Presencia
latina en puestos de combate
Un análisis señala que la cantidad de hispanos en las
Fuerzas Armadas concuerda con su proporción en la población general
PILAR MARRERO
28 de marzo de 2003
La Opinión
Un análisis de las
estadísticas raciales del Departamento de Defensa revela que no es cierto que
los latinos estén desproporcionadamente representados en las Fuerzas Armadas,
como muchos argumentan, aunque sí tienden a estar ligeramente más concentrados
en las posiciones militares que directamente manejan armas y más bien ausentes
de los rangos superiores, señaló un estudio dado a conocer ayer por la entidad
Pew Hispanic Center.
En cada guerra se
repite la acusación de parte de activistas de que la mayoría de los que pelean
las guerras son minorías, en particular latinos y afroamericanos. La muerte de
varios soldados latinos en lo que va de la guerra en Irak ha vuelto a poner
este argumento en la balanza.
En realidad, el
análisis de los datos revela una imagen mucho más complicada de la realidad.
Los datos señalan que el factor raza tiene menos que ver que el nivel
socioeconómico (donde la mayoría de los reclutas vienen de los estados pobres
del sur de los Estados Unidos) y el nivel educativo. Por ejemplo, los
requisitos de secundaria o equivalente dificultan el enlistamiento de los
latinos, cuyo nivel educativo como grupo es menor y también su ascenso en los
rangos, ya que estos requieren estudios universitarios.
Roberto Suro,
director de Pew Hispanic Center en Washington, tomó las estadísticas más recientes
del Departamento de Defensa, incluidas las del año 2001 que aún no han sido
publicadas por el gobierno, y las analizó para luego publicar un reporte que se
dio a conocer ayer.
Una interrogante
“Tratamos de resolver
la interrogante de si es verdad que los latinos están menos o más representados
en las Fuerzas Armadas que en la población en general”, dijo Suro. “La verdad
es que todo depende de cómo se mire”.
Según las cifras, los
latinos constituyen el 9.49% de las Fuerzas Armadas en activo, mientras que
constituyen un 13.35% en la fuerza laboral civil de edades entre 18 y 44 años,
el rango de edades típico para el servicio. La presencia latina varía
enormemente según la rama, por ejemplo, hay 13.99% de latinos en la Infantería
de Marina (Marines) y sólo 5.57% en la Fuerza Aérea. Es decir, que los latinos
estarían subrepresentados en esa área militar.
Los afroamericanos,
por otra parte, están exageradamente representados en las Fuerzas Armadas en
comparación con su porcentaje en la población civil. Un 22.5% de los enlistados
son afroamericanos, mientras que constituyen apenas un 12.5% de la población
civil. Un 61.88% de las Fuerzas Armadas son clasificadas como “blancas”,
mientras que este grupo constituye un 72.36% de la población total del país.
Si se compara la
cifra de latinos en las Fuerzas Armadas con la población civil que tiene los
requisitos educativos adecuados para el enlistamiento (lo que reduce el
universo de la población latina en general), la proporción de latinos dentro y
fuera del área militar es similar. Un tercer cálculo excluye a los latinos que
no tienen al menos residencia legal o permiso de trabajo de la población en
general, que en teoría no pueden enlistarse, lo que reduce a un 6.9% el
universo calificado y, por tanto, haría que los latinos lucieran
sobrerrepresentados en las FFAA.
Entre los que se
ofrecen de voluntarios para entrar al servicio, que no todos son seleccionados,
los latinos también tienen cifras equivalentes a lo que corresponde a la
población elegible: 11.53% frente a 11.46%.
Proporción
En suma, la
proporción de latinos en las Fuerzas Armadas es relativamente consistente con
su proporción en la población civil.
Por otra parte, si se
analiza la división racial por ocupación o tarea, los latinos están
sobrerrepresentados en las áreas que directamente manejan armas, pero sólo
ligeramente. Mientras que un 16.57% de las fuerzas activas están en esta
categoría, la proporción de latinos es de 17.74%. “No es una cantidad demasiado
grande” afirmó Suro.
En los rangos superiores
o de oficiales, los latinos tienen muy poca participación y, según Suro, esto
tiene que ver con los requisitos de educación, que son más altos a este nivel.
Sólo un 3.84% de los oficiales de diferentes rangos son latinos, un área que
está abrumadoramente controlada por los blancos (83.28%).
No obstante, hay una
mayor cantidad de latinos en los primeros escalafones de oficiales como
tenientes y capitanes, lo que podría determinar su futuro avance hacia
escalafones altos como comandante y hasta generales o almirantes.
Para Suro, es
imposible comparar las Fuerzas Armadas de hoy con las que participaron en
Vietnam. La idea de que más latinos mueren en las guerras proviene de esa
guerra, cuando los latinos fueron un 20% de las bajas y apenas eran un 5% de la
población.
En esa época, se usó
el reclutamiento forzoso o conscripción, y el servicio dejó de ser voluntario.
La mayoría de los que evitaron el servicio tuvieron la universidad como excusa.
Por esa razón, más latinos y afroamericanos, que tenían menos oportunidades
para la educación superior, fueron reclutados, señaló Suro.
Aunque hoy el
servicio es voluntario, sigue siendo cierto que el servicio militar se
convierte en una alternativa de progreso para los jóvenes de bajos recursos.
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