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FUNCIONES DE
Antonio Marco Pérez
(I. E. S. Cañada de las Eras. Molina
de Segura)
Resumen:
Palabras clave:
Homero, hospitalidad
Según
Aristóteles aunque es probable que hubiera muchos poetas, de ninguno de los
anteriores a Homero podemos citar poemas de su clase y extensión en los que se
imitaran acciones nobles realizadas por hombres de tal calidad y acciones
vulgares realizadas por hombres vulgares (cf. Arist. Poet., 1448 b 28 ss). Homero fue el poeta máximo en su género noble
(Id. ant., 1448 b 34).
Sabemos
que cronológicamente Homero no es el primero sino el Poeta de un tiempo
anterior en el que la tradición fue eminentemente oral. Los poemas homéricos representan el culmen
narrativo de una época preliteraria; al trasladarse aquellos poemas a forma
escrita son la aurora de
La
personalidad de Homero se ha perdido en aquella época en la que no era evidente
el criterio de autoría. ¿En qué medida tomó o recopiló Homero de las epopeyas
anteriores a él? ¿En qué medida retocó o formuló virtuosa, felizmente, aquellas
leyendas que narraban las historias de los héroes de
La vida,
patria y personalidad de Homero son un enigma.
“Siete ciudades se disputaban en la antigüedad el
honor de ser la patria de Homero. De ellas, por razones filológicas, sólo deben
tenerse en cuenta aquellas en las que el dialecto jónico se superpone al
eólico. Estas últimas son Esmirna, Colofón y Quíos. Todas ellas se contienen en
el popular hexámetro:
ἑπτὰ πόλεις
διερίζουσιν
περὶ ῥίζαν Ὁμήρου,
Σμύρνα,
Χίος, Κολοφών,
Σαλαμίς, Ῥόδος, Ἄργος,
Ἀθῆναι.
Este hexámetro variaba su orden según las pretensiones de las
respectivas ciudades. De las siete sólo Quíos tiene alguna probabilidad, pues,
casi con certeza, es Esmirna la patria del inmortal poeta[2].
Aunque abunden los eolismos,
Homero fue
un muqopoiÒj: un creador de mitos. Su personalidad
podemos entreverla en sus poemas, en sus narraciones y en lo que ellas enseñan,
pero siempre siendo conscientes de que la cuestión homérica es una cuestión
abierta[5] y no
de fácil solución.
Ciertamente existieron mitos
prehoméricos que ya consagraban la hospitalidad. Homero partió de ellos, los
reelaboró con tal maestría que, en buena parte, sólo con referir algunos de
ellos no le fue necesario desarrollarlos porque su auditorio los conocía. Belerofonte,
Edipo, Helena, Admeto y Alcestis son algunos testimonios de esto. El ciclo
tebano debió ser tan conocido de sus oyentes que no lo repite, le basta
referirlo para despertar en ellos un sinfín de motivos.
Cuatro
funciones pueden señalarse de la hospitalidad en Odisea: a) narrativa, b) dramática, c) estructural, y d) didáctica-social.
a) Función narrativa de la hospitalidad en Odisea:
Homero
se ha servido de las escenas de acogida
para narrar el regreso (nostos)[6] de
Odiseo, tema central (logos) del
poema épico de Odisea. Propio de las
hazañas épicas es que transcurran fuera del suelo patrio, y en esas
circunstancias la acogida o el rechazo que los héroes pueden recibir es capaz
de facilitar, retrasar o impedir el feliz desarrollo de sus proezas[7].
Como
señaló W. Arendt[8]
en Homero aparecen un elenco de escenas
típicas entre ellas cabe señalarse las escenas
típicas de acogida;[9] si
bien el relato épico no siempre desarrolla en ellas de igual modo las
características propias del ritual hospitalario, lo cual sería bastante
aburrido, como ha hecho notar Steve Reece.[10]
Son
numerosos los motivos con los que aparece estrechamente relacionada la
hospitalidad en Homero, y en concreto, en Odisea.
