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AL INCESANTE PULSO DE LA VIDA
CRÓNICA DE REFLEXIONES VERSALES
(A Don Mariano Baquero, gran Profesor que fue de la Universidad española)
Estanislao Ramón Trives
«L’art ne
rend pas le visible, il rend visible», Paul Klee
El arte no muestra lo visible, lo ilumina)
0
A MI “LIRA”
PREPÁRATE, mi lira;
Prepárate:
Que el público se acerca.
Afina bien tus cuerdas.
Da voz a mis palabras;
Prepárate.
Que suenen las ideas
Y todos las comprendan.
Que nadie quede fuera.
Prepárate:
No suenes por sonar;
Sé atenta.
Dijon (Francia, Curso 1964-65)
I
TODO
AFÁN constante,
Brutal quimera,
Infeliz inocentada
De unas manos que te aprietan
Y no alcanzan de tu ser
Más que efímera
Apariencia.
Monteagudo, 1963.
II
CORTESÍA (O EL MUNDO AL REVÉS)
RESPETABLE imperativo
De aquel instintivo orgullo;
Atardecer constante,
Cuando no noche perpetua,
De unos ojos enfermizos
Que no sufren la presencia
De ese Sol de primavera
Que ineducado, crüel,
Acrisola la existencia
De aquello que sólo es piel.
Oropel,
Oropel süave
De algunas mentiras
Mías:
Tú eres mi verdad,
La ciencia mía,
Aquella que deja
Intacta
Divina.
Monteagudo, 1963.
III
DOLOR Y ESPERANZA
SI en tu mirada alegre y compasiva
Prende de mi existencia el caminar,
No hallarás más razón a mi llorar
Que el peso de saberte tan esquiva.
Vivir sin tu sonrisa es mi dolencia,
Desgracia, sin tu aliento, proyectar
Un tormento que fluye sin cesar,
Porque falta a mi vida tu querencia.
Si tu corazón me abre su postigo,
Se inundará de gozo mi existir;
Y sin saber qué hacerme ya contigo,
Trocaré mi aflicción en sonreír
Y saltaré radiante como un niño
Gozoso de encontrarme junto a ti.
Murcia, 1959-1964.
IV
A
(A mis maestros, con gratitud)
AQUÍ,
Muy cerca de ti,
Y quizá nunca más lejos.
Aquí me tienes presente,
Casona de mis ensueños.
Cinco años me has robado,
Cinco,
Que tanto siento...
Hoy
(Pasados los años,
En la Torre de Babel
De la espiral
De la vida),
A cuestas
Sigo
Con idénticos
Cuestionamientos
Y, desde la gratitud
A todos mis maestros,
Me dispongo
A seguir subiendo,
Modesto Sísifo,
Por la espiral
Del andamiaje
De nuevos
Planteamientos:
Que no son respuestas,
Sino preguntas,
Lo que llevo dentro.
Murcia, 1964-Barcelona, 2.01.2006.
V
A ELLA
MI mujer es para mí
Lo que el agua es para el pez;
Lo que el aire es para el ave,
Lo que el sol para la mies.
Centro puse yo en mi vida,
Norte di a mi quehacer,
Yo di calor a mi alma
Encontré a mi mujer.
Recobré la fe perdida,
Nuevamente yo soñé
En el hijo de una madre
Al que he llamado Daniel.
Ya se produjo el milagro,
Nació el hijo que soñé,
Ya no hay nadie que divida
Lo que Dios unió una vez.
Elche, 16.IX.1967.
VI
TRÍPTICO DE LA CIEGUECITA
(José A. Llardent in memoriam)
VI.1
CUANDO tu halo abandone el cuerpo inerte,
El tacto ha de ser tu primer testigo
Que el fruto maduro tenga consigo
Al brotarte el sentido de la muerte.
Tu interior puede verdad ofrecerte,
No el ojo que del mundo fuera ombligo,
Antes de convertirse en pan el trigo
Al pasar por la piedra de la suerte.
De los ojos al brillo esclavizado
No conviertas el camino en morada
Del contacto solidario privado
Al ardor furtivo de una mirada;
Persigue tu destino más dorado
Libre de su crüel inocentada.
Murcia, 9.06.1979.
VI.2
¡PIERDAN TUS OJOS LA VISTA, NO EL TACTO!
NO dejes que tus ojos deslumbrados
Borren de tus dedos la sutileza:
Que el temblor del Cosmos en su entereza
Alberga los latidos más callados.
No pierdan sensibilidad cegados
Ante lo que es sólo banal belleza
Al servicio de la fugaz corteza
De espurios intereses concertados.
Sus halagos cegueros a los ojos
Atraen al pobre humano como insecto
Y lo privan del tacto verdadero,
Al brillo de sus pérfidos cerrojos;
Y, adormecido de un sopor infecto,
Lo atrapan en la red de lo encimero.
Murcia (8.06.1979)-La Alcayna (31.03.06)
VI.3
A UNOS OJOS QUE NO VEN, PERO SIENTEN
SOLA por la calle la cieguecita
Lleva el estandarte de su ceguera,
Ignorando el papel de pregonera
Contra esta civilización cainita.
A los ojos de la soberbia grita
Su engañosa esclavitud placentera,
Orgullosa del tacto y lisonjera
De vivir sin cuanto a la vista incita.
Tú, que con tiento te acercas al mundo,
Haz que cuantos prosiguen el camino
De señuelos de efímero silbido
Vuelvan grupas y gocen lo profundo
Del calor de la vida y su destino
En pro de lo que vive y ha vivido.
Murcia (7.06.1979)-La Alcayna (31.03.06)
VII
POESÍA, NAVIDAD Y EPIFANÍA
(Tras la venida de Luis, 23.12.04)
PALABRA manantial, del alma brote,
Plena de esencias, de cosas ingrávida,
Palabra hembra, que oculta más que muestra:
Así es la poesía, la de cualquiera;
Helicoidal vaivén, vital genoma,
Eso es, y todo con ella se nombra;
Semilla eterna que busca su suelo,
En los labios vibra y en todos queda
Destello vivo, prisma de colores,
Flecha audaz de utópico referente,
Significante puro y voz exacta
Que dinamiza todos los contextos
Y los impregna de significancia
Con la pujante desnudez de un Niño,
Monumental promesa de horizonte
Nuevo, intento de la Naturaleza
Para dar futuro a los futuribles
Entre quién sabe, tal vez, por qué no.
Don gozoso y solidario es la vida,
Que en la interlocución se fundamenta
Y para ser, precisa de los otros,
Y en ellos y para ellos es la misma:
Que no es lo uno sin el choque con lo otro.
Murcia, enero de 2005.
VIII
QUI IN STADIUM CURRIT DEBET ENITI UT UINCAT
TODO buen corredor de fondo sabe
Que salir, correr y llegar componen
Los tres pilares de su trayectoria
Y que, aunque con exigencias distintas,
Debe vivirlos con la misma euforia.
La vida supera la ejecutoria
De los seres vivos de que se vale,
Representaciones individuales
De la gran operación del vivir
Que a todos nos afecta y nos invade.
La grandeza de la vital faena
Consiste en dar protagonismo a todos,
Y nos suministra los elementos
En forma de aire, agua, tierra y fuego,
Combustible esencial de la existencia
De cada ser vivo en particular,
Pero con roles siempre subsidiarios,
En dependencia de los elementos,
Responsables y nunca soberanos.
La soberanía es prerrogativa
Esencial de la vida en su conjunto
Del que todos somos parte integrante:
Nos sabemos autónomos y libres;
Dejar de respirar en rebeldía
Y seguir vivo, a nadie nos es dado.
Murcia, 11.01.05.
IX
A LOMOS DE LA VIDA
DEL hondón de la Vida nuevo brote,
Jinete advenedizo e inexperto,
Obligado a cabalgar con incierto
Destino al lomo de caballo al trote:
Secunda a tu corcel y no te agote
El frío de tu caminar sin puerto,
Caparazón de vivo, siendo muerto,
Que la Vida te vive y guarda a flote.
Eres timón, bajel y timonero;
Echazón dolorosa de la Vida,
Responsable absoluto del sendero
Que de tu pervivencia el derrotero
Deja tras sí en memoria comprimida,
Testigo de tu yo imperecedero.
Campello- La Alcayna, 13.XI.05.
X
SECUNDANDO EL CAMINAR DE LA VIDA
SE piensa en voz sonora cuando se habla.
Se habla en voz baja cuando se comprende.
A nadie extraña y a nadie sorprende
Cuando con otro el diálogo se entabla.
