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Revista de estudios filológicos
Nº31 Junio 2016 - ISSN 1577-6921
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DETALLES DEL LÉXICO MURCIANO (‘COSTALERO’, ‘ABONICO’, ‘MICHIRÓN’ Y ‘JEJA’)

Francisco Javier Gómez Ortín

(Universidad de Murcia)

 

I

 

CONTRIBUCIÓN  AL  VOCABULARIO PASIONARIO. CALA  LEXICAL  SOBRE  LA VOZ  COSTALERO.

 

En la variedad está el gusto, suele decirse. A ese tenor, el filólogo prefiere riqueza de vocablos, cualidad positiva en una lengua, según pensaba Quevedo, “mudar vocablos es limpieza”. El criterio opuesto, o sea, adjudicar un solo término a cada concepto significará precisión lexical del lenguaje, a la vez que conlleva pobreza de vocabulario, rasgo negativo para una lengua. Entre esos dos extremos giran las lenguas.

La tendencia que se advierte en el habla actual, mayormente entre la gente joven, equivale a una actitud de pereza mental frente a la elección de voces alternativas, o sea, pasividad total, neuronas en reposo cero, ante el hecho de tener que optar por una palabra de entre varias (costalero vs. andero y congéneres).

Obsérvese que el DRAE (novísima edición, 2014) registra el vocablo andero como término general para definir la idea de ‘portador de pasos procesionales’. Antaño, tras largas pesquisas, logré allegar una serie de voces con el significado específico de “portador de  andas”. Se los remití a la R. Academia Española. Componen una familia semántica de ocho términos.

Cumple intercalar aquí tal elenco lexicográfico, actualizado, de sustitutos de andero (DRAE, 23ª ed., 2014):

 

1º. andero, a. m. y f. ‘cada una de las personas que llevan en hombros las andas’. Voz que el DRAE presupone ser la general castellana. En la región de Murcia se emplea en varias comarcas periféricas (Noroeste, Jumilla, Lorca), pero no en Murcia capital.  

2º. santero (Córdoba) ‘individuo que lleva las imágenes en Semana Santa’ (V. Andaluz,  no DRAE).

3º. costalero (Sevilla), recogido en el DRAE, And., pero descrito con más precisión en el V. Andaluz  de A. Venceslada: “los que llevan  los pasos de las imágenes, con un costal relleno que se colocan en la cabeza y les cae por la espalda”. Puedo constatar que el oficio y vocablo de costalero se ha difundido vertiginosamente, de unos veinte años acá, en toda España, y más por Andalucía en singular contagio. Así, en Baza (Granada), donde sólo había horquilleros, hoy todos son costaleros.

4º. horquillero (Granada), admitido en el V. Andaluz: “individuo que lleva las andas de una imagen en las procesiones. (Es voz de Granada, donde hay un cuerpo de Caballeros horquilleros de Nuestra Señora de las Angustias)”. También lo trae, como regionalismo sin marca, el Diccionario del Español Actual (1999): ‘hombre que lleva las andas en una procesión’. Falta en el DRAE. Lo ignora Corominas. El término horquillero  se constata varias veces en las Constituciones de la Hermandad de San Francisco de Asís, de Granada (1675).

5º. guizquero (propio de Jaén), registrado en V. Andaluz, no en el DRAE.

6º. pianero (de piana, peana), ‘porteador en los pasos de Semana Santa”, voz privativa de Zaragoza ( Andolz, Diccionario Aragonés). Falta en el DRAE.

7º. estante (ciudad de Murcia). DRAE: “10. Mur. persona que en compañía de otras lleva los pasos en las procesiones de Semana Santa”.

8º. portapasos (ciudad de Cartagena), ‘el que lleva a hombros el paso en Semana Santa’. Sólo en  el cartagenero Diccionario Icue, de Botella Serrano, ’costalero de los tronos de la Semana Santa’. Es evidente el error en esta definición lexicográfica, pues costalero, en su acepción etimológica, es el que va debajo del trono, levantándolo con el hombro, a diferencia del estante murciano o del portapasos cartagenero, que van de pie, en posición erecta, fuera del paso, sosteniendo el trono con un hombro bajo el varal, al igual que el horquillero granadino.

