Relatos desde el confinamiento: Mohamed Amine Bouabid, Túnez
Mohamed Amine Bouabid, estudiante del grado en Estudios Ingleses de la Universidad de Sousse en Túnez, está realizando una estancia en la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia durante el curso 2019-20 a través del programa Erasmus+ Movilidad Internacional.
Nos cuenta cómo está viviendo el confinamiento en Murcia durante el estado de alarma producido por el coronavirus COVID-19.
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La pandemia de la COVID-19 y las medidas de confinamiento que actualmente estamos viviendo no son una elección, sino un desafío. El aburrimiento, monotonía y angustia por estar encerrados, solos, sin nada que hacer, lejos de la familia y de los seres queridos no es más que una fase que tenemos que atravesar en nuestra vida.
Mi experiencia personal en esta situación como estudiante de intercambio en España, uno de los países más afectados en el mundo por virus, ha sido de lejos la experiencia más aterradora de mi vida, lo que no significa que no haya habido aspectos positivos, porque creo que en nuestra vida tiene siempre que haber experiencias agridulces que nos motiven a conocernos mejor.
De hecho, durante los duros momentos de aburrimiento y de soledad debido al confinamiento, luchaba contra mis pensamientos negativos y varias cosas me han ayudado a lograrlo. Seguir las clases online y concentrarme en mis estudios ha sido una ayuda para, de alguna manera, olvidarme de la situación horrible que estaba viviendo, sobre todo, porque encontré nuevas asignaturas muy interesantes como Estudios Culturales e Historia de la Lengua Inglesa. Además, los profesores han demostrado preocupación y dado apoyo a los estudiantes, por lo que estoy muy agradecido por su trabajo.
Leer y escribir son también uno de mis pasatiempos preferidos por lo que, debido al confinamiento, he podido descubrir más libros de Margaret Atwood que considero una de las mejores escritoras de la actualidad.
Lo que aprendí de esta experiencia es que tengo que invertir más tiempo en mí mismo y aprender a enfrentarme a cualquier situación que sea forzado a vivir. Yo mismo soy prisionero de mi mente y de mis pensamientos, por lo que aprendí como ser libre y como controlar mis propios pensamientos. Y cuando la pandemia termine, el mundo entero se dará cuenta de que nada dura para siempre y que la vida es una mezcla de dulce y amargo. Lo que también me ha impresionado de esta situación que vivimos es la increíble solidaridad, bondad, generosidad y creatividad que estamos observando por parte de profesores a través de internet y me sorprende mucho como nos hemos adaptado y que podemos contar con las personas para apoyo durante los momentos duros. El miedo no tendrá la última palabra, sino el Amor y la Esperanza.
Es una pena que no haya tenido la oportunidad de conocer España mejor, el país de la fiesta, y saber más sobre su cultura y civilización. Me gustaría volver pronto para descubrir y explorar más sobre la encantadora España. Sin embargo, he podido darme cuenta que los españoles son de las mejores personas en la tierra. He hecho amigos españoles que son extremadamente generosos y amables, y lo que más me produce felicidad es que he aprendido español como nunca hubiera podido.
Estamos viviendo a nivel global un periodo sin precedentes. Tenemos que lidiar con interrupciones, perturbaciones, y cambios en nuestras vidas debido al COVID-19. No importa lo frustrante, confusa o aterradora que la crisis pueda ser, el miedo no tiene la última palabra y debemos ser conscientes que la pandemia tiene un fin y que está próximo. Por eso, mantente fuerte, ten paciencia y mantén las buenas vibraciones.
Mohamed Amine Bouabid, estudiante del grado en Estudios Ingleses de la Universidad de Sousse en Túnez, participante del Programa Erasmus+ Movilidad Internacional
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