Lo propio del huésped (xeinos) es que devenga amigo (filos), la hospitalidad anda a la par del respeto (aidós) y la
honra (timé, cf. epíteto divino de Zeus epitimetor),
de la justicia (dike) y la themis. Lo
común es que se acoja en la casa (oikos), pero cualquier situación es
buena para honrar y ayudar al extraño; la mesa
llega a denominarse hospitalaria (xeníe trápedsa), y en ella no falta el juramento (horkos) de los
comensales y la themis; el
sentimiento familiar (patroios) es el de que con la acogida se
superan las relaciones individuales y se realiza una alianza entre las
parentelas de huésped y anfitrión. Los verbos recibir (déchomai), acoger (hypodéchomai) y dar (do
y dídomi) son propios de la acción
hospitalaria, bien sea ofreciendo comida,
vestido (chitón, chlaina), escolta (pompé) o regalos (doron). La compasión (éleos), la fama (eykleie) y la virtud (areté) definen al hombre hospitalario
homérico, bien sea éste rey o reina, príncipe o princesa, siervo o sierva.
La
frecuencia[11]
con la que Homero recurre al concepto xeinos
y derivados de la raíz xein- en sus
poemas, así como el constante uso de expresiones
formulares[12]
y escenas típicas hospitalarias,
permiten un análisis y valoración del concepto xeinos y su significado en Homero, como en ningún otro autor de
Todo el
relato homérico de Odisea está
trenzado con numerosísimos motivos hospitalarios, ellos muestran la gravedad de
la acción acogedora, porque es en la acogida o el rechazo del otro donde se
manifiesta el carácter de los personajes homéricos del periplo odiseico.
La
comprensión divina de Zeus, del mundo de los dioses, con la theoxenia, y del
mundo humano es en Homero hospitalaria. Tres epítetos divinos de Zeus aparecen
en Homero relacionados directamente con la hospitalidad: xeinios (9, 271; 14, 284, 14, 389, también en Il XIII, 625), hiketesios
(13, 213) y epitimetor (9,270)[13]. Si
son originales de Homero o anteriores a él no es aquí y ahora el objeto, sino
que Homero los ha utilizado. Según W. Schadewaldt todos los epítetos divinos
arriba citados de Odisea
pertenecerían al Poeta A.
Homero en
su quehacer mítico-poético ha presentado a los dioses y a los hombres como
hospitalarios, y, de igual manera, hasta al mismo Zeus, el más excelso y poderoso de los dioses (19, 303), como protector y vengador de extranjeros y suplicantes, como Zeus Hospitalario.
b) Función estructural de la hospitalidad en Odisea:[14]
Tomando
como referencia la posición representada por W. Schadewaldt, que él mismo
define como un tercer camino: "También
yo tenía la intención, una vez concluidos mis estudios sobre
Con la expresión estructura[16]
Schadewaldt se refirió al armazón interno, al núcleo del poema, que según el
gran homerista fue la elaboración más antigua del Poeta A, “que logró condensar
y dar unidad a las múltiples narraciones sobre la vuelta de Ulises a Ítaca”[17].
Para Schadewaldt el reconocimiento de
Ulises por Penélope, la anagnórisis
del canto 23 es un lugar clave y fundamental de su método analítico. [18]
Según W.
Schadewaldt toda
¿Qué aportaría el poeta B con
c) Función dramática de la hospitalidad en Odisea:
Según
Aristóteles
Dos series de motivos caben citarse al respecto:
1. De
una parte, las ofensas en Odisea son
principalmente ofensas al huésped,[20]
ofensas que van desde el insulto al crimen. En esta primera serie de motivos
aparecen las ofensas, antitipos de
humanidad y hospitalidad, como peripecia.
