REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS



Propuestas para el análisis de una manifestación discursiva JAPC (Joven aunque políticamente correcta) en el suplemento Tentaciones del diario El País  
Antonia Sánchez Villanueva
(Universidad de Almería)

 

INTRODUCCIÓN

 

Humor, creatividad, ingenio, malabarismo conceptual…. y el léxico como instrumento para poner en práctica tales habilidades. Con esta fórmula, el diario de información general de mayor tirada en España, El País, comienza a publicar a mediados de septiembre de 2001 una nueva sección abierta, a la que bautiza como El palabro. Los lectores son invitados a inventar palabras combinando otras ya existentes y, al mismo tiempo, a ajustarles definiciones a las nuevas creaciones léxicas.

La propuesta se basa en un doble juego lingüístico, fonético y semántico, de manera que dos o más vocablos se aproximan, se transforman y se fusionan en un nuevo término, hasta entonces totalmente inexistente. Con ello, el juego conceptual y de evocaciones está servido y da lugar a elaboraciones de conceptos que van desde la auténtica ingeniería semántica hasta la elucubración más surrealista.

La aparición de El palabro no se produce en un espacio cualquiera del diario matriz. No por casualidad, esta sección se inserta en un contexto y en un cotexto muy característicos, los que representa el suplemento semanal Tentaciones, destinado – al menos en su propósito- a un público joven, de entre 18 y 30 años.

Lo lúdico, humorístico y hasta absurdo, pero también lo creativo, original y participativo, se asocia así en el discurso general del diario a lo juvenil, sin que la sección de la que tratamos tenga parangón en el resto del periódico o en alguno de sus demás suplementos.

En el presente trabajo hemos analizado las propuestas léxicas que representan los palabros y las definiciones que de cada uno de ellos han visto la luz publicadas en las páginas de Tentaciones hasta el momento. El corpus estudiado incluye cien términos y 1.301 definiciones, desde la aparición de la primera propuesta, el 14 de septiembre de 2001, hasta el 22 de agosto de 2003, fecha en la que se decidió establecer el corte

Del análisis se pueden extraer lecturas sobre los que parecen ser los principales focos de interés y la imagen que tienen del mundo y de la sociedad que les rodea los presumibles lectores-tipo de la publicación. Al mismo tiempo, el examen de las circunstancias en las que se desenvuelve la publicación de este espacio nos ilustra sobre cuál es la función que cumple.

 

LA SUPERESTRUCTURA

 

¿En qué marco comunicativo se inserta El palabro? ¿Cuáles son los agentes que intervienen en él? ¿Quién marca las reglas del juego? Responder a éstas y otras preguntas de índole pragmática nos va a resultar fundamental para situarlo en un género discursivo y en el contexto sociocultural en el que se inscribe.

Como hemos señalado más arriba, la sección que nos ocupa figura entre los contenidos del suplemento Tentaciones de El País, que sale a la calle todos los viernes conjuntamente con el periódico e inseparable de él. Su promedio de difusión -el correspondiente al diario en ese día de la semana- es de 382.704 ejemplares [1]y el de sus lectores de 1.866.000[2].

Esas cifras colocan a la publicación referida en el liderazgo de su sector, esto es, el de la prensa de información general, tan sólo superada en el escalafón de todos los diarios españoles por uno deportivo, el Marca.

Definir el perfil exacto de los lectores del suplemento Tentaciones resulta más complicado. Los datos sociológicos que proporciona el Estudio General de Medios (EGM), el principal instrumento de investigación de audiencias por el que se guían los medios de comunicación y las agencias publicitarias, no incluyen a este suplemento por separado, que queda englobado así en el conjunto del periódico. 

Podemos señalar, a modo de orientación, que el perfil medio trazado por la EGM[3] como lector de prensa diaria en España es el de hombre, de entre 25 a 54 años y de clase media o media-alta. Por otro lado, la línea editorial de que hace gala El País está enfocada a un público ideológicamente progresista.

Sin embargo, no parece que todas esas coordenadas nos sirvan para encuadrar al público objetivo de un producto tan peculiar como Tentaciones. Las dos personas que pusieron en marcha la iniciativa, el periodista Álex Martínez Roig (actualmente subdirector de El País Semanal) y el diseñador Fernando Gutiérrez, en aquellos momentos treintañeros ambos, quisieron hacer –en palabras del primero- un suplemento joven y no un suplemento para jóvenes. El matiz es importante pues pone de manifiesto la intención de crear un producto desde los valores que, en su concepción, definen a ese grupo social, en lugar de hacerlo desde la otra orilla.

 

“Pretendíamos un suplemento que agrupase los puntos de interés informativo para gente que quiere estar al tanto de los fenómenos emergentes en la cultura. Pasado el tiempo, a los que no entienden Tentaciones les gusta decir que es un suplemento para los muy jóvenes. No es así, es un espacio para las mentes abiertas a las que no asusta (o incluso necesitan) las novedades. Lo normal es que eso suceda entre los 18 y los 25 años, pero la mayoría de los lectores están entre esa franja y el borde de la treintena (18-30)”.

 

Así establece el citado Martínez Roig los principios fundacionalesde la publicación y los rasgos principales de sus destinatarios. Desde ese prisma comienza a salir a la calle el 29 de octubre de 1993 un suplemento encartado dentro del periódico, con el mismo tipo de papel y el mismo tamaño de página, pero formalmente bien diferenciado de él. Aunque se adquiere como parte del ejemplar de El País, el hecho de ser un cuadernillo extraíble hace posible una lectura independiente y no necesariamente vinculada al conjunto del diario, al igual que sucede con otros suplementos “para adultos” (El Viajero, Ciberpaís o Babelia, no así con Educación, Raíces o Salud, que no se pueden desgajar del cuerpo matriz).

Tentaciones tiene su propia cabecera, una tipografía distinta a la del periódico, utiliza profusamente el color y, sobre todo, tiene su propio discurso. Sus contenidos se centran en cine, música, arte, propuestas de estilo y de ocio, siempre desde una perspectiva pretendidamente vanguardista y rompedora para un público con inquietudes y que busca estar ‘a la última’.

Uno de sus rasgos más diferenciadores con respecto al periódico que le da vida es precisamente el uso del lenguaje, más concretamente del léxico. Los textos abundan en extranjerismos (‘cool’, ‘weblog’, ‘prime time’, ‘punkrockers’, ‘freak’…), pero siempre bien señalizados con cursiva o comillas, haciendo notar su anomalía dentro del sistema del español. Son frecuentes las palabras adscritas al argot juvenil y el recurso a la neología por procedimientos formales (derivación sobre todo) para expresar ideas novedosas. El registro es deliberadamente coloquial, característica que se hace notar de manera particular en el constante uso de la segunda persona –poco frecuente en la norma del lenguaje periodístico-, e incluso de la primera, en un guiño a los lectores a los que se dirige constantemente, creando una especie de diálogo no presencial y ficticio. 

Si embargo, toda esta apariencia de estilo desenfadado y cercano a la conversación informal no oculta una sintaxis muy cuidada, en la que prima una observancia estricta del Libro de Estilo de El País. A pesar de tratarse de un suplemento ‘joven’, los redactores tienen muy presente la obligación impuesta por el diario de cuidar al máximo el uso de la lengua, con las únicas licencias que hemos citado y que habría que atribuir a necesidades expresivas para acercarse al segmento de población al que teóricamente va destinado.

 

Por otra parte, no podemos perder de vista que Tentaciones tiene, además de la tradicional edición impresa en papel, otra vía de difusión, muy en consonancia con la personalidad a la última del suplemento, como es la edición electrónica por Internet. No nos es posible, por razones ajenas a nuestra voluntad, ofrecer en este trabajo datos actualizados de visitas a la edición digital de El País –desde la que se accede a la de Tentaciones- y tan sólo podemos citar los correspondientes a febrero de 2002, que se situaban en 12.340.167 visitas.

En cualquier caso, de lo que sí estamos seguros, a la vista de las cifras de tirada-difusión, de lectores y de tráfico ‘on line’, es de que el producto al que nos estamos refiriendo goza de una amplia penetración y un considerable número de potenciales seguidores. Es en este marco en el que se inserta la sección El palabro, que da pie a este trabajo y de la que a continuación vamos a describir su funcionamiento y estructura. 

El palabro nace como una propuesta declaradamente lúdica y humorística, basada en el juego lingüístico, una modalidad que cuenta ya con una tradición literaria, aunque aquí ofrece otras particularidades. Es la propia redacción del suplemento la que lanza la idea y la que establece las reglas, que aparecen claramente expuestas desde un primer momento:

 

         “Te proponemos un nuevo juego. Vamos a inventar palabros. Y a darles definiciones absurdas. Sí, palabros: mutaciones lingüísticas nacidas de la deformación o fusión de una o varias palabras. El sistema será el mismo de los ‘Porqués’. Envíanos la definición del palabro propuesto y proponnos otro para la siguiente semana. Es fundamental que nos remitas vocablos que no aparezcan en ningún diccionario, que sean fruto de tu imaginación. Y que los palabros den juego, que permitan distintas definiciones, que suenen a varias cosas o que no suenen a nada. Cada semana publicaremos las definiciones más creativas, retorcidas y afiladas, así como las más académicas y eruditas. Con un poco de ingenio, iremos construyendo un nutrido diccionario. Tú puedes ser miembro de la Real Academia de la ‘Jergua’”.

