Sábado 9 de enero,
9:30 parking de Eroski: 5,4,3,2,1 IMPRO!!!!!!!!!
Este fue nuestro punto de encuentro, donde empezó nuestra andanza. Nos presentamos y, cual colegiales, pasamos lista y emprendimos rumbo hacia la Casa del Trigo.
Casa del Trigo
La primera grata sorpresa fue el albergue donde íbamos a pasar el fin de semana: en un entorno natural con unas vistas preciosas hacia el campo de Caravaca, y con unas instalaciones muy bien cuidadas, espaciosas y con mucho encanto.
Después de una ardua batalla sobre quién se quedaba con la litera de arriba, nos pusimos serios y empezamos las clases. Al comenzar, los socios de AJIUM hicieron una breve presentación de la asociación y destacaron la implicación de ésta en la organización y financiación del curso.
Seguidamente, Javi Soto, el profesor, nos explicó las normas que un improvisador debe seguir, de las que se destacan: no juzgar, trabajar en equipo, escuchar, no pensar, ser creativo, transmitir, convencer, conocerse, aceptar y seguir, “importanciar”…Para poder crear historias improvisadas.
Aprendida la teoría, metimos todos nuestros miedos y complejos en una caja que entre todos mandamos a la estratosfera (por lo menos!!) y empezamos conocernos, a crear un ambiente de grupo estupendo y a trabajar… o mejor dicho, a jugar!
El taller se basaba en juegos en pareja o en grupo, con distintos objetivos: algunos para relajarnos, otros para activarnos, estar atentos, practicar la agilidad mental, la comunicación corporal, la capacidad de escucha, conexión y coordinación con los compañeros, la espontaneidad y la creatividad… Todos ellos con un factor común: diversión garantizada.
14:30: Recargamos pilas! Gracias a la comida riquísima que nos prepararon en la Casa del Trigo
Tras haber “roto el hielo” por la mañana, seguimos jugando, creando historias, aprendiendo a expresarnos con naturalidad y a quitarnos los miedos y prejuicios que nos bloquean.
De entre todos los juegos, algunos de los más complicados pero que más nos gustaron eran los del tipo “mata-egos”, que consistían en crear historias pero con interrupciones o preguntas de un compañero, que podía cambiar el curso de la misma a su antojo, forzándonos a replantear y adaptar continuamente las ideas que nos surgían.
Así, se nos pasó la tarde volando!
21:00:Ya había hambre… Y los cocineros de la Casa del Trigo nos tenían preparada una deliciosa cena.
Antes de acostarnos, seguimos contando historias para dormir bien, porque al día siguiente… más y mejor.
Domingo 10 de enero
Casa del Trigo
Qué mejor forma de coger energía que el desayuno! Mmmh!! Y en seguida, de vuelta al trabajo…¡Cómo se nota el café en vena!
El segundo día, aunque apenados porque el curso iba llegando a su fin, aprovechamos intensamente la mañana. A pesar de ser un grupo de personas que se habían conocido apenas 24 h antes, la complicidad que había surgido era evidente, de forma que el grupo funcionaba muy bien y todos nos sentíamos liberados, sin miedo al ridículo, y capaces de aventurarnos a cualquier situación inimaginable en la que Javi nos embarcara.
14:00: Llenamos el buche, que falta hacía.
Aquella tarde, y tras un fin de semana de impro intensiva, nuestros cerebros estaban preparados para todo tipo de pruebas que Javi nos proponía. Realizamos juegos que requerían de gran concentración y agilidad mental, como mantener conversaciones entre dos parejas que actúan como una única persona, una pareja con sus integrantes hablando a la misma vez y otra en la que cada uno decía una palabra, o inventar definiciones creativas y convincentes de palabras inventadas… IMPRO!!
Llegando al fin, intercambiamos impresiones para terminar un fin de semana redondo.
18:00: Fin de IMPRO!!!!
Y esta es nuestra historia que fue escrita sin guión, de la cual puede formar parte todo el mundo.
Recomendamos a tod@s nuestros socios que hagan este curso si tienen la oportunidad. Se trabajan valores muy necesarios no solo en el mundo de la investigación, donde tratan de imperar la competitividad y el individualismo, sino en cualquier ámbito de la vida. Trabajo en equipo, expresar, escuchar, aceptar…y seguir.
Queremos expresar nuestro agradecimiento al gran profesional Javi Soto, de Improvivencia (http://improvivencia.es/) y al equipo de la Casa del Trigo, que hizo que nuestra estancia fuera perfecta. ¡Seguro que repetiremos!
Rocío Baró
Laura Palacios
Jose A. Carbonell
Susana Pallarés