REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LA TOPONIMIA DE VICUÑA
Alberto Moreno Doña
(Universidad del Mar, sede La Serena, Chile)

 

 

1. Introducción

 

El presente artículo es el resultado de una investigación que consistió en realizar una búsqueda de los nombres de los accidentes geográficos de la comuna de Vicuña, comuna situada al medio del Valle de Elqui, al interior de La Serena (IV Región de Chile). Desde antiguo fue el punto de confluencia de las aldeas y pueblos del valle en su vida agrícola. En este espacio, según Ampuero (1986), vivieron los diaguitas chilenos desde el siglo X DC. hasta finales del siglo XVII.

 

Debido a la progresiva desaparición de las lenguas indígenas en el territorio chileno, casi completa se podría decir en la III y la IV región o norte chico de Chile (Carvajal, 1993; Sánchez, 1993), con el presente análisis toponímico buscamos observar de qué manera las lenguas aborígenes siguen presentes en este lugar. Para ello, hacemos una clasificación de los nombres indígenas de lugares en función de la lengua de origen, a partir de la cual podamos concluir explicitando cuál es la distribución cuantitativa y cualitativa de los topónimos indígenas de la comuna de Vicuña. Es por ello que también hacemos un análisis etimológico y semántico de los topónimos encontrados.

 

El sector estudiado está comprendido entre los paralelos 30º00’ y 30º15’, latitud sur, y los meridianos 70º30’ y 70º45’, longitud oeste.

 

La metodología utilizada para intentar rescatar, de alguna manera, valores indígenas a partir de la presencia de nombres de lugares amerindios en Vicuña ha consistido en realizar, a partir de una carta geográfica de la zona, un listado toponomástico. La carta utilizada es del Instituto Geográfico Militar Chileno y su escala es de 1:50000. Una vez localizados todos los topónimos procedimos a clasificarlos en indígenas y no indígenas, y a partir de ahí comenzar a trabajar con los primeros, ya que son estos los que nos pueden ilustrar la presencia de grupos aborígenes en la zona, e intentar rescatar así valores culturales de dichos grupos, antes de que lo ‘hispano’ haga desaparecer totalmente las raíces culturales amerindias de América Latina.

 

La presentación de los topónimos atiende a la siguiente estructura, siempre y cuando la naturaleza del topónimo lo permita: nombre del topónimo; frecuencia con que aparece el topónimo en la comuna de Vicuña; presencia del nombre en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, (dicha presencia se hace notar con un asterisco *); presencia de topónimos derivados; tipo de accidente geográfico; etimología y significado; nombre científico si se trata de plantas o animales; citas de los autores más importantes.

 

Posteriormente al glosario toponomástico, hemos presentado una serie de tablas y gráficas en donde mostramos:

 

 

Finalizando nuestro trabajo, pero antes de las conclusiones, realizamos una clasificación de los diferentes topónimos indígenas atendiendo a la lengua de origen. Las lenguas a partir de las cuales se hace la clasificación son: quechua, mapuche, nahua, diaguita, aymará, cunza y taino. Hemos incorporado también otros dos epígrafes: cuando nos referimos a topónimos dudosos estamos aludiendo a aquellos para los que los diccionarios proponen más de una lengua de origen. Finalmente, cuando clasificamos un topónimo en el grupo de los desconocidos queremos decir que no existen fuentes documentales acerca de su significado y su etimología.

 


2. Glosario toponomástico

 

ANDACOLLITO: (3). Derivado de Andacollo. Lugar, quebrada, loma.

 

ANDACOLLO: (3). (Der.: Andacollito). Cerro, lugar y quebrada. Del quechua anta, 'cobre', y qollo 'cerro', 'montón'. Cerro o mina de cobre. // Strube (1959) lo supone aymará, anta collo, 'cerro de cobre'. // Middendorf (1890), refiriéndose al formante anta, dice que es "todo metal en general, cobre en particular". // Pueblo minero situado en la provincia de Coquimbo, unos 50 kilómetros al sureste de este puerto y algo semejante a la ciudad de La Serena. Está situado al fondo de una quebrada estrecha. Aquí se venera tradicionalmente a la Virgen del Rosario de Andacollo, en una iglesia fundada en 1668. La fiesta de veneración se celebra el 26 de diciembre y acuden en romería devotos de todo el norte. Además, desde épocas prehispánicas se han explotado minas y lavaderos de oro, que han entregado inagotablemente su generosa riqueza (Bahamonde, 1978).