 

El párrafo, publicado el 7 de septiembre de 2001, la semana anterior al arranque de la sección, contiene los principios y los criterios que animan El palabro. Se trata de jugar con el léxico conocido, manipularlo, deformarlo y confrontar los universos semánticos que representa con el único objetivo de poner a funcionar el ingenio, la creatividad y el sentido del humor y la ironía. En el texto se ofrece incluso la definición de lo que sus promotores entienden por palabro (mutación, deformación), se apela a la capacidad de invención de los receptores y se cita un precedente, los ‘Porqués’, una anterior sección del mismo suplemento, ya desaparecida, de la que hablaremos más adelante.

 

A los lectores se les invita a participar de dos maneras: proponiendo nuevos términos y proponiendo definiciones a los palabros ideados por otros. Cada semana se publica una selección de las respuestas enviadas para un vocablo y se anuncia la propuesta de la semana siguiente.

 

El funcionamiento podría esquematizarse así:

 

 

 

 

La autoría de palabros y definiciones aparece siempre identificada con las señas que dan los propios interesados, normalmente el nombre y la provincia de residencia, o bien sólo el nombre y el medio por el que se ha hecho llegar (móvil o correo electrónico). Poco más se sabe de estos contribuyentes a tan peculiar compendio lexicográfico, a excepción de algún caso aislado en que sí se conoce su identidad.

Curiosamente, uno de los asiduos a esta sección no responde, como podría pensarse, al perfil de lectores-tipo del suplemento, sino que se trata de un jubilado con gran afición a enviar escritos al diario. Este dato, lejos de ser anecdótico, nos pone de manifiesto que, más allá del segmento de destinatarios a los que teóricamente se dirige el suplemento, sus receptores pueden encontrarse en ese espectro social mucho más amplio al que antes aludíamos.

Y si son los lectores (o internautas) los que inventan y proponen, son otros los que disponen. La decisión sobre qué nuevos términos salen a la luz y qué definiciones se escogen para publicar es siempre y en todo momento de la redacción del suplemento. Un equipo formado por dos o tres periodistas, los encargados de confeccionar y editar las páginas en cuestión, se ocupa de hacer la selección semanal, comentada y consensuada entre ellos. Los criterios que dicen aplicar a la hora de elegir son los expuestos en las “bases” del juego: originalidad, ingenio, humor y un plus por actualidad. Criterios, salvo el último, a todas luces subjetivos y sujetos a mil y un vaivenes.

Pero no son los únicos. La redacción puede poner o quitar para equilibrar la balanza en caso de abundar propuestas muy redundantes en algún sentido. Por ejemplo, en la época en que se produjo el desastre del Prestige hubo una avalancha de respuestas críticas con la actuación del Gobierno. Algunas de ellas se suprimieron para dar entrada a otras que ofrecieran otros puntos de vista y no reiterarse tanto en una misma dirección.

La cantidad de material sobre la que hacer la selección varía de una semana a otra, pero la media se sitúa en una decena de nuevos palabros y en torno a medio centenar de definiciones para cada número. No obstante, la redacción ha constatado que si el término propuesto tiene connotaciones sexuales, el número de respuestas se puede multiplicar por dos o por tres. De hecho, la que hasta el momento ha recibido un mayor número de aportaciones ha sido sexmayo, para la que se remitieron un centenar de posibles acepciones.

En cada nuevo ejemplar de Tentaciones se publican como media trece definiciones de los vocablos elegidos. El número oscila en función fundamentalmente del espacio asignado cada semana y de si hay publicidad que lo reduzca o no. El único “premio” que reciben los participantes es el de ver sus creaciones impresas y rubricadas con su nombre. Entre ellas, una aparece destacada sobre las demás como la mejor de la semana, elección que también es responsabilidad directa de los redactores encargados de confeccionar esa sección.

El palabro figura siempre en las primeras páginas del suplemento, la 2 o la 3 (esporádicamente la 4), que son las dedicadas por la publicación a los espacios de participación directa de los lectores. Comparte ubicación con la sección de cartas, otras dedicadas a recoger las opiniones de jóvenes sobre algún tema más o menos frívolo o de actualidad y algunas otras también destinadas a “absorber” la creatividad de los lectores, sus quejas, reivindicaciones o puntos de vista. Estos “vecinos de página” han experimentado algunas altas y bajas durante el tiempo que lleva publicándose El palabro, pero citaremos algunos a modo de ilustración:

 

Ø      Estamos hartos: canaliza quejas de los lectores sobre cualquier asunto cotidiano

Ø      Cartas al director: sigue la fórmula convencional

Ø      Postales insólitas: postales absurdas o extrañas con textos de la misma naturaleza

 

En cuanto a las vías de llegada de las propuestas, la más usual es el mensaje por teléfono móvil. Desde un principio, el periódico habilitó varios medios para recibir las iniciativas del público: un fax, un correo electrónico, el tradicional correo postal y un móvil. Pero ha sido este último el que más aceptación ha tenido, como incluso los propios responsables de la sección se encargan de hacer notar en una de las primeras semanas cuando afirman que:

 

     “El aluvión de definiciones continúa. La mayoría han llegado vía móvil, pero recordad que también las podéis enviar por ‘e-mail’, fax o correo”. (Tentaciones, 28 de septiembre de 2001).

 

En el siguiente gráfico hemos contabilizado las respuestas llegadas por móvil y por correo electrónico en aquellos casos en los que aparece especificado, mientras que en el apartado de “sin especificar” recogemos aquellas en las que no es posible saber el medio de recepción. Sin embargo, a tenor de la información de que disponemos y de las propias manifestaciones de los responsables del suplemento, buena parte de las que figuran en el apartado “sin especificar” (que podrían llegar hasta el 90 por ciento, aunque el dato exacto es difícil de precisar) serían computables como recibidas por móvil.

 

 

 

        

Una vez expuestos todos estos aspectos relativos al funcionamiento de El palabro, podemos extraer algunos de sus rasgos característicos como tipo discursivo:

 

Ø      Es una manifestación que se expresa a través de la lengua escrita (tanto en la edición impresa como en la electrónica)

Ø      Tiene su razón de ser como espacio de participación de los destinatarios, que a su vez se convierten en coemisores de mensajes

Ø      Está claramente identificado como tal género “de opinión” o participativo al aparecer siempre en los espacios dedicados a tal fin y nunca fuera de ellos

Ø      La participación está en todo momento mediatizada por el medio de comunicación, que es el que tiene el poder de selección y jerarquización de los contenidos (elegir el mejor de cada semana)

Ø      La redacción tiene en su mano modificar grafías, reelaborar sintaxis o adaptar los textos. Las faltas de ortografía se corrigen siempre, igual que los errores de construcción, y los mensajes que se transmiten en el peculiar lenguaje de móvil se traducen al sistema grafémico del español.

 

Con estas características, El palabro entronca directamente con la tradición de un subgénero de gran arraigo en el discurso periodístico, el de las cartas al director o cartas de los lectores. Estos espacios históricamente han representado ventanas abiertas para que cualquier persona pudiera expresar una opinión, una queja, una noticia de su interés o una inspiración creativa y verlas reflejadas y difundidas a través de un canal de gran alcance. En estas secciones, no obstante, el tema es de elección libre de quien escribe. Eso sí, también el medio de comunicación se reserva el poder de selección y decisión (aunque en ese caso lo anuncia).

Observamos, con todo, algunos rasgos particulares en El palabro que lo diferencian de lo que habitualmente identificamos como secciones “de los lectores”. 

Rasgos particulares, cercanos algunos de ellos a prácticas similares en el ámbito audiovisual:

 

Ø      Utiliza como criterios base los de la creatividad y el ingenio de los participantes, pero –y esta característica la consideramos especialmente importante- de manera dirigida. Y es que el hecho de que sea la redacción la que seleccione la propuesta que sirve de base para las respuestas de la semana siguiente determina ya los límites en las que éstas deben moverse (aunque a veces haya algunas “salidas de tiesto”)

Ø      Tiene en las nuevas tecnologías (y muy especialmente en el teléfono móvil) sus principales vías de llegada de aportaciones

Ø      Fomenta la idea de interactividad (que es la idea-marca del suplemento Tentaciones) al poder los lectores hacer propuestas que marquen la pauta a otros y crear la impresión de que se está interviniendo directamente en la sección.

 

Si hacemos caso a los investigadores de la Universidad de Navarra José Francisco Sánchez y Fernando López Pan, autores de una nueva propuesta para clasificar los géneros periodísticos en España, “(…) desde hace años asistimos a un esfuerzo innovador grande en el que, con matices, van de la mano los medios y los periodistas. Las crisis –y ahora asistimos a una especialmente tenaz- traen consigo inquietudes y zozobras que abren las puertas a la búsqueda de novedades; en nuestro caso, en contenidos y fórmulas redaccionales que retengan a los lectores fieles y atraigan una nueva audiencia”[4].