Somos necesarios protagonistas
Cuando en nuestras manos el pensamiento
Discurre y discurre sin desaliento
Y nos lleva a regiones nunca vistas.
Nuestro entendimiento como la mano
Modula sensaciones y experiencias
Y las ubica, armónico andamiaje,
Que da sentido utópico al humano
Caminar de imágenes y vivencias
Con la ilusión del cercano abordaje.
La Alcayna, 26.XI.05
XI
MÁS ALLÁ DEL AZAR ESTÁ EL DESTINO
SEMEJANTES casi en todo a las plantas
Buscamos los arcanos de la Vida
Por debajo del entorno envolvente
Más allá del azar aleatorio:
Por vivir el corazón siempre late
Y no hay azar que pare sus latidos
Sin causa ni suficiente motivo,
Pues han de ser vividos sus vaivenes.
Un pequeño porcentaje de azar
Se pone al parecer en nuestras manos,
Pero es la energía que las impregna
La que adviene al yo pensante por dentro
Y le impulsa a seguir nuevos proyectos
Cual si fueran menester solidario.
La energía vital es quien nos mueve,
Cuando quienes andan somos nosotros.
A nadie nos es dado lo absoluto,
Como en la flecha no está el objetivo
Al que nunca en su caminar alcanza.
Pero sabemos que está en nuestras manos
Hacer una cosa u otra cualquiera:
El sabor o sinsabor de la vida
Dependen del sentido que les demos
A nuestras más sentidas decisiones.
Murcia, 29.XI.05
XII
EL DON DE VIDA IMPULSA EL SEGUIMIENTO
SEGUIRÉ cabalgando cuanto pueda
Hasta que se me resista el caballo,
Como a la espiga se le seca el tallo
Cuando la mies hacia el molino rueda.
El Cosmos que del pensamiento cuelga
No es extraño al mundo en el que yo me hallo,
Pues soy su fiel guardián cual relicario
Que cifra su armonía en su cabeza
Y no deja que el caos le desborde
Entre lo necesario inevitable
Y el mar de dudas con mi barco a flote:
Que cierta obligación puede que toque
A quien de su camino es responsable;
Que no hay un puerto previo al que se aborde.
Murcia, 13.XII.05
XIII
LO ENCIMERO NO ANULA LO PROFUNDO
(Desde La Isla sin Aurora, de Azorín)
SE prefiere dotar de inteligencia
Al trigo en su afán de saciar la hambruna
Más allá de la creencia importuna,
Dentro de un orden ciego y sin conciencia.
No se estudia el porqué de la experiencia:
El Cosmos se equipara a la tontuna;
Saca aceite el Azar de la aceituna;
El hombre sólo es química vigencia.
Se oblitera el misterio de la Vida,
Y se cree que nosotros La tenemos,
Cuando es Ella quien por todos envida
Terne, para que no La desechemos,
Y nos mantiene siempre a flote y cuida
Que de los sueños diarios despertemos.
La Alcayna, 13.XII.05
XIV
NAVIDAD, PATRIMONIO COMPARTIDO
EL hombre siempre ansió la transcendencia;
Estudió el lenguaje de las estrellas;
Logró saborear las cosas bellas;
Buscó la amistad en la convivencia.
Del ensayo y error sacó la ciencia;
Del nacer y morir tomó las huellas:
Aprendió a transcender de todas ellas
Y encontró la Navidad en la esencia
Del temblor del vivir en el que estamos
Inmersos como en un Templo sagrado
De Vida que fluye y brota por tramos:
El papel de la mente y de las manos,
Aun espontáneo y libre, está ritmado
Desde dentro y sin privilegios vanos.
La Alcayna, 16.XII.05
XV
LOS TEMPLOS NO PROFANAN A LA NATURALEZA
LOS templos, como cualquier obra de arte,
Cantan las maravillas naturales
Moldeadas por esquemas vitales
Que la mente con la mano comparte.
Lo profano y sagrado, por su parte,
Tienen las mismas fuentes divinales:
Cautivan las auroras boreales
Y alegra la campana al despertarte.
Al lugar sagrado el arte embellece
Y se bendice a personas y cosas
Con la liturgia que las enaltece.
Pero el Sol que brilla, cuando amanece,
Trae un acopio de formas tan hermosas,
Que, de sagrado, la lengua enmudece.
La Alcayna, 16.XII.05
XVI
VERDAD DE VIDA
(Vita semper nascitura, non omnis moriar:
Entre Horacio, Unamuno y Einstein)
LA vida es, y nosotros no. Duramos en ella,
Por ella y para ella sólo la vida perdura
En mil y una criaturas: vemos que alguien nace,
Se muere luego; y eso pensar nos hace en brotes
De vida que van resurgiendo en escena propia
Y ajena, pues con libre papel no diseñado
Por nadie en particular, vamos desarrollando
El guión interminable de la obra pergeñada
Por quien es y de nosotros para estar precisa.
Hay un punto en la insondable energía divina
Que brilla con destellos de la humana familia.
Sé que Ortega tenía razón con lo del “vicio
Circular del cuadrado redondo de la Vita
Beata” sin mutación alguna y refulgente,
Siendo energía igual a masa por c al cuadrado
En la espiral constante de masas emergentes
Donde todos estamos hermanados por siempre.
Me abrazo con la vida, la de todo ser vivo,
La de nuestros congéneres, que brillan con luz propia
En la noche estrellada del fulgor del vivir.
Al ver que relucen en mi cielo las estrellas
Con persistentes destellos de navidad clara,
Diáfana y epifánica, de navidad profunda:
Energía naciente, sin cesar siempre nueva,
Con el fulgor de todos, las veré siempre bellas.
La Alcayna -Barcelona, 19-31.XII.2005.
XVII
APETITO ESTÉTICO DE VIVIR
(Desde Juan Ramón Jiménez)
AL captar en el lienzo del lejano horizonte
Sobre fondo azul una yema enorme de huevo,
Cobra cuerpo en nuestro ánimo un apetito estético
De seguir siempre vivos y poder contemplar
Otro Sol mañanero y su aparente ocaso
Con tanto placer como tenemos ante un cuadro
De cualquiera de los pintores que hoy admiramos.
.
Cual peces en el agua la Vida nos envuelve
Y en Ella nos movemos cual medio necesario,
Gozando siempre de Ella, de su puro sustento.
La Alcayna, -Barcelona, 19-31.XII.2005.
XVIII
( Desde La otra voz, de O. Paz)
LAS palabras que parecen exactas
Son palabras que afectan a otro lado,
Que es la pendiente de la ladera
Por
Sino muerto y sin voz para contarlo.
Las palabras nacidas del camino,
Sin pensar hechas camino ellas mismas,
Flechas son, que, por serlo, siempre apuntan
Y dejan de serlo sólo al llegar
Para ser otra cosa y quién sabrá
Barcelona, 1.01.06
XIX
CAMBIAR, MUTAR, ES VIVIR
LA ilusión de la entidad no es fiable
Si sólo se mira atrás, no adelante,
Donde está el impulso para seguir
Siendo por necesidad siempre otro,
Que uno prosigue desde la mudanza.
Caminando a lomos de lo que cambia,
A lomos de la mutación viajando
Va la balanza de nuestra conciencia,
Penélope constante del telar
De vivencias de la energía eterna.
Barcelona, 1.01.06
XX
EL PENSAR PARADÓJICO
(De Aristóteles a J. Ortega y Gasset)
ENTRE la ortodoxia y la heterodoxia
La tercera vía es la paradoja,
Como respuesta al clinamen del yo
Insobornable que llevamos dentro,
Cual biostato de nuestra trayectoria
Personal sin saber cómo ni cuándo.
El pensar, que se aloja en nuestro cuerpo,
Labora con él como con sus manos
Con las que moldea los instrumentos:
Todo el cuerpo es mano del pensamiento.
Barcelona, 1.01.06-24.03.06.
XXI
INEXHAUSTIBLE AMISTAD
LA amistad que el tiempo sella
Como fragancia de flores
Aun sin tocarla se siente
Como la luz de una estrella.
De aroma gratificante
Es un vaso singular
Que crece y nunca se colma,
Se esté presente o distante.
Tiempo al tiempo venidero:
La amistad crece y más crece
Sin que se pueda acabar
Con su calor verdadero.
Barcelona, 01.01.06.
XXII
PATRIA BELLA
MURCIA, Murcia, blanca y rosa,
El río que por ti pasa
No te riega, sólo posa
Para embellecer tu casa:
El aguamiel cristalino
Es lo que aporta El Segura;
No tiene mejor destino
Que albergar en su frescura
A una tierra más sedienta
De la belleza y la vida
Que del agua que acrecienta
La ribera más crecida.