 

LÉXICO PASIONARIO DE ORIHUELA

 

         Nos detenemos ahora en un caso peculiar: el léxico semanasantero de Orihuela. Escudriñando el más completo y clásico vocabulario de El Habla de Orihuela, de José Guillén García (Alicante 1974) y reeditado por Mercedes Abad Merino (Orihuela 1999), solo hallamos dos términos privativos pasionarios: uno, cuadrillero, ya anticuado, y otro, pilar, más moderno o actual, si bien un si es no es obsolescente. El DRAE nunca ha recogido estas dos  acepciones especiales oriolanas.

         “cuadrillero. Persona que antiguamente llevaba a hombros los pasos de Semana Santa” (HOr, p. 259).

         “pilar. El que lleva las andas” (HOr, p. 299).

Constatamos el uso de la particular terminología oriolana de Semana Santa en un aluvión de textos de autoridades en la materia, Antonio Luis Galiano Pérez, Cronista Oficial de la Ciudad, y Mariano Cecilia Espinosa, autores, respectivamente, de dos obras sobre esa temática, Cofradías y otras asociaciones religiosas en Orihuela en la Edad Moderna. (Orihuela 2005), y Historia de la Semana Santa de Orihuela (v. II, Orihuela 2010).

Galiano: “Todas estas procesiones penitenciales, en las que los penitentes acudían como pilares, alumbrantes o flagelantes, vienen a ser la génesis de las actuales procesiones de Semana Santa. En ella se mantienen los dos primeros tipos de penitentes, pilares y alumbrantes, habiendo desaparecido los últimos” (296).- “El 23 de abril de 1797, se reunían en la casa de Loreto los hermanos pilares de la Cruz y de Nuestro Padre Jesús Nazareno. La reunión tenía por objeto el nombramiento de dos pilares por arrabal” (411).

 Cecilia: “Después de la guerra de Sucesión 1712, parece que una de las grandes dificultades para la reorganización de la procesión era la falta de pilares, ya que muchos de los antiguos que tenían devoción para llevar las insignias habían muerto, mientras otros no asistieron a la junta debido a otras causas” (II, p. 23). “La imagen de Nuestro Padre Jesús del Loreto, popularmente conocido como el “ahogado”, portado por 16 pilares vestidos de seda negra” (29). “El consistorio nombraba a los pilares que debían llevar las andas de Nuestra Señora de la Soledad y los sustituía en caso de fallecimiento por otros de la misma clase”. (Nota. AMO. Libro de acuerdos municipales. En 1752, fallecieron los pilares Salvador Miró y Antonio Aráez, y en su lugar se nombraron a los ciudadanos Joseph Balaguer y Joseph Gutierrez (31). – “La presidencia de la procesión suscitó algunos problemas, en 1750, entre la ciudad, los pilares de la Soledad y el Obispo de Orihuela” (32).

Luzón: Remachamos el testimonio exhaustivo de estas dos obras básicas, con el abultado acarreo de citas del franciscano exclaustrado y testigo privilegiado de las procesiones  en el siglo XIX, el célebre P. Fr. Mariano de la Concepción Luzón, ofm, (Noticias de los Libros de Juntas de la V. O. T. desde 1709. Ed. Mariano Cecilia. Orihuela 2007):

  “En junta de 25 de enero de 1772 la obligación de los gremios para sacar perpetuamente la Santa Verónica y San Juan en la procesión de Semana Santa… Como los pilares son 8 y los gremios seis, faltan dos pilares, acostumbran que el que turna cada año ponga tres pilares, y este hace el gasto de la cera de los ocho pilares, cada gremio ha de poner una pareja para alumbrar, que cada gremio la paga. Esta pareja no lleva las imágenes y llevan vesta distinta” (p. 12). “En 18 de Marzo de 1771 el Hermano Ministro hizo presente a la Junta que siendo la Procesión de Viernes Santo privativa de la Orden Tercera, todos los comisarios de Jesús Nazareno deben ser Hermanos terceros: por lo cual suplica a la Junta dispense de esta circunstancia por aquel año a los Pilares que iban a sacar la nueva efigie del Santo Sepulcro; pero cuanto antes tomasen el hábito” (p. 14). “En Junta de 2 de Marzo de 1834, se acordó se les hiciese saber a los pilares de las insignias del Pilar que saliesen todos con vestas negras, según el convenio celebrado el año 1829” ( p. 15). 