En el citado trabajo, ambos autores ponen el acento en cómo los géneros –cuya importancia y necesidad resaltan en todo momento- van experimentando transformaciones en función de las necesidades sociales y recuerdan las aportaciones en este sentido de otros investigadores como Casasús y Bajtín. Señalan Sánchez y López Pan que “los cambios en el sistema de los géneros periodísticos –como ha explicado Casasús- son el eco de los cambios de las funciones que la sociedad exige al periodismo y éstas reflejan los cambios en los estilos de vida y en los intereses de los ciudadanos. Nuevas funciones piden nuevos géneros, modifican los existentes o dan relevancia a otros que hasta entonces estaban en un segundo plano. Como escribe Bakthin, ‘cada esfera de la actividad humana contiene un repertorio de géneros de habla que se diferencian y crecen a medida que esa esfera particular se desarrolla y se hace más compleja’”[5].

Ambos investigadores de la Universidad de Navarra establecen en el citado artículo una reclasificación de los géneros del periodismo atendiendo a nuevos criterios más acordes con las actuales necesidades sociales. Así, engloban las estructuras tradicionales en tres grandes grupos que definen como: géneros del reporterismo/noticiosos (de responsabilidad corporativa), géneros de autor (responsabilidad institucional o individual) y géneros del periodismo especializado[6].

Sin embargo, no encontramos ni en esta clasificación ni en las tradicionales (que subdividen los géneros periodísticos en informativos, interpretativos y mixtos)[7] suficientemente bien reflejado el tipo de subgénero de participación al que nos estamos refiriendo. Sánchez y López Pan –que, en cambio, sí citan el también novedoso género de periodismo de servicios- establecen dentro del segundo grupo (denominado “de autor”) y como parte del subgrupo de responsabilidad individual el apartado de colaboraciones, donde ubican las cartas al director. Pero no nos parece definitorio de la sección El palabro ni de otras de similares características que hemos podido localizar en la misma y en otras publicaciones.

Si, como ha señalado Gomis, citado por Sánchez y López Pan[8], existe una estrecha relación entre género y función y “los géneros nacen, mueren, amplían fronteras (…) al ritmo de las demandas sociales…”, nos estaríamos encontrando ante una actualización de los espacios tradicionalmente destinados a la opinión y participación de los lectores enfocados en este caso a un segmento de público que no encuentra reflejada su especificidad y su forma de ver la vida en las habituales “cartas al director” o artículos convencionales de opinión.

Como ya hemos señalado, existen en distintas publicaciones periodísticas ejemplos de este tipo de género. En el mismo suplemento Tentaciones encontramos varios precedentes a El palabro. La sección titulada ¿Por qué?, que antecedió en unos meses a la que nos ocupa, se basaba en proponer interrogantes y dar respuestas a los mismos, en este caso tomando como tema la fraseología popular.

 

Ej. ¿Por qué los círculos son viciosos? (Tentaciones, 15 de junio de 2001)

¿Por qué damos la hora si no es nuestra? (Tentaciones, 22 de junio de 2001)

 

También en esta propuesta se buscaba dar cancha a la creatividad, el ingenio y el humor. Lo mismo que en la denominada 659 709696 (el número de móvil habilitado por el suplemento para canalizar las aportaciones de los lectores), que fue a la que siguió El palabro y que proponía crear una frase que contuviera las tres palabras que se daban desde un principio.

En la revista Andalucía Joven, que ha empezado a editar en fechas recientes el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), encontramos, bajo el título Buscamos tu opinión, una sección similar de preguntas y respuestas, que igualmente se inserta en las páginas reservadas a la participación de los lectores.

Otro ejemplo más lo representa la publicación universitaria La Chuleta, editada en Murcia bajo los auspicios del periódico regional La Verdad, con el cual se distribuye. Confeccionado por universitarios pero con edición final en el propio diario, este suplemento incluye una serie de páginas abiertas a la colaboración y aportación de los estudiantes que van mucho más allá de lo que siempre hemos conocido como “cartas de los lectores”. En principio, los lectores pueden utilizar ese espacio para “contar sus cosas” sin límite de tema o de características: una poesía, un anuncio, una fotografía comentada, una opinión... Los únicos límites estarían situados en la borrosa frontera del “no pasarse”, es decir, no insultar o no decir algo que pueda traer repercusiones negativas.

Internet es otro de los medios que nos ofrece espacios de características similares a las de El palabro y en algunos casos de factura casi idéntica. Encontramos, por ejemplo, en el ámbito anglosajón el Pseudodictionary[9], en el que los internautas “cuelgan” palabras de su invención, jugando también con la fusión de vocablos y con otros procedimientos neológicos como el cambio semántico…. Pero con unas limitaciones muy bien establecidas desde el principio. El Pseudodictionary se autoproclama como: 

“the place where words you've made up can become part of an actual online dictionary! slang, webspeak, colloquialisms...you name it, if you know a word that should be in the dictionary but isn't, submit it and we'll post it on this site (with credit given to you of course).

Y deja claro que lo políticamente incorrecto no está permitido en sus páginas:

“you can submit as many words you like, just keep in mind that only words which don't break any of the guidelines will be added to the site. Basically, just make sure the words you submit aren't drug related, overly sexual, describing genitals or body functions, and aren't racist or hateful. We want to keep the site lighthearted and fun for everyone, so words like those won't be added”.

Igualmente en el ámbito del inglés figura Confuzzled[10], un sitio web con el mismo planteamiento, incluir palabras fruto de la imaginación de los internautas, que en este caso son –como en El palabro- mayoritariamente resultado de la fusión y amalgama de otras pertenecientes al sistema común de la lengua. Pero, contrariamente a la anterior, aquí no se marcan las mismas cortapisas para la participación.

Por otra parte, asistimos en los últimos tiempos a un auge fácilmente constatable de la “interactividad” del público en el ámbito de lo audiovisual, más concretamente de la televisión. El envío de mensajes de móvil a programas en directo haciendo comentarios sobre el mismo, mensajes que aparecen sobreimpresionados casi de forma inmediata, está a la orden del día.

    Creemos que estas prácticas han empapado otras manifestaciones discursivas y podemos llegar a concluir que una sección como El palabro y otras similares se pueden tomar como una adaptación juvenil del tradicional género de “cartas” o “de opinión de los lectores” en los medios de comunicación impresos (o escritos) con una marcada influencia de lo audiovisual.

 

LA MACROESTRUCTURA

Una vez definido el contexto comunicativo en el que nos estamos moviendo toca ocuparse de la estructura temática que nos ofrecen los palabros. Al tratarse de una suma de interacciones autónomas entre sí, que se suceden en el tiempo pero unidas por el hilo conductor que representa el marco de la sección –como si fueran las cuentas de un collar- no podemos hablar de una jerarquización de temas, sino más bien de frecuencias de aparición o de recurrencias.

En la tabla que mostramos a continuación figuran los cien palabros que forman el corpus y que se corresponden con los publicados desde la fecha de comienzo de la sección hasta finales de agosto de 2003. Están ordenados de acuerdo con la fecha en que fueron publicados y junto a ellos se especifican los vocablos que entran en su formación o que están evocados y las áreas semánticas a las que se alude. En cursiva aparecen los términos no aceptados por la Real Academia de la Lengua o aquellos otros que han adquirido un significado distinto al suyo habitual.

 

 

 

PALABRO

 

 

 

TIQUISFRIQUIS (A)

TÉRMINOS FORMANTES O EVOCADOS

 

Tiquismisquis + friquis[11]

ÁREAS SEMÁNTICAS

 

 

 

Tipo social + tipo social

 

PESETEURO (A)

 

(Peseta + euro) + pesetero

 

Dinero + tipo social

 

MARTIRMONIO (S)

 

Mártir +  matrimonio

 

Tipo social +  convención social

 

PARAJÓDICO (A)

 

Paradójico +  jódico[12] (de joder) + para (prefijo)

 

Categoría pensamiento + cualidad negativa

 

 

COMPROMISCUO (A)

 

Compromiso + promiscuo

 

Convención social + tipo social  (connotación sexual)

 

IDIOSINGRACIA (S)

 

Idiota + ‘sin gracia’[13] +  idiosincrasia

 

Cualidad negativa + habilidad social + categoría social

 

HIPOTERCA (S)

 

Hipoteca + hipo + terca

 

Vida cotidiana + categoría ubicación + cualidad negativa

 

COITOCIRCUITO (S)

 

Coito + circuito + cortocircuito

 

Sexo + aficiones + vida cotidiana

 

DIPLOMAGIA (S)

 

Diplomacia + magia

 

Habilidad social + Categoría racional

 

CUTREFACTO (A)

 

Cutre + facto + putrefacto

 

Cualidad negativa + categoría proceso + cualidad negativa

 

INTERNECIO (S)

 

Internet + inter (prefijo) + necio

 

Tecnologías + categoría relación + cualidad negativa

 

 

 

INFORMADIVOS (S)

 

Informativos + divos

 

Medios de comunicación (TV) + tipo social

 