 

AÑAÑUCA: (1). Cota. Voz de origen quechua o aymará. De añay, ¡qué lindo!, y de ñutco, seso. Una amarilidácea costera, Hippeastrum bicolor. // Voz de probable origen quechua (Morales, 1987). Nombre común de plantas de diversas especies de la familia amarilidácea, comunes en el Norte Chico de Chile (Morales, 1987). Planta silvestre que sale en las llanuras del norte desde Taltal hasta la provincia de Atacama, inmediatamente después de las lluvias y que da una flor muy hermosa. Es una especie de símbolo de esas tierras, aunque desaparece con la fugacidad de la primavera (Bahamonde, 1978).

 

COGUA: (1). Quebrada. Del quechua qówa, 'un tipo de planta'. Lira (1944). Planta mentácea de tallo cuadrangular, de flores blancas y bayas olorosas; se suele usar en medicina casera y en culinaria. 

 

COIPA: (2). Quebrada y lugar. Del quechua kkollpa. Salitre caparroso, sulfato de hierro, nitro; piedra salitre que se da a lamer al ganado. Adj: salado, pasado por el amargor, resquemado (Lira, 1944). // La 'coipa' es una sal residual que depositan las aguas en ciertas quebradas. Sulfato de aluminio (Iribarren, 1975) // Tierra blanca, común en los cerros andinos, rica en metales alcalinos, especialmente en sodio. Se la usa para lavar la ropa. (Bahamonde, 1978).

 

CHACAY: (1). Quebrada. (Discaria serratifolia). Del mapuche chacay. Nombre común de diversas especies de plantas de la familia de las ramnáceas. Arbusto ramoso, espinudo, hojas aserradas, flores blancas, baya con semillas grandes. Habita en el centro y sur del país, muy corriente en la construcción de cercos (Morales, 1987).

 

CHANCHOQUI: (3). Cota, loma, quebrada. Topónimo de controvertida etimología. Algunos lo creen mapuche, (Valenzuela, 1918; Erize, 1960), y otros quechua (Espinoza, 1973; Lira, 1944). Hasta se le podría suponer parentesco con voces cacanas terminadas en ‑qui. // Chanchoquín: cerro en Copiapó, a cinco kilometros de esta ciudad. Verdaderos cerros históricos. Por sus laderas aún se pueden ver los saldos del camino del Inca, que venía desde el norte, pasando por tres puntas. En las bases de este cerro se explotaron desde tiempos prehistóricos algunas vetas de oro, especialmente por los incas. Pero en 1770 fueron descubiertas las minas de plata que le dieron su fama. Primitivamente se llamó Cerro de Selbata. Más tarde fue rebautizado como San Antonio de Chanchoquín (Bahamonde, 1978).

 

CHAÑAR: (1).Portezuelo. (*). (Der.: Chañar Blanco). (Gorliea decorticans). Voz quechua. Árbol de la familia de las Papilionáceas, espinoso, de corteza amarilla. Sus legumbres son dulces y comestibles (DRAE, 2001) // M. Árbol papilionáceo espinoso de hojas ovales y corteza amarilla, del tamaño y hechura del olivo. Su fruto es una drupa redonda algo dulce que sirve para preparar arrope. Abundaba en la III y IV Región de Chile, donde ha dado origen a diversos topónimos como Cahñar, Chañaral, Chañarcillo y Chañarcito (Morales1987). // Árbol de la familia de las leguminosas. Con sus hojas se hace un preparado de antiasmático, según los usos regionales. Sus flores, en infusión, se usan contra la tos. Su fruto se come hervido o tostado. También se usa para hacer una harina especial. Además, se prepara en arrope. Voz Kunza: tschaynar. Su flor, en Kunza, se llama púchur. (Bahamonde, 1978).

