Temporada 4 – Programa 9 – La Batalla Naval de Actium

.

La batalla de Actium será una de las batallas navales más conocidas de la antigüedad. Supondrá la confirmación de la fuerza de los ejércitos romanos, la caída de Egipto y su incorporación al dominio romano, y el precedente de lo que será el nuevo orden de la Roma Imperial liderada por Augusto.

.

Castro, Lorenzo a; The Battle of Actium, 2 September 31BC; National Maritime Museum; http://www.artuk.org/artworks/the-battle-of-actium-2-september-31bc-173190

“La batalla de Actium 2 de septiembre 31BC” . Lorenzo a Castro (c.1664-c.1700 activa)Museo Marítimo Nacional (UK);
Fuente en: http://bit.ly/2mimVGk

.

Redacción y voz: David Espinar Martínez
Grabación y edición: David Espinar Martínez e Inés Martínez

.

Hacia el 31 a.C. se desarrollará, en la costa occidental de Grecia, la batalla de Accio o de Actium, una de las batallas navales más conocidas de la antigüedad. Conflicto que enfrentará a dos de los líderes político-militares más importantes del momento en el mundo romano, Marco Antonio y Cayo Octavio.  (27 a. C.-14 d. C.).

Los resultados y las consecuencias derivadas de la batalla  de Actium,  fueron decisivos para la instauración del  Imperio Romano, un nuevo sistema político autocrático, que sustituiría al  anterior sistema de la Republica romana, en los años posteriores al  asesinato del dictador Julio Cesar.

.

II Triunvirato romano (S.I a.C.). Generales romanos: Marco Antonio, Lépido y Octavio Augusto. Fuentes de las imágenes: http://bit.ly/2kI9frG ; http://bit.ly/2m4x1ib ; http://bit.ly/2l8r2od

II Triunvirato romano (S.I a.C.)
Generales romanos:  Marco Antonio, Lépido y Octavio Augusto.  
Fuentes de las imágenes: http://bit.ly/2kI9frG ; http://bit.ly/2m4x1ibhttp://bit.ly/2l8r2od

.

MUERTE DE CESAR Y SEGUNDO TRIUNVIRATO

Repasemos ahora, el contexto y la situación política, previos,  a esta crucial batalla.

Tras el asesinato de César en el año 44 a.C., Marco Antonio, mano derecha de César  y Octavio hijo adoptivo del dictador asesinado, dejan a un lado su rivalidad por el poder y forman, junto a Marco Emilio Lépido,  el Segundo Triunvirato.

Pero la ambición de los triunviros principales, reaparece pronto. Lépido es desplazado del  Triunvirato y Octavio  y  Antonio inician una guerra civil que culminará en el enfrentamiento directo  de ambos en la batalla naval de Accio,  que supondrá el fin de Marco Antonio y sus aliados egipcios, y el inicio de una nueva etapa política en Roma liderada por Octavio Augusto.

El conflicto político entre los generales se había tratado de evitar, pues no había pasado demasiado tiempo desde la Guerra Civil entre Pompeyo y César. La Paz de Brindisi del año 40 a.C., permitió suavizar el  complicado panorama político que se había ido desarrollando tras la muerte de César.

La última medida de contención política aplicada fue la ejecución de un reparto territorial que delimitara las zonas de influencia de cada uno de los triunviros. Marco Antonio recibió Oriente. Occidente quedó bajo el dominio de Octavio y África pasó a manos de Lépido.

Pero, a partir del 36 a.C., Marco Antonio comienza a afianzar su posición estratégica en Oriente, con la conquista de territorios y con expediciones militares.

En una de estas campañas, concretamente en la de Antioquía,  Antonio toma contacto con una mujer de especial importancia, Cleopatra VII Filopator, reina faraón, de la Dinastía Ptolemaica de Egipto.  La reina egipcia que ve en Marco Antonio un importante aliado para llevar a cabo sus deseos de fortalecer  Egipto y convertirlo en un Estado más influyente, se convertirá  en poco tiempo, en su aliada, su amante y finalmente su esposa.

.

Cleopatra VII Filopator, reina faraón de la Dinastía Ptolemaica de Egipto (S. I a.C.). Fuente de la imagen : http://bit.ly/2kZwKYO

Cleopatra VII Filopator, reina faraón de la Dinastía Ptolemaica de Egipto (S. I a.C.).
Fuente de la imagen : http://bit.ly/2kZwKYO

.

A través de ella, el triunviro romano llegará  a otros Estados orientales con los que formará una especie alianza, asegurándose hombres y armas al servicio de Roma en caso de un enfrentamiento bélico. Uno de los aliados orientales de Marco Antonio será Herodes el Grande, el rey de Judea.

El creciente poder de Marco Antonio será visto por Octavio como una amenaza para sus aspiraciones políticas y se convertirá en  uno de los factores  decisivos, de una nueva Guerra Civil.

Cayo Julio César Octaviano, Octavio, hijo  adoptivo de  Julio César y por tanto heredero de su legado supo ganarse pronto el favor de las legiones y de los veteranos de César en Campania y Etruria, al tiempo que aumentaba su fama entre el pueblo.

Marco Antonio, sin embargo, tenía muchos enemigos en Roma y sus conquistas en Oriente fueron concebidas por el Senado como un medio para ennoblecerse personalmente y como el intento de crear un nuevo imperio con capital en Alejandría.

El Senado finalmente acusaría de traición a Marco Antonio y lo desplazaría del Triunvirato.

Esta decisión senatorial desencadenará el inicio de la IV Guerra Civil romana (32-30 a.C.) en la que se inscribe  la Batalla de Actium, (31 a.C.).

.

UNA BATALLA NAVAL DECISIVA

Entremos de lleno en algunos detalles de la contienda.

La decisión de que fuera una batalla naval se desconoce quien la tomó. Publio Canidio Craso, uno de los más importantes generales de Marco Antonio era partidario de una batalla terrestre en suelo macedonio, pero finalmente esto no fue así.

Algunos historiadores resaltan la influencia de Cleopatra en este aspecto. Otros lo determinan como una cuestión estratégica, pues en caso de derrota, la retirada hacia nuevas posiciones sería más sencilla.

Sin embargo, las fuerzas de las que disponía cada uno de los triunviros al comienzo del conflicto, desequilibraba la balanza a favor de Marco Antonio.

Octavio contaba con la disciplina de sus hombres veteranos y la experiencia de sus oficiales, entre los que se encontraba la figura de Marco Vipsanio Agripa. Disponía de ochenta mil soldados y cuatrocientas naves, frente a los cien mil efectivos y ochocientos barcos que acumulaba Marco Antonio, entre los que se encontraban doscientas galeras cedidas por Cleopatra.

.

Marco Vipsanio Agripa . General y político romano. (S.I aC.). Amigo íntimo, colaborador, general y encargado de los asuntos militares de Octaviano, el futuro emperador César Augusto. Fuente de la imagen: http://bit.ly/2mimJqv

Marco Vipsanio Agripa . General y político romano. (S.I aC.)
Amigo íntimo, colaborador, general y encargado de los asuntos militares de Octaviano, el futuro emperador César Augusto
Fuente de la imagen: http://bit.ly/2mimJqv

.

En Grecia, pese a la desventaja inicial, Agripa asestó un duro golpe al enemigo. Enclaves como Corinto o Corcira fueron tomados.

Marco Antonio quedaba aislado en el Peloponeso. El rápido avance del ejército de Octavio en territorio griego, atribuido a la escasa organización de la infantería de Marco Antonio, propició deserciones en el ejército, incluso de oficiales. Este fue el caso de Quinto Delio, uno de los mejores capitanes de Marco Antonio. El momento de un enfrentamiento directo estaba cada vez más próximo.