MADREMOTO (S)

 

Madre + moto + maremoto

 

Tipo social + locomoción + fenómeno climático

 

SOTÁNICO (A)

 

Sótano + satánico + sotana

 

Entorno físico + imaginario + estamento social

 

TELELEVISIÓN (S)

 

Telele + televisión

 

Afección + medios de comunicación (TV)

 

ACUPINTURA (S)

 

Acupuntura + pintura

 

Tendencias + arte/ocio

 

EDUCANCIÓN (S)

 

Educación + canción

 

Saber/cultura + arte/ ocio

 

EURÓTICA (A)

 

Euro + erótica + neurótica

 

Dinero + sexo + afección

 

ESTROPIJO (S)

 

Estropajo + pijo + estropicio

 

Utensilio cotidiano + tipo social + acción

 

TECNOLORGÍAS (S)

 

Tecnologías + orgías

 

Tecnologías + sexo

 

REPATEACIÓN (S)

 

Repatriación + pateación (de patear)

 

Acción Estado + acción agresiva

 

 

 

 

CASPARRABIAS (A)

 

Caspa[14] + rabia + cascarrabias

 

Escatología + tipo social + sentimiento + tipo social

 

TELEAFÓNICOS (A)

 

Tele + afónicos + telefónicos

 

Medios de comunicación (TV) + afección +  Medios de comunicación (teléfono)

BEXO (S)

Beso + sexo

Sexo

 

FUTBOLISTO (S)

 

Futbolista + listo

 

Mito social + cualidad (positiva o negativa)

 

WEBTITIS (S)

 

Web +- itis (sufijo) + -titis [15]

 

Tecnologías + Afección + historia/cultura

 

MACHO-PICHU (S)

 

Macho + Picha + Machu-Pichu

 

Tipo social + sexo + historia/cultura

 

MIEDOCRIDAD (S)

 

Miedo + mediocridad

 

Sentimiento + cualidad negativa

 

ENCICLOPIEDRA (S)

 

Enciclopedia + piedra

 

Cultura + entorno físico

 

AEROTUERTO (S)

 

Aero (prefijo) + tuerto +  aeropuerto

 

Locomoción + defecto físico + transporte

 

 

PÌSCOLABIOS (S)

 

Piscolabis + labios

 

Vida cotidiana + cuerpo humano (connotación sexual)

 

BIBLIOTERCA (S)

 

Biblioteca + terca

 

Cultura + cualidad negativa

 

EROTIMO (S)

 

Erotismo + timo

 

Sexo + acción engaño

 

SUEGRAPA (S)

 

Suegra + grapa

 

Tipo social + utensilio cotidiano

 

DICHONARIO (S)

 

Dicho + diccionario

 

Lenguaje + saber/cultura

 

CASCACIELOS (S)

 

Cascar + cielo + rascacielos

 

Acción negativa + imaginario + entorno físico

 

 

DIETÉTRICO (A)

 

Dietético + tétrico

 

Salud/belleza + cualidad negativa

 

PREHISTÉRICO (A)

 

Prehistórico + histérico

 

Historia/cultura + afección

 

FILOSOFRÍA (S)

 

Filosofía + fría

 

Saber/cultura + cualidad física

 

 

INTROVESTIDO (A)

 

Introvertido + vestido

Habilidad social + convención social

 

 

HIPOCRECIDA (S)

 

Hipocresía + hipo + crecida

 

Habilidad social + acción

 

BOBALIZACIÓN (S)

 

Boba + globalización

 

Cualidad negativa + categoría

 

BIODESAGRADABLE (A)

 

Biodegradable + desagradable

 

Ecología + cualidad

 negativa

 

MICHEMILES (S)

 

Michelines + miles

 

Salud/belleza + numeral

 

ASEREJÉ

 

Aserejé[16]

 

Modas

 

DESESPERTADOR (S)

 

Desesperar + despertador

 

Actitudes + utensilio cotidiano

 

PEZVERTIDO (A)

 

Pez + vertido + pervertido

 

Entorno/animales + ecología + tipo social

 

DESPARPIJO (S)

 

Desparpajo + pijo

 

Habilidad social + tipo social

 

CONTRINCARIO (S)

 

Contrincante +contrario

 

Relaciones + cualidad oposición

 

 

 

TRANSPARIENTE(A)

 

Transparente + pariente

 

Cualidad + relaciones

familiares

 

 

VERANEGANTE (S)

 

Veraneante + negante[17] (de negar)

 

Ocio + Cualidad negativa

 

TATUBOOM (S)

 

Tatu (apócope de tatuaje) + boom

 

Modas + Modas

 

RASTAURANTE (S)

 

Rasta[18] + restaurante

 

Tribu urbana + Ocio

 

ENAMORREARSE (V)

 

Enamorarse + morrearse

 

Sentimiento + sexo

 

TRIBRUTO (A)

 

Tri (prefijo) + bruto + tributo

Numeral + cualidad negativa + convenciones sociales

 

FAMOSIS (S)

 

Famoso + fimosis

 

Tipo social + sexo

 

FROTÓMETRO (S)

 

Frotar + metro

 

Acción cotidiana + medida

 

 

TELENOVERLA (S)

 

Tele + no + verla + telenovela

 

Medios de comunicación (televisión) + negación + acción

 

SILICOÑA (S)

 

Silicona + coña

 

 Modas + actitudes

 

LITERADURA (S)

 

Literatura + dura

 

Saber/cultura + cualidad

 

APASIONADORA (S)

 

Apasionada + apisonadora

Cualidad/emotividad + maquinaria

 

BESTIA-SELLER (S)

 

Bestia + best seller

 

Cualidad negativa + saber/cultura

 

BURBRUJA (S)

 

Burbuja + bruja

 

Vida cotidiana + imaginario

 

ENSIMIMARSE (V)

 

Ensimismarse + mimarse

 

Actitud + actitud

 

LAVAPLEITOS (S)

 

Lavaplatos + pleitos

 

Utensilio cotidiano + instituciones sociales (ámbito judicial)

 

PRESTIGEDIGITADOR (S)

 

Prestige[19] + prestidigitador

 

Ecología/actualidad + mito social

 

MANGUANTE (A)

 

Mangante + menguante

 

Tipo social + cualidad

 

ESCROTINIO (S)

 

Escroto + escrutinio

 

Sexo + acción

 

 

LA COSTRA NOSTRA (S)

 

La cosa nostra[20] + costra

 

Delincuencia + entorno físico

 

 

TEXTOSTERONA (S)

 

Texto + testosterona

 

Saber/cultura + sexo

 

DESINTOXICANCIÓN (S)

 

Desintoxicación + canción

 

Drogas + ocio/cultura

 

ORGIANIZACIÓN (S)

 

Orgía + organización

 

Sexo + categoría social

 

YACURSI (S)

 

Yacuzz[21]i + cursi

 

Ocio/placer +  tipo social

 

SEXCAFEINADO (A)

 

Sexo + descafeinado

 

Sexo + vida cotidiana

 

MANIFRUSTRACIÓN (S)

 

Mani- (prefijo) + frustración + manifestación

 

Cuerpo + sentimiento + acción social

 

POLITRAUMACHISMO (S)

 

Politraumatismo + machismo

 

Afección + tipo social

 

 

 

 

FOLCLÓNICO (A)

 

Folclórico +clónico

 

Tipo social + categoría física

 

FALOSOFÍA (S)

 

Falo + filosofía

 

Sexo + saber/cultura

 

AFTERNATIVO (A)

 

After (hours)[22]  + alternativo

 

Modos de vida + cualidad

 

NAUSEAMUNDO (A)

 

Náusea + mundo + nauseabundo

 

Afección + categoría cognitiva + cualidad negativa

 

MASTUMBARSE (V)

 

Masturbarse + tumbarse

 

Sexo + descanso/ocio

 

TELEMISIÓN (S)

 

Televisión + misión

 

Medios de comunicación + acción

 

SENOFOBIA (S)

 

Seno + fobia + xenofobia

 

Sexo + sentimiento + prejuicio social

 

NEWMONÍA (S)

 

New [23]+ neumonía

 

Cualidad + afección

 

FAMOGRILLOS (S)

 

Famosos + grillos

 

Tipos sociales + animales

 

EXTROVESTIDOS (A)

 

Extrovertidos + vestidos

 

Habilidad social + convención social

 

TERREVOTO (S)

 

Terremoto + voto

 

Fenómeno metereológico + institución sociopolítica

 

SEXMAYO (S)

 

Sexo + mayo + desmayo

 

Sexo + estación + afección

 

 

MATRIXMONIO (S)

 

Matrix[24] + matrimonio + demonio

 

Personaje ficción + convención social + imaginario

 

CHATSTELLANO (S)

 

Chat + castellano

 

Tecnologías + lenguaje/cultura

 

LIPOTÍMIDA (A)

 

Lipotimia + tímida

 

Afección + cualidad

 

SEXGRAVABLE (A)

 

Sexo + (gravable + desgravable)

 

Sexo + obligaciones sociales

 

GASEABUNDO (A)

 

Gas + nauseabundo

 