Aunque modernamente se emplea poco el término pilar, aún sigue vigente como  léxico específico. Así, lo vemos en este texto del diario La Verdad (ed. Orihuela, 27-4-2013). Viene la foto del  Cristo del Perdón, que procesiona el Lunes Santo, con el pie: “Una de las filas de pilares encargados de llevar sobre sus hombros el peso del Calvario, de la cofradía del Perdón”.

 

APOTEOSIS  DEL  TÉRMINO  COSTALERO

 

Descartadas ya  ambas voces tradicionales, cuadrillero y pilar, por su escaso empleo, ¿cuál es el sinónimo que el público de Orihuela y la Vega Baja utiliza como sustituto de los dos anteriores arcaizantes? No podría ser otro que el universal y arrollador costalero, que ha desbancado en toda la Hispanofonía a todos sus equivalentes, en apenas dos décadas, como lo demuestra el análisis del oficioso Diccionario del Español Actual (1ª ed. 1999, 2ª ed. 2011), monumento lexicográfico debido al esforzado trío de filólogos Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos:

costal. (1b). Pieza de arpillera con una almohadilla, que protege las cervicales de quienes portan  un paso procesional”.

“costalero, ra. m. y f. Persona de las que llevan los pasos de las procesiones de Semana Santa soportando el peso con un costal. // Grosso, Capirote: Las andas del Cristo avanzaban a ciegas a hombros de los costaleros”.

De entrada, hay que rendirse ante el apabullante e irresistible triunfo actual del omnipresente costalero en toda la geografía española, por mor de la presión televisiva principalmente. (Baste un mero detalle: a doña Tele, en el umbral de la Semana Santa, no se le escapa dar el pistoletazo oficioso de salida con el rostro lacrimosa del malagueño Banderas, capataz de costaleros). Añádase a este golpe efectista la ley del menor esfuerzo, que obliga a cercenar sinónimos a troche y moche, reduciéndolos a un escuálido único término.

Por otro lado, examinemos diacrónicamente nuestro caso en el DRAE (Diccionario oficial de la R. Academia de la Lengua), desde su primera edición, o sea, el venerable Diccionario de Autoridades  (1726): “costalero. El mozo del trabajo o ganapán. Es voz usada en Andalucía. Llámase así porque andan con un costal sobre el hombro, como señal de su exercicio”. - ¿Quién podría siquiera imaginar entonces que el humilde costalero sería algún día elevado a la excelsa categoría de ‘portador de pasos o tronos en procesiones’, aplaudido por catervas de turistas?

Hoy en día, es cierto que la lengua cambia a velocidad de misil. Compárense las dos últimas ediciones del DRAE (22ª ed., 2001), que  define así costalero: “And. Esportillero o mozo de cordel, especialmente el que lleva a hombros un paso de una procesión”.- Sin duda alguna, el vocablo pasionario costalero, ha hecho rotundamente fortuna, arrasando a todos los sinónimos de andero, término normalizado o general del DRAE. Por lo demás, las marcas o etiquetas diatópicas tienden a suprimirse del DRAE, en el que solo queda ya estante, Mur.  

 La flamante vigésima tercera (23ª) edición del DRAE (2014), en rápido alarde de actualización, se ha apresurado a poner al día el lema costalero, que estructura en dos acepciones perfectamente diferenciadas: «costalero, ra. m. y f. 1. Persona que carga junto a otras un paso de una procesión. // 2. And. Esportillero o mozo de cuerda».

 Obsérvese cómo se uniforma la distinción entre los que portan un paso dentro o fuera de él, y sobre todo, se reconoce la difusión y aceptación general de la voz costalero, que se impone a andero o a otros términos regionales, a la vez que relega  la anterior acepción andaluza de esportillero a un segundo plano, de uso casi obsoleto.

El genio de la lengua se rige por fuerzas internas o leyes fonéticas y morfosintácticas, y se mueve por impulsos interiores desconocidos, por dos fuerzas divergentes (centrífugas y centrípetas), la primera, unificadora-conservadora y la otra innovadora-diversificadora, es decir: una se aferra al léxico tradicional, la otra porfía por introducir nuevos vocablos, incluso préstamos extranjeros.

En los actuales corresponsales del periódico La Verdad, se detecta un empleo general de costalero: “(Titular) San Andrés sale en procesión a hombros de comparsistas de los Moros y Cristianos. (Foto adjunta, con comparsistas llevando a hombros a San Andrés, patrón de Almoradí). Por primera vez este año, el patrón almoradidense salió en procesión a hombros de comparsistas, puesto que muchos de ellos son a la vez costaleros en distintos pasos de la Semana Santa” (C. M. A., La Verdad, Vega Baja, 2. 12. 15, p. 6).