Octavio ordenó acampar a sus hombres, al Norte, en el golfo de Ambracia, en la zona del Epiro, y Marco Antonio concentró sus fuerzas en el Sur, en la región de Acarnania, próxima a Actium. Entre ambos puntos se encuentra un estrecho de unos 800 metros de ancho.

Pronto la batalla daría comienzo. La flota de Marco Antonio salió al encuentro del ejército de Octavio. Las naves, en posición de combate, configuraban una única línea, dividida en tres partes.

.

Batalla Naval de Actium. Fuente en: http://bit.ly/2m4vhoW

Batalla naval de Actium. Fuente en: http://bit.ly/2m4vhoW

.

El control del flanco derecho fue asumido directamente por Marco Antonio, el centro a Marco Octavio y la parte izquierda a Cayo Sosio.

En la retaguardia de esta formación quedaron las galeras de Cleopatra, tripuladas por mercenarios. Frente a estos, Octavio estableció su flota de combate, situándose él mismo en el ala derecha, Lucio Arruncio en el centro, y Agripa en la izquierda.

Ambos ejércitos pensaron en la misma estrategia para acabar con el enemigo. Marco Antonio, mediante un movimiento envolvente, trataría de sorprender al flanco de Agripa, y dividir a la flota de Octavio y éste trataría de hacer lo mismo en el flanco derecho del enemigo, que correspondía a Marco Antonio.

Cabe destacar un artefacto del que estaban provistos las embarcaciones, se le conoce como harpax, y mejoraba el tradicional corvus. Este harpax, era una especie de catapulta romana que se situaba sobre la cubierta de las naves de guerra y disparaba unas cuerdas cuyos extremos estaban provistos de garfios con los que clavarlos en el navío enemigo, atraerlo y abordarlo.

La flota de Marco Antonio caía en las garras de estas harpax. Nada podían hacer contra los oficiales y soldados experimentados de Octavio.

.

Armamento naval romano: Harpax. ( S.I a.C.). Fuente: http://bit.ly/2l8L1TE

Armamento naval romano: Harpax. ( S.I a.C.). Fuente: http://bit.ly/2l8L1TE
El harpax o harpago fue una especia de catapulta romana que se situaba sobre la cubierta de las naves de guerra y disparaba garfios que se enganchaban en las naves enemigas. Fue inventada por el general Marco Vipsanio Agripa para luchar contra Sexto Pompeyo, hijo de Pompeyo Magno, durante las batallas navales en la Revuelta siciliana.
El harpax permitía atrapar a los barcos enemigos para luego arrastrarlos a una distancia que permitiera abordarlos. Fue empleado por primera vez en la batalla de Nauloco en 36 a. C.. Según Apiano, el artilugio «llamado garra consistía en un astil de madera de unos 5 codos de largo, reforzada con hierro y con dos anillas en ambos extremos. La garra de hierro se unía a una de éstas y a la otra se unían diversos cables dispuestos para ser tensados por medio de máquinas cuando el garfio, lanzado desde una catapulta, hiciese presa en la nave enemiga
El harpax era más ligero que el  corvus, un puente abatible utilizado para facilitar el abordaje.  Por medio de una ballesta, el Harpax, permitía lanzar un gancho a distancias largas, como si fuera un dardo. Además, al estar todo el garfio recubierto de láminas de hierro, no se podía cortar y los cabos que tiraban de él tampoco podían ser cortados debido a que la longitud del garfio impedía alcanzar las cuerdas. Apiano añade que «como nunca había existido esa arma, el enemigo no se había proveído de poleas con guadañas [para cortar los cabos].»
Video recreación del funcionamiento del harpax: Rome 2 Total War harpax ship boarding: https://www.youtube.com/watch?v=lZ095DpcG5w

.

Armamento romano: Corvus o puente levadizo. Fuente de la imagen: http://bit.ly/2lrioly

Armamento romano: Corvus o puente levadizo. Fuente  de la imagen: http://bit.ly/2lrioly

.

La derrota inminente hizo reaccionar a Marco Antonio, quien se dispuso a huir, seguido de sus oficiales, dejando atrás a una infinidad de soldados que se perdieron en el fondo del mar Jónico.

El futuro emperador se comprometía a llegar hasta el final y derrotar definitivamente a su rival. Para lograr este objetivo tendría que asaltar la mismísima Alejandría, donde Marco Antonio se había refugiado.

La situación se complicaba para Marco Antonio. Se dice que se quitó la vida por el dolor que le causó la noticia de la  muerte de su esposa Cleopatra, engaño que esta misma propició, con el fin de que no sufriera el castigo que Octavio tenía preparado para él.

Poco después Cleopatra también se quitaría la vida. Sabía de las intenciones de Octavio, pues había sido acusada de ser aliada de su enemigo y de querer aumentar su poder e influencia en Oriente, frente a Roma.

Este vacío de poder en Egipto, tras la desaparición de ambos personajes, propició la incorporación del país a los dominios de Roma, lo que sentará las bases del posterior Imperio Romano.

.

Batalla de Actium: Fuente en: http://bit.ly/2m4vhoW

Batalla de Actium: Fuente en: http://bit.ly/2m4vhoW

 

Webgrafía:

 

Bibliografía

  • GARCÍA PALACIOS, A. (2014): Octavio frente a Marco Antonio. La flota romana en la batalla de Actium. Historia Rei Militaris Historia Militar, Política y Social. Nº 7. Págs. 51-57.
  • LE GALL, J.; LE GLAY, M. (1995): El Imperio Romano. Editorial Akal. Madrid.
  • ALTHEIM, F. (1961-1964): Historia de Roma. Editorial México: Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana.

Fuentes:

  • Plutarco: Vidas paralelas, Antonio. Tomo VII: Demetrio, Antonio, Dión, Bruto, Artojerjes, Arato, Galba, Otón.

 

 

 

David Espinar Martínez

Alumno de cuarto curso del Grado de Historia de la Universidad de Murcia

Para Radio CEPOAT: El Canal de la Historia

 

 

 

 

 

 

 

Temporada 3 – Programa 14 – Entrevista al Dr. Fernando Quesada Sanz con motivo del Seminario de Conflictos Bélicos

 

seminarioestadosbelicos

.

 

 Entrevistador  Jose Javier Martínez.
Documentación y Edición:  Inés Martínez.
Transcripción: I. Mtz & Carlos Bausá.

.

.

FernandoFdoQuesada_Linkedin Quesada Sanz, fue el ponente invitado en el Seminario titulado: “Estados, Mitos, Ciencia y Conflictos Bélicos”, que tuvo lugar en la Universidad de Murcia los días 18 y 19 de febrero de 2016, y que fue organizado por el CEPOAT, Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía, dentro de su programación académica anual.

El Dr. Quesada Sanz es Doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid. Ejerce como Profesor Titular de Arqueología en dicha Universidad desde 1992 y es catedrático acreditado desde 2010.

Sus principales líneas de investigación son: el Análisis de las Sociedades del Antiguo Mediterráneo, a través del estudio de su armamento y las formas de conflicto bélico y el Estudio de la Cultura Ibérica en sus diferentes facetas.

Tiene en su haber varios centenares de publicaciones de investigación y divulgación, monografías, libros, artículos y trabajos en varios idiomas. Desarrolla también una importantísima proyección internacional como director y colaborador de prestigiosas publicaciones especializadas, sobre los temas centrales de sus investigaciones, pero también sobre Grecia, Roma, Egipto, Próximo Oriente, así como sobre metodología y teoría histórica y arqueológica.

José Javier Martínez fue el encargado de entrevistar personalmente al Dr. D. Fernando Quesada, en el contexto mismo del Seminario CEPOAT, celebrado en la Universidad de Murcia el 18 y 19 de febrero de 2016.

P.- ¿Cuál ha sido el criterio de selección para elegir los temas del Seminario?