Fenómeno físico (connotación escatológica) + cualidad negativa

 

 

VAGANCIONES (S)

 

Vagancia + vacaciones

 

Actitud negativa + ocio

 

ESTÉREOSEXUAL (A)

 

 Estéreo + heterosexual)

 

Vida cotidiana + sexo

 

BARRIOPAJERO

 

Barrio + pajero + barriobajero

 

Entorno físico + sexo + tipo social

 

ARTISTÓCRATA

 

Artista + aristócrata

 

Tipo social + tipo social

 

CASPIRINA

 

Caspa[25] + aspirina

 

Escatología + fenómeno social + medicamento

 

ORGIANISMO

 

Orgía + organismo

 

Sexo + categoría social

 

FAMORREO

 

Fama + morreo

 

Fenómeno social + sexo

 

 

 

         Como vemos, cada uno de los nuevos términos propuesto incluye y/o evoca más de un lexema, con lo que la base del juego se encuentra en la confrontación de universos semánticos. Se trataría, siguiendo la teoría de Greimas, de una puesta en conexión de isotopías, entendiendo como tal “un haz de categorías semánticas redundantes que el discurso considerado implica y que cabe explicitar mediante el análisis, puesto que operan en la manifestación del dicho discurso como sus presupuestos”[26]. Señala el autor de En torno al sentido que en los juegos de palabras y palabras de doble sentido la “gracia” reside “en el descubrimiento de dos isotopías diferentes en el interior de un relato que se supone homogéneo”. Y dice de la conversación chistosa que “se caracteriza por la utilización paralela de varias isotopías a la vez”.

Cada una de las áreas semánticas que podemos descubrir en los palabros se podría adscribir a alguno de los siguientes ámbitos: el sociocultural, el personal-emotivo o el intelectual-cognitivo. En el primero hemos incluido todas las categorías de significado relativas al marco en el que se desenvuelve la vida de los individuos: sociedad, cultura, modos de vida, entorno físico o reglas de convivencia. Dentro del área personal-emotiva se alude a la sentimentalidad, la axiología y el intimismo. Por último, el ámbito intelectual-cognitivo recoge aquellas categorías relativas a la capacidad racional y de conocimiento del entorno.

Con esta clasificación hemos podido establecer la siguiente distribución de contenidos de los palabros por áreas:

 

 

 

 

El gráfico muestra claramente cómo es el apartado sociocultural el que acapara la mayor parte de las referencias semánticas de los palabros, con 158 alusiones frente a las 68 del ámbito personal y emotivo y tan sólo nueve del ámbito intelectual y cognitivo.

A la luz de esta estadística extraemos la conclusión de que es el entorno más inmediato de los individuos, su medio social, físico y cultural, el que se toma (tanto por parte de los lectores como por parte de los editores del suplemento) como campo mejor abonado para la sátira y la ironía. Como veremos a continuación, esta constante se da también en el análisis semántico de las definiciones en las que, aunque prima la presencia del sexo (que nosotros hemos incluído dentro de lo personal-afectivo pero cuenta con una dimensión social), la caricaturización de tipos tiene una gran relevancia, junto a otras categorías también del ámbito sociocultural.

En las definiciones –un total de 1.301 que por razones de espacio no reproducimos aquí- hemos contabilizado hasta 20 áreas semánticas que se distribuyen de acuerdo con el siguiente gráfico:

 

 

 

 

         Tras el sexo, que se erige en el principal protagonista semántico de la sección al liderar el sentido global de 285 definiciones, la segunda gran área de contenidos es la de la tipología social (198). Decenas de personajes tipo de nuestra sociedad se asoman a través de las líneas de El palabro, las más de las veces caricaturizados. Desde el ‘chulo de playa’ hasta la severa bibliotecaria pasando por el funcionario pasota, el taxista rácano o el cornudo. Pero entre todos ellos hay dos que sacan claramente la cabeza sobre el resto: el pijo o niño bien (26  apariciones) y la suegra (19). Ni más ni menos que dos clásicos.

No hay, en cambio, dentro de esta extensa galería social definiciones que contengan clichés negativos o discriminatorios de los que aún perduran sobre grupos sociales vulnerables y/o tradicionalmente marginados. La norma de eliminar cualquier alusión sexista, racista, xenófoba o discriminatoria, que responde a la línea editorial del periódico y esta incluída en el Libro de Estilo[27], se lleva a rajatabla también en esta sección, de manera que cualquier propuesta que se haya podido recibir o se reciba con ese tipo de tintes queda descartada automáticamente.

No es que estos colectivos estén totalmente ausentes sino que las referencias que se encuentran relativas a grupos de las características señaladas están despojadas de connotaciones negativas hacia ellos y se plantean desde un punto de vista humorístico aunque no ofensivo y en ocasiones crítico con la situación que padecen.

Podemos verlo, por ejemplo, en estas dos definiciones de ‘repateación’, que aluden a la inmigración:

 

“Procedimiento común en el país, donde no sólo te expulsan, también te patean el culo”.

         “Joder y fastidiar el sueño a los pobres emigrantes” 

         (Tentaciones, 1 de febrero de 2002)

 

O en esta otra de ‘introvestidos’, donde hay una alusión a la expresión políticamente correcta ‘salir del armario’ para referirse a la homosexualidad confesa:

 

         “Extrovestido antes de salir del armario”

         (Tentaciones, 21 de junio de 2002)

 

A este respecto citamos las reflexiones de Manuel Espín[28] cuando señala que “dentro de (la) categorización temática de lo joven, en los medios está presente la referencia a los contenidos de ‘lo políticamente correcto’. Las series de televisión se adscriben, tanto como la información generalista, a unas coordenadas, en las que, si bien en la actualidad la sociedad es capaz de aceptar contenidos que hace unos años hubieran podido parecer escandalosos –como las parejas no heterosexuales-, en el fondo, los tratamientos no dejan de responder a planteamientos tan cosificados que, a su vez, contribuyen a crear unas líneas demasiado rígidas en los tratamientos”. Sólo unas líneas más adelante, el mismo autor afirma que “(…) el mismo hecho de su planteamiento desde la ‘excepcionalidad’ viene a mostrar cómo, en el fondo, no son enfocados ese tipo de personajes desde una perspectiva de normalización social. Tal caracterización podría también ser aplicada a otros personajes –mujeres, ancianos, determinadas profesiones- que se mueven siempre en un terreno de cierto equívoco, sin terminar por admitirse que a la hora de tener en cuenta actitudes o conductas ajenas habrá que tener en cuenta lo que puedan hacer las personas y no su sexo, religión, edad, pensamiento político, profesión o preferencia de cualquier tipo”[29].

En tercer lugar por frecuencia de aparición están las definiciones alusivas al mundo del famoseo, de las televisiones y la telerrealidad. El fenómeno actual de programas de desnudo de la intimidad previo pago, de exclusivas, de fabricación de famosos y de voyeurismo junto a toda la constelación de personajes creada al rebufo son una constante en las definiciones de los palabros. Lo televisivo aparece siempre ridiculizado, pero es evidentemente consumido. Como afirma el mismo Espín, “los jóvenes se encuentran entre los grupos sociales con una más alta utilización de los medios de comunicación, especialmente del audiovisual”[30]. En ese estudio, el autor constata igualmente cómo una de las constantes que se proyecta actualmente sobre los jóvenes en los medios de comunicación social es “una presencia abrumadora de personajes ligados a la crónica social, a los contenidos rosa cada vez más próximos al morbo”[31].

 

LA MICROESTRUCTURA

 

Nos detendremos por último en analizar los palabros desde un punto de vista lingüístico, como vocablos de nueva creación, lo que se conoce como neologismos. Si la aparición de términos novedosos en la lengua es una constante a lo largo de la historia y se corresponde con una necesidad de los hablantes, la de nombrar objetos, conceptos o pensamientos también novedosos, podemos decir que en este caso nos encontramos frente a una necesidad expresiva lúdica.

Los palabros responderían así al concepto de neología estética. Dice Guerrero Ramos[32] que esta variedad está “fundada en la búsqueda de la expresividad de la palabra en sí misma para traducir ideas no originales de una manera nueva; para expresar de manera inédita una cierta visión personal del mundo”. “Esta forma de neología –añade la autora- está ligada a la facultad de creación y a la libertad de expresión del individuo, al margen de los modelos, o incluso frente a los modelos establecidos”.

Visión personal del mundo, facultad de creación y ruptura con los modelos establecidos son todas ellas características que podemos aplicar sin duda a la naturaleza de los palabros. Y si por tipología los consideramos neologismos estéticos, atendiendo a los procedimientos de creación que están en su origen habría que encuadrarlos entre los neologismos de forma, ya que no son sino el resultado de una combinación de elementos léxicos preexistentes en la lengua española.

 

Empero, esta naturaleza plurilexemática de los palabros resulta difícil de explicar en todos los casos exclusivamente desde los mecanismos habituales de producción de neologismos formales y habría que aludir a la intervención de otros recursos, concretamente de figuras. Este hecho está en consonancia tanto con la propia libertad creativa y ruptura de normas que caracteriza a la sección que analizamos como a la propia neología, procedimiento que, según Manuel Alvar[33], “no es sino una tendencia de doble signo, aparentemente contradictoria, pues a la vez se utiliza el código lingüístico y hay una subversión contra él, se reconoce la norma y se transgrede, se crean palabras con arreglo a unas reglas pero esa creatividad cambia las propias reglas”.