Por eso sus habitantes
Administran bien el agua
Que traen de tierras distantes
Mientras su destino fragua,
Y el sol y el agua marina
Hacen el mayor milagro
Que, fuera, nadie imagina:
Sacar tocino del magro.
Tiempo ha de haber en que Murcia
Trueque su bello jardín
En vergel, madre nutricia,
Y nos dé frutos sin fin.
Barcelona, 6 de enero de 2006.
XXIII
NUESTRO VIVIR, NECESARIO ESCAÑO
(Entre Saramago y Wittgenstein. A M.F.Delport)
«HA de haber» un más allá más cercano;
Más acá, que se alcance con las manos
Y Sísifo descubra escarmentado
Que lo nuestro no es nada ultramontano,
Sino nubes que anhelan los pantanos
Para saciar la sed de los secanos.
Sísifo ha de comprender que lo suyo
Ni siquiera es caer al otro lado,
Sino subir sin descanso, empujado
Por el hechizo del juego, embrujado
Y apoyado en quien juega a nuestro lado
Al margen del destino al que confluyo
Por el impulso de cada peldaño
Que todos al jugar representamos,
Preocupados por ganar la jugada,
Al tiempo que progresa la escalada,
A la que sin saberlo le prestamos
Nuestro vivir cual necesario escaño.
La Alcayna, 18.01.06.
XXIV
TIEMPO AL TIEMPO VENIDERO
(De A. Machado a J. Saramago)
TIEMPO llegará en que se le dé la vuelta a todo,
En que todos nos sintamos instrumentos útiles.
Tiempo ha de llegar en que el eslabón compruebe
Que se sustenta en otro anterior y, a su vez,
Sostiene al ulterior, con menester análogo:
Que no se da lo uno sin concurrir lo otro.
Tiempo llegará en que se sepa que lo encimero
Es la faz soportable del núcleo deslumbrante
De la energía pura que en nada se condensa
Y a todo, contenida, consigue dar la vida.
Habrá tiempo en que quepa la lúdica dialéctica,
Tiempo llegará para el solo choque de fuerzas limpias.
Tiempo habrá en que el mal físico sea desterrado junto
Con el mal moral ante la convicción del lado
Adulto de la vida, donde todos a una
Obviemos la pobreza como si peste fuera.
No puede la pobreza pasar por maldición
Que afecte al ser humano, siendo un reto asequible
A todos los humanos tratar de conseguir
Lograr lo necesario a la humana condición
La Alcayna, 21.01.06.
XXV
DIOS NO ACABARÁ DE EXISTIR DEL TODO
(Lectura de J. Ramón Jiménez y J. Saramago)
INUSUAL que la mano sorprenda al pensamiento
Y extraño que la flecha cuentas pida al arquero:
La mente necesita del cuerpo para ser
Conciencia experiencial y vivo timonero.
¿Quién no podrá pensar que aún no exista del Todo
La infinita mudanza, pese a que cada día
Exista más y más, se sea o no consciente
De la malla envolvente de constante energía?
Palabra que nos une, sangre, agua y rojo fuego,
No es nada sin el aura en la que nos movemos:
Todo exige energía, de todos y de nadie,
Hasta que se nos va, y al punto fenecemos.
En ti, en mí, en todo, en nada y aun en nadie
El pulso vital deja de ser devenir bello,
Que es fugaz y no cansa, impelido a lo nuevo
Con raíces profundas, en pertinaz destello.
La Alcayna, 21.01.06-31.03.06.
XXVI
SENTIDO RELIGIOSO
(Lectura de J. Ortega y Gasset)
TODOS nacemos con el sentido religioso
De la vida, que a todos nos une y nos hermana
En el común lenguaje de sentidos que emana
Del patrimonio humano, que ningún poderoso
Suplantar nunca puede, por ser común legado
Natural o ilustrado, sin nada que motive
El monopolio de unos sobre el sentir que vive
En la mente de todos, por todos heredado.
La genética enseña el proceso evolutivo,
Tronco común de todos, que a todos nos ahorma
Y se condensa en lengua, que a los hombres conforma
Y es fuente de opiniones, motor intelectivo.
Sin tener nada en contra de religión ninguna,
Las iglesias históricas de cualquier grupo humano
No dan sino ilustrado sentido parroquiano
Al sentir religioso, que, personal fortuna,
Es intransferible e íntimo, al margen del soborno
De voluntad ajena a la propia conciencia,
Que tiene la virtud de devenir sapiencia,
Ajena a la impostura como el mayor bochorno.
El diálogo sincero de religiones nace
Del sentir transcendente que está cual filigrana,
De modo intransferible, en la conciencia humana,
Contraria al monopolio que el sentir recto trace.
Religión positiva e ilustrado sentido
Transcendente no encajan con guerra sin cuartel:
Es una sinrazón, y nunca es guerra fiel
Al fondo insobornable de todo bien nacido.
La Alcayna, 21.01.-11.02.06.
XXVII
SOCIALISMO UTÓPICO
HUNDE sus raíces en lo profundo
Del ser humano, que en sociedad nace,
En familia crece y se desarrolla.
En el fondo, todo en sociedad se hace:
No es cosa de izquierdas ni de derechas,
Que nadie nace a extremidad alguna
Condicionado y menos sometido
A la utopía moral que se le una.
Lo social penetra en el ser humano
Con carácter previo a la ideología,
Pues, como con razón decía Ortega,
Es posible cualquier mitología
Social, que es arbitraria y hacedera,
Siempre que se sepa interpartidaria
De la opción política de cualquiera,
Que, aunque cabal, nunca es la verdadera.
La Alcayna, 24.01.06.
XXVIII
COSTUMBRE
COMO estar yo contigo es mi costumbre;
Verte y hablarte, saberte conmigo,
Deviene de mi vida no testigo,
Sino de mi alma atmósfera de cumbre,
De mi echazón vital firme techumbre,
Alimento constante, pan bodigo
Y todo cuanto el vivir trae consigo,
Señas de infinitud, faro que alumbre,
Con la brasa y calor de Tu ternura,
El lejano horizonte de armonía,
Para mi soledad, pura negrura.
Estar contigo llenó de frescura
El erial baldío que me afligía
Privado de tu exacta arquitectura.
La Alcayna, 9.02.06.
XXIX
SUUM CUIQUE
EL sentido del sentido transciende
La virtualidad significativa
De palabras, manos, tu cuerpo todo;
Y es tu yo insobornable quien enciende
La luminaria de lo perseguible,
Cuya raíz intrínseca se esconde
Bajo la epidermis de cualquier medio:
Lo realmente importante es invisible.
La Alcayna, 9.02.06.
XXX
SEGUIR
NO te importe secundar el impulso
Que te inició en la vida y te mantiene.
El caudal que en tu cuerpo se retiene.
Busca, audaz, dar encuadre a su convulso
Reclamo, que te incita con su peso
Y promete su alivio en recompensa
Por seguir el clinamen que se adensa
En tu ánimo, biostato del suceso,
Nunca ajeno a la acción de cualquier mano,
Palanca del dinámico intelecto,
Que visiona el derrotero futuro,
A despecho del interés mundano;
Y en todo instante dicta lo correcto
Al servicio de tu interior más puro.
La Alcayna, 9.02.06.
XXXI
DIÁLOGO
HOY que se ha puesto de moda,
Nunca estuvo más ausente.
Es un insulto a la mente
Que se le invoque de coda
De cualquier planteamiento,
Y en vano se inculque el diálogo
Como si fuera el decálogo
De cualquier razonamiento,
Mientras imponer se intente
Un contumaz recetario,
Negándole al adversario
Cualquier debate prudente.
La Alcayna, 9.02.06
XXXII
UNA MUJER TENÍA UN CÁNCER
«UNA mujer tenía un cáncer
En el centro de sus entrañas.
¿Sabéis quién es esa mujer?
Esa mujer sólo es España».
Así, más o menos, cantaba
Aquel lotero deambulante
Que en los cuarenta visitaba
La Granja con su simple cante.
En mi memoria reverbera
La melodía de aquel planto
Con su diagnosis lastimera
Colmatada de desencanto.
Hoy, ya ciudadano del mundo,
Aquella canción callejera
Conservo cual clavo profundo
Y temo por España entera.
Hay una ventana segura
Que da al verdadero universo
De integrada Nación futura:
Salvar lo uno en lo diverso.
La Alcayna, 9.02.06-30.03.06
XXXIII
CONVERSAR
CONVERSAR es tejer un telar fónico,
Donde cada conversador enlaza
Con las palabras del otro, a la caza
Del más añorado saber utópico.