R.- Lo que he procurado ha sido, en la primera de las clases, dedicada a la Carrera Naval anglo-alemana, entre 1898 y 1914, un tema aparentemente alejado de mi especialidad, pero al que he dedicado muchísimas horas de lectura y de reflexión, y de tratamiento bibliográfico, tratar la cuestión de la evolución tecnológica y el desarrollo político junto con la voluntad de las personas, que son tres temas aparentemente separados que en el caso de la carrera naval anglo-alemana llevaron a convertir la Guerra Mundial, de una guerra europea a una guerra planetaria. Por tanto Tecnología, Política, Actividad Individual del Poder.

La segunda clase, aparentemente muy distinta, sobre Tecnología y Ciencia en La Antigüedad, aplicada a cuestiones militares enlaza con la primera asociando las cuestiones de tecnología no apolíticas sino a ideología y a control: a poder.

Finalmente, la tercera de las charlas, utilizado el caso de Masadá, profundizo en el tema del poder, pero no en su faceta de poder en el mundo antiguo y asociado al mundo antiguo, sino de la transmisión de conceptos a ideas asociadas con el poder y la ideología en el mundo moderno

De esa manera hemos procurado tocar temas muy distintos atractivos para un público no especializado pero si interesado y enlazados entre sí por este hilo conductor

P.- ¿Por qué es tan importante conocer la Historia Militar de los antiguos pueblos para entenderlos?

R.- Ninguna sociedad urbana organizada, desde el neolítico final se ha sustraído a la violencia organizada. Lo más complejo de la tecnología del mundo antiguo, la inmensa mayoría de los recursos de los grandes estados, la propia orientación de la sociedad en asambleas para las votaciones y para magistraturas y organización militar, eran dos caras de la misma moneda. La actividad militar era la actividad normal del ser humano. En la mayor parte del mundo antiguo no se concibe la paz como una entidad sino como ausencia de guerra. La guerra es asumida como, una calamidad sin duda, pero parte connatural a la sociedad humana y por tanto todos los años los atenienses o prácticamente todos los años, salen a combatir. Augusto se vanagloria de que por una vez a podido cerrar las puertas de Jano, del templo, indicando que Roma está en paz. La guerra es tan connatural a las sociedades humanas organizadas y extrae tanto de los recursos humanos, económicos y psicológicos del ser humano, tiene unos costes tan brutales para las vidas de las personas y de las sociedades que, si no estudiamos la guerra en los términos que hay que estudiarla, es decir, en sí misma, sin juzgar si es éticamente reprobable o no. Si no la comprendemos si no la analizamos en todas sus enormes facetas, desde los tipos de armas hasta las cuestiones más abstractas de carácter simbólico sobre el Derecho de la Guerra, por ejemplo, no podemos entender las sociedades antiguas, por tanto la historia militar es necesariamente, no una rama de la Historia, sino parte nuclear del mismo estudio histórico, nos guste o no la guerra.

P.- En ese sentido, la faceta militar de la Cultura Ibérica, ¿cuáles son sus características definitorias?

R.- Bien. Ese sería tema para no una, sino varias tesis doctorales y muchas horas de seminario, pero no cabe duda que las Sociedades Ibéricas, que variaron a lo largo de sus siglos de existencia, es decir la sociedad ibérica no es la misma en el siglo VI antes de Cristo, que en el siglo II. Estamos pasando de sociedades monárquicas de carácter sacro, a sociedades aristocráticas guerreras, a sociedades urbanas, basadas en aristocracias ciudadanas, pero en todos los periodos, no cabe duda, y lo demuestra la iconografía, los restos las imágenes, esculturas, cerámicas, los ajuares de las tumbas, las fortificaciones de las poblaciones, no cabe duda de que la guerra es un elemento central en el mundo ibérico. Una experiencia casi cotidiana de sus habitantes tanto civiles como militares no hay una distinción; el campesino es un soldado al día siguiente, el civil que está en la granja, corre el peligro de morir en la guerra exactamente igual que el combatiente, y eso permea todos los aspectos de la organización de la sociedad ibérica, de su economía e incluso me atrevería a decir de su fábrica mental, desconocemos al no poder tener textos largos que nos expliquen como pensaban, pero todo lo que sabemos sobre esa cultura, indica que la guerra es parte integral. Por tanto, negar su existencia o pretender una sociedad ibérica idílica y pacífica significa negar la propia posibilidad de conocer históricamente el Mundo Ibérico.

En ese sentido la Cultura Ibérica no es distinta de la Cultura Romana, Cartaginesa, Etrusca o Griega Clásica, donde en todas ellas en distintos niveles, la Guerra era una actividad digamos, si no cotidiana, si relevante. ¿Significa eso que siempre estaban guerreando, siempre estaban luchando? En absoluto. Una sociedad puede tener una mentalidad y unos valores de tipo guerrero, belicoso incluso, pero no necesariamente significa que estén luchando veinticuatro horas al día, trescientos sesenta días al año, no es esa la idea

P.- Respecto a lo que hemos visto un poco en el Seminario, hablando de historia militar e ideología ¿utilizan las sociedades actuales, el pasado para buscar su propia identidad?

R.- Bueno, desde siempre. Todas las sociedades desde la Edad del Bronce, se ha buceado en hazañas y recuerdos, heroicos del pasado, por tanto muchas veces de carácter militar, y digo heroico entre comillas, para justificar acciones, justificar derechos, justificar territorios y para anclar ideológicamente el derecho de una nación a gobernar un territorio, de una dinastía a gobernar una nación. En ese sentido hay muchos ejemplos. Por ejemplo: el mundo europeo del siglo XIX, de la segunda mitad del siglo XIX, de la configuración del Imperialismo Mundial, muestra como Gran Bretaña busca en la Reina Boadicea y en los Britones sus raíces nacionales, falsas evidentemente; el mundo francés en Vercingétoris y Alesia; los alemanes, el Reich, en Arminio y la Batalla de Teotoburgo; la pobre España en las supuestas hazañas de Numancia, Viriato y Sagunto y así sucesivamente. Hay además casos particulares posteriores, como el propio del Estado de Israel, donde arqueología, mito e historia se entremezclan de manera muy, muy densa, para justificar, no solamente el propio derecho a la existencia de un Estado de Israel, sino a su existencia en un lugar concreto y con una voluntad de resistencia frente a un enemigo universal, real o percibido. Por tanto, sí. En la utilización de la historia militar como herramienta ideológica para el mundo moderno, es algo bien conocido desde hace mucho tiempo y extremadamente peligroso para la caracterización de la disciplina como algo riguroso, no objetivo, porque nunca existe la objetividad en estos temas, pero si con voluntad de raciocinio y de análisis crítico en lo más frío posible.

P.- Hasta el punto de, como hemos podido ver en el caso de Masada, de manipulación o interpretación específica de los hallazgos arqueológicos y tendencia a la mitificación de todo…

R.- En efecto. Es muy difícil y delicado distinguir entre dejarse llevar por y manipular los datos. Un arqueólogo que está escavando un yacimiento históricamente muy significativo, como puede ser Masada, con unas fuentes literarias que aluden al sacrificio supuestamente heroico y posiblemente falso de su guarnición, antes que rendirse a los imperialistas romanos, tiene en la cabeza la guerra del 56 unos años antes y va a tener inmediatamente después en el año 67 otra guerra. Es un entorno social, cultural, tenso muy delicado y cabe comprender que cuando uno está queriendo buscar algo que está en las fuentes y encuentra lo que se ajuste, pues las discordancias que puedan aparecer en el registro arqueológico sean orilladas para pretender que se ha conseguido documentar exactamente la que en este caso por ejemplo, dice Josefo. Los análisis más fríos posteriores incluso por el propio Establishment Académico Israelí, han demostrado que en el caso de Masada, por ejemplo, esa búsqueda de intentar demostrar lo que decía Flabio Josefo en los restos arqueológicos llevó a la distorsión, sin duda de los datos, a una visión quizá excesivamente cerrada, con anteojeras e incluso en algunos casos en la propia Academia Israelí se ha acusado a Yigael Yadin de manipular la información. Yo no me atrevería a llegar a eso, pero si es cierto que cuando hay una presión política e incluso militar sobre la investigación es fácil dejarse llevar, a un nivel quizás menos extremo es natural que, si una persona está excavando un yacimiento arqueológico sobre el que hay información literaria antigua que alude a algún hecho relevante del pasado, el fenómeno Anthony Snodgrass caracterizaba como la Falacia Positivista, tendamos a asociar esa información histórica a los datos arqueológicos, lo cual siempre es delicado, sin duda, pero ahí está la buena praxis del arqueólogo y del historiador en procurar no dejarse arrastrar por la emociones o por las interpretaciones, al menos orientadas y en el peor de los casos sesgadas.