CHAÑAR BLANCO: (1). Derivado de Chañar. Terreno cultivado.

 

CHICHES: (1). (*). Cota. Del quechua chichiy, 'buscar cosas pequeñas’ (DRAE, 2001). Objeto de adorno menudo y primoroso. // Lo que luce pulcro o hermoso. (Morales, 1987). Objetos menudos que se obsequian a los concurrentes en los bautizos y matrimonios, como demostración de gusto y felicidad. Persona elegantemente vestida. Local hermosamente adornado. Según Lafón Quevedo (citado en Márquez, 1956), el pezón del pecho de la mujer que amamanta. Animalejo de río que comen los salvajes del Perú. Granizo menudo

 

CHIFUTE: (1). Cerro. Sin referencias bibliográficas.

 

CHINCHILLA: (1). (*). Loma. De origen aymará. Mamífero roedor, propio de la América Meridional, poco mayor que la ardilla y parecido a ésta, pero con pelaje gris, más claro por el vientre que por el lomo, y de una finura y suavidad extraordinarias. Vive en madrigueras subterráneas, y su piel es muy estimada para forros y guarniciones de vestidos de abrigo (DRAE, 2001). // Mamífero roedor de la familia de los lagostómidos, del cual existen en el norte de Chile dos especies: chinchilla chinchilla y chinchilla lanigera o vellgera (Morales, 1987). Pequeño animalito de valiosa piel que vive en la precordillera andina del Perú, Bolivia, Argentina y Chile, cada vez más escaso y propenso a su extinción. Son domesticables y gratos a la vida familiar. Sus costumbres son nocturnas y cuidan con esmero su limpieza, especialmente su piel, que peinan con curiosa paciencia. Su más cruel enemigo ha sido el hombre que, lejos de conservarlas en criaderos, las ha cazado hasta casi extinguirlas. (Bahamonde, 1978).

 

CHURCO: (1). (*). Quebrada. (Der.: Churque). Del quichua chullcu. Planta oxalídea gigantesca propia de Chile (DRAE, 2001). Es voz de probable origen indígena. (Morales, 1987) // Arbusto común en el norte, ramoso, de flores amarillas y solitarias, que alcanza hasta dos metros de altura (Bahamonde, 1978).

 

 

ELQUI: (1). Río. Del quechua erque. Adj.: 'flaco, enteco, esmirriado'. Se aplica a los niños de muy corta edad. De yrque: "niño llorón que por mamar de madre preñada sale desmembrado, flaco, enfermizo" (Carvajal, 1993).

 

GAUCHO: (1). (*). Quebrada. (Agriornis montana marítima). Mestizo que, en los siglos XVIII y XIX, habitaba la Argentina, el Uruguay y el Río Grande del Sur, en Brasil, era jinete trashumante y diestro en los trabajos ganaderos (DRAE, 2001) // Relativo o perteneciente a la Argentina y, en particular, al campesino de la pampa argentina (Morales, 1987). Etimología: “Monlau aprueba la etimología dada por Diez del francés gauche. El autor Granada dice que deriva de la voz del árabe chaouch, propiamente tropero, en España chaucho. No encuentro esa voz chaucho en tal sentido en ningún diccionario. Lafone indica también, sin aceptar la etimología del quechua caucho, "hechizar". Maspero deriva gaucho de un supuesto "araucano gachu ‑ camarada, amigo". Esta palabra tampoco existe, sino es cachú. En efecto, esta voz por su significado parece un excelente étimo; Febrés dice: cachu o cathù ‑ amigo, camarada; así llaman a sus compañeros de brindis, y así se saludan los pehuenches: marimari cachú y el otro responde lo mismo; cachuln o cachúmn, hacer amigos, pacificar, poner en paz. Hay que saber que los indios actuales llaman a los gauchos cauchu”. (cita textual de Lenz).

