Técnicas de análisis seminal

El análisis seminal o espermiograma incluye una serie de pruebas que evalúan  diversos factores o funciones de la célula espermática. Como resultado de estudiar el análisis seminal podemos calificar a la muestra como apta o no apta para su uso en inseminación artifical. Entre todas las pruebas disponibles detallaremos algunas de ellas.

La concentración espermática o número de espermatozoides por unidad de volumen se determina en una cámara de recuento celular (Thoma, Burker, Neubauer, etc.) a partir de una muestra de semen que se diluye en una solución salina formolada (Fig. 1).


La motilidad de los espermatozoides se valora depositando una gota de la muestra seminal sobre un porta-objetos atemperado en una placa térmica (Fig. 2). Sobre la gota se sitúa un cubreobjetos y se visualiza la muestra en un microscopio con el diafragma muy cerrado (Fig. 3). Al observar la muestra se evalúa de forma subjetiva por una parte el porcentaje de las células espermáticas que presentan movimiento y por otra parte la calidad del movimiento, teniendo en consideración que el movimiento progresivo y en línea recta es el óptimo. Pero además, en esta misma muestra pueden detectarse aglutinaciones de los espermatozoides (Fig. 4).

El estado en el que se encuentran las membranas puede analizarse mediante una tinción vital como la de eosina-nigrosina que distingue de color rosado aquellos espermatozoides que presentan una membrana alterada, mientras que los espermatozoides vivos se observan de color blanco (Fig. 5). Otra técnica que valora la funcionalidad de la membrana es la que utiliza diacetato de carboxifluoresceina y ioduro de propidio, bajo condiciones de microscopía de fluorescencia. Con esta técnica se visualizan los espermatozoides funcionales de color verde frente a los espermatozoides muertos que se observan de color naranja (Fig. 6).

Para determinar el estado del acrosoma se fija la muestra en una solución de glutaraldehido (2%) y se visualizan en un microscopio con contraste de fases. Distinguimos un borde apical nítido que se corresponde con el acrosoma o bien alteraciones del mismo (Fig. 7 y 8). El estado del acrosoma también puede ser evaluado mediante el empleo de lectinas como la PNA que junto con el ioduro de propidio permite estudiar el proceso de reacción acrosómica (Fig. 9).
 

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