Cada vez que se toma una idea o una información que no ha producido uno mismo, debe citarse su procedencia.
Esta práctica es imprescindible y fundamental por dos razones:
- el estudiante o investigador honesto reconoce las ideas que no son suyas, y
- ofrece a sus lectores la posibilidad de acudir a las fuentes originales para contrastar la información o bien para completarla.
Si la idea o la información se toma literalmente (palabra por palabra), el texto copiado debe “entrecomillarse”.
Existen varios tipos de fuentes de los que es posible sacar información:
- Libros y monografías
- Capítulos de libros en libros compilados
- Artículos de revistas académicas o especializadas
- Working papers / Papeles de trabajo
- Artículos de periódico o prensa
- Contenidos de páginas web
- Leyes
- Documentos
- Textos no publicados
- Tablas y gráficos
En el siguiente documento te ofrecemos una guía para Citar correctamente.
Citas bibliográficas en prácticas y trabajos (PDF)
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