En 1912 el bioquímico inglés F.
Hopkins descubrió que las ratas sometidas a una dieta de productos
"purificados", conteniendo todas las sustancias consideradas hasta ese momento
necesarias para la nutrición, detenían su proceso de crecimiento, que se volvía a
iniciar cuando a las ratas se le suministraba a diario una pequeña cantidad de leche
fresca.
Este y otros experimentos similares demostraron la existencia en los alimentos de ciertas
sustancias orgánicas, desconocidas hasta entonces, indispensables para el desarrollo
animal. Sustancias a las que, posteriormente, el bioquímico C. Funk propuso denominar
Vitaminas.
En tan solo veinte años (de 1928 a 1948) se identificaron todas las vitaminas; se
determinó su estructura química; se produjeron de forma sintética en el laboratorio y
se estableció su papel en los procesos nutritivos.
Gracias a este colosal esfuerzo científico, hoy conocemos bien las trece vitaminas indispensables en la dieta y se ha podido erradicar varias enfermedades que fueron plaga de la humanidad durante largo tiempo |