Tener
un corazón de hierro (sidereon), negarle al huésped el pan y la sal (17, 454-457), mandar al
extranjero a la fragua, ofender al recién llegado con insultos, retos,
desprecio de quienes ignoran la mínima piedad, o no obrar como es costumbre, como está
mandado (he themis estí) es
atentar contra el huésped y la deidad (17, 483-487). Todas estas escenas antitipos de hospitalidad poseen
precisamente esa función dramática que el Poeta deseó en su oyentes, llegando
al culmen, en una inversión escénica
--como ha observado St Reece-- al presentar a un héroe, rey, despreciado,
ignorado y asediado en su propio palacio.
2. De otra
parte, en una segunda serie pueden señalarse las diferentes escenas de reconocimiento de Odiseo en su hogar.[21]
Todas las escenas de reconocimiento de Odiseo serían
factura del poeta A, excepto: a) las del reconocimiento
por parte de Telémaco (canto 16, 187-189; 202 ss.) en la majada de Eumeo --a la
que poco antes hemos aludido-- y, b) la del canto 24, (vv. 216-360; 321-329.)
de Laertes en la cultivada viña, que serían factura del poeta B. Es decir, las escenas de reconocimiento de Odiseo
atribuidas al poeta A serían: a) La presentación
de Odiseo a Alcínoo y Areté, ante los feacios (canto 9,19 ss.); b) La manifestación de identidad de Odiseo
escapando de Polifemo (9, 502 ss.); c) El reconocimiento
de Odiseo por su perro Argos (17, 301-305); d) El reconocimiento de Odiseo por parte de Euriclea al lavarle los pies
y descubrir la cicatriz (19,379); e) La presentación y reconocimiento verbal de Odiseo a Eumeo y Filecio en el palacio de
Ítaca (21, 207); y f) la escena de reconocimiento
de Odiseo por parte de Penélope del canto 23 en la que, los vv. 23, 5-232
serían factura de ambos poetas, y los vv. 23, 85-210 serían factura del poeta A
exceptuando los versos 117-172 atribuidos por Schadewaldt al poeta B.
Estas
últimas escenas de reconocimiento de
Odiseo en su propio palacio permiten señalar una gradatio en tres movimientos:
El reconocimiento de Odiseo por parte de
Euriclea sería el primer movimiento en el reconocimiento
de Odiseo. En este caso, de parte de una sierva al lavarle los pies, como gesto
de acogida y respeto al huésped, como la anciana sierva reconoce a su ausente
señor (Od 19, 379 ss)[22] por
la cicatriz (oulé, 19,391) como señal (sema).
Un segundo
movimiento del reconocimiento de
Odiseo es el que cabe señalar en la declaración misma del héroe a sus siervos
Eumeo y Filecio, probados hasta tal punto que el mismo rey no puede dudar de la
fidelidad y adhesión de ellos (21, 207). Este momento es seguido de la lucha
contra los pretendientes acompañados de Telémaco y Atenea como peripecia.
Un tercer
movimiento del reconocimiento de
Odiseo en su palacio sería el de la propia esposa Penélope (Od. 23, 5-232; 85-210).[23] En
esta escena serían frecuentes los vv. factura del poeta B ( así 117-172,
218-224; 241-288, 297-299, 324) En el v. 343 termina
¿Qué
aportan todas estas distinciones a nuestro tema? Precisamente que en el núcleo
originario de Odisea, si así fuera,
la hospitalidad está presente con una relación consustancial al tema del
regreso de Odiseo.
d) Función didáctica de la hospitalidad en Odisea:
La
religión homérica, con su fuerte antropomorfización, presenta a los dioses
practicando la hospitalidad, no sólo entre ellos sino también visitando a los
mortales, incluso en forma doliente para examinar la soberbia y la rectitud de
los mortales. Por ello la ayuda al pobre, al suplicante y al extranjero no
depende del conocimiento que de ellos se tenga, pues no se trata únicamente de
reciprocidad sino de piedad y compasión ante el necesitado (17, 483-487) y de
respeto a Zeus Hospitalario.
Platón
consideró a Homero "educador de Grecia" (Rep. X, 606). Y el Platón de la madurez, el último Platón, el de las Leyes (en V 729e 2-3) estimó los pactos con los huéspedes pactos
sacrosantos.[24]
Aristóteles
afirmó que Homero hace mejores a los hombres (Poet.