 

GUAPE: (2). (*). Cota, lugar. (Procedente de Guapi). Mellizo (DRAE, 2001). Del mapuche wapi, 'isla o recodo limpio'. (Morales, 1987). Etimología: mapuche, (Lenz). // Del mapuche wapi; la isla. Recodo limpio en el monte. (Bahamonde, 1978).

 

GUASCARA: (1). Lugar. Sin referencia bibliográfica.

 

JOTE: (1). (*). Quebrada. (Coragups atratus). Ave rapaz diurna que se alimenta de carroña, de 60 cm de longitud y 145 cm de envergadura, de plumaje negro irisado, cabeza y cuello desprovistos de plumas, de color gris pizarra, cola corta y redondeada y patas grises. Vive desde el este y sur de Estados Unidos hasta el centro de Chile y Argentina. (DRAE, 2001; Morales, 1987). Parece venir de la voz mexicana xotlapech, 'cierto pájaro', Catharte aura jota, y ésta de xóte, 'cojo'. (Carvajal, 1993) // Etimología: Parece que el nombre viene de Antillas o de México. Molina (citado en Lenz) da la voz mejicana xotlapech –cierto paxaro; xotemol, xotepol y varios otros derivados de xote significan ‘cojo’; apiçolt: gula, glotona; apiztli: glotón; de manera que xotlapech parece ser un compuesto que significa el ‘cojo glotón’, nombre muy apropiado para el animal voraz que anda y salta con movimientos extraños. (Lenz) // Ave de unos 60 cms. de longitud, de plumaje negro, de aspecto feo y antipático. Se alimenta exclusivamente de carroña y merodea por los basurales y lugares afines. Su vuelo seguro es de planeo regular, alternados con algunos aleteos. (Bahamonde, 1978).

 

LIMPES: (1). Cota. Del quechua llimpi, 'pintura, color, barniz'. // Nótese que otros dicen, llinphi (Lira, 1944). Llimpo: voz quechua. Colorete. (Llimpi). Caserío de pocos habitantes, departamento de Illapel, al norte del río Choapa y a no larga distancia del pueblo de Salamanca.

 

MAITÉN: (1). (*). Cota. (Maytenus boaria). Del mapuche maghtén que significa árbol chileno, de la familia de las Celastráceas, que crece hasta ocho metros de altura, de hojas dentadas, muy apetecidas por el ganado vacuno, flores monopétalas, en forma de campanilla y de color purpúreo, y madera dura, de color anaranjado (DRAE, 2001). El autor Rodolfo Lenz dice textualmente: “la etimología es mapuche”. El mismo autor hace referencia a otros autores: “Febrés menciona la forma maghtun, el maiten, árbol. También menciona la forma mañtun – el maiten = maghtun. La forma maiten se deriva de mañtun, no de maghtun. La palabra se conserva también en composiciones mapuches, como por ejemplo en los nombres de fundos: Maitenco (agua del Maiten) y Maitenrehue (‘rehue’ del maiten) y Pumaiten (los maitenes). // Maitén se encuentra ubicado al Oeste de la localidad de Quilacahuin en las inmediaciones de la localidad de Chanco en la provincia chilena de Osorno. Maitén es designación del mapadungu maitén, ‘el árbol calestríneo Maitenus boaria’. (Ramírez, 1988).

 

MAQUIS: (1). “Quebrada. Arbusto y árbol muy frecuente en el Centro y Sur de Chile. Las bayas moradas de la misma planta que se comen crudas o se aprovechan para dulces, para hacer chicha llamada ‘treco’ o para teñir de rojo. La corteza de la planta usada para hacer ‘huira’ (sogas) // Comer maqui y cortar (sacar) huira; esta es una expresión proverbial utilizada para decir: sacar dos provechos con una sola acción” (Lenz). Rodolfo Lenz sigue diciendo: “Etimología mapuche”.