P.- Está claro que sigue creciendo el interés social y académico por estos temas de Historia Bélica Antigua, Armamento, Conflictos, Comportamientos de Diferentes Pueblos Antiguos en General, ¿a qué cree que es debido este interés?

R.- La Fascinación por los temas militares es una cuestión digna de estudio y reflexión. Por un lado, lamentablemente, entre determinados sectores del público, sobre todo público relativamente joven, la violencia, la idea de que cualquier joven es inmortal, lleva a pensar que la guerra es un objeto fascinante de estudio. Quizá porque se nos ha educado desde siglos, desde la tradición clásica, desde la propia Ilíada de Homero, en la idea de que los valores de fuerza física, de agresividad, de carácter varonil, van asociados a rasgos propios de esculturas violentas. Y no hay duda que la violencia tanto individual como organizada saca lo peor y lo mejor, en ocasiones del ser humano. Como decía Arnold Toynbee, el gran historiador, no por ser militares son las virtudes militares tales, el valor, la camaradería, el sacrificio, pero su valor reside en las joyas mismas, en las virtudes y no en la montura que su renda, la montura de la guerra.

Bien. Pues en ese sentido, la violencia organizada, la guerra, es percibida por todos como un motor de la historia. Como académico, sí me atrevería a decir que la guerra es una de las formas más expresivas, más acabadas, más constantes de la civilización humana, desde que existe civilización organizada existe la guerra. No podemos comprender esa civilización a lo largo de la historia sin entender uno de los mecanismos básicos de acción cultural, en el sentido más amplio de cualquier sociedad humana, incluyendo la mayoría de los primitivos actuales y etnográficos.

P.- En esta línea ¿cómo cree que están considerados en estos momentos, a día de hoy, los estudios sobre arqueología e historia militar antigua en España a un nivel académico?

R.- Durante mucho tiempo, la Arqueología Militar, no solamente en España sino en toda Europa ha sido considerada una disciplina sospechosa. La Historia Militar en general, con su variante arqueológica, por ejemplo Schulten en los años veinte, fue una disciplina enormemente respetada, pero muy asociada a los militares profesionales a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y hasta la II Guerra Mundial. Las carnicerías espantosas que se llevaron a cabo en todo el mundo durante la I y la II Guerra Mundial, llevaron después de la guerra, sobre todo entre la juventud universitaria, entre la juventud culta, a un rechazo de todos esos valores tradicionales de militarismo, de sacrificio, de patriotismo y todo aquello relacionado con la guerra. Como resultado de ello, en los años 50 – 60, la Historia Militar se convirtió en toda Europa, en un reducto de militares profesionales y cualquier académico que pretendiera dedicarse a ello resultaba automáticamente sospechoso de actitudes filofascistas o filoestalinistas, en este sentido los extremos se tocan. La Escuela de Arqueología y de Historia Militar Soviética es una escuela enormemente importante.

Esa caracterización de la Historia Militar como algo ideológicamente sospechoso y filobelicista o filomilitarista a perdurado hasta finales quizá de los 70, cuando las tornas han empezado a cambiar. Nuevas formas de analizar la historia militar, desde el punto de vista ideológico, simbólico, ritual, económico, social, mucho más allá del análisis de la historia-batalla, que es la historia militar tradicional del siglo XIX, de la Escuela Alemana o de la Escuela Francesa, han llevado a comprender que es imposible comprender el mundo antiguo, el mundo medieval o el mundo moderno, sin analizar uno de los elementos más constantes de la Historia Humana que es La Guerra. Y por tanto la Historia Militar poco a poco ha ido ganando respetabilidad académica.

Yo me atrevería a decir que hoy en día, incluso La Historia Militar y La Arqueología Militar, goza de una aceptación natural por parte del mundo académico oficial en España, superior incluso a lo que, pese a lo que pueda parecer ocurre en el mundo británico, donde todavía el mundo de la historia militar amateur es muy popular, pero en el mundo universitario, sigue siendo un reducto quizá en mayor medida que en España. Colegas británicos que se dedican a la historia o la arqueología militar, me dicen, con envidia, que en España, hoy en día, hemos alcanzado una respetabilidad institucional y académica superior incluso a algunos sectores del mundo anglosajón

P.- …De alguna manera se ha perdido el rechazo existente hacia estos estudios…

R.- No cabe duda que en ciertos sectores ha habido y sigue habiendo un rechazo a los estudios militares, pero sobre todo derivan de aquellos estudios militares más ingenuos, me atrevería a decir, siguen pensando que en la historia militar es el estudio del mejor tanque, del mejor cañón o del submarino que mejor hunde barcos.

Hoy en día la historia militar no es eso, abarca todas las facetas de la actividad humana, desde las tecnológicas más estrictas a las simbólicas más abstractas y por tanto, no me cabe duda de que hay sectores de la población que de manera desinformada, piensan que la historia militar sigue siendo una historia filobelicista y mecanicista, pero quienes empiezan a conocer, sobre todo en el mundo de la divulgación moderna, que empieza a haber en España, cosas muy atractivas y muy interesantes, lo que hoy en día se puede hacer, no genera ya, o genera de manera cada vez menor ese rechazo.

Si es cierto, y a mí me preocupa, sobre todo entre gente muy joven, estudiantes de primer año de carrera, que no saben lo que es realmente la guerra, lo que hace que los seres humanos, como destroza los cuerpos y las almas, una cierta fascinación que roza lo morboso. Ese es el peligro de la Historia Militar y es tarea de los investigadores y de los divulgadores, hacer ver que la guerra no tiene nada de hermoso, no tiene nada de fascinante y que si en algún caso brillan virtudes en ella, no es por la guerra, sino por las virtudes en sí mismas, que son propias del ser humano y no de la actividad bélica.

P.- ¿Qué diferencias existen, a grandes rasgos, entre la investigación y la divulgación?

R.- A mi juicio, investigación y divulgación son dos caras necesarias de la misma moneda. Académicamente investigación supone realizar un estudio que implique una aportación original al conocimiento humano en cualquier rama de la ciencia o de las artes; implica aportar cosas nuevas.

Normalmente la investigación se sostiene con fondos públicos, en ocasiones también privados, e implica una responsabilidad social. La investigación no es algo para que un grupo de académicos, en sus torres de marfil, disfruten, con el estudio, en este caso, del pasado, sino que debe tener un retorno, un retorno a la sociedad, que justifique la inversión económica realizada y que justifique la difusión del conocimiento alcanzado mediante la investigación, bien, pues, … la divulgación, que debe ser siempre alta divulgación, divulgación de calidad, implica trasladar a la sociedad, lo que esa sociedad ha trasladado en forma de fondos para la investigación.

P.- ¿Qué características definen a un buen divulgador histórico?

R.- A mi juicio, un buen divulgador histórico no puede divulgar bien, si no es un profundo conocedor del tema que trata. No se debe confundir la divulgación con el periodismo. El periodismo tiene un carácter inmediato; tiene un carácter de urgencia y, a menudo, exige unos reflejos que pueden ocasionar una falta de profundidad o de rigor en el análisis, no necesariamente, pero a veces sí. La divulgación no es periodismo.