El diálogo aviva la convivencia
De lo afín y lo dispar en el marco
Vocal que nuestros proyectos en el arco
Mental tensa, flecha en busca de ciencia.
La Alcayna, 9.02.06.
XXXIV
EL INCESANTE PULSO DE LA VIDA
(Desde Miguel Hernández a Stephen Hawking)
SIENDO como somos de vida brotes,
Como ríos desde su nacimiento,
No se entiende la falta de cordura
De quien con parva libertad procura
De su origen no dudar ni un momento.
Quien presume de su incredulidad,
Y atribuye su ser al puro azar,
Sin dar pábulo alguno al pensamiento
Que postula un origen más vivo que quien vive,
Incurre en la abducción del flujo de la nada.
Que el chorro que discurre no sepa de su fuente,
No impide que en un punto, equidistante de ambos,
La conclusión se abduzca del rol de la energía,
Que cimente el origen de la masa energética
Que por doquier alienta, y todo lo transciende.
El rayo que no cesa del don de la existencia
En mi vivir se aquieta, cual la cometa al viento:
Que la Vida, solícita, corre, corre y más corre,
Como viento insistente, por miedo a que, al frenar,
Del sueño de la vida a la muerte despertemos.
La Alcayna, 9.02.06-19.05.06.
XXXV
POESÍA
ES un hecho que surge y que se impone,
A veces en directo, y otras a empujones.
Como el Sol que atraviesa nubarrones,
Oculta el misterio de cuanto expone.
Como mujer de exacta arquitectura
Se impone como un todo indescifrable;
No tolera percepción fragmentable,
Visión total reclama su figura.
La Alcayna, 10.02.06.
XXXVI
USUFRUCTUARIOS
USUFRUCTUAMOS todo del legado
Universal con sus constantes cósmicas.
Nuestras voces, andares y ademanes
Son llevados por la Naturaleza,
Que es Fuerza provisora y previsora,
Que nos dota del marco necesario
Para el juego de azar inevitable
Que en más o en menos lo vivo aflora.
La Alcayna, 10.02.06.
XXXVII
ANTROPOMORFIZACIÓN EXORBITADA
(«religiosidad, núcleo trascientífico de las cosas», J. Ortega, 1:431)
MUCHOS antepasados vieron el sacrificio
Como medio propicio de agradar a su Dios:
Ciego antropocentrismo que vio lo humano en todo:
Se reputó simétrico lo que sólo era armónico,
Singular y diverso, sin sacrificios mutuos:
Que todo es necesario al cósmico equilibrio:
Que Todo vive en todo y nada se confunde.
Cuando la ciencia cesa sin acabar la cosa,
Su núcleo trascientífico pide lo religioso,
Que conviene podar de rasgos engañosos:
Me extasío pensando qué son los arquetipos,
Por qué están en las rosas y son siempre la rosa.
El afán religioso reclama esfuerzos nuevos,
Que se plasman en ciencia, que se abre a otras cuestiones
Que a sus contradicciones siguen las religiones:
Se ligan los contrarios en busca de sentido
Armónico y constante, siempre en el horizonte
De quien, pensando en todo, conjunto evolutivo,
Sólo es parte viviente que disfruta y labora
Desde el sentido armónico, que busca y nunca agota
La huidiza razón última del universo cósmico.
La Alcayna, 14.02.06.
XXXVIII
ARMONÍA CÓSMICA
El antropocentrismo hace barbaridades,
No por pensar la Vida con perspectiva humana,
Sólo al no ver que un lado no da cuenta del Todo
Del que formamos parte, y no se cifra en nada
Existente, porque es contradicción de todo
Y ligazón armónica de una y otra morada.
Está en el horizonte de todo cuanto vive:
En forma de sentidos, centinelas constantes;
Y al modo de la mente cuyo trabajo es libre.
Por necesario azar, globo que al aire flota,
En armonía estamos con
Que en todos se condensa y en ninguno se agota.
La Alcayna, 14.02.06.
XXXIX
AZAR CIEGO
SÓLO un azar muy ciego tu muñeca
Se atrevió a lastimar. La Providencia,
Siempre necesaria, tendrá clemencia
Y robustecerá la parte enteca.
Si no regamos un árbol, se seca:
Sea debido al azar o a inadvertencia.
De todo cuanto se hace no hay conciencia
Completa de si se cumple o se peca.
Nuestros tropiezos son mero accidente
Con peligro de nuestra arquitectura,
Pero la ciencia, con su mano queda,
Conseguirá superar, providente,
Las secuelas de la azarosa usura,Y todo quedará como una seda.
La Alcayna, 10.02.06.
XL
CUANDO VIVÍAMOS TODOS JUNTOS
(Desde V. Hugo)
CUANDO vivíamos todos juntos,
Todo era vida, era gozar, era
Límbico y terrenal paraíso.
El encanto del juego en pandilla
Se repartía entre la familia,
La escuela primaria con hermanos
Y amigos, y la huerta y el campo:
Gozo intenso daba estar con todos.
Eran años de alegría inmensa;
De mutua confianza en plenitud.
Dejarse llevar era la clave
De aquellos años, que fueron olas
De un bonancible mar familiar.
La Alcayna, 12.02.06.
XLI
«HACER EL BIEN NI AUN EN SUEÑOS SE PIERDE»
TENÍA razón don Miguel de Unamuno
Cuando en su argumentario, no prolijo,
De San Manuel, Bueno, Mártir nos dijo
Que la bonhomía es de consuno
El modo de existir más oportuno
Del nacido, seguro azar, como hijo,
Y mantenga el trato familiar fijo
De tratar a todos cual se trata uno.
No es beneficencia, no; es tarea
Que agrada y colma nuestros sentimientos,
Que gozan procurando el bien ajeno.
Nuestro barco al flotar contra marea
Necesita seguir los buenos vientos
Y a la bondad no puede echarle el freno.
La Alcayna, 16.02.06-26.03.06.
XLII
VIDA
LA vida del ser vivo surge como una llama.
Es sutil energía que en el viviente amaga
Y se nutre de oxígeno y ya sin él se apaga.
La vida no es la llama, ni el aire que reclama,
Cual pez que se alimenta del agua que es su cama,
Cual planta que se nutre del aire que ella traga
Y pasa a puro oxígeno para que satisfaga
Al flujo sanguíneo, a la flor de la rama,
A cuanto, para ser, oxígeno consume.
Nunca saber podremos la verdad de la vida:
¿Por qué la mies nos nutre? ¿Quién da vida a los sotos?
¿Por qué ocurre la rosa? ¿Por qué se da el perfume?
¿Por qué en verdad pensamos? ¿Quién de nosotros cuida?
¿Quién el cosmos mantiene con cuerpos tan remotos!...
La Alcayna, 14.02.06.
XLIII
NUBES
(Desde un anónimo francés)
-¿Adónde vas, nubecilla? Dímelo.
-No sé adónde me irá a llevar el viento:
No está en mi mano hablar de mi futuro;
No tengo en mi conciencia más proyecto
Que ser nube. Pero el agua que llevo
Hará algún bien a quien mi agua llegue:
Ése es mi pequeño orgullo, perdona,
De ser nube, que es oficio modesto,
Si se entra en odiosas comparaciones;
Pero ser lo que se es ya es suficiente:
Me basta con haber nacido flecha;
Al maestro arquero las reclamaciones.
Murcia, 17.02.06
XLIV
TIMBALES
(De Benjamín Jarnés al matemático Francisco Ros, con gratitud)
MUCHO ruido y poca música,
Podrá del timbal decirse;
Pero, mirando al conjunto
De toda la sinfonía,
Que configura el sonido
Que no nace de instrumento
Particular y es de todos,
Se percibe su armonía.
Si simetría es refugio
De armonía fracasada,
Hay que mantener el timbre
Del más modesto artilugio.
La Alcayna, 22.02.06
XLV
CORAZÓN
(Lectura de J. L. Borges)
PESE al parecido con el barquero,
Que tiende y distiende su envergadura
Muscular, al tiempo que la bravura
De su barca va marcando el sendero
De su azaroso navegar certero;
Así nuestro corazón nos procura
La sangre necesaria que nos cura
Cualquier dolencia y lleva al cuerpo entero
La savia necesaria al crecimiento
De cualquier segmento del esqueleto,
De cualquier músculo y partes vitales,
A impulsos del motor del pensamiento,
Que se sirve del movimiento escueto
De quien cifra en remar sus ideales.
La Alcayna, 23.02.06.