 Y es que si bien la composición, considerada como “la conjunción de dos elementos constituyentes identificables y susceptibles de tener empleos autónomos, esto es, son palabras que se encuentran aisladamente en la lengua”[34], estaría presente en la creación de buena parte de los palabros, no es menos cierto que éstos juegan también con la semejanza y con la alteración fonética de los formantes.

 

Así, por ejemplo, palabros tales como:

 

Ø      Mastumbarse (masturbarse + tumbarse)

Ø      Manguante (mangante + guante)

Ø      Terrevoto (terremoto + voto)

Ø      Telemisión (televisión + misión)

Ø      Transpariente (transparente + pariente)

 

En ellos se observa claramente cómo el parecido fonético entre los dos términos que entran en la composición hace que haya una asimilación de uno en otro, dando lugar a una significante nuevo que evoca los significados de ambos. Podríamos considerar con Alvar[35] que se ha producido en estos y otros palabros de similar fabricación una aglutinación, término con el que el académico define “un modo de composición en el que alguno de sus elementos pierde parte de su materia fónica para formar la nueva palabra”. En efecto, hay pérdida de materia fónica por parte de uno de los vocablos pero con la peculiaridad de que es sustituida por una casi exactamente igual, con sólo algún fonema de diferencia.

 Podríamos hablar entonces de la entrada en juego de lo que en retórica se denomina “palabra maleta” o “palabras valija”, entendiendo como tal una “palabra obtenida por la amalgama de dos o más anteriores, de tal forma que se constituye una amalgama de sentido –o un sentido diferente- al unirse los varios significantes”[36]. La literatura nos ofrece ejemplos de este tipo de creaciones léxicas en autores como Cabrera Infante, Gómez de la Serna, Julián Ríos o el popular humorista José Luis Coll, en su Diccionario Coll del siglo XXI.

 

En la creación de estas “palabra maleta” intervienen algunas de las tradicionalmente llamadas figuras de dicción o metaplasmos, que no son sino modificaciones de las palabras en el plano de la expresión, es decir, de su forma. Entre ellas citamos la epéntesis, de la que existen varios ejemplos en El palabro, que consiste en la inserción de un fonema en el interior de una palabra para buscar un efecto estilístico. Analizando uno a uno los nuevos términos propuestos encontramos los siguientes procedimientos de formación:

 

 

 

 

PALABRO

 

 

TIQUISFRIQUIS

 

FORMANTES

 

 

Tiquismiquis + friquis

 

RECURSOS DE CREACIÓN

 

Composición por aglutinación/ metaplasmo

PESETEURO

(Peseta + euro) + pesetero

Composición / epéntesis

MARTIRMONIO

Mártir +  matrimonio

Composición por aglutinación + metaplasmo (alteración de orden de fonemas)

PARAJÓDICO

Para (prefijo) + jódico[37] (de joder) + paradójico

Parasíntesis (composición + derivación)/metaplasmo (alteración de orden de fonemas

COMPROMISCUO

Compromiso + promiscuo

Composición por aglutinación / epéntesis

IDIOSINGRACIA

Idiota + ‘sin gracia’+  idiosincrasia

Composición/metaplasmo (modificación fonemas)

HIPOTERCA

Hipoteca + hipo (prefijo) + terca

Composición/metaplasmo (supresión fonema)

COITOCIRCUITO

Coito + circuito + cortocircuito

Composición/metaplasmo (modificación fonema)

DIPLOMAGIA

Diplomacia + magia

Composición por aglutinación /metaplasmo

CUTREFACTO

Cutre + facto + putrefacto

Composición / Metaplasmo

INTERNECIO

Inter (prefijo) + Internet + necio

Composición / metaplasmo (sustitución fonemas)

INFORMADIVOS

Informativos + divos

Composición por aglutinación/ metaplasmo

MADREMOTO

Madre + moto + maremoto

Composición / epéntesis

 

SOTÁNICO

Sótano + satánico + sotana

Composición por aglutinación / metaplasmo

TELELEVISIÓN

Telele + televisión

Composición /epéntesis

ACUPINTURA

Acupuntura + pintura

Composición por aglutinación /metaplasmo

EDUCANCIÓN

Educación + canción

Composición por aglutinación /epéntesis

EURÓTICA

Euro + erótica + neurótica

Composición por aglutinación/epéntesis

ESTROPIJO

Estropajo + pijo + estropicio

Composición por aglutinación/metaplasmo

TECNOLORGÍAS

Tecnologías + orgías

Composición/epéntesis

 

REPATEACIÓN

Repatriación + re (prefijo) + pateación (de patear)

Parasíntesis (composición[38]+ derivación)/metaplasmo

 

CASPARRABIAS

 

Caspa[39] + cascarrabias

 

Composición/metaplasmo

 

TELEAFÓNICOS

 

Tele + afónicos + telefónicos

 

Composición/epéntesis

 

BEXO

 

Beso + sexo

 

Composición por aglutinación

 

FUTBOLISTO

 

Futbolista + listo

 

Composición por aglutinación / Metaplasmo

 

WEBTITIS

 

Web +- itis (sufijo) + -titis

 

Derivación[40]

 

MACHO-PICHU

 

Macho + Picha + Machu-Pichu

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

MIEDOCRIDAD

 

Miedo + mediocridad

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

ENCICLOPIEDRA

 

Enciclopedia + piedra

 

Composición por aglutinación /metaplasmo

 

AEROTUERTO

 

Aero (prefijo) + tuerto +  aeropuerto

 

Composición/metaplasmo

 

PÌSCOLABIOS

 

Piscolabis + labios

 

Composición/epéntesis

 

BIBLIOTERCA

 

Biblioteca + terca

 

Composición/epéntesis

 

EROTIMO

 

Erotismo + timo

 

Composición/metaplasmo

 

SUEGRAPA

 

Suegra + grapa

 

Composición/epéntesis

 

DICHONARIO

 

Dicho + diccionario

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

CASCACIELOS

 

Cascar + cielo + rascacielos

 

Composición/metaplasmo

 

DIETÉTRICO

 

Dietético + tétrico

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

PREHISTÉRICO

 

Prehistórico + pre (prefijo) + histérico

 

Composición + metaplasmo

 

FILOSOFRÍA

 

Filosofía + fría

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

 

HIPOCRECIDA

 

Hipocresía + hipo + crecida

 

Composición/metaplasmo

 

BOBALIZACIÓN

 

Boba + globalización

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

BIODESAGRADABLE

 

Biodegradable + desagradable

 

Composición/epéntesis

 

MICHEMILES

 

Michelines + miles

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

ASEREJÉ

 

Aserejé[41]

 

Invención

 

DESESPERTADOR

 

Desesperar + despertador

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

PEZVERTIDO

 

Pez + vertido + pervertido

 

Composición/metaplasmo

 

DESPARPIJO

 

Desparpajo + pijo

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

CONTRINCARIO

 

Contrincante +contrario

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

TRANSPARIENTE

 

Transparente + pariente

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

VERANEGANTE

 

Veraneante + negante[42] (de negar)

 

Derivación + composición por aglutinación/epéntesis

 

TATUBOOM

 

Tatu (apócope de tatuaje) + boom

 

Composición

 

 

RASTAURANTE

 

Rasta[43] + restaurante

 

Composición por aglutinación /metaplasmo

 

 

ENAMORREARSE

 

Enamorarse + morrearse

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

TRIBRUTO

 

Tri (prefijo) + bruto + tributo

 

Composición/epéntesis

 

FAMOSIS

 

Famoso + fimosis

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

FROTÓMETRO

 

Frotar + metro

 

Composición

 

TELENOVERLA

 

Tele + no + verla + telenovela

 

Composición(sinapsia)/epéntesis

 

SILICOÑA

 

Silicona + coña

 

Composición por aglutinación /metaplasmo

 

LITERADURA

 

Literatura + dura

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

APASIONADORA

 

Apasionada + apisonadora

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

 

BESTIA-SELLER

 

Bestia + best seller

 

Composición (disyunción) /epéntesis

 

BURBRUJA

 

Burbuja + bruja

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

ENSIMIMARSE

 

Ensimismarse + mimarse

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

LAVAPLEITOS

 

Lava + pleitos + lavaplatos

 

Composición (yuxtaposición)/metaplasmo

 

PRESTIGEDIGI-TADOR

 

Prestige[44] + prestidigitador

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

MANGUANTE

 

Mangante + menguante + guante

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

ESCROTINIO

 

Escroto + escrutinio

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

LA COSTRA NOSTRA

 

La cosa nostra + costra

 

Composición (sinapsia)/epéntesis

 

 

TEXTOSTERONA

 

Texto + testosterona

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

DESINTOXICANCIÓN

 

Desintoxicación + canción

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

ORGIANIZACIÓN

 