El
despliegue de nombres propios, compuestos y derivaciones de la raíz xen- es
amplísimo a lo largo de
Pese a
la distancia en el tiempo, las descripciones de las escenas típicas de acogida homéricas son paradigmáticas y por ello
clásicas, porque descubren el carácter ético del ser humano. El valor de la
poesía homérica no está sólo en su magnitud sino en su encanto para desvelar al
ser humano y la naturaleza.
Sin
duda, la hospitalidad es una virtud e institución que podemos constatar en
otras culturas antiguas, pero la influencia que Homero y su concepción
hospitalaria han tenido en nuestra tradición Occidental es innegable, desde
En 1950
Wolfgang Schadewaldt se preguntaba "Wer war Homer vor 50, vor 30 Jahren?
Wer ist er heute? Um es mit einem Wort zu sagen: er war damals ein Niemand oder
so gut wie ein Niemand, und aus diesem Niemand wurde nun ein Jemand. Es geht um
die Wirklichkeit Homers, die Wirklichkeit seiner Dichtung, und damit eines
wichtigen Bestandteils der europäischen und Welttradition".[28]
La pregunta de uno de los más grandes homeristas del siglo XX no deja
de ser actual y no sólo en España sino en Europa. Un poco más adelante,[29]
Schadewaldt afirma "Denn grosse Entdecker
des Wirklichen sind seit Homer die grossen Dichter. Sie sehen das Sein der
Dinge und sagen es".[30]
Justo
en este sentido cabe recordar precisamente las palabras de Fr. Hölderlin, el
más homérico de los poetas europeos desde el Romanticismo, en su tragedia La muerte de Empédocles, al hacerle
decir a Empédocles frente a Hermócrates y los agrigentinos que han perpetrado
el crimen de no acogerle: "Los hijos
de la tierra temen siempre lo nuevo y lo extraño...¡Sed hospitalarios y
piadosos, pues sólo cuando aman son buenos los mortales!... ¡Adiós!; ésta es la
última palabra de un mortal que os ama y que en estos instantes vacila entre
vosotros y sus dioses, que le llaman... Los que no vuelven dicen siempre la
verdad."
Homero,
el educador de Grecia, al unir en su poesía filoxenía y filantropía, es también
el primero en manifestar la idea de humanidad en Occidente.
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[1] Cf. Alfonso ORTEGA, Introd. a Homero. Primer poeta de Occidente, Caracas, 1995, p. 27.
[2] Cf. WILAMOWITZ, Ilias (Berlín,1920) p. 367.
[3] Cf. ORTEGA. A., Introd. a Homero,... p: 27-28.
[4] Que como observa A. BERNABE PAJARES, Himnos homéricos..., 313, la mayoría de
los editores modernos (Càssola, Himbert, Evelyn- White) prefieren no incluir en
la ed. de los Himnos homéricos. Sí lo recogen Allen-Halliday-Sikes.
[5] Así Kjeld MATTHIESSEN "No es posible
decidir la cuestión por medio de argumentos indudables ni de pruebas
necesarias. La polémica reposa sobre hipótesis, incluso cuando un alto nivel
científico, la erudición amplia y la indudable agudeza del juicio nos llevan a
considerar como seguro lo que realmente debería considerarse como
verosímil" en Klaus RUETER, Odysseeinterpretationen.
Untersuchungen zum ersten Buch und zur Phaiakis, Hypomnemata, H.19, edit.
por K. MATTHIESSEN, Götingen, 1969, p.13, cit. por J. LASSO DE
[6] Cf. ARIST. Poet. 1455b17-23
[7] A. MARCO, "La respuesta de Éolo a Odiseo
(Od. 10,72-75)" en E. CALDERÓN Y
Otros, Koinós Lógos. Homenaje al Prof. José García López,
[8] AREND, Walter, Die typischen Scenen bei Homer,
[9] EDWARDS, Mark W., “Type-Scenes
and Homeric Hospitality”, en TAPha,
1975, 105, pp. 51-
[10] REECE, Steve, The Stranger´s Welcome,
[11] 272 veces, cf. Índice de frecuencia y versos en que aparece el concepto xe‹noj y sus derivados en Ilíada y Odisea, en A. MARCO, La
hospitalidad en la poesía griega arcaica, Murcia, 2003, pp. 294-295.