XLVI
QUIEN NACIÓ REY NO PUEDE SER ESCLAVO DE NADIE
QUIEN nació rey no puede ser esclavo de nada;
Sólo sigue dictados de su yo insobornable.
Quien sigue el recto impulso no manda sobre nadie,
Manda sobre sí mismo en lo ético y estético.
Y se niega a sí mismo quien de hacer el bien huye:
Sale del grupo humano y engrosa la manada,
Donde, sin norma alguna, destroza su humanismo
Y se esclaviza al bruto, y servil egoísmo.
La Alcayna, 24.0206.
XLVII
VOCACIÓN DE
(A María Luisa Broseta Martí)
QUE la densidad cálida del pensamiento vivo
Acelere, cual flecha, tu ingrávida palabra
En penetrante búsqueda del sentido añorado,
Como reja de arado que busca sementera.
Nuestro mundo son nombres que buscan lo nombrado,
Y se pierde el sendero fuera de la atalaya
Que encarnan las palabras y a mirar les impulsa
Los moldes de la vida que enmarca nuestro verbo,
Cual lo otro inevitable que a lo otro siempre mira
En permanente búsqueda del fondo a su figura;
Que la insignificancia proporcionar no puede
Alas a las palabras, en vuelo permanente.
La Alcayna, 24.02.06-26.03.06.
XLVIII
NORIA DE LAS REFLEXIONES VERSALES
(A Jean-Claude Chevalier)
CUAL noria que corriente constante mueve y mueve,
Así van las palabras al salir y al entrar
En el fluir discursivo, tenaz carga y descarga
De tantos cangilones como vocablos hablan,
Que, apenas entrar, fluyen en otras expresiones,
Pues nunca la misma agua da forma al mismo río:
Que lo suyo es pasar hacia horizontes nuevos,
De su mitad en busca, con voluntad de acero.
Espectáculo activo es el comportamiento
De los nombres que surgen en el carrusel vivo
De sintagmas versales que entran y dan entrada,
En un afán constante por dar a lo otro alcance.
Fraguada en la conciencia del hablante nativo
Es la palabra, al fondo de la voz repentina
Que nada representa, la que siempre ilumina
La diversa armonía del cosmos intuitivo.
La Alcayna, 24.02.06-22.03.06.
XLIX
«QUE POR UN LADITO NO SE VE EL TODO DE LO QUE SE MIRA»
(El Quijote, II)
LA palabra no muestra, aunque ilumina
La más íntima experiencia del mundo;
La luminaria verbal, hecha nombre,
Transforma al mundo en hablante profundo
Y de ese dialéctico enfrentamiento
Surgen nuevas luces, nuevas palabras,
Que ensanchan horizontes, nuestro cosmos
Condensado en galaxias de sintagmas,
Morada de singular convivencia
Que habitamos, legado compartido
Por nuestras palabras, las escrituras
Nominales que avistan lo vivido.
La Alcayna, 5.03.06-22.03.06.
L
«LLANEZA, MUCHACHO; NO TE ENCUMBRES»
(El Quijote, II; a don Amancio Marín de Cuenca, con gratitud)
QUIEN todo lo ha heredado, aun el vigor del cuerpo,
Y mueve el patrimonio a impulsos de la mente,
No se dé a vanagloria, y sí a satisfacción,
Que entraña gratitud y reconocimiento.
Nuestro cerebro piensa, y en él el Universo,
Galaxia de cerebros, a sí mismo se piensa.
Pulso del Macrocosmos es la mente consciente,
Que siendo como es nuestra, está en la Vida inmersa.
Cuanto atañe a la vida y al trabajo bien hecho
La Sociedad lo premia y al protagonista honra,
Pero sólo es lisonja el mérito absoluto:
Que todo es relativo; también lo meritorio.
La Alcayna, 5.03.06-16.11.06
LI
VERDAD
LA verdad respectiva en la conciencia habita
Y se abandona al hombre, abeja libadora,
Que interioriza datos cuya figura aflora
En forma de palabra que la voz explicita.
Los esquemas mentales que la frase concita
Almacenan, crisoles, la esencia seductora
Que palpita en las cosas, del ocaso a la aurora,
Y dialoga, constante, con la mente y la incita
A nuevas experiencias con lo que son las cosas,
Al son de otras palabras, memorial de vivencias,
Que siendo formas puras, de arquetipos las glosas
Del vergel de la vida, condensan experiencias,
Espiriformes perlas, estrellas luminosas
Que iluminan la mente, tejedora de esencias.
.
La Alcayna, 5.03.06-24.03.06.
LII
AMANECER
CUANDO amanece el día, somos nosotros quienes
Con el día amanecemos, al ritmo de la Tierra,
En su rotación propia, que se encarga de darnos
La luz por las mañanas, que nos quita de noche.
No hay madre más solícita que
Que en torno al Sol da vueltas, dándose volteretas,
Para que sus terrícolas tengan solar sustento
Y gocen de energía, necesario alimento.
La Alcayna, 5.03.06.
LIII
CONTRADESESPERANZA
NO es normal tu vanagloria:
Si estás sano, si lo gozas,
Si progresas y lo bordas,
La fragancia de tus obras
¿Qué más tiene que las rosas?
No vale desesperanza
Si piensas en lo que has sido:
Quien te puso todo en marcha
Ha de seguir ya contigo.
Campello, 4.03.06.
LIV
MÁS ALLÁ DE LA ACEDÍA, LA NÁUSEA, LA DESGANA, LA TRISTEZA,
EL gozo del aire puro,
Como el placer de un manjar,
No está en nosotros tan sólo,
No podemos descartar
El papel de los dos polos,
Que los dos en uno dan,
El que estuvo allí primero
Y el que a lo postrero va.
Al saludar a la vida
Hay que echarle más salero,
Cuando con ella topamos
No vale ningún canguelo.
Huelgan las desesperanzas
En quien la vida ha vivido:
Que el árbol frutal es árbol
Por el fruto producido.
Campello, 4.03.06.
LV
CONFIANZA EN LA VIDA
ESTAMOS vivos, pero apenas somos
En un espacio y tiempo por la vida otorgados,
Respetemos la vida que todos disfrutamos,
Saludemos el brote que en nosotros se ha dado;
Lo que la vida aporta, desde sus elementos
A las constantes cósmicas de ritmo tan certero.
Desde cuando nacemos, de la vida gozamos:
Todo es vital apoyo del vivir placentero.
Campello, 4.03.06.
LVI
EL DON DE LA VIDA
(Leyendo a F.Brines)
Mi vida se fue conmigo,
Nunca se quedó sin mí:
Como me fue bien con ella,
La seguiré hasta morir.
Del camino que seguí
Nunca tuve itinerario.
El caminar de mi vida
Tiene un punto necesario:
Mi decisión de seguir
Paso a paso mi camino,
Contemplando que la vida
Tiene al azar por destino.
Y en cada cara del Dado
Infinito del vivir
Se perfila otra jugada,
Mientras me acompaña a mí.
Somos la azarosa faz
Del Gran Dado de la Vida
Que armoniza sus mil caras
En cuantos brotes anida.
Con la Vida vine al Mundo,
Con ella estoy hoy aquí,
Como me fue bien con ella,
Iré con ella hasta el fin.
Campello- La Alcayna, 5.03.06.
LVII
VIVIR ES UNA HERIDA POR DONDE DIOS SE ESCAPA
(Lectura de José Luis Hidalgo con la vista puesta en Paul Valéry)
Y, no obstante, quien vive la secreta mudanza
En Dios prosigue y funde, dejando en Dios su traza:
Que el perfume que brota del cuerpo de las rosas
No es sino el aliento que a la flor reconforta
Mientras mantiene vivo el color de sus hojas
En la espiral sin fin que da a la Vida aroma.
La vida es sin porqué cual sin porqué es la rosa.
¿La vida no da saltos...?
No hace más que saltar.
No huye Dios del vivir; su temblor es vital:
Como aire de la llama la masa se mantiene.
La energía rebota de masa en masa y flota
Cual llama necesaria del vivir permanente.
La Alcayna, 15.03.06-22.03.06.
LVIII
LAS PALABRAS, COMO LOS CUADROS, NO SON LAS COSAS
(A Ramón Trujillo)
LA palabra es el cuadro cuyos lejos
Configuran y no tocan las cosas,
En íntimo contacto con el hombre,
Al sí y al no en dubitación constante,
Infatigable pintor de palabras
En el envés de su yo insobornable:
Siervo fiel al clinamen que le lleva
A un zigzag de pasos titubeantes
En afán de tensar el curvilíneo
Y espiriforme caminar del cosmos
Por cuya joroba se desliza una y
Mil veces el dado de las palabras.