La divulgación, partiendo de un conocimiento profundo de la materia en cuestión, implica hacerla accesible. Casi cualquier concepto complejo puede explicarse de manera sistemática, clara y ordenada, de manera que sea comprensible para un público “no especialista”.

Por tanto, a mi juicio, la divulgación debe ser realizada por los mismos especialistas que realizan la investigación y que deben estar formados en técnicas oratorias, en el caso de la divulgación oral, o en técnicas de divulgación escrita, apoyándose en todos los recursos de la técnica, recursos gráficos, recursos informáticos – de los cuales ahora hay una enorme y riquísima variedad-,   para conseguir que la investigación se traslade al público de manera clara, accesible, concisa – porque el tiempo es oro hoy en día- , pero sobre todo rigurosa y para ello, el divulgador debe ser, no un paracaidista desconocedor del tema sino, alguien que ha dedicado mucho tiempo, o bien a investigar o bien que, al menos, ha tenido el tiempo suficiente para realizar una profunda lectura de las materias sobre las cuales pretende divulgar.

P.- Respecto a lo que has comentado de la divulgación… ¿Crees que se mantiene el rigor histórico en sus diferentes modalidades, como prensa, radio, revistas especializadas?

R.- Bien, ciñéndome al caso español, porque si no sería complicadísimo, la divulgación de temas militares abarca una gama muy amplia, un espectro muy amplio, hoy en día hay divulgadores científicos y revistas de divulgación que se venden en quioscos, que se venden en tiendas, extremadamente rigurosas, donde se combinan profesionales acreditados con jóvenes investigadores con aficionados de buen nivel, y que publican por escrito una divulgación de la historia militar excelente.

Hay otro tipo de publicaciones similares en apariencia, y el aficionado a veces, tiene dificultades, para distinguir el grano y la paja, hay revistas que siendo parecidas, con maquetas, dioramas, figuras de plomo… sin embargo tienen un rigor mucho menor y caen, oscilan entre la falta absoluta de rigor y la ingenuidad. ¡Hay una enorme variedad!

Eso que ocurre en la divulgación escrita, ocurre también en la divulgación periodística en los reportajes en la prensa, que oscila entre grandes periodistas que conocen muy bien su historia y que se documentan bien y otros que, lamentablemente, pues no alcanzan unos estándares mínimos de calidad. No me atrevería a dar nombres, no voy a hacerlo, aunque quisiera o pudiera. Pero, en general, yo creo que en los últimos seis o siete años, gracias a iniciativas como por ejemplo una – que alabo especialmente y de la que soy, además, en cierta medida, parte, como asesor -, la revista Desperta Ferro y sus diferentes cabeceras, ha elevado la divulgación de Historia Militar a unos estándares, superiores, incluso, a los del mundo anglosajón.

P.- Respecto a la difusión que se da por Internet, por ejemplo, ¿Qué cosas debemos tener en cuenta cuando navegamos por la red en buscad de información sobre mundo antiguo, armamento o batallas?

R.- No cabe duda de que Internet, ha supuesto y está suponiendo una revolución copernicana en la difusión, conservación, almacenamiento, de la información. Y en ese sentido se ha convertido en una herramienta poderosísima.

No creo que los libros vayan a desaparecer en un plazo corto e inmediato, pero el 90% de la población menor de 35 años, hoy en día – antes que en una biblioteca, usar un libro, un papel -, se sienta delante de Google o de Bing o de cualquier buscador y teclea, pues… cualquier información sobre la batalla de los “Lagos Masurianos” en la Primera Guerra Mundial; o sobre los calibres de la artillería naval japonesa en la Armada Combinada – la Flota Combinada -.

Eso significa que la persona que hace la búsqueda, a menudo tiene que tener un buen criterio, porque Internet está lleno de páginas atractivas, bien diseñadas, hermosas de apariencia, pero de contenidos que oscilan entre – digamos- lo impreciso, hasta los que están llenos de errores; hasta los que son ideológicamente reprobables en el sentido que antes hablábamos.

Evidentemente, eso es ya un criterio de formación del lector.

Las páginas de tipo edu., – es decir las páginas de instituciones universitarias educativas -, son en general fiables; otras no lo son. De nuevo, – separar el grano de la paja-, separar las páginas o los portales de acceso a información, rigurosos o no, es muy difícil. Porque yo conozco numerosas páginas creadas por aficionados a la Historia Militar que recogen información primaria en grandes cantidades, grabados antiguos, mapas, información archivada, que a un investigador le resulta muy útil, por tanto, no basta decir las páginas institucionales van a ser buenas las páginas de aficionados no lo son, porque no es en absoluto cierto.

Hay, hoy en día, además, – y eso es el siguiente nivel- , FOROS de Internet, FOROS de discusión, donde es posible encontrar a jóvenes y a mayores, supuestamente aficionados al tema, que demuestran un nivel de conocimiento y de detalle, ¡enorme!

Es cierto que el aficionado a menudo conoce los detalles, te puede decir todos los calibres de los tanques alemanes de la Segunda Guerra Mundial o la capacidad del radio de acción de cualquier bombardero cuatrimotor de la Fuerza Aérea Británica pero, no conoce los contextos logísticos, económicos, sociales, políticos, que permiten esa fabricación de aviones. La cuestión ahí es, básicamente, de formación y de discriminar. Lo que pasa es que – hay que decirlo – todavía no es fácil hacer esa discriminación.

Pero ya digo… No debemos hacer la distinción entre profesionales y aficionados porque hoy en día hay muchos entornos supuestamente aficionados que muestran un nivel de conocimientos sorprendentemente alto.

P.- Este tipo de revistas especializadas ¿generan suficiente industria como para que quien se dedica a ello, de alguna manera, pueda vivir de esas publicaciones?

R.- En el mundo anglosajón hay una enorme industria especializada en armas, en todas las variantes, desde las réplicas para los que juegan a Airsoft (Juegos de Guerra), a los Game Works, los que hacen juego de recreación sobre tablero, los recreacionistas, ¡hay un público enorme!

Y… en el mundo anglosajón en especial, en el mundo francés en menor medida, hay una verdadera industria editorial, a caballo entre la especialización y la divulgación de buen nivel, que sostiene editoriales completas especializadas.

Ese fenómeno se ha trasladado a España, en los últimos años. Editoriales potentes como Planeta, editoriales más jóvenes como Tempus, como Platea, editoriales, casi artesanales, al principio, como la propia Desperta Ferro, han encontrado que hay un hueco de mercado significativo, que permite sostener editoriales, prácticamente especializadas, en temas de historia y… bueno, de Historia Militar de Arqueología Militar, a un nivel de divulgación medio.

Lo que si es cierto es que, si en el campo de las revistas tenemos editoriales como la propia Desperta Ferro, homologable o superiores a cualquier cosa que se produzca en el mundo francés o en el mundo anglosajón, en el caso de la industria editorial, todavía estamos por detrás.

Los plazos de edición y de encargos de libros en las editoriales españolas, son plazos cortos de uno, dos años y se tiende a publicar obras muy generales, pensando que las obras más específicas no van a tener mercado suficiente, no van a tener una masa crítica suficiente.

Eso hace que llega el Centenario de la Gran Guerra y las editoriales españolas publican, quince libros distintos en quince editoriales, todos de la Primera Guerra Mundial, mientras que en el mundo anglo sajón se han producido trabajos mucho más específicos y especializados, – sobre la Campaña de Verdún; sobre Galípoli; sobre el papel de los ferrocarriles en la movilización; la tecnología aérea y el desarrollo de la aviación -, que resultan mucho más atractivos, una vez que el aficionado ha pasado de un nivel de información muy básico a querer profundizar.