[12] Cf. IV. 5. Bases formulares y disposición de xe‹noj en Homero, cf. Id. ant., pp. 202-213.
[13] La importancia del uso de los epítetos
divinos en Homero ha sido evidenciada en numerosos estudios a los que aquí no
cabe ahora aludir, cf. por ej. el de A.B. COOK, Zeus. A Study in Ancient Religion,
Cambridge, 1914, 1925, 1940, 3 vols., en 5 tomos.
[14] St. REECE se ha referido a esta misma
expresión con la de función arquitectural, cf. op.cit., pp.198 ss.
[15] Cf. "
[16] Cf. sobre la estructura de Odisea A. ORTEGA, Introd. a Homero...pp. 31-35; sobre la investigación acerca de la
estructura en Odisea cf. Uvo
HOELSCHER, “Zur Erforschung der Strukturen in der Odyssee”, en J. LATACZ, Zweihundert Jahre Homer-Forschung
Stuttgart und Leipzig, 1991, 415-422, quien al final del artíc. cita una
selección bibliográfica.
[17] A. ORTEGA, A., “El baño de Ulises en el Canto
XXIII de
[18] W. SCHADEWALDT,
“Neuen Kriterien zur Odyssee-Analyse. Die Wiedererkennung des Odysseus und der
Penelope”, Sitzungsberichte der Heidelberger Akademie der Wissenschaften, Phil.
-hist. Klasse, 1959, 2. Abhandlung, post. reed. en Hellas und Hesperien,
[19] Cf. W. SCHADEWALDT, "
[20] Cf. A. MARCO, La hospitalidad... pp. 178 ss.
[21] Id ant.,
p. 166 ss.
[22] A este primer movimiento podría anteponerse
el introito, breve y sublime, del
saludo del perro Argos (17, 301-305; 290-327). Cf María Luisa PICKLESIMER,
"La doble función del perro Argos en
[23] ORTEGA, Alfonso, “El baño de Odiseo en el
Canto XXIII de
[24] Se cuenta que el año
[25] Cf. KAKRIDIS,
Johannes Th., “Griechische Mahlzeits- und Gastlichkeitsbräuche” en Dialogus: für Harald Patzer zum 65.
Geburstag von seinen Freunden und Schülern, Wiesbaden, J. Cobet, R. Leimbach
und A.B. Neschke-Heutschke, 1975, 13-21.
[26] Op.cit. p. 6.
[27] De ellos he presentado un apéndice con una
lista de nombre propios que supera los 120, en La hospitalidad en la poesía arcaica griega. pp. 302-308.
[28] "Quién era Homero hace 50, hace 30 años?
Quién es hoy? Para decirlo con una palabra: él era entonces un Don Nadie o
tanto como un Don Nadie, y de ese Don Nadie llegó a ser ahora Alguien. Se trata
de la autenticidad de Homero, de la autenticidad de su poesía, y por ello de
uno de los capítulos más importantes de la tradición europea y mundial"...
"Porque grandes descubridores de lo auténtico son desde Homero los grandes
poetas. Ellos ven el Ser de
[29] Id ant.
p.95.
[30] La afirmación del insigne homerista recuerda
el texto que Heidegger dedicó a Hölderlin
y la esencia de la poesía (4) (cf.
Erläuterungen zu Hölderlins Dichtung,
Frankfurt, 1951, p.39) al recordar En
memoria (Andeken) de Hölderlin que "Lo que permanece lo fundan los
poetas" "Was bleibt aber, stiften die Dichter"
Andenken IV, 63.
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