Francisco Reyes, corresponsal del diario La Verdad, ed. Vega Baja, 20.12. 15, p. 17): “(Titular) Costaleros con comida al hombro. Por segundo año consecutivo el trono titular de los sanjuanistas salió a las calles del centro de Torrevieja para realizar una recogida de alimentos, juguetes… Todo lo recogido tuvo como destinatarios los beneficiarios de Alimentos Solidarios y Caritas Parroquial, que harán buen uso del esfuerzo de los costaleros que ayer cargaron con el trono de San Juan y en vez de sostener el peso de la venerada imagen, lo hicieron con los alrededor de 400 kilos de productos que fueron depositados, así como una buena cantidad de juguetes. El martillo del capataz, Trino Serrano, dirigió a los costaleros de San Juan y  a otros de varias cofradías de la Semana Santa torrevejense”. (La noticia se confirma con la foto de los anderos o costaleros, cargando con sus brazos y manos físicas las varas del trono).

II

 

ABONICO, NO BONICO (A)

 

Al hilo del reciente “zurrío” mediático acerca de voces murcianas, cuya inserción en el DRAE se solicita a la R. Academia de la Lengua, cumple precisar un detalle importante, que nadie explica, sobre el vocablo abonico. Desde el siglo XIX se viene asentando el término abonico en el DRAE, pero al calificarlo como locución adverbial, se registra de esta forma: bonico (a). Y así se viene imitando en la mayoría de repertorios lexicográficos. Esta es la madre del cordero.

Lo que habría que pedirle a la Corporación académica es que,  analizado el caso por expertos gramáticos, se remitiera el sintagma bonico (a) a la unidad léxica abonico, escrita así en la letra A, y consignada con categoría adverbial y significado propio, pues el habla murciana siente la voz abonico como perfectamente soldada o aglutinada, formando un todo la preposición a con el adjetivo bonico.

Aunque el DRAE mantiene el lema bonico (a) incluso en la última edición (2014), sin incluir su paralela abonico, sin embargo el oficioso Diccionario del Español Actual (2011) ha descartado ya la forma bonico (a) y  solo incorpora la forma abonico con marca “regional”, y  cita del yeclano Castillo-Puche. En cuanto a etiquetas, el último DRAE le adjudica a bonico (a) las marcas diatópicas Mur. y Ter., en un orden no muy lógico, dado que se trata de un vigente aragonesismo.

No es de ahora este mi criterio sobre el asentamiento de abonico, pues así aparece registrado en mi trabajo lexicográfico Vocabulario del Noroeste Murciano (Murcia, Edit. Regional, 1991), letra A, p. 21. Aún recuerdo el ejemplo del uso de abonico, que me ponía, en Lorca, el “tío” Simón, el viejo hortelano de nuestro huerto conventual: Dos zagales están jugando a la pelota, echándosela uno al otro. El mayor la echa con más fuerza; y el abuelo le dice “échasela abonico”, o sea, suavemente.

 

III

D E   T A B I L L A   A   M I C H I R Ó N

 

La reciente revolica mediática, que se  ha armado en Murcia en torno a ciertas voces vernáculas, podría calificarse de una tormenta en un vaso de agua. De entrada, el vocablo abonico llevaba presente casi dos siglos en el DRAE, aunque descolocado en lugar inapropiado bajo el lema bonico (a), escondido en la letra B. Sobre paparajote cabe decir que es un término un tanto restringido en el dominio dialectal murciano (por ejemplo, se desconoce en el Noroeste y el Altiplano murcianos y fuera de los linderos de la Región de Murcia, y lo mismo ocurre con cavernera, etc.).

En cambio, nadie ha mentado el murcianismo michirón, que podría alardear de murcianísimo, por difusión y antigüedad. Difícilmente se encontrará otra palabra murciana, que haya sido unánimamente  registrada en todos los vocabularios murcianos sin excepción, como enseguida mostraremos. Para palabras como estas, de identidad tan genuina y acrisolada, sugiero que se acuñe el gentilicio ‘suresteño’ o la marca geográfica surestismo referente al Sureste, puesto que el área del término michirón abarca y sobrepasa toda la actual