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Revista de estudios filológicos
Nº34 Enero 2018 - ISSN 1577-6921
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EL ARAGONESISMO “TARQUÍN”: PERFIL LEXICOLÓGICO

 

Francisco Gómez Ortín

(Universidad de Murcia)

fgortin@hotmail.com  

 

Fecha de recepción: 13-3-2017 / Fecha de aceptación: 15-12-2017

          

RESUMEN

El propósito de este estudio es analizar la vigencia diacrónico-sincrónica del  vocablo tarquín, de procedencia aragonesa, pero de indiscutible etimología arábiga. Su difusión amplia y exclusiva por el Oriente peninsular lo evidencia de patente orientalismo. Su ausencia de Andalucía occidental y Extremadura explicaría su no existencia en Canarias y  América. A su vez,  su destacada presencia en el Sureste español (Albacete, Alicante, Murcia, Almería, Granada y Jaén) revela un arraigado sustrato medieval aragonés.

 

PALABRAS – CLAVE: Diacronía – Sincronía – Aragonesismo – Orientalismo -  Arabismo – Canarias – América – Andalucía -  Sureste – Murcia – Sustrato aragonés.   

 

ABSTRACT

This study aims to analyse the use both diacronic and syncronic of word tarquín from Aragones dialect, but with Arabic origin. Due to its spreading along the only East of  Iberic peninsula, the word tarquin may be called an Orientalism. Since this analyzed word is unknowm throughout all the Spanish-speaking America, this fact shows that such word never crossed the Atlantic. And besides, the strong presence of tarquín in Southeastern part of Hispanic peninsula proves  the actual existence of a deep Aragones medieval substractum in that area.

 

KEY-WORDS

Diacronic use – Syncronic use – Aragones dialect – Arabic origin – Orientalism  -  Spanish-speaking America -  Southeastern area –   Murcie  – Aragones substractum. 

 

 

 

PREÁMBULO

 

El vocablo tarquín, ‘cieno, lodo, barro, légamo, fango’, es una de las voces que recoge el DRAE sin marca diatópica alguna, si bien su empleo, según mi modesto olfato lexical, es hoy en día asaz restringido a todos los niveles en el habla común peninsular, y totalmente desaparecido en Hispanoamérica, adonde no fue trasplantado tal vez por su lejano origen aragonés. Se trata sin duda de un aragonesismo, fuertemente arraigado en el sustrato murciano, si no es un  mozarabismo oriental. Lo trae M. Moliner, quizás por su origen aragonés. Dada su actual vigencia y difusión, podríamos calificarlo de orientalismo, con más  precisión y acierto.

Cabe distinguir dos conjuntos de Repertorios lexicográficos: unos que SÍ asientan el debatido tarquín, y otros que NO lo aceptan, frente a un tercer grupo neutral de los que NO lo admiten, pero implícitamente SÍ reconocen su existencia.

  

           

        SÍ = LÉXICOS  INCLUYENTES

Sebastián de COVARRUBIAS OROZCO, Tesoro de la lengua castellana o española, 1611: «Tarquín, el cieno que se saca de algún estanque; es nombre arábigo, de Tarquia, limpiadera».         

Lidio NIETO JIMÉNEZ – Manuel ALVAR EZQUERRA: «tarquín. Guadix 1593, tarquín, limus, llaman en latín al lodo a que en España tarquín. Fue tomado desta palabra lamaá, que en arábigo significa lo mesmo, y quitándolo o puniéndole letras lo aconchó y aderezó el latino hasta ponerlo en orden de poder y pasar por la segunda declinacion de sus nombres. // COVARR. 1611 (ut supra). // MINSHEU 1617: angl. mudde of ponds. // FRANCIOS. 1620, tarquín, mota o belletta, cioé il fango che lascia l’acqua. // SAN JOSÉ 1676. tarquín, el cieno que se saca de algún estanque. // STEVENS 1706: tarquín, the mudd that is taken out in cleansing of a pond» (Nuevo Tesoro Lexicográfico del Español (s. XIV, 1726). R. A. E. v. 10. Arco/Libros 2007.