La Alcayna, 24.03.06.
LIX
ANOCHECER
El Sol se nos oculta, a espaldas de la Tierra,
Que se ocupa, solícita, de dar pausa al trabajo
Que activa la energía que el Sol da por el día
En un temblor constante que impulsa al seguimiento
De otros esfuerzos nuevos que animan todo intento,
Sometido al zigzag de la pura energía
Que anima la vigilia y sostiene el descanso
Que la puesta del Sol propicia sin desmayo
Y somete al viviente a tranquilo remanso,
Reparador momento que la noche nos trae
Al caer de las luces en su silencio opaco.
La Alcayna, 16.03.06.
LX
A
PALABRA-asombro, pulso de vida recidivo,
Destello ilusionante de osado fuego inédito:
La palabra en tus versos su vigor recupera,
Germen de sementera que busca otro sustento
Y se hace voz amiga, eco de los adentros
Que gritan en nuestra alma, y se oyen en tus versos.
Gracias por tu poesía, tan sugestiva y bella.
La Alcayna, 12.XI.06
ÍNDICE
I. TODO
II. CORTESÍA (O EL MUNDO AL REVÉS)
III. DOLOR Y ESPERANZA
IV. A
V. A ELLA
VI. TRÍPTICO DE LA CIEGUECITA
VI.1.
VI.2. ¡PIERDAN TUS OJOS LA VISTA, NO EL TACTO!
VI.3. A UNOS OJOS QUE NO VEN, PERO SIENTEN
VII. POESÍA, NAVIDAD Y EPIFANÍA
VIII. QUI IN STADIUM CURRIT DEBET ENITI UT UINCAT
IX. A LOMOS DE LA VIDA
X. SECUNDANDO EL CAMINAR DE LA VIDA
XI. MÁS ALLÁ DEL AZAR ESTÁ EL DESTINO
XII. EL DON DE VIDA IMPULSA EL SEGUIMIENTO
XIII. LO ENCIMERO NO ANULA LO PROFUNDO
XIV. NAVIDAD, PATRIMONIO COMPARTIDO
XV. LOS TEMPLOS CANTAN LA NATURALEZA
XVI.
DEL SENTIMIENTO A
XVII. APETITO ESTÉTICO DE VIVIR
XVIII.
XIX. CAMBIAR, MUTAR, ES VIVIR
XX. EL PENSAR PARADÓJICO
XXI. INEXHAUSTIBLE AMISTAD
XXII. PATRIA BELLA
XXIII. NUESTRO VIVIR, NECESARIO ESCAÑO
XXIV. TIEMPO AL TIEMPO
XXV. DIOS NO ACABARÁ DE EXISTIR DEL TODO
XXVI. SENTIDO RELIGIOSO
XXVII. SOCIALISMO UTÓPICO
XXVIII. COSTUMBRE
XXIX. SUUM CUIQUE
XXX. MEJOR, SEGUIR
XXXI. DIÁLOGO
XXXII. UNA MUJER TENÍA UN CÁNCER7
XXXIII. CONVERSAR
XXXIV. EL INCESANTE PULSO DE LA VID
XXXV. POESÍA
XXXVI. USUFRUCTUARIOS
XXXVII. ANTROPOMORFIZACIÓN EXORBITADA
XXXVIII. ARMONÍA CÓSMICA
XXXIX. AZAR CIEGO
XL. CUANDO VIVÍAMOS TODOS JUNTOS
XLI. «HACER EL BIEN NI AUN EN SUEÑOS SE PIERDE»
XLII. VIDA
XLIII. NUBES
XLIV. TIMBALES
XLV. CORAZÓN
XLVI. QUIEN NACIÓ REY NO PUEDE SER ESCLAVO DE NADIE
XLVII.
VOCACIÓN DE
XLVIII. NORIA DE LAS REFLEXIONES VERSALES
XLIX. «QUE POR UN LADITO NO SE VE EL TODO DE LO QUE SE MIRA»
L.
«LLANEZA, MUCHACHO; NO TE ENCUMBRES»
LI. VERDAD
LII. AMANECER.
LIII. CONTRADESESPERANZA
LIV.
MÁS ALLÁ DE LA ACEDÍA, LA NÁUSEA, LA DESGANA, LA TRISTEZA,
LV. CONFIANZA EN LA VIDA
LVI. EL DON DE LA VIDA
LVII. VIVIR ES UNA HERIDA POR DONDE DIOS SE ESCAPA.
LVIII. LAS PALABRAS, COMO LOS CUADROS, NO SON LAS COSAS.
LIX. ANOCHECER.
LX. A
EPÍLOGO ANAFÓRICO
Juan Pedro Gómez
Abril, 2006
La auténtica religiosidad va contra los hábitos, contra el rito huero y la vana repetición. La religiosidad es devocionaria, admirativa, respetuosa y venerable; conlleva recogimiento con uno mismo, para derramarse después, de forma centrífuga y desbordante, en todos los semejantes. La augusta disponibilidad, la ecce ancilla domini cristiana o la alegría servicial de Rabindranath Tagore, es consecuencia inevitable, resultado transcendente que supera los muros de los templos, las tapias protocolarias, los baluartes oscurantistas, los valladares dogmáticos. La auténtica religiosidad es social, armonizadora de caras, sentimientos y pulsiones, amorosa de la vida, confiada y gozosa.
Nos dice Zhuangzi:
su
nombre es Tao. El vacío, la quietud, el despego, la insipidez, el silencio, el
no actuar, son el nivel del equilibrio del universo, la perfección de la vía y
de
Pero la abstracción necesita de una cierta corporeidad para ser asumible, se hace necesaria una plasmación relativamente sensitiva y ha sido en el seno de las culturas medio orientales en donde la serenidad, la mansedumbre y la expectativa despojada de toda vanidad, se han diseñado como joyas exquisitas y cualidades distinguidas, las condiciones más cantadas por sentencias, aforismos y máximas, siendo éste el caso de los Salmos, del Eclesiástico y del Eclesiastés. Y todo ello inscrito en un ambiente propicio, en un marco especialmente adecuado para la reflexión y la degustación del equilibrio. Por eso, aquel beatus ille de Horacio, que lanza su prédica con apóstrofe amable y lleno de sabiduría, se aúna también a una delicada Arcadia feliz, a un hortus amoenus, que se deleita en su puesta en escena para centrar la atención en la metáfora de sus más idílicos atractivos.
Aquí y ahora, bajo el auspicio icónico de Klee y el sabio pragmatismo de Dijon, la lira de Trives afina en estos textos poéticos sus cuerdas, y lo hace al mismo tiempo que entona con la comprometida emoción del rey David, con el sentimiento dolorido de Garcilaso y el lirismo viril y al mismo tiempo ilusionado de Gustavo Adolfo Bécquer, deseando siempre la mostración de lo invisible, la justeza de la valoración, la proporción de lo sentido, la armónica disposición de los contrarios. Y desde aquellos años promocionales del 59 al 64, como lanzadera de vida y esperanza, hasta el año 2006 del nuevo siglo XXI, la poética de Trives se perfila, se diseña y corporiza, investida de una intensa y auténtica religiosidad.
Estanislao Ramón Trives no es un poeta supracarnal, ni un docto curricular ni un erudito al uso, se trata de un hombre de carne y hueso, de un ser humano comprometido con su humanidad, atado a la falacia de sus inocentes mentiras, oropel suave que deja intacta la inmensa verdad divina. Trives llora, se alegra, goza y espera expectante la emoción que le haga sentir en plenitud. Y pasado el mezzo del cammin della vita, inmerso en gratitud y reconocimiento, constata en su quehacer cotidiano la enjundia de la vida y del pensamiento, el don de la sapiencia, la quale unisce le altissime idee, corrisponde alla carità, la quale unisce altamente gli spiriti. Sapiencia máxima, ajena al conocimiento propio, que se escapa a toda aprehensión intelectual y que sólo se manifiesta cautiva en la disposición amable, en la pregunta modesta, en la unión indivisible que, más allá del control propio, inundada de emociones y sentidos, se engrandece, se transforma y multiplica en realidades milagrosas, convirtiéndose, al margen de proyectos y querencias, en un inmediato hijo Daniel o en un más lejano nieto Luis.
La sabiduría de Trives, pues Trives es un “sabio que hace poesía”, radica en su humilde comprensión del entorno, en su adecuada corresponsabilidad con el abstracto de la vida, en su disposición social, abierta y nítida. Porque admite de principio el don y así lo escribe con pericia:
Don gozoso y solidario es la vida,
Que en la interlocución se fundamenta
Y para ser, precisa de los otros,
Y en ellos y para ellos es la misma:
Que no es lo uno sin el choque con lo otro.