Esa es, yo creo, la asignatura pendiente de las editoriales españolas de libros. Publicar libros más especializados encargados a los autores españoles, que hay muchos, perfectamente capacitados y con plazos de edición más largos que los que habitualmente se conceden en la industria editorial española.

Ya hay, en ese sentido, indicios prometedores, yo mismo tengo, ahora mismo, trabajos en curso, con un margen adecuado para poder desarrollarlo al nivel que nos gustaría y que a veces envidiamos en publicaciones británicas, por ejemplo.

P.- Sobre sus últimas publicaciones… ¿Cuál es la última que ha realizado? Y… ¿En qué proyectos está trabajando?

R.- Desde el punto de vista de las publicaciones, si hablamos de obras divulgativas, soy un colaborador habitual de revistas como Desperta Ferro, La Aventura de la Historia, con la cual he trabajado más de una década casi continuamente.

Pero el último libro de divulgación, yo creo que ha sido: ARMAS DE LA ANTIGUA IBERIA. Además ha sido recientemente traducido al inglés – lo cual debo decir que, es “poner una pica en Flandes” que los anglosajones traduzcan un libro de un autor español -, va a salir ahora, en verano creo. Un libro editado por la Esfera de los Libros, que recoge casi 20 años de investigación de manera muy atractiva visualmente y creo que rigurosa. Eso ya tiene algún año de edición, ahora estaban preparando la edición inglesa.

Desde el punto de vista de la investigación, pues no paro de sacar artículos de investigación, pero desde el punto de vista de libros, lo más reciente ha sido una coautoría con Alberto Lorrio y Raimon Graells, sobre unos nuevos tipos de cascos, los llamados CASCOS HISPANO CALCÍDICOS, que hemos estudiado a partir de una serie de restos arqueológicos y de colecciones privadas, que han definido un nuevo tipo de arma en la Protohistoria peninsular y que ha sido publicado por una prestigiosísima editorial alemana, es un libro extremadamente denso de investigación.

Por lo que se refiere, no tanto a publicaciones, sino a… – me decías, creo recordar -, proyectos de investigación…

¡Bien!

Tengo siempre en la tartera, muchos trabajos en curso, pero si tuviera que destacar ahora mismo el más importante que estamos haciendo, es un proyecto de investigación de excelencia, un proyecto de I+D+I, de la categoría de excelencia, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, en colaboración con un convenio con dos ayuntamientos de la provincia de Córdoba: el Ayuntamiento de Almedinilla y el Ayuntamiento de Cabra.

Llevamos bastantes años excavando dos yacimientos, que además son yacimientos ibéricos asociados a la conquista romana y a su destrucción violenta o abandono, precisamente como resultado del choque cultural, que supone lo que llamamos romanización, que es un fenómeno mucho más violento – muchas veces – , de lo que hemos querido creer.

Hasta recibir los beneficios de la PAX ROMANA, la violencia fue atroz, en el caso de Almedinilla hemos encontrado una verdadera masacre, con cadáveres mutilados, tirados por las calles. Esqueletos que estamos estudiando y publicando.

Y… en los últimos cuatro años estamos excavando en el Cerro de la Merced, también asociado a este proyecto de investigación de excelencia, que es un complejo aristocrático ibérico, del siglo II o I a.C.,, abandonado precisamente y destruido, desmontado, demolido, posiblemente por imposición romana.

No es historia militar, pero si lo es. No es arqueología militar pero si lo es. Porque al no ser la Arqueología Militar la historia de las armas de las batallas, sino de todo aquello que relaciona la violencia aplicada sobre los seres humanos, en contextos civiles o en contextos puramente militares, de alguna manera, también este proyecto, curiosamente, – aunque no empezó así -, se ha convertido en un proyecto asociado a cuestiones de arqueología militar.

También acabamos de publicar… He colaborado con mucho gusto con la Universidad de Jaén, en la publicación del Campo de Batalla de Baécula. Ese Campo de Batalla de la II Guerra Púnica en la provincia de Jaén donde se han desarrollado, a un nivel altísimo de metodología nueva, técnicas para el estudio de un tipo de yacimiento hasta ahora muy poco conocido, que son los “Campos de Batalla Antiguos”. Y creemos haber identificado uno de la batalla de la Segunda Guerra Púnica en la que el hermano de Anibal, Asdrubal, combatió con el gran Escipión “El Africano”.

P.- Despedida: ¡Bien! Pues muchas gracias Profesor Quesada, por su tiempo y por acceder a esta entrevista.

R.- Ha sido un verdadero placer y espero que disfruten de ella, muchas gracias.

.

.

 

Últimas publicaciones de Fernando Quesada Sanz

  • Raimon Graells i Fabregat, Alberto J. Lorrio, Fernando Quesada. Cascos Hispanos – Calcídicos. Símbolo de las élites guerreras celtibéricas. Catálogos Prehistoria histórico antigüedades, volumen 46, 2014 . ISBN 978-3-88467-230-3.  En: http://shop.rgzm.de/de/cascos-hispano-calcidicos

Recensión del libro:

Cascos Hispanos – Calcídicos. Símbolo de las élites guerreras celtibéricas de Raimon Graells i Fabregat, Alberto J. Lorrio, Fernando Quesada. (Baja directamente al pinchar la dirección en Revistas Científicas Complutenses, en: revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/download/49471/46053

Noticias sobre la aparición del libro y la temática que aborda:

El origen del libro : Noticia del Períodico El Pais . Marzo de 2013.

.

.

José Javier Martínez García

Arqueólogo – Técnico en SIG y Fotogrametría
Profesor de Egiptología en el CEPOAT

 Para Radio CEPOAT: El Canal de la Historia

.

.

 

 

 

 

Temporada 3 – Programa 9 – La Guerra de las Galias

julio

Entre los años 58 y 52 a.C., Julio César lideró a las legiones romanas hasta dominar a las tribus galas. Sometió al dominio romano, en una serie de audaces campañas, buena parte de los territorios de las actuales Francia y Bélgica, e incluso realizó incursiones en Britania y Germania. Al acabar su mandato, César había extendido las fronteras de la República romana hasta Europa central y se había convertido en uno de los hombres más ricos y poderosos de Roma. La lucha contra estas tribus constituyó un desafío militar mayúsculo, que puso de manifiesto por qué el ejército romano fue el más poderoso y el más eficaz de la Antigüedad.

Redactado y presentado por David Espinar
Grabación y Postproducción: Inés Martínez

 

La Guerra de las Galias

141_galos_2_1519x2000

La estatua de Julio César realizada por Nicolas Coustou en el siglo XVII lo muestra tocado
con la corona de laurel que se imponía a los generales victoriosos.
Museo del Louvre, París. Imagen en National Geographic

 

Ambicioso vástago de una familia de la más rancia nobleza romana, César protagonizó un espectacular ascenso político en Roma, que lo llevó en el año 59 a.C. al máximo cargo de la República, el de cónsul.

A los 42 años había demostrado su habilidad en las intrigas, su tirón entre el pueblo y, como propretor en la Hispania Ulterior, sus dotes de administrador. Pero para ponerse a la altura de sus rivales de la aristocracia romana, en particular de Pompeyo, le faltaba un triunfo militar indiscutible. Con este objetivo en mente logró que lo nombraran gobernador de la Galia Cisalpina, lo que le daba el mando sobre cuatro legiones, y la posibilidad de emprender una campaña de conquista contra los pueblos que habitaban la Galia libre, provincia que también le fue atribuida.

141_galos_5_959x1931

Estandarte legionario. Museo Arqueológico, Barcelona.
Imagen en National Geographic

A principios de marzo del 58 a.C., César ocupó su nuevo cargo. Durante los ocho años siguientes sometió al dominio romano, en una serie de audaces campañas, buena parte de los territorios de las actuales Francia y Bélgica, e incluso realizó incursiones en Britania y Germania. Al acabar su mandato, César había extendido las fronteras de la República romana hasta Europa central y se había convertido en uno de los hombres más ricos y poderosos de Roma.