Orgía + organización

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

YACURSI

 

jacuzzi + cursi

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

SEXCAFEINADO

 

Sexo + descafeinado

 

Composición/metaplasmo

 

MANIFRUSTRACIÓN

 

Mani- (prefijo) + frustración + manifestación

 

Composición/metaplasmo

 

POLITRAUMACHISMO

 

Politraumatismo + machismo

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

FOLCLÓNICO

 

Folclórico +clónico

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

FALOSOFÍA

 

Falo + filosofía

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

AFTERNATIVO

 

After (hours)[45]  + nativo alternativo

 

Préstamo (inglés) + Composición (yuxtaposición)/metaplasmo

 

NAUSEAMUNDO

 

Náusea + mundo + nauseabundo

 

Composición (yuxtaposición)/metaplasmo

 

MASTUMBARSE

 

Masturbarse + tumbarse

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

TELEMISIÓN

 

Televisión + misión

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

SENOFOBIA

 

Seno + fobia + xenofobia

 

Composición (yuxtaposición)/metaplasmo

 

NEWMONÍA

 

New [46]+ neumonía

 

Préstamo + composición por aglutinación/metaplasmo

 

FAMOGRILLOS

 

Famosos (-illos) + grillos

 

Derivación + composición por aglutinación/metaplasmo

 

EXTROVESTIDOS

 

Extrovertidos + vestidos

 

Composición/metaplasmo

 

TERREVOTO

 

Terremoto + voto

 

Composición/metaplasmo

 

SEXMAYO

 

Sexo + mayo + desmayo

 

Composición/metaplasmo

 

MATRIXMONIO

 

Matrix + matrimonio + demonio

 

Préstamo + composición por aglutinación/metaplasmo

 

CHATSTELLANO

 

Chat + castellano

 

Préstamo (inglés) + composición por aglutinación/metaplasmo

 

LIPOTÍMIDA

 

Lipotimia + tímida

 

Composición/epéntesis

 

SEXGRAVABLE

 

Sexo + (gravable + desgravable)

 

Composición/metaplasmo

 

GASEABUNDO

 

Gas + nauseabundo

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

VAGANCIONES

 

Vagancia + vacaciones

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

ESTÉREOSEXUAL

Estéreo + (sexual + heterosexual)

 

Composición

 

BARRIOPAJERO

 

Barrio + pajero + barriobajero

 

Composición (yuxtaposición)/metaplasmo

 

ARTISTÓCRATA

 

Artista + -crata (sufijo) + aristócrata

 

Derivación/epéntesis

 

CASPIRINA

 

Caspa + aspirina

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

ORGIANISMO

 

Orgía + organismo

 

Composición por aglutinación/epéntesis

 

FAMORREO

 

Fama + morreo

 

Composición por aglutinación/metaplasmo

 

 

La abrumadora supremacía del procedimiento de composición sobre el resto queda bien patente en esta tabla, junto con el recurso a distorsiones fonéticas de palabras (supresión, adición o alteración de fonemas) para aproximar dos o más entre sí, procedimiento este último de carácter estilístico. La composición entra a formar parte de 95 de los palabros en cualquiera de sus variedades, en solitario o junto a otros procedimientos neológicos. La distribución de procedimientos neológicos “normativos” quedaría según refleja el siguiente gráfico:

 

 

 

El predominio de la composición nos dice claramente que no nos encontramos ante un fenómeno al uso de creación de jerga, en el que lo habitual sería utilizar la derivación, en especial la sufijación. Al contrario, este rasgo refuerza el carácter humorístico y lúdico del discurso del que estamos tratando. Como señala Alejandro Fajardo, al referirse a la jerga juvenil española, “la composición como medio de formación de nuevas palabras es un recurso usado casi siempre con fines humorísticos”[47]. El mismo autor cita también los juegos de palabras como característica del lenguaje juvenil con propósito lúdico.

Ahora bien, lo que estaría en la base del juego lingüístico que representa la sección El palabro sería un procedimiento de metanálisis, término que alude a las diferentes formas de segmentar, analizar e interpretar un enunciado por parte de emisor y receptor. El metanálisis, como hacen notar Marchese y Forradellas, “está en el origen de un gran número de figuras, en la mayor parte de los casos humorísticas (…) Pero puede emplearse, extendiendo el valor del término, para designar aquellos casos en los que el autor crea una ambigüedad de lectura o una dificultad que obligan a que el lector tenga que realizar su primer acercamiento…”[48].

En este sentido, los conceptos evocados por los distintos palabros no son siempre captados en su misma intensidad y con la misma relación entre ellos por los lectores que emiten respuestas. Hay incluso casos de interpretaciones o lecturas de los palabros muy poco previsibles con respecto a lo que sus términos formantes sugieren. Hemos recogido en el siguiente cuadro el grado de previsibilidad de las respuestas publicadas para cada uno de ellos, grado que medimos en función de si está motivado, totalmente o en parte, por los conceptos semánticos contenidos en la propuesta.

 

 

 

PALABRO

 

Definiciones

 

Definiciones previsibles

 

% previsibilidad

TIQUISFRIQUIS

12

5

41.6%

PESETEURO

20

18

90%

MARTIRMONIO

21

18

85,7%

PARAJÓDICO

17

14

82,3%

 

COMPROMISCUO

22

17

77%

IDIOSINGRACIA

12

10

83%

HIPOTERCA

20

14

70%

COITOCIRCUItO

22

22

100%

DIPLOMAGIA

18

15

83%

CUTREFACTO

11

8

72%

INTERNECIO

19

12

63%

INFORMADIVOS

11

9

81%

MADREMOTO

11

11

100%

SOTÁNICO

12

12

100%

TELELEVISIÓN

17

17

100%

ACUPINTURA

8

7

87%

EDUCANCIÓN

11

10

91%

EURÓTICA

13

12

92%

ESTROPIJO

17

14

82%

TECNOLORGÍAS

12

12

100%

REPATEACIÓN

17

11

64%

CASPARRABIAS

11

8

72%

TELEFÓNICOS

17

15

88%

BEXO

14

12

85%

FUTBOLISTO

8

8

100%

WEBTITIS

9

9

100%

MACHO-PICHU

10

10

100%

MIEDOCRIDAD

13

13

100%

ENCICLOPIEDRA

11

9

82%

AEROTUERTO

7

6

85%

PISCOLABIOS

16

8

50%

BIBLIOTERCA

11

9

82%

EROTIMO

12

11

91%

SUEGRAPA

14

14

100%

DICHONARIO

9

8

89%

CASCACIELOS

13

12

92%

DIETÉTRICO

12

10

83%

PREHISTÉRICO

12

10

83%

FILOSOFRÍA

13

9

69%

INTROVESTIDO

8

8

100%

HIPOCRECIDA

6

6

100%

BOBALIZACIÓN

14

14

100%

BIODESAGRADABLE

16

13

81%

MICHEMILES

16

15

93%

ASEREJÉ

17

11

64%

DESESPERTADOR

15

14

93%

PEZVERTIDO

17

17

100%

DESPARPIJO

16

13

81%

CONTRINCARIO

14

11

78%

TRANSPARIENTE

13

13

100%

VERANEGANTE

14

13

93%

TATUBOOM

15

11

73%

RASTAURANTE

11

10

91%

ENAMORREARSE

10

10

100%

TRIBRUTO

13

10

77%

FAMOSIS

12

9

75%

FROTÓMETRO

10

8

80%

TELENOVERLA

12

12

100%

SILICOÑA

11

7

63%

LITERADURA

12

7

58%

APASIONADORA

11

10

91%

BESTIA-SELLER

10

7

70%

BURBRUJA

11

11

100%

ENSIMIMARSE

11

11

100%

LAVAPLEITOS

5

4

80%

PRESTIGEDIGITADOR

13

12

92%

MANGUANTE

11

10

91%

ESCROTINIO

13

13

100%

LA COSTRA NOSTRA

14

11

78%

TEXTOSTERONA

13

13

100%

 

 

DESINTOXICACIÓN

12

12

100%

 

ORGIANIZACIÓN

13

11

84%

YACURSI

16

12

75%

SEXCAFEINADO

12

11

91%

MANIFRUSTRACIÓN

14

12

85%

POLITRAUMACHISMO

13

12

92%

FOLCLÓNICO

12

10

83%

FALOSOFÍA

15

13

86%

AFTERNATIVO

13

7

54%

NAUSEAMUNDO

13

10

77%

MASTUMBARSE

15

13

86%

TELEMISIÓN

13

12

92%

SENOFOBIA

 

 

11

11

100%

 

NEWMONÍA

 

13

 

9

 

69%

FAMOGRILLOS

11

11

100%

EXTROVESTIDOS

11

9

82%

TERREVOTO

12

12

100%

SEXMAYO

11

10

91%

MATRIXMONIO

14

12

85%

CHATSTELLANO

13

10

77%

LIPOTÍMIDA

11

9

82%

SEXGRAVABLE

14

13

93%

GASEABUNDO

8

7

87%

VAGANCIONES

11

11

100%

ESTÉREOSEXUAL

15

15

100%

BARRIOPAJERO

15

14

93%

ARTISTÓCRATA

14

12

85%

CASPIRINA

15

11

73%

ORGIANISMO

12

10

83%

FAMORREO

10

9

90%

 

 En este caso se trataría de diferentes formas de análisis por parte de un emisor y varios receptores distintos, con lo que se crea una compleja red de interpretaciones.