 

MATAGUAICO: (1). Quebrada. Del quechua mata, 'división', y wayqu, 'quebrada'. Probablemente, quechua. Podría derivar de mat'a, 'descuartizamiento, división o cortes en cuartos', o de way'ko, ‘quebrada, hondonada, hoyada, cuenca, terreno cóncavo, depresión de tierra’. Rambla, provocada por una torrentera o avenida de devastación que suele bajar de Los Andes arrastrando peñas, lodo, nieve, arena, etc. (Lira, 1944). Esto quiere decir que Mataguaico significaría 'descuartizamiento en la quebrada', o bien, 'destrucción por un torrente' (Carvajal, 1993).

 

MOLLACA: (1). Quebrada. Nombre que se da en las provincias de Atacama y Coquimbo al arbusto que en las demás llaman quilo (Carvajal, 1993).

 

MOLLE: (3). (*). Lugar, cañada, cota. Del quechua mulli. Árbol de mediano tamaño, de la familia de las Anacardiáceas, propio de América Central y Meridional, que tiene hojas fragantes, coriáceas y muy poco dentadas, flores en espigas axilares, más cortas que las hojas, y frutos rojizos. Su corteza y resina se estiman como tonificante nervioso y antiespasmódico. (DRAE, 2001) // Nombre común de dos árboles de la familia de las anardiáceas y cuyas bayas, muy semejantes, se emplean para la chicha de molle, muy apreciada en el pasado por lo aborígenes de Chile y Perú (Morales, 1987). Etimología: quechua. Nombre de un árbol de madera dura. De las pepitas negras de sus frutas se prepara una bebida fermentada (molli ak’a) (Lenz).

 

ÑIPA: (3). Cota, lugar, quebrada. (Der.: Ñipitas). Nombre común de diversos arbustos característicos por su olor intenso o penetrante. (Morales, 1978).Lenz lo tiene como nombre mapuche. Román (1908), en cambio, pensando en la palatización de la n, sostiene que es variante del castellano nipa, planta de la familia de las palmas abundante en las marismas de Oceanía intertropical (DRAE, 2001).// “Despidiendo mal olor. Etimología: es seguramente mapuche, aunque no está en los diccionarios. (Lenz).

 

ÑIPITAS: (1). Derivado de Ñipa. Cota.

 

PAIGUANO: (2). Quebrada, lugar. Probablemente de origen quechua, aunque algunos postulan un étimo mapuche. Del quechua pay (desierto), y wanu, 'estiércol': 'aquel guano' o 'el guano' o 'guanera' (Márquez 1956). Aldea en el valle de Elqui, más arriba de Vicuña y de Rivadivia. Lugar agrícola. (Bahamonde, 1978).

 

PANGUE: (4). (*). Portezuelo, baños, lugar, quebrada. (Gunnera scabra chilensis). Del mapuche panke. Planta acaule, de la familia de las Gunneráceas, con grandes hojas de más de un metro de longitud y cerca de medio de anchura, orbiculares y lobuladas. De su centro nace un bohordo cilíndrico que lleva muchas espigas de flores. El fruto parece una drupa pequeña porque su cáliz se vuelve carnoso, y el rizoma, que es astringente, se usa en medicina y para teñir y curtir. Es frecuente en los lugares pantanosos y a lo largo de los arroyos. (DRAE, 2001). Lenz dice textualmente: “Etimología: mapuche. Brote o renuevo del pangue. Según Fuentes hay ocho fundos de nombre Pangue en el Norte, Centro y Sur de Chile”. // Lugar agrícola en Ovalle, al lado de río Guatulame y próximo a Samo Alto. (Bahamonde, 1978). Planta de hojas grandes. El pecíolo de esta hoja es comestible, recibe el nombre de nalca. La raíz del pangue contiene tanino, se usa como astringente (Tangol, 1976).

 

PARANAO: (3). Cota, quebrada, cordón. Topónimo de origen desconocido.

Paraná, (Senecio cymosus Remy). Planta perteneciente a la familia de las senecióneas. Son plantas generalmente herbáceas, arbustos o árboles de hojas alternas o basales a veces opuestas (Muñoz, 1959).