Sin embargo, la guerra de las Galias no fue un paseo militar para César y sus tropas, pues los galos ofrecieron una enconada resistencia y derrotaron a los romanos en varias ocasiones. La lucha contra los galos constituyó un desafío militar mayúsculo, que puso de manifiesto por qué el ejército romano fue el más poderoso y el más eficaz de la Antigüedad.

141_galos_4_2000x1576

Legionarios romanos en la formación de fastigiata testudo.
Relieve de la Columna Trajana. Museo de la Civilización Romana, Roma. Imagen en National Geographic

 

César sabía que el resultado final de sus campañas dependía de sus tropas. Por ello, actuó como un excelente motivador, capaz de conseguir que sus hombres se entregasen en cuerpo y alma a cada tarea, ya fuese un asedio o bien una batalla. Puede que los soldados romanos no fuesen, individualmente, más valientes o más fuertes que los guerreros galos, pero colectivamente eran más disciplinados.

El ejército romano de entonces, era heredero de las reformas llevadas a cabo, medio siglo antes, por el cónsul Cayo Mario, pariente de César. Entre ambos lo habían convertido en una fuerza de guerra casi profesional.

Por todo esto las unidades romanas eran más eficaces en combate que las galas y, sobre todo, eran mucho más capaces de superar situaciones adversas.

Cabe destacar la importancia de los centuriones, quienes en último término garantizaban la cohesión de las legiones. Cada legión, contaba con sesenta de estos oficiales al mando de una centuria de ochenta hombres. En combate se esperaba de ellos que dieran ejemplo de valor y desprecio a la muerte ante sus hombres.

Los Comentarios sobre la guerra de las Galias, obra que escribió el propio Julio César para glorificar sus conquistas en este territorio, están repletos de historias heroicas protagonizadas por estos centuriones.

Por ejemplo, la de Publio Sextio, el centurión que, pese a llevar varios días enfermo y sin comer, formó junto con otros centuriones ante la puerta de un campamento el tiempo suficiente para organizar la defensa, luchando hasta que se desmayó por las graves heridas recibidas.

141_galos_1_2000x1127

La conquista de la ciudadela de Alesia por Julio César y sus legiones dio la victoria final a los romanos frente a los galos.
En la imagen, el asedio de Alesia visto por Henry Motte. Siglo XIX. Imagen en National Geographic

 

La superioridad tecnológica fue también determinante, en la victoria final de los romanos en territorio galo, en particular en lo que se refiere a las conquistas de ciudades. Dominaban un gran número de tácticas estratégicas y máquinas de asedio que podían ser utilizadas en los asaltos a las fortalezas, como torres móviles y arietes, hacían obras de circunvalación para aislar a las ciudades atacadas y construían campamentos fortificados para pasar la noche. Se mostraron como grandes maestros en el arte de la guerra.

Esta combinación de un ejército casi profesional, dirigido por un general brillante y con gran capacidad para tomar ciudades, resultó ser demasiado para los galos. Así pues, las conquistas de César cambiaron para siempre la historia de las Galias y de la propia Roma.

Bibliografía y fuentes

Alumno de 3º del Grado de Historia de la Universidad de Murcia
Para Radio CEPOAT: El canal de la Historia

Temporada 3 – Programa 7 – La Batalla de las Termópilas

dibujo

Sinopsis

La Batalla de las Termópilas fue uno de los acontecimientos históricos de la antigüedad más importantes y que más repercusión ha tenido en nuestra época. Tres días pudieron soportar los griegos el ataque persa, que, a causa de una traición, acabó con la vida de Leónidas y sus 300 espartanos. Asi mismo, esta batalla ha servido de inspiración a poetas, pintores y directores de cine a lo largo de la historia, dando lugar a obras maestras de todo tipo.

Redactado y presentado por Víctor Serrano Requena
Grabación y Postproducción: Inés Martínez

 

La Batalla de las Termópilas

 

Audio inicial en : https://www.youtube.com/watch?v=wZR9qBs2GOE

 

AUDIO INICIAL ENhttps://www.youtube.com/watch?v=wZR9qBs2GOE

La batalla de las Termópilas tuvo lugar durante la Segunda Guerra Médica en el 480 a. C. El conflicto duró tres días y se desarrolló en el paso del mismo nombre, cuya traducción “Puertas calientes” proviene del término θερμός,-ή,-όν que significa caliente y Πύλη,ης, que significa puerta.

Todo esto comenzó en el año 481 a.C. cuando Jerjes, rey de Persia, envió emisarios en la península griega exigiendo toda agua y tierra que allí se encontraba. La respuesta por parte de los griegos fue la creación de la liga Helénica, y a pesar de que varias polis se habían puesto del lado de Jerjes, las principales comandadas por Esparta, Atenas y Tebas decidieron frenar el avance Persa.

.

termopilasp

Link de la imagen: Mapa de las Termópilas

 

Tras el fracaso de Darío en la primera invasión de Grecia, Jerjes decidió intentarlo de nuevo, esta vez con un inmenso ejército formado por 250.000 hombres. Las tropas griegas estaban formadas por pequeños contingentes de las diferentes polis, en concreto los famosos 300 espartanos de Leónidas, junto a soldados tespios, arcadios, tebanos y corintios, entre muchos otros. En total el ejército heleno llegaba a los 7000 hombres.

Los generales griegos decidieron que el mejor lugar para enfrentarse por tierra a este inmenso ejército persa, era el angosto paso de las Termópilas. Por otro lado, en el flanco marítimo, la flota griega, mejor preparada que la persa, estaba formada por 270 barcos contra los 700 navíos persas. El ejército de Jerjes dependía por completo de su flota para el aprovisionamiento, por lo que no podían distanciarse mucho de la costa. Además, en la zona existía una fortaleza en ruinas, el llamado “muro focense”, que fue rápidamente reforzado por los 7000 griegos.

El ejército persa llegó a las Termópilas el 20 de agosto del 480 a. C., y Jerjes lanzó a su ejército contra la muralla griega inmediatamente. Durante dos días de combate, los griegos comandados por Leónidas rechazaron a los persas, pero entonces, un campesino local llamado Efialtes traicionó a los griegos mostrando a los persas un sendero transitable por el único flanco no cubierto por los griegos. Este esperaba ser recompensado por los persas, pero terminó por no obtener nada cuando éstos fueron derrotados en la Batalla de Salamina.

.

maxresdefault

AUDIO 2 Escena encuentro entre Efialtes y Leónidas

Leónidas, que conocía la existencia de dicho sendero, había apostado un contingente de focios los cuales advirtieron a Leónidas de que el paso estaba comprometido y la retaguardia por tanto amenazada.

Fue entonces cuando Leónidas tomó la heroica decisión de permanecer en el paso de las Termópilas y luchar, dándole tiempo suficiente al ejército griego a retirarse, e impidiendo a la caballería persa perseguirles.

Cabe decir, que no sólo permanecieron los 300 espartanos, sino que un gran número de tespios y tebanos prevalecieron hasta el final. También hay que resaltar que salvo los espartanos, que eran soldados profesionales, la mayoría de los contingentes eran simples ciudadanos sin casi formación militar.

Como curiosidad cabe resaltar que el número de muertos entre los espartanos no fue de 300, sino de 298. Dos fueron los soldados que, según Heródoto, sobrevivieron a esta celebérrima batalla. Gracias a este mismo autor conocemos sus nombres y la causa de que estos sobrevivieran: Aristodemo y Pantitas. El primero enfermo de un ojo y junto a otro soldado también herido, Éurito, recibieron el permiso para dirigirse a un pueblo cercano a ser tratados de sus dolencias. Pese a no estar en condiciones de combatir, Éurito prefirió volver junto a sus hermanos muriendo en el desfiladero, no así Aristodemo que permaneció alejado del combate en el pueblo de Alpeno. Por su lado, Pantitas fue enviado como mensajero a Tesalia para informar de la situación pero a su regreso se había consumado el desastre.