Y es que
la vida supera la acción los seres vivos de los que se vale, va más allá de la
intervención individual y somete de derecho al dominio, a la autoridad y a
La grandeza de la vital faena
Consiste en dar protagonismo a todos
[.]
La soberanía es prerrogativa
Esencial de la vida en su conjunto
Del que todos somos parte integrante:
Nos sabemos autónomos y libres;
Dejar de respirar en rebeldía
Y seguir vivo, a nadie nos es dado.
La
religiosidad que se manifiesta en hechos reales es exigentemente social. No
existe armonía interna que no esté en perfecta adecuación con
Echazón de la vida, inexperto jinete de los diarios e inesperados senderos, el ser humano monta a la vida que lo vive, conduce con impericia su trote ligero y tira de las bridas sin saber muy bien qué camino tomar. En el soneto A lomos de la vida, el autor pide al jinete que secunde al corcel y lo responsabiliza de la pervivencia del yo en el derrotero. Jorge Manrique y Calderón se dan aquí la mano para sacralizar la memoria, para dotar de reconocimiento ejemplarizante a la pervivencia de la excelencia, y para, admitiendo la realidad de un azar aleatorio, otorgar sentido al destino controlado. Muy ligado a este poema está el denominado Más allá del azar está el destino, que aporta consistencia teórica y reflexiva a la metáfora del primero. Pero, en todo caso, es en sus versos finales en donde se encierra el más rentable consejo, la sabrosa afirmación cargada de sapiencia religiosa:
El sabor o sinsabor de la vida
Dependen del sentido que les demos
A nuestras decisiones más sentidas.
Como semantólogo profesional, mucho sabe el profesor Trives de significados y sentidos, pero no es en la lingüística académica sino en su experiencia de la vida donde se vuelca el Trives poeta para recuperar los sentidos. Y es a través de las decisiones más sentidas, importantes, valoradas, comprometidas y sinceras, que el auténtico experimentador de la vida adquiere una sabiduría alimentada en la armónica disposición de prudencia y juicio. Porque, como recuerda Gracián, es gran arte saber lograr todo lo bueno. “Y pues le hizo la Naturaleza al hombre un compendio de todo lo natural, por su eminencia hágale el arte un universo por ejercicio y cultura del gusto y del entendimiento”. Sí; entienda el hombre de elección y sepa otorgar sentido a cada uno de sus actos. Con la edad y la experiencia se suele sazonar del todo la razón y se llega a un juicio templado al mismo tiempo que se abomina del capricho necio. Saber renegar de la ruindad y necedad, prevenir la imprudencia y afectación, darle su punto a las cosas, favorece la alteza de ánimo, que es requisito esencial para tomar decisiones con magnanimidad y generosidad. Que, como promulga Madame de Sablé, “Il n’y a rien qui n’ait quelque perfection. C’est le bonheur du bon goût de la trouver en chaque chose”. Así se podrá aspirar, con Lucrecio, a salir de esta vida como sale de un banquete el convidado satisfecho.
Secundar el caminar de la vida, su devenir impredecible e inevitable, es una muestra de compromiso vital al mismo tiempo que de sabio y armónico acomodo.
Se piensa en voz sonora cuando se habla.
Se habla en voz baja cuando se comprende.
A nadie extraña y a nadie sorprende
Cuando con otro el diálogo se entabla.
El humano
y utópico caminar ”virtual” se le llamaría hoy
adquiere sentido con la modulación del entendimiento, que ubica y armoniza, en
consonancia comprensiva con el otro. El rapport se
vitaliza en el amor y en
El pensamiento
sereno, lejos del mundanal ruido, y el diálogo en voz baja con uno mismo, son
condiciones previas al arte de la relación compartida. Curiosamente, la
oración, que es plegaria y es lenguaje, es también religiosa pieza de
comunicación personal y de transcendencia. Con el
verso de Machado, quien habla solo espera hablar a Dios un día, se reconoce la
noble práctica del soliloquio, una práctica que adquiere su máxima
representación en la oración, ese cántico hecho de alabanza gratuita, de
petición solícita, de reconocido agradecimiento o de místico reverbero en el
templo de
No cabe duda que, para Trives, los templos de mármol, los de oro, plata y malaquita, embellecidos por el arte de la mano sabia y enaltecidos sin reparo por la liturgia, no pueden competir con esos otros templos que la naturaleza pone a disposición de los humanos.
Pero el Sol que brilla, cuando amanece,
Trae un acopio de formas tan hermosas,
Que, de sagrado, la lengua enmudece.
Y en el templo de la vida, el hombre aprende del ensayo, del error, del nacer y del morir, y, aunque tembloroso, libre y espontáneo, su quehacer está ritmado desde lo más profundo. Para este sabio poeta,
La vida es, y nosotros no. Duramos en ella,
Por ella y para ella sólo la vida perdura
Vida y programa, templo y rito, hermanamiento para siempre en el vértigo de las estrellas y una chispa de divinidad impenetrable aleada al destino de la humana arquitectura:
Hay un punto en la insondable energía divina
Que brilla con destellos de la humana familia.
Mientras tanto, el sustento de la vida alimenta la naturaleza humana, con un ánimo placentero, de forma simple, recurrente e incansable, como canta en su Apetito estético del vivir. Tal vez el darle tiempo al tiempo sea la única llave que pueda liberar los lastres permanentes de la maraña vital. Un tiempo circular, una llave periódica en la que todas las posibilidades concurran. Lugar habrá en ese tiempo para el juego dialéctico, para el destierro del mal físico, pero será el logro supremo la exclusión de la pobreza, pues nada justifica su presencia pertinaz en la maraña: Obviemos la pobreza como si peste fuera, nos dice Trives, lamentemos el consuelo del rico en la abundancia de sus bienes y sean “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos”.
En modo alguno podríamos tachar de laxo el concepto de religiosidad que se manifiesta en la poética de Trives que, superando el indefinido atractivo del misterio, la magia de la pulsión hacia lo absoluto, y sin renunciar al planteamiento ilustrado que reconoce un deísmo basado en la bondad innata de las personas, sacraliza el concepto de energía participativa y su equilibrado reparto. Porque es natural en el autor, como en todo bien nacido, el reconocimiento nada relativista del bien y del mal. Zoroastro, en los Gatha, ya quería la reforma de la religión tradicional para devolverle su pureza primitiva, de forma que el dualismo representado por Ormuz y Ahrimán no era otra cosa que una sabia subversión, un salto a los orígenes, que permitía el desbroce y el reconocimiento del sentir transcendente, ajeno a cualquier impostura, marcado en la conciencia humana.
La admisión patrimonial del sentimiento religioso, personal, intransferible y único, no es contraria a la reflexión intelectual ni ésta es opuesta a la religión positiva:
Religión positiva e ilustrado sentido
Transcendente no encajan con guerra sin cuartel:
Es una sinrazón, y nunca es guerra fiel
Al fondo insobornable de todo bien nacido.
Cuestión
que no puede ser de otra manera en el sentir del poeta que, como Georges Bataille, entiende la
religiosidad auténtica como algo inherente al ser humano, un referente de
intimidad profunda que poco tiene que ver con la institución de
En sociedad sufre y se alegra el individuo. Hogar, familia, barrio, ciudad o nación, congregan, acogen, amparan y favorecen, con perfiles más o menos difusos, pero en todo caso reales, a sus integrantes naturales, a sus asimilados y afiliados, atravesándolos con el hálito diferencial de la comunidad, sea éste fruto de la camaradería, de la hermandad, de la afinidad, del entendimiento o del parentesco.
Lo social penetra en el ser humano
Con carácter previo a la ideología
Y esta socialización, configurada utópica, en el poema Socialismo utópico, enhebra individuos y destinos, lanzándolos a la diana inalcanzable mucho antes de que el pensamiento libre y vago devenga en ideología sumisa o cautiva. En el poema Una mujer tenía un cáncer, que supone la materialización de una carnalidad matricial y nacional, se pasa de lo concreto a lo abstracto de la experiencia al concepto, con el cierre de un eneasílabo integrador, fruto de socialización perfecta:
Hay una ventana segura
Que da al verdadero universo
De integrada Nación futura:
Salvar lo uno en lo diverso.
A fin de
cuentas, la actualización del uno en los demás produce un alejamiento de la
soledad absoluta, de esa triste e inevitable soledad a la que se ve abocado
quien conscientemente se aparta del fluir colectivo de
Quien presume de su incredulidad,
Y atribuye su ser al puro azar,
Sin dar pábulo alguno al pensamiento
Que postula un origen más vivo que quien vive,
Incurre en la abducción del flujo de la nada.