 

PIGUA: (2). (*). Cota, quebrada. Langosta. (DRAE, 2001).

 

PISCO: (1). (*). Loma. (Der.: Pisco Elqui). Del quechua pisqo, 'el pájaro'. Aguardiente superior de uva moscatel fabricado originariamente en la ciudad del mismo nombre (Perú) y también en varias regiones del norte de Chile, en Elqui especialmente (Morales, 1987).// Del quechua pishku. Pavo. (DRAE, 2001). Etimología: el actual pisco antes se llamaba “aguardiente de Pisco” porque de allí y de Ica venía. La provincia de Ica es fértil y rica en viñedos. El nombre de la ciudad ha llegado a ser genérico no menos que el de Cognac > coñac (Lenz). Alcohol de uva destilado en un alambique por sabias manos campesinas, que le dan una gradación precisa, junto a un buqué de aroma y sabor delicioso. (Bahamonde, 1978).

 

PISCO ELQUI: (1). Derivado de Pisco. Quebrada.

 

PUQUIOS: (2). (*). Cota, quebrada. Del quechua pukiu. Manantial de agua (DRAE, 2001). Vertiente o manantial natural (Morales, 1987). Etimología: quechua. La forma antigua es pukyu: manantial de agua. La metátesis cupio tal vez está bajo contaminación con copa, acopio, cupo de caber (Lenz). // Aldea cerca de Copiapó en la quebrada de Paipote. Lugar de vida prehispánica, junto a unos manantiales que le dieron nombre al lugar. Lugar de vieja minería. (Bahamonde, 1978).

 

QUISCAL: (1). Quebrada. Lugar poblado de quiscos (Morales, 1987). Etimología: quechua (Lenz).

 

TAPIAO: (1). Quebrada. Tapia: cierto árbol frutal (Morínigo, 1968)

 

UCHUMI: (1). Quebrada. Topónimo amerindio de insegura etimología. Si es quechua, de uchuma: salsa de ají para guisos (Lira1944). // Puede ser una voz quechua compuesta por uchu y mi. Uchu: pimiento. Mi: sufijo que tiene por objeto imprimir a la dicción un sentimiento afirmativo (Lira, 1944). // Serranías al interior de Elqui, junto a la aldea de Monte Grande. Fue un antiguo agreste en las alturas del valle. (Bahamonde, 1978).

 

VICUÑA: (1). (*). Lugar. Del quechua vicunna. (Vicugna vicugna). Mamífero rumiante del tamaño del macho cabrío, al cual se asemeja en la configuración general, pero con cuello más largo y erguido, cabeza más redonda y sin cuernos, orejas puntiagudas y derechas y piernas muy largas. Cubre su cuerpo un pelo largo y finísimo de color amarillento rojizo, capaz de admitir todo género de tintes. Vive salvaje en manadas en los Andes del Perú y de Bolivia, y se caza para aprovechar su vellón, que es muy apreciado (DRAE, 2001; Morales, 1987). Pequeña, grata y antigua ciudad en medio del valle de Elqui, al interior de La Serena. Desde antiguo fue el punto de confluencia de las aldeas y pueblos del valle en su vida agrícola: Peralillo, Hierro Viejo, Rivadivia, Altovalsol, El Molle y otras muchas. La fundó, sobre las raíces de un pueblo aborigen, don Joaquín Vicuña, el 22 de febrero de 1821, quien era Intendente de Coquimbo, además de propietario agrícola del valle. (Bahamonde, 1978).

 

YUMBE: (1). Lugar. Topónimo amerindio de origen desconocido. (Licyum humile i salsum).El arbusto // Jume: Corvo. (k'umu). La Bycum humile, planta espinosa, en la provincia de Atacama. // Cacán según Latcham (1937). Pertenece a la flora de la región diaguita.

 

3. Datos estadísticos y clasificación según lengua de origen

 

3.1. Número de topónimos fichados y porcentaje

Número de topónimos fichados

163 topónimos

Topónimos indígenas

Topónimos españoles

57

106

Porcentaje

Topónimos indígenas

Topónimos españoles

34,97%

65,03%

Tabla 1 1

 

Gráfica 1

 

3.2. Clasificación de los topónimos según lengua indígena de origen

 

Topónimos indígenas de Vicuña

 

1

2

3

4

Quechua

15

18

41,60%

33,30%

Mapuche

6

10

16,60%

18,52%

Guaraní

0

0

0,00%

0%

Nahua

0

0

0,00%

0%

Diaguita

0

0

0,00%

0%

Aymara

1

1

2,70%

1,85%

Taino

0

0

0,00%

0%

Desconocido

4

5

11,10%

9,26%

Dudoso

10

20

27,70%

37,04%

 

36

54

100%

100%

Tabla 2

 

1 Entradas léxicas (topónimos) sin repetición

2 Entradas léxicas repetidas

3 Porcentaje de entradas léxicas sin repetición

4 Porcentaje de entradas léxicas repetidas

 

 

 

Gráfica 2

 

Gráfica 3

 

 

 

 

4. Conclusiones

 

Al analizar las tablas y gráficas hasta ahora expuestas, es posible percatarse de que sólo el 35% de los topónimos fichados, algo más de la cuarta parte, pertenecen a lenguas amerindias. 57 topónimos de procedencia indígena frente a los 106 de origen español.

 

La lengua indígena con mayor presencia en nuestro estudio es el Quechua, con un 41,60% de los nombres amerindios de lugares (15 entradas léxicas sin repetición). El porcentaje de topónimos en lengua mapuche es de 16,60% (6 entradas léxicas sin repetición). En cuanto al % de topónimos aymarás hay que decir que es del 2,70%, es decir, sólo un topónimo de los fichados tiene esa procedencia.

 

Es importante mencionar como la presencia de topónimos procedentes de las lenguas guaraní, nahua, diaguita o taino es inexistente.

 

También es necesario percatarse del elevado % de topónimos de origen desconocido o dudoso. La suma de ambos % es de 38,8%, es decir, que de 10 de las entradas léxicas (sin repetición) no podemos señalar su origen concreto, aunque parece claro que proceden de lenguas amerindias.

 

Nuestros datos estadísticos coinciden con los obtenidos en un estudio mucho más amplio realizado por Herman Carvajal Lazo (1993). Dicho estudio fue realizado sobre una zona geográfica mucho más amplia que engloba nuestro pequeño territorio. Ello parece justificar también las pequeñas diferencias que entre ambos análisis encontramos. Por ejemplo, la inexistencia en nuestro trabajo de topónimos procedentes de las lenguas guaraní, nahua, diaguita o taino. La limitación espacial provoca la imposibilidad de encontrar tales topónimos, si bien es cierto que existen algunos de ellos en algunas zonas del Valle de Elqui (Carvajal, 1993).

 

Siguiendo a Carvajal (1993) hay que decir que la mayor presencia de topónimos quechuas tiene su explicación en la costumbre que tenían los incas de denominar en su lengua los lugares que iban conquistando. Algo parecido, aunque no de manera explicita, argumenta Sánchez (1993).

 

La presencia de topónimos mapuches en la zona de Vicuña parece justificarse a partir del movimiento de indígenas hasta esta zona durante la guerra de Arauco. Dicho movimiento se originó para paliar la falta de mano de obra de las encomiendas (Carvajal, 1993).

 

Algo que llama poderosamente la atención es que si la IV Región de Chile fue un lugar habitado por los Diaguitas (Ampuero, 1986), no existen topónimos procedentes de dicha lengua amerindia. Carvajal (1993) lo justifica diciendo que quizás, una hipotética presencia mapuche en la región comentada provocó una mezcolanza racial entre los mapuches y los diaguitas, que conduciría a la desaparición de la lengua diaguita tras el dominio sobre estos de los mapuches.

 

5. Agradecimientos

 

Este trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda pedagógica y personal ofrecida por el profesor y lingüista de la Universidad de La Serena (Chile), Don Herman Carvajal Lazo.

 

6. Bibliografía

 

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