.

termopilas

Link de la página: Guerras Médicas
Link de la imagen: Mapa de la Batalla de las Termópilas

 

En la actualidad, tras 2500 años de desgaste, el río Esperqueo, situado en la parte inferior del desfiladero, ha ampliado notablemente su anchura. La superficie de la tierra en la que se libró la famosa Batalla está ahora enterrada bajo 20 metros de tierra y la costa se ha retirado en gran medida a través de los siglos debido a la sedimentación.

.

From-History-To-Comics-To-Cinema-Frank-Millers-300-Picture-2

Link de la imagen: Escultura, cómic y película. 
Link de la página: From history to comics to cinema.

 

Este acontecimiento histórico de la batalla ha llegado hasta nuestros días a través de Heródoto, entre otros autores griegos, pero la hemos visto recientemente representada en películas  como “300” dirigida por Zack Snyder y protagonizada por Gerard Butler y Lena Headley. Dicho film es una adaptación cinematográfica del comic homónimo de Frank Miller. Además, tuvo repercusión literaria que vemos reflejada en autores como  Constantino Cavafis que le dedicó uno de sus poemas más famosos:

“Honor a aquellos que en sus vidas

se dieron por tarea el defender Termópilas.

Que del deber nunca se apartan;

justos y rectos en todas sus acciones,

pero también con piedad y clemencia;

generosos cuando son ricos, y cuando

son pobres, a su vez en lo pequeño generosos,

que ayudan igualmente en lo que pueden;cavafis

que siempre dicen la verdad,

aunque sin odio para los que mienten.

Y mayor honor les corresponde

cuando prevén (y muchos prevén)

que Efialtes ha de aparecer al fin,

y que finalmente los medos pasarán.”

 

 

 Constantine Cavafy, dibujo de Yiannis Kephallenos.
Link de la imagen: http://www.cavafy.com/archive/pictures/content.asp?id=9
Link de la página oficial del poeta:  http://www.cavafy.com/

FUENTES. WEBGRAFÍA:

OTRAS FUENTES:

  • Sierra Martin, César. 2011. Jerjes, Leonidas y Temistocles modelos griegos en el relato de Heródoto. Universidad Autónoma de Barcelona. (Consultado en:file: C:/Users/usuario/Downloads/286614-395575-1-SM%20(1).pdf )
  • Fornís, César. 2012. Leonidas y las Termópilas: entre literatura, arte y propaganda. Universidad de Sevilla.(Consultado en: http://personal.us.es/cfornis/uploads/publicaciones/capitulos/Homenaje%20a%20Mangas.pdf)
  • Sánchez-Moreno, E. El paso de Las Termópilas 2.500 años (y algunas ficciones) después. (Consultado en: http://www.uam.es/departamentos/filoyletras/hantymed/hantigua/publicaciones/termopilas.pdf 15 de Enero de 2016)

Víctor Serrano Requena

Alumno de Cuarto del Grado de Filología Clásica de la Universidad.
Para Radio CEPOAT, el Canal de Historia.

Temporada 3 – Programa 5 – La batalla de Cannas

images

El programa versa a cerca de la batalla de Cannas, acontecida en el 216, fue un enfrentamiento entre los cónsules romanos Lucio Emilio Paulo y Cayo Terrencio Varrón contra el general cartaginés Aníbal Barca. Desarrollada en el sureste de la península itálica, supuso un duro golpe para Roma, ya que esta batalla ha sido considerada una de las mayores masacres de la Antigüedad.

Redactado y presentado por Alberto Canales Solé
Grabación y Postproducción: Inés Martínez

La Batalla de Cannas

 

anibal lovre 2

Figura 1: Aníbal se encuentra contando los anillos de los enemigos vencidos tras la batalla de Cannas y con el águila, que representa a tanto al poder como a Roma a sus pies. Obra esculpida por Sebastien Slodtz en 1722 y que actualmente se encuentra en el museo del Louvre, pero que tradicionalmente estaría destinado para los jardines del palacio de Versalles.

 

El día dos de Agosto del año 216 Antes de Cristo presenciamos una de las mayores batallas de la Antigüedad, no puede ser otra que la Batalla de Cannas, nombre dado debido a un  pueblo cercano.

Mapa de las campañas de Aníbal y de Escipión

Mapa de las campañas de Aníbal y de Escipión, en el escenario de la II Guerra Púnica.

Esta Batalla se desarrolla en una llanura al sudeste de la península Itálica, que se encontraba dominado por Roma.  En estos momentos el general púnico Aníbal había realizado una muy provechosa campaña contra los romanos en su territorio.

Tras las victorias de Tesino, Trebia y Trasimeno se disponía a confrontarse con los romanos una vez más. El mayor ejército nunca reclutado por Roma, parte de la ciudad eterna a fin de dar caza al general púnico y acabar su aventura en tierras itálicas.

El día dos de agosto del año 216 se encuentran los dos ejércitos frente a frente, dispuestos en línea ambos con la intención de que solo saliera uno de esta llanura, Vencer o Morir.

El cónsul romano Terrencio Varrón ordena a los legionarios dejar menor espacio en la formación dando así una mayor sensación de profundidad.

Cannae

La formación inicial de la batalla de Cannas, en Rojo las fuerzas púnicas, en azul las romanas

Los primeros movimientos son una carga del centro de la formación púnica, conformado por los bravos galos y mercenarios iberos; al mismo tiempo la caballería situada a las alas se lanza contra la romana.

Las fuerzas romanas resisten fieramente la carga gala y comienzan a hacerlos retroceder, tal como Aníbal había previsto sus tropas más veteranas estaban envolviendo a la formación romana que al tratar de romper el centro de la formación estaba metiéndose en plena boca del lobo.

Cuando la caballería púnica derrota en ambos flancos a la romana el cerco ya está completado. Los legionarios no pudieron escapar, pues no tenían punto alguno de fuga y estar tan juntos les hacía no poder maniobrar. Sin duda una situación de lo más desesperante.

16 legiones habían quedado destruidas, no había ningún ejército que pudiera hacerle sombra, la península itálica era suya. Aníbal se encontraba ad portas y decidió no asaltar Roma, el motivo de esta decisión es un debate que los historiadores, a lo largo de los siglos nos hemos hecho y aún a día de hoy no tenemos clara esta decisión. ¿ Aníbal por qué no destruiste Roma?

BIBLIOGRAFÍA y FUENTES utilizadas:

  • Tito Livio, Ad urbe Condita,22
  • Polibio, Historias, Tomo I, Libro III, Cap XXXII
  • Barceló, P.(2001): Aníbal de Cartago, Madrid, ed: Alianza.
  • Fields, N.(2007): Roma contra Cartago, Barcelona, Ed: Rba Coleccionables.
  • Bendala Galán, Manuel (2013). Aníbal y los Barca. El proyecto político Cartaginés de Hispania. Fragor Hannibalis: Aníbal en Hispania, pgs: 46-81.
  • BBC, y Edward Bazalgette. (2006). Hannibal (Hannibal: Rome’s Worst Nightmare). Reino Unido.
  • Rodríguez, J. M. M. G. O. (2007). La segunda guerra romano-púnica y el gran Aníbal Barca. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, (195), 51-120.
  • García-Osuna, J. M. M. (2013). Aníbal Barca y la batalla de Cannas. Consultado en: http://www.aglutinaeditores.com/media/resources/public/63/6385/6385aebd056e49099d3cc93f90c77c3c.pdf 10-2-2016

Alberto Canales Solé

 Alumno de Tercero del Grado de Historia de la Universidad de Murcia. 
Para Radio CEPOAT, el Canal de la Historia.