Que el chorro que discurre no sepa de su fuente,
No impide que en un punto, equidistante de ambos,
La conclusión se abduzca del rol de la energía,
Que cimente el origen de la masa energética
Que por doquier alienta, y todo lo transciende.
Energético, orteguiano y valiente, el sabio poeta sabe que es factible cualquier mitología, y es consciente de que en el interior de cada persona está la fuente inagotable del bien, esa fuente que requiere para ser encontrada el esfuerzo permanente del que habla Marco Aurelio. La fuente mana con espléndida generosidad, haciendo al ser humano usufructuario en lo privado, en el seno íntimo de la conciencia, y beneficiario en lo natural y en lo social, al amparo de esa mano amiga que nos echa la naturaleza.
Pero, una vez percibido el sentido de la fuente y abandonado a su discurrir, es en la conducción del corcel y en el compartir con el otro en donde pierde aristas la soledad del jinete y en donde la entrega inmotivada se convierte en sagrada inmolación. Por ello, en el estar contigo, en el diálogo y en la conversación, es donde se persigue el logro del saber utópico, meta ritual de la convivencia que tantas veces fracasa en el humillante desprecio de lo no entendido, en la torpeza de cualquier tipo de soberbia, en la obstinación de la ignorancia más recalcitrante.
Es cierto que hay poetas de muchas clases, como artistas, pensadores y funcionarios, y la diversidad, ya sea personal o tipológica, no tiene por qué poner en entredicho la valía de cada uno de estos especímenes ni de su clase correspondiente. Hay quien defiende su simplicidad poética, su directa y cotidiana referencia, quien justifica la compleja arquitectura de sus obras, y quien, como en el caso que nos ocupa, ni defiende ni justifica su técnica, pues ésta es sólo un soporte circunstancial de una exigencia surgida desde dentro. Para Trives, la poesía es
Es un hecho que surge y que se impone,
A veces en directo, y otras a empujones.
Como el Sol que atraviesa nubarrones,
Oculta el misterio de cuanto expone.
Siente Trives el lastre de sus palabras al mismo tiempo que las
respeta y valora. Las palabras son instrumentos de relación, vivos eslabones
del diálogo, son “flechas que siempre apuntan y que dejan de serlo sólo al
llegar para ser otra cosa”. Vate es el poeta en su predicación aventajada,
juglar del pasado y profeta del porvenir, sacerdote que transforma en mágica
sustancia el latido oculto de
También la religiosidad, núcleo transcientífico de las cosas, se aleja por ciencia y por buen sentido del fárrago engañoso, de la mixtificación y de la supersticiosa o crédula herencia.
Cuando la ciencia cesa sin acabar la cosa,
El núcleo trascientífico pide lo religioso,
Que conviene podar de rasgos engañosos.
Es la
autoexigencia un complemento necesario, satisfactorio y al mismo tiempo
huidizo, que incide una y otra vez en ese referente, santificado de manera
continua por la poética de Trives, que es
Y a
vueltas con el bien, no es extraño que Trives haga
referencia a Miguel de Unamuno en su poema Hacer el
bien ni en sueños se pierde, cuando dice que la bonhomía es el modo de existir
más oportuno del nacido, lo que debe llevar a tratar a todos cual se trata uno.
Que, “aunque la vida sea un sueño”, en Calderón caemos al pensar que ni en
sueños podemos dejar que nos avasalle la coacción perversa. Concluye el último
terceto diciendo que en nuestro navegar por la vida no podemos echar el freno a
La ocultación de la espina en la rosa no justifica ingenua postura, pues no hay bien que por antonimia no disponga de mal en la otra orilla, ni alegría sin acedía, ni bienestar sin dolor, ni felicidad sin tristeza. Es normal la correspondencia de la oferta natural que fuerza al mantenimiento de tensiones por lograr preponderancias. Y así, por motivos circunstanciales, sobreimpuestos a los planteamientos éticos, se disponen caminos distintos, se inician marchas complicadas y se emprenden aventuras de dudosos resultados, porque la curiosidad, la aventura y el desafío son atractores aleatorios de la humana condición.
Huelgan las desesperanzas
En quien la vida ha vivido:
Que el árbol frutal es árbol
Por el fruto producido.
Sin duda ni desazón, Angelus Silesius corrobora que “la rosa sin porqué florece porque florece”, y Trives, en Vivir es una herida por donde Dios se escapa, nos dice que “la vida es sin porqué cual sin porqué es la rosa”. Y quien vive deja en Dios su traza, pues Dios tiembla en la vida, sin huir de la vida y viviendo en el viviente. No importa tanto aquí el desafío a una aquilatada reflexión científica cuanto el sentir de la palabra que se revuelve una otra vez para repetirse atractiva en ese “vivir es una herida por donde Dios se escapa”. Reconocimiento, fatiga, aceptación de transido, fatiga de amor, agobio de energía sublimada.
Así, la batalla personal de Estanislao Ramón Trives, respetuosa con templos, capillas y oratorios, es batalla de armonías, de esperanzas y de serenas asunciones. El ascenso y la exaltación es parte del concierto que, con bombo y platillo, se desarrolla. Como canta en el poema Timbales, la existencia da cabida a la más minúscula o extraña de las representaciones:
Si simetría es refugio
De armonía fracasada,
Hay que mantener el timbre
Del más modesto artilugio.
El ruido de lo exaltado, por propia constitución o por frenesí momentáneo, es parte inevitable del triunfal concierto. Y en la audición creída, aceptada y positivamente valorada, radica la médula del concepto. Se trata obviamente de concierto, no de desconcierto, confusión o enredo.
Con tildes confucionistas, esencias taoístas y aromas de zen, la aceptación inteligente de los dones y de los inesperados saltos de un destino inescrutable, se van trabando en las palabras del poeta; expresiones que revelan y conducen, a pesar de la humana limitación, a una textura de acordes en la que el hombre ejecuta con la estimación del sentido.
En el Zhongyong, o Libro del justo medio, se puede leer: “Sólo el hombre perfectamente acorde consigo mismo, perfectamente sincero, puede llegar al cabo de su naturaleza. y llegar al cabo de la naturaleza de los seres y de las cosas es unirse de tercero a la acción creadora y transformadora del cielo y de la tierra”.
La religiosidad de Trives, puesta en las virtudes de los cielos y las tierras, en la totalidad del hombre y del universo, en la solidaridad y fraternidad continuas, siendo en verdad una sola cosa, se expande y justifica hasta ese anochecer reparador que acoge amorosamente a las sombras, porque “sine religione vitae, vita est quasi mortis imago”.
AGRADECIMIENTO
Agradezco una vez más al generoso, entusiasta y emprendedor Director de Tonos Digital, José María Jiménez Cano, la acogida que otorga a estas demasiado frágiles criaturas que buscan realizarse en el diálogo permanente de doctos e indoctos, creyentes y no creyentes, teístas y agnósticos, religiosos y no religiosos, humanos todos con los que estas palabras mías quieren hablar de tú a tú, más allá de coercimiento canónico estético ni monopensante de ningún tipo, y más acá del dictado del pensamiento en libertad, que vive de sus propias inquietudes, en estado de búsqueda permanente, insobornable e insobornante.
No lo
excluyen, pero no van dirigidas a los críticos de oficio, sino a cualquier
interesado en conocer y en gozar del pensamiento, que entiendo siempre vivo,
siempre por hacer, en necesaria homeóstasis, no necesariamente heterodoxo, pero
siempre paradójico, en plena creatividad, en plena búsqueda. Son más producto
de la duda, que del saber concluso. Respetan la ciencia, pero no
Gracias a Juan Pedro Gómez Sánchez por su espléndido prólogo (epílogo anafórico en esta edición electrónica), más allá de los entusiasmos verbales que desde su amistad me dedica. Convendrán conmigo en que estas crónicas versales son del Prólogo, y no el Prólogo de las crónicas versales. Gracias. Quiero manifestar aquí mi gratitud a Manuel Martínez Arnaldos, a Jean-Claude Chevalier, a Marie-France Delport, a Maria Luisa Broseta, a Georg Bossong, a Ramón Trujillo, a Marcial Morera, a Josefina Correa, mi mujer, a mis hijas y a mis hermanos. Por ellos no he querido que se queden sin voz en el baúl de los olvidos.
Por eso, gracias nuevamente a Tonos Digital, por su hospitalaria acogida a estas particulares crónicas versales, y gracias a quienes piensen, distinta e indistintamente, y, tal vez, sientan con ellas.
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