Haremos por último dos menciones, una a la grafía y otra a la cohesión de los enunciados que forman la sección El palabro. En cuanto a la primera, hay que resaltar el cambio de actitud por parte de los editores del suplemento en lo que se refiere a la reproducción del lenguaje del móvil. Si en un primer momento los mensajes llegados por esa vía se transcribían respetando su escritura original, a partir de la semana número 38 ese criterio cambia y todos los textos se adaptan al sistema grafémico del español, al tiempo que se corrigen errores de ortografía, de sintaxis, los signos de puntuación y se aplican las normas del Libro de Estilo en cuanto a cursivas, entrecomillados etc.

Por lo que respecta a la cohesión y coherencia textual, y tratándose, como decíamos más arriba, de interacciones independientes entre sí, lo que nos asegura que todas ellas forman parte de un discurso unitario con un mismo sentido son elementos como las marcas paratextuales y algunas indicaciones textuales.

Así, el propio encabezamiento de la sección, junto a su distribución de contenidos (primero el palabro propuesto, en negrita y mayor cuerpo de letra, a continuación el mejor de la semana, recuadrado, y en seguida las demás respuestas con varios espacios de separación; para cerrar, la propuesta de la semana siguiente) nos sitúan inequívocamente en el contexto. Además, el sintagma “la próxima semana…X”, con el que se anuncia el siguiente palabro, tiene una función catafórica. También actúan en la cohesión las “coletillas” finales invitando a participar a través de un número de móvil o de un correo electrónico.

Eso sin contar con que durante las once primeras semanas de publicación de la sección se mantuvieron los textos instructivos sobre su funcionamiento.

 

 

CONCLUSIONES

 

Ø      En la sección El palabro nos encontramos con una interlocución que se establece entre personas +/- jóvenes y otras también +/- jóvenes (la edad media de la redacción está sobre la treintena y la de los lectores es difícil de precisar).

Ø      Pese a presentarse como un espacio de creatividad y libertad expresiva, está mediatizado y dirigido. La “corrección política” es una de las pautas de intervención del medio en la interacción

Ø      En su contenido se reproducen clichés temáticos atribuidos a los intereses y las aficiones de los jóvenes: sexo, televisión y cultura audiovisual, satirización social…

Ø      En el plano de la expresión los mensajes se retocan y adaptan a la norma. Se mantienen rasgos de la jerga juvenil, pero siempre perfectamente marcados y delimitados.

 

 

BIBLIOGRAFÍA CITADA

 

 

ALVAR EZQUERRA, M., La formación de palabras en español, Arco/Libros, Madrid, 1993

 

ESPÍN MARTÍN, M., “La imagen de los jóvenes en los medios de comunicación: de la noticia al espectáculo”, en Comunicación y cultura juvenil, 2002

 

FAJARDO, A., “La jerga juvenil española”, en Lebende Sprachen, nº 4, 1991

 

GREIMAS, A. J., En torno al sentido, Fragua, Madrid, 1973

 

GUERRERO RAMOS, G., Neologismos en el español actual, Arco/Libros, Madrid, 1997

 

Libro de Estilo, El País, Madrid, 1998

 

MARCHESE, A. y FORRADELLAS, J., Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Ariel, Barcelona, 2000

 

SÁNCHEZ, F. J. y LÓPEZ PAN, F., “Tipologías de géneros periodísticos en España. Hacia un nuevo paradigma”, en Comunicación y estudios universitarios, nº 8, 1998

 

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

 

CORTÉS, L. Y BAÑÓN, A., Comentario lingüístico de textos orales, II, el debate y la entrevista, Arco/Libros, Madrid, 1997

 

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, vigésimosegunda edición, Espasa, 2001

 

FERNÁNDEZ-SEVILLA, J., Neología y neologismo en español contemporáneo, Universidad de Granada, editorial Don Quijote, Granada, 1982

 

MARIMÓN LLORCA, c. Y SANTAMARÍA PÉREZ, I., “Procedimientos de creación léxica en el lenguaje juvenil universitario”, en Estudios de Lingüística, Universidad de Alicante, nº 15, 2001

 

MARTÍNEZ ALBERTOS, Curso general de redacción periodística, Madrid, Paraninfo, 1991

 

NÚÑEZ LADEVÉZE, L., El lenguaje de los “media”. Introducción a una teoría de la actividad periodística, Madrid, Pirámide, 1979

 

ULLMANN, S., Semántica. Introducción a la ciencia del significado, Aguilar, Madrid, 1987

  



[1]Datos oficiales de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) correspondientes al periodo enero-diciembre 2002,

[2]Datos del Estudio General de Medios (EGM), correspondiente al último año móvil, de octubre de 2002 a mayo 2003

[3]ibídem

[4]F. F. SÁNCHEZ y F. LÓPEZ PAN, “Tipologías de géneros periodísticos en España. Hacia un nuevo paradigma” en Comunicación y Estudios Universitarios, Nº 8, 1998, pág. 15-35

[5]ibídem

[6]ibídem

[7]J. L. MARTÍNEZ ALBERTOS, Curso general de redacción periodística, Madrid, Paraninfo, 1991

 L. NÚÑEZ LADEVÉZE, El lenguaje de los “media”. Introducción a una teoría de la actividad periodística, Madrid, Pirámide, 1979

[8]ibídem

[9]www.pseudodictionary.com

[10] www.beryllium.ca/confuzzled/index.php

[11] Neologismo que designa un tipo de personajes relacionados con el mundo de la televisión

[12] Falso derivado por sufijación del verbo ‘joder’ (DRAE)

[13] Sintagma que funciona como una unidad semántica

[14] El término ‘caspa’ tiene, además de su tradicional acepción, otra más reciente designando un grupo social ‘cutre’ que aspira a la fama

[15] Falso sufijo que, por su terminación, puede evocar personajes del antiguo Egipto

[16] Expresión de moda por ser el título de una canción. Se supone que es la deformación fonética del estribillo de una canción inglesa anterior. No tiene un significado concreto

[17] Falso derivado de ‘negar’ formado con el sufijo de persona -ante

[18] Término de jerga juvenil designando una tribu urbana, que se define por una manera concreta de vestirse, emplear el ocio y ver la vida

[19] Alude a un acontecimiento de gran actualidad y trascendencia pública: el hundimiento de un barco de fuel frente a las costas gallegas con un gran vertido de fuel como consecuencia

[20] Sintagma alusivo al mundo de la mafia

[21] Extranjerismo para designar un determinado aparato de cuidado corporal

[22] Extranjerismo para designar una categoría relacionada con el estilo de vida noctámbulo: los locales y los acontecimientos con horarios prolongados

[23] Anglicismo

[24] Título de una película de moda y gran repercusión social y con temática de ciencia ficción

[25] ibídem

[26] A. J. Greimas, En torno al sentido, Fragua, Madrid, 1973

[27] Libro de Estilo, ediciones El País, Madrid, 1998, pág. 29

[28] M. Espín Martín, “La imagen de los jóvenes en los medios de comunicación: de la noticia al espectáculo”, en Comunicación y cultura juvenil, 2002

[29] M. Espín Martín, pág. 76

[30] ibídem, pág. 67

[31] ibídem, pág. 79

[32]G. Guerrero Ramos, Neologismos en el español actual, Arco/Libros, Madrid, 1997, pág. 17

[33]M. Alvar Ezquerra, La formación de palabras en español, Arco/Libros, Madrid, 1993, pág. 11

[34]Guerrero Ramos, pág. 32

[35] Alvar Ezquerra, pág. 43

[36]A. Marchese y J. Forradillas, Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Ariel, Barcelona, 2000, pág. 305

[37] Derivado por sufijación del verbo ‘joder’ (DRAE)

[38] La prefijación la consideramos, con Alvar y otros autores, parte de la composición

[39] Aquí puede tener su significado habitual u otro más reciente (neologismo semántico) designando una clase de personajes famosos ‘cutres’

[40] Se trataría de un falso derivado

[41] Expresión de moda por ser el título de una canción. Se supone que es la deformación fonética del estribillo de una canción inglesa anterior. No tiene un significado concreto

[42] Derivado de ‘negar’ formado con el sufijo de persona -ante

[43] Término de jerga juvenil designando una tribu urbana, que se define por una manera concreta de vestirse, emplear el ocio y ver la vida

[44] Alude a un acontecimiento de gran actualidad y trascendencia pública: el hundimiento de un barco de fuel frente a las costas gallegas con un gran vertido de fuel como consecuencia

[45] Extranjerismo para designar una categoría relacionada con el estilo de vida noctámbulo: los locales y los acontecimientos con horarios prolongados

[46] Anglicismo

[47]A. Fajardo, “La jerga juvenil española”, en Lebende Sprachen nº 4/91, pág. 170

[48]ibídem, pág 261