 Esteban de TERREROS (n. Vizcaya), Diccionario Castellano con las Voces de Cienciasy Artes y sus correspondientes en las tres Lenguas Francesa, Latina e Italiana. Su autor el P. Esteban de TERREROS Y PANDO. Tomo tercero. Madrid, MCCLXXXVIII. Imprenta de la Viuda de Ibarra. (=1788): «Tarquín: es aquel cieno o poso que dejan las avenidas o se saca de algún estanque. Fr. Limon, limon noir. Lat. Coenum, limus. It. Fango, limo. El tarquín que se saca en algunas partes o el que dejan las avenidas fecundiza mucho la tierra».- Edición facsímil. Arco/Libros, 1987.

 Juan MONEVA y PUYOL (y colaboradores), Vocabulario de Aragón. Estudio de José Luis Aliaga Jiménez. Zaragoza 2004: «tarquín. Cieno en el fondo del agua estancada. Zaragoza. // Agua muy turbia. Blesa. // Barro negruzco. Ribera de Jalón».- El Vocabulario se presentó al concurso de la RAE en 1924, pero no fue premiado.

 Rafael ANDOLZ, Diccionario Aragonés-Castellano (Zaragoza, 2ª ed. 1984); registra las variantes tarquín, tarquí, tarquil ‘lodo’, localizadas en Huesca (Alquézar, cerca de Barbastro, y Tamarite de Litera), Egea de los Caballeros (Zaragoza) y Calaceite (Teruel).

ALCOVER-MOLL, Diccionari Catalá, Valenciá, Balear: «tarquim. Llot, solatge d’un dipòsit d’aigua o d’un lloc on ha passat una riuada (Tortosa, Paìs Valenciá). cast. tarquín, lodo. Var. form. tarquí; tarkí (Benavarre, Mequinensa)».

 Jerónimo RAMÍREZ XARRIÁ, El Panocho. Vocabulario popular murciano Murcia 1927: «tarquín.  Sedimento u obstáculo formado por lodo y  broza».

 Diego RUIZ MARÍN, Vocabulario de las  Hablas Murcianas. Murcia  2000.- Aduce definiciones de otros vocabularios, como el mío, del Noroeste murciano.

 Joan PIERSON BERENGUER, El Habla de la Almería Oriental en la obra del poeta Sotomayor. Almería 1987: “tarquín”.- El poeta José María Martínez Álvarez de Sotomayor, natural de Cuevas de Almanzora (1880-1947), refleja en su obra el habla  de la franja oriental almeriense o Andalucía murciana.

 Francisco José RUEDA CASSINELLO, Diccionario Almeriense. 2ª ed. Almería, 1991: «tarquín. Barro, lodo, cieno. En las avenidas de las ramblas se entarquinan los bancales con los lodos que traen las aguas; entarquinar. Enlodar, rellenar de cieno o tarquín los bancales después de una avenida de agua». 

 Francisco GÓMEZ ORTÍN, Vocabulario del Noroeste Murciano. Murcia, Edit. Regional, 1991: «tarquín. m. Cieno negruzco que forma costra dura al secarse, légamo. DRAE. DAlm. Del ár. tarkim (DRAE). Orientalismo». – El material léxico se recopiló durante los años 1970-1980.- La mención del Diccionario Almeriense de Rueda Cassinello ha de referirse forzosamente a la primera ed. de 1982.

Patricio MOLINA FERNÁNDEZ, lorquino, Parablero ‘cieno’. Murcia 1991.

Ángel SERRANO BOTELLA,  Diccionario Icue. Habla y  tradiciones cartageneras. Cartagena, 1986, 2ª ed. 1997: «tarquín. Lodo, cieno».

         José María GARCÍA CORBALÁN: Viejas costumbres. Oeste de la Región de Murcia. Murcia, 2002, Amigos del Campo y los Pastores, Los Royos (Caravaca). Vocabulario: «tarquín. Cieno que forma costra dura al secarse».- Posiblemente el autor haya tomado esta definición de mi Vocabulario del NO. Murciano (1991).

 Emilio HERNÁNDEZ CARRIÓN, El Léxico de Jumilla. Murcia, R. Academia Alfonso X, 2004: «tarquín. Lodo que se deposita tras las avenidas de agua. Limo depositado en pozos y aljibes: “Se han quedao las calles llenas de tarquín”».

 Diego MARTÍNEZ DE OJEDA, Diccionario Cartagenero. Cartagena 2006: «tarquín. Cieno, suciedad. En Cartagena cuando llueve,  al barrillo que se forma con el agua de lluvia y la suciedad de las calles, tierra, etc. se le llamaba así».- En pretérito.

 José María RIVES GILABERT, Diccionario Callosino y de la Vega Baja. Callosa de Segura (Alicante), 2007: «tarquín. Lodos malignos que quedaban en los acueductos despues de las tandas de riego».

          Francisco RAMÍREZ MUNUERA,  El Habla del Bajo Guadalentín (Alhama). Alicante, UA,  2016: «tarquín. ‘lodo, cieno’».

 Curiosamente, el banco de datos CORDE recoge tan solo un documento, y este precisamente ubicado en Abarán (Murcia),  aparecido en un texto anónimo: “Les mandemos tarquín y metralla a esos bandidos” (Periódico  de  1933).

En esta caravana de citas, resalta la más antigua y castiza, auténtica joya lexical, que se documenta promediado ya el siglo XIX, si bien su llegada a Murcia se remontará posiblemente al medievo. Nos la brinda  José MARTÍNEZ TORNEL (1845-1916), fundador del Diario de Murcia, que la “mamó de zagalico”, sin duda, en su pedanía natal de Patiño, situada en el cogollo de la Huerta, a un kilómetro de la Catedral: «Tarquín. Lodo, barro. Principalmente se usa para designar el sedimento que dejan las aguas en las inundaciones» (“Palabras y frases murcianas”, en Cantares populares murcianos, coleccionados y clasificados por J. Martínez Tornel. Murcia, Imprenta El Diario de Murcia, 1892, pp. 68-77). Vocabulario final, para explicar las Coplas populares recogidas. Seguro que aparecerá el vocablo tarquín en alguno de los cantares. Dice “inundaciones”, por cierto complejo, en lugar de decir “riá(da)”, más precisa, breve y murciana, perfectamente  derivada de río < lat. rivus. Casualmente ninguno de los autores que hablan del tarquín utilizan el término riada, que es el más  expresivo para el nativo huertano segureño de Murcia y Orihuela, pero el cursi acomplejado prefiere decir avenida de aguas, rechazando el riada, por juzgarlo rústico o vulgar.

 

         REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Capítulo aparte  merece el peculiar tratamiento que la RAE ha dado al vocablo tarquín en su Diccionario  Académico (DRAE), a lo largo de su trisecular historia.

Durante los siglos XVIII y XIX, prevaleció la referencia léxica a ‘cieno’, mientras que en el siglo XX se prefirió el sinónimo occidental ‘légamo’.

He aquí las variadas definiciones en una selección de Diccionarios Académicos Usuales:  (1780) «El cieno que sacan de algún estanque o lago. Coenum, limus, lutum».  (1817) «El cieno que sacan de algún estanque o lago, o dejan las lluvias o arroyos cuando salen de madre. Coenum, limus, lutum». (1884) «Cieno que sacan de un estanque o lago, o dejan las lluvias o arroyos cuando salen de madre». – (1925, 1992 y 2001) «Légamo que las aguas estancadas depositan en el fondo, o las avenidas de un río en los campos que inundan». -Definición literalmente repetida en las restantes ediciones del siglo XX, incluída la 23ª. y última de 2014. Si mi sentido filológico no me engaña, la permanencia de esta palabra en el DRAE se ha debido más bien a pura inercia. Por lo demás, extraña que se quiera explicar tarquín recurriendo a légamo, voz de poco uso y compleja etimología,  en lugar de remitir a los comunes sinónimos ‘cieno’ y ‘lodo’. A su vez, la redacción de las definiciones es  torpe y confusa.

 

   

     NO = VOCABULARIOS EXCLUYENTES

 Advertencia importante y obligada. La falta de la voz tarquín en un determinado vocabulario no significa necesariamente que falte en ese territorio acotado o investigado. Estoy seguro de que en la mayoría de los casos se debe al prejuicio de que el mero registro de tal voz en el DRAE la señala y marca como palabra general del español oficial o normalizado. De ahí, que la presencia o ausencia del tal vocablo estarán supeditadas al criterio personal y subjetivo de cada lexicógrafo.

Falta en Nebrija y otros vocabulistas del siglo XVI.

La presencia en La Mancha es escasa concentrándose en la zona oriental, con notables ausencias, a lo largo de la Cordillera Ibérica (Cuenca, Albacete).

J. FUENTES y PONTE, Murcia que se fue. Lo que olvidóseme. Murcia 1872.

Alberto SEVILLA, Vocabulario Murciano. Murcia, 1ª ed. 1919; 2ª ed. 1990.

Justo Gª.  SORIANO, Vocabulario del Dialecto Murciano. Madrid, RAE, 1932.

          Antonio ALCALÁ VENCESLADA, Vocabulario Andaluz. Madrid, RAE, 1951.

José María IRIBARREN, Vocabulario Navarro. 2ª ed. 1984.

Emilia Gª. COTORRUELO, El Habla de Cartagena. Madrid, RAE, 1959.

Ginés Gª. MARTÍNEZ, El Habla de Cartagena. Murcia, Diputación, 1960.                

J. GUILLÉN GARCÍA, El Habla de Orihuela. Orihuela 1974.

Máximo TORREBLANCA ESPINOSA, El Habla de Villena y su comarca. Alicante, Diputación Provincial, 1976.

José María SOLER GARCÍA, Diccionario Villenero. Villena 1993.

Teudiselo CHACÓN BERRUGA, El Habla de La Roda de La Mancha. Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 1981.

José Luis CALERO LÓPEZ DE AYALA, El Habla de Cuenca y su Serranía. Cuenca, Diputación Provincial, 1981.

 ID.        ID.         ID.,  Léxico Alcarreño Conquense.  Cuenca, Diputación, 1987.

José  SERNA, Cómo habla La Mancha. Diccionario Manchego. Albacete 1983.

María Josefa GARCÍA PAYER, Aproximación dialectal al castellano hablado en la Comarca de Casas Ibáñez. Albacete, Instituto de Estudios Albaceteños, 1998.

Miguel ORTUÑO PALAO – Carmen ORTÍN, Diccionario del Habla de Yecla. Murcia, R. Academia Alfonso X, 1999.

María Dolores CAMACHO MURILLO – Inmaculada MARTÍNEZ DE MIGUEL, Palabrero de Yeste (Albacete). Yeste, Gritos de la Sierra, 2002.

Dolores RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Contribución al estudio del habla en Totana y comarca. Totana (Murcia), Ayuntamiento, 2004.

 José Luis PÉREZ MAESO, Diccionario Torrevejense. Murcia 1990.

Rafael P. MOÑINO, Mil palabras singulares del léxico cojense. Cox  2007.

Renaud RICHAR, Diccionario de Hispanoamericanismos. Madrid  2006.

Academia CANARIA de la Lengua, Diccionario básico de Canarismos. 2010.

Asociación de Academias de la Lengua Española, Diccionario de Americanismos, Lima  2010.

 

NO, pero SÍ:

Alejandro Faustino IDÁÑEZ DE AGUILAR, Vocabulario del Nordeste Andaluz. El Habla de las Sierras de Segura y de Cazorla. Jaén, Diputación, 2001: «tarquinal. Lugar con mucho barro o tarquín (Las Gorgollitas, Arroyo de la Quebrá(da), Santiago-Pontones». «tarquinazo. Barrizal o cascajal que arrastra el agua de una tormenta (Génave, Iruela)».- No tarquín, pero sí los derivados tarquinal y tarquinazo.

J.  COROMINAS – J. A. PASCUAL, DCELC: «tarquín. Cieno de las aguas estancadas, origen incierto. Palabra poco extendida en castellano. Es popular en partes de América (quizá procedente de Andalucía),  a juzgar por el cub. desentarquinar». – No se localiza tarquín ni en Canarias ni en el Diccionario de Americanismos.

Caso extraño ocurre en el Diccionario del Habla de la Provincia de Ciudad Real (2007) obra de Pedro J. del REAL FRANCIA y J. Manuel SÁNCHEZ MIGUEL, que consigna una rara forma: «tarín. (quizá deformación de tarquín ‘lodo’, ‘légamo’) m. Moco (Campo de Criptana). No en DRAE». Y además: “Arabismos llegados a través del aragonés o catalán, teniendo como intermediario el murciano, son: tarín ‘moco’, estarquinao o entarquinao ‘ensuciado, manchado’” (Introducción, p. 22). Los predichos

autores han caído en la consabida trampa de considerar la voz tarquín como propia del lenguaje común español, al verla en el DRAE, sin ninguna etiqueta regional.  

 

       HAZ  DE  ISOGLOSAS (Norte – Sur)

- ARAGÓN: Alquézar y Tamarite de la Litera (Huesca); Egea de los Caballeros (Zaragoza);  Calaceite (Teruel).- Zaragoza, Blesa, Ribera del Jalón.

- ATLAS LINGÜÍSTICO DE ARAGÓN, NAVARRA Y LA RIOJA (= ALEANR):

Mapas 1378 (fango) y 1379 (cieno): tarquín HU 600, 603, etc. – ZA 605, 606 passim – TE 102, 201, 304, 306 predominante tarquín. – CS 300, 301 – VA 100.

- ATLAS LINGÜÍSTICO DE CASTILLA – LA MANCHA (= ALECMAN):

    CU Reillo, Moya (Cuenca) “cieno, tarkín (del estanque)”.

    AB 307 El Bonillo “tarkín”. - AB  312 Paterna del Madera “tarkín”.
- AB 503  Molinicos “cieno, tarkín” -  AB 504  Letur  “tarkín”.

- CATALUÑA – VALENCIA: Ibiza – Tortosa (Tarragona) - Callosa de Segura (Alicante) – Orihuela (Alicante) - Aunque falte tarquín en José Guillén (HOrihuela) y García Soriano (VDMu), puedo certificar su vigencia en el habla oriolana actual.

- Región de MURCIA: Murcia – Cartagena -  Lorca - Alhama (Murcia) – Caravaca – Los Royos (Caravaca) - Cehegín – Bullas – Moratalla – Jumilla.

- ATLAS LINGÜÍSTICO DE ANDALUCÍA (= ALEA): Mapas 904-907 (‘fango, cieno, limo, cíénaga’). El vocablo tarquín arrasa en las tres provincias  murciano-andaluzas (Almería, Jaén y Granada), a diferencia de las otras  cinco provincias (Málaga, Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva), donde falta absolutamente el término.

- ANDALUCÍA: Almería - Cuevas de Almanzora (Almería) – Jaén.     

Un dardo blando al Diccionario del Español Actual, colosal obra (He comprado las dos ediciones, de 1999 y 2011). Si el DRAE admite la voz tarquín  ininterrumpida y sistemáticamente  desde la primerísima edición (1739) hasta la ultimísima (2014), ¿por qué incomprensible inquina lo desecha o desdeña el académico Seco y su equipo, pese a que menciona el derivado entarquinar, evitando registrar el primitivo tarquín, que se ve suplantado por el  extraño sucedáneo céltico légamo/légano? Un recuerdo agradecido al lejano académico D. Lope Hurtado de Mendoza, en quien recayó el encargo de recoger  las palabras comenzadas por la letra T, como tarquín.  

 

CONCLUSIONES:

1ª. Aragón. La palabra tarquín es, sin duda, de origen aragonés, propagada al Este y Sur peninsulares desde la repoblación medieval.

2ª. Canarias. El susodicho término no llegó a las Islas Canarias, trampolín obligado para el paso a Las Indias Occidentales.

3ª. América. Hay que descartar la existencia del vocablo tarquín en el continente americano, es decir, que la palabra tarquín no saltó el Atlántico.

4ª. Andalucía y Extremadura. Se constata que la mayoría de los pasajeros a Indias eran originarios de tales regiones. Al no conocerse en ellas (Andalucía la Baja, sobre todo) el consabido tarquín,  no pudo pasar a Canarias ni a Hispanoamérica.

5ª. Almería, Granada y Jaén. En cambio, en las tres provincias orientales de la llamada “Andalucía murciana”, la voz tarquín se impone absolutamente en todos los puntos encuestados.

6ª. Orientalismo. Así  hay que calificar al término tarquín, pues se extiende por el Oriente peninsular, o sea, las regiones de Aragón, Cataluña, Valencia y el Sureste (Alicante, Murcia, Albacete, Almería, Granada y Jaén).