228 ejemplos) se presentan exclusivamente en territorio mesoamericano, además del el resto en el Caribe y Sudamérica. El análisis del vocabulario dialectal con el parámetro diatópico resuelve algunas lagunas sobre la vitalidad del nahuatlismo, aunque también es necesario indagar sobre la riqueza semántica  (Lope Blanch, 1979; Sala et al., 1982).

Esto nos llevó a interrogamos de manera inicial, si puede ser viable ordenar la tendencia seguida por los aztequismos mesoamericanos en otros territorios americanos. Por lo que el objetivo de este trabajo se centra en caracterizar el nahuatlismo que registran significados secundarios, además de tener una presencia en Mesoamérica, Caribe y Sudamérica. Pensamos que atender en esta ocasión solo a este tipo, es un primer paso para dar respuesta a los interrogantes que muestra el préstamo náhuatl como problema de investigación en los estudios dialectológicos de carácter sincrónico.

A la vista de los aportes del marco teórico con respecto al objetivo esbozado al inicio de este estudio, planteamos las siguientes preguntas de investigación: ¿qué aportan a la indagación sincrónica el análisis del léxico náhuatl mesoamericano con significados secundarios que estén en otra región?, ¿cómo influye el factor de difusión geográfica en la riqueza semántica de estos nahuatlismos?; y finalmente, ¿es posible caracterizar alguna tendencia general?.

La novedad de nuestra indagación se encuentra en la propuesta de planificar una investigación con unidades léxicas de la sincronía, con el fin de obtener datos cuantitativos y cualitativos concretos de un tipo de nahuatlismo mesoamericano que ha traspasado esta área, según la correlación entre los parámetros de difusión geográfica y riqueza semántica. Pensamos que la relación recíproca de estos dos factores permitirá caracterizar dichos aztequismos no exclusivos de las zonas de influencia de México. Además, indirectamente los resultados mostrarán el proceso de vitalidad de estos préstamos, aunque de manera parcial, ya que para reconocer el grado de vitalidad en un contexto social de cualquier vocablo es necesario conocer además de la difusión geográfica y el número de significados, su productividad, fundamentación documental, vigencia, y sus condiciones diafásicas y diastráticas.

2. material y método

Con el fin de dar respuestas a las preguntas de investigación, se ha diseñado una indagación con una metodología cuantitativa y cualitativa que ha seguido el siguiente procedimiento:

2.1. Elaboración de un lexicón en Excel de los nahuatlismos que el DA registra con esta marca etimológica, según los parámetros de propagación geográfica y número de ámbitos semánticos. Solo se ha incluido aquellos que el DA registra en Mesoamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua) que tuvieran presencia en las áreas caribeñas (Colombia, Cuba, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela) y/o Sudamérica (Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay).

2.2. Análisis de los indicadores seleccionados en los ejemplos de Mesoamérica. Esta tarea permitirá reconocer la tendencia de los nahuatlismos mesoamericanos en las regiones e identificarla con un esquema de “presencia” (X) o “ausencia” (0) en cada una de las tres regiones. Entendemos como “presencia” (X) de una lexía, si esta se registra en tres o más países, y por “ausencia” (0), por debajo de esa cifra. El esquema que sigue cada grupo muestran los datos de Mesoamérica-Caribe-Sudamérica.

2.3. A través del coeficiente de correlación de Pearson, obtenemos la información sobre la influencia de las variables del factor difusión geográfica, “número total países”, “regiones”, “Mesoamérica”, “Caribe” y “Sudamérica” con respecto a la riqueza semántica, representada por el número de ámbitos semánticos que inventaría el DA. Y por último, hemos considerado que Mesoamérica al igual que el Caribe agrupan seis países, y Sudamérica, siete, por lo que se ha obtenido la proporción de los datos de esta región como si tuvieran también seis, con el fin de conseguir resultados comparables.

3. Resultados y análisis

El repertorio léxico resultante de nuestras pesquisas en el DA, para responder a las preguntas de investigación lo forman noventa y ocho nahuatlismos mesoamericanos con gran difusión geográfica que además, han creado significados secundarios. La distribución por número de ámbitos semánticos muestra que el 22% (veintidós ejemplos) tienen cinco o más espacios de significado en común; el 26% (veinticinco unidades léxicas), entre tres y cuatro; y 52% (51 nahuatlismos), con uno o dos.

En nuestra nómina de voces aparecen treinta y siete nahuatlismos[2]  de los cincuenta de Lope Blanch (1979: 44) y de los ochenta y seis de Sala et al. (1982: 298-299), el resto de los ejemplos aportados en sus trabajos han quedado descartados por no estar localizados en otra región, sino exclusivamente en Mesoamérica, y por presentar una adjudicación etimológica errónea[3], según los diccionarios académicos, o por carecer de sentidos secundarios[4]. Esto supone que sesenta y uno nahuatlismos del lexicón de nuestro estudio son vocablos novedosos con respecto a pesquisas anteriores.

Un análisis más pormenorizado del lexicón resultante permite el establecimiento de una agrupación jerárquica, según la media de los parámetros seleccionados de mayor a menor hasta crear los siguientes grupos:

3.1. Voces con una riqueza semántica entre cuatro y cinco ámbitos semánticos. El resultado es de diez nahuatlismos que tienen mayor difusión en la región mesoamericana (50%), mientras que en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay  (41%), y con una presencia de dos o menos países en el Paraguay, República Dominicana y Venezuela (9%). Las voces camalote, camote, chichi, chocolate, chongo, copante, cuate, ocelote y suche exhiben una media de riqueza semántica o número de ámbitos semánticos de 4,2, con algunas voces ya registradas en estudios anteriores (Lope Blanch, 1979: 44; Sala et al. 1982: 298), aunque el DA (2010) permite aumentar la información sobre la marca diatópica y el número de ámbitos. El esquema de este grupo sería X-0-X, según los datos Mesoamérica-Caribe-Sudamérica.

3.2. Nahuatlismos con significados entre tres y cuatro espacios semánticos compartidos. Este grupo se caracteriza también por una gran difusión en las zonas caribeñas (43%) con respecto a Mesoamérica (34%) y los países del sur (23%). Lo conforman veintitrés unidades léxicas que siguen el esquema general de difusión geográfica de 0/X-X-0/X

El primer ejemplo es chapapote, lexía que se ha difundido en la República Dominicana hasta llegar a una media de tres en la creación de nuevos espacios semánticos y con un esquema de difusión geográfica 0-X-0. También, en este mismo apartado, mostramos veintidós lexías que aparecen en las tres regiones con una cierta similitud en sus anotaciones diatópicas (achagual, achoque, cajeta, chicle, chicote, chueco, ciguata, escuincle, guacamole, güila, nana, palanqueta, peche, petaca,  pisca, quetzal,  tache, tamal, temascal, tomate, tusa y zaguate). Este subgrupo manifiesta un total de una media de 3,64 en lo que se refiere al número de ámbitos, y con el esquema de X-X-X. 

3.3. Préstamo náhuatl que se registran entre dos y tres ámbitos de significados. Este grupo de sesenta y cinco vocablos es el más numeroso, y la región de Mesoamérica muestra un alto grado de difusión con un 63% frente a los países de América del sur con un 7%, y el resto se difunde en las Antillas y Colombia, Panamá, y Venezuela con un 30%. En esta clase, la expansión de los nahuatlismos en las naciones del sur es muy inferior con respecto a 3.1. y 3.2. y se puede subdividir, a su vez, en primer subgrupo de cincuenta y uno  aztequismos, con gran presencia en Mesoamérica y con una media de ámbitos semánticos de 2,57.

Estas voces náhuatl con el esquema X-0-0 designan diferentes alimentos: atol, atole, coyol, mozote y pozol; la naturaleza: ayote, capulín, cenzontle, chachalaca, chapulín, chichicaste, chichipate, chicozapote, copal, coyote, cuajilote, elote, guajolote, guate, guatusa, izote, jocota, nance, nopal, mapache, milpa, pepenance, tacuacín, zacate, zopilote, distintos tipo de objetos: chunche, cuita, machote, malacate, pacha, papalote, tapesco; cuestiones religiosas: nahual; las partes de una estructura  o tipo de construcción: champa, tabanco; enfermedades o características peculiares físicas de un individuo o animal: chipote, colocho, cuico, cuto, pachón, piocha; consecuencia de una acción o la misma acción: pepena, pepenar(se); vínculos familiares: cumiche; y tipo de persona por su comportamiento: achichincle, pipe.

El segundo subgrupo lo conforman catorce unidades léxicas con similar expansión geográfica en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua a la que se añade la de los países caribeños. Las voces inventariadas siguen el esquema X-X-0, y están relacionadas con la naturaleza: achiote, aguacate, chayote, chipichipi, jícaro, jícama, zapote; con los vínculos familiares: chamaco, chichigua; y con objetos guacal, jícara, mecate, molote, motete. La media de los espacios semánticos en los que participan es de 2,79. En este punto, corroboramos los datos de Aleza Izquierdo (2017: 20) que en su análisis del diminutivo muestra la importancia de las voces que designan la vegetación en el español americano del DA.

Estos tres grupos establecidos conforme a la media del número de ámbitos semánticos y el esquema de difusión geográfica en cada región de DA, demuestran el comportamiento de este nahuatlismo con vocación panhispánica, según dos criterios tenidos como indicadores de vitalidad en el español americano. Evidenciamos una similitud en nuestros resultados con respecto al núcleo común de rasgos de los significados que comparten (alimentos, naturaleza, objetos, etc.) acorde a lo aportado por Zamora Munné (1982), Alba (1992) y Quirós García y Ramírez Luengo (2015).

Además, el análisis de los datos obtenidos pueden completarse con el índice o coeficiente de correlación de Pearson que proporciona referencias del grado de similitud. Los resultados de la relación de las variables con la riqueza semántica o números de ámbitos indican que cuando una de ella aumenta, la otra lo hace también en proporción constante. Esta tendrá mayor dependencia cuanto más se acerque a uno, según se hace patente en la Tabla 1:

 

Variables

Índice de correlación

Número total países-riqueza semántica

0,40

Regiones-riqueza semántica

0,34

Mesoamérica-riqueza semántica

0,13

Caribe-riqueza semántica

0,22

Sudamérica-riqueza semántica

0,49

TABLA 1. Resultados del índice de correlación de Pearson

La dependencia o relación más directa entre las variables de nuestra investigación señala la dependencia entre “Sudamérica” y la abundancia de significados (0,49) frente a “Mesoamérica” que ofrece el guarismo más bajo (0,13). También se evidencia que existe una relación entre el “total de países” y la “riqueza semántica” (0,40). Dicha relación  es menor en lo que se refiere a la información que presenta por regiones (0,34). Con el fin de analizar esta referencia, mostramos los resultados obtenidos por regiones a través de un gráfico. Téngase en cuenta que Sudamérica* muestra datos en los que se ha tenido en cuenta la proporcionalidad con respecto a las otras regiones. Los guarismos primeros que presenta el DA son 3,80 (para 3.1.); 1,59 (3.2.) y 0,60 (3.3.), que no utilizamos en nuestro análisis comparativo, sino los que aparecen en la Fig. 1.

 

FIG. 1. Comparación entre las medias de la difusión geográfica y riqueza semántica. Sudamérica* muestra datos, según la proporcionalidad

 

El examen de los resultados de la Fig. 1 revela que el nahuatlismo mesoamericano del Caribe con un (0,22) en la correlación de Pearson, mantiene una media de extensión diatópica muy similar desde el punto de vista numérico en los grupos de riqueza semántica 3.2 y 3.3, pero disminuye con respecto al de los que tienen mayor número de ámbitos semánticos, porque algunos vocablos no se registran en esta región cuto, chicozapote, chipote, elote, etc. Algo similar sucede con los datos del achoque, ayote, ciguata.

Los nahualismos de Mesoamérica mantienen una difusión geográfica muy alta en dos de los grupos, en lo que se refiere a las otras regiones. El 3.1. se extiende en casi cuatro países de esta área (3,9); en el 3.2., en dos (1,98), y por último, en el grupo entre dos y tres ámbitos, cerca de 5 (4,98), respectivamente, pero esto no le asegura la abundancia en la creación de sentidos secundarios. De hecho, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay indican una difusión geográfica del nahuatlismo inferior, pero su promedio de riqueza semántica es superior a las otras. La correlación entre riqueza semántica y los territorios del sur se explica a través de esta cifra. Estos resultados corroboran las aportaciones de Prieto (1979), Fajardo Aguirre (1998) y San Martín Núñez (2009) que mostraban la presencia de los nahuatlismos con textos del siglo XX.

Asimismo, los resultados indican que solo una decena muestra una gran difusión y riqueza semántica, con la excepción del Caribe (3.1). El grupo más cuantioso en lo que se refiere a ejemplos, es el que manifiesta un menor número de ámbitos semánticos y no se inscriben en todas las regiones (3.3.). Solo en un apartado encontramos un poco más una veintena de nahuatlismos que se registran en todas las regiones (3.2), y quizás estos sean los ejemplos característicos de los indigenismos léxicos que analizamos en este trabajo, ya que al mismo tiempo que se han difundido en la geografía americana también han generado un gran número de significados.  

4. CONCLUSIONES

Esta indagación se ha planificado para caracterizar a través del examen de los factores seleccionados, el uso de los nahuatlismos de Mesoamérica con riqueza semántica en otras regiones, acorde con la información del DA. El lexicón resultante lo conforman noventa y ocho aztequismos con información que reflejan la complejidad dialectal del español americano, y que nosotros hemos ordenado por clases hasta llegar a una caracterización fruto del análisis. Este procedimiento nos ha posibilitado dar respuestas a las preguntas de investigación planteadas.

El examen de estas unidades léxicas del DA nos revela que la región del sur es la que influye de manera significativa en la riqueza semántica de este tipo de nahuatlismos en América, y que Mesoamérica, a pesar de ser el territorio de influencia de los aztecas, presenta un guarismo más bajo en la correlación de Pearson con respecto a la creación de significados secundarios. Dada la importancia que tiene la región que hemos llamado “Sudamérica” en lo que se refiere a la riqueza semántica, parece necesario que en el futuro se realicen nuevos análisis de tipo documental en el español del cono sur. Por su parte, el Caribe llega a utilizar préstamos mahua que ya no se registran en todos los países mesoamericanos.

Finalmente, pensamos que nuestros resultados pueden ser un indicador del grado de vitalidad del nahuatlismo en América, aunque también proponemos nuevas indagaciones que actualicen la vigencia los factores diastráticos y diafásicas, la productividad de cada unidad léxica, además de la difusión geográfica y el número de ámbitos semánticos.

BIBLIOGRAFÍA

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[1] El grupo de voces que presenta por orden de importancia, acorde a sus pesquisas en el Diccionario de aztequismos de Cecilio A. Robelo son camote, capulín, malacate, tamal, achiote, huacal, machote, pinole, chayote, jícama, mecate, nopal, tianguis, zopilote, atole, cacle, cenzontle, comal, cuate, chamaco, chapulín, chile (enchilarse), ejote, elote, metate, milpa, nixtamal, pepenar, pozole, quelite, tanate (tenate), tecolote, tecomate, tlacuache (tacuacín), tule, zacate, zapote, chachalaca, chapopote, chía, chilaquil, guachinango, guaje, guajolote, huipil, jacal, mezcal, mole, ocote y olote (Lope Blanch, 1979: 44)

[2] Los ejemplos de Lope Blanch (1979: 44) y Sala et al. (1982: 299) que hemos tenido en cuenta son treinta y siete, aunque con modificaciones acordes al DA (2010): ayote, camalote, camote, chayote, chicle, cuate, colocho, coyol, cuajilote, cuita, chachalaca, chamaco, chapulín, chichicaste, chichigua, chilote, chipote, guacal, guacamole, guajolote, guate, jícama, jícara, jocote, mecate, milpa, molote, motete, nagual, nance, pacha, papalote, pepenar, tamal, zacate, zopilote, zapote.

[3] En lo que se refiere al origen, el DA considera chancaca `torta o dulce´ como voz aimara y quechua y el DLE del náhuatl o del quechua; pascana `parada de un viaje, posada´ es quechua; zompopo `hormiga, soldado, baile´ se inventaría como mayismo. Además, no aparece como nahuatlismos: galpón  `gallinero, fábrica de tejas´, el DLE sí especifique su procedencia.. Pinole se considera voz de Paraguay en el DA, aunque el DLE especifica que es un aztequismo, no lo hemos incluido en nuestro lexicón porque solo se registra en Mesoamérica.

[4] Los nahuatlismos que no tienen sentidos secundarios son comal `utensilio para cocinar´; chilaquila `tortilla´; jacal `choza´; molonquear `sacudir; olote `corazón de mazorca´; nixtamal `maíz cocido´; zoquite `lodo´. Un caso distinto es chiquigüite que la causa de su exclusión en nuestra investigación se debe a que DA solo recoge el sentido de `cesto´, por lo que se ha catalogado como un vocablo con un único significado, ya que no aparecen los que muestra Sala et al. (1982: 81) `cesto, plantas, balde usado en las minas, abobado´. Un caso aparte es guachinango `pez marino, persona astuta´ (además el DA no señala que sea de origen náhuatl, pero sí el DLE), porque no queda claro que todos los significados de la voz primigenia. No hemos encontrado cuajite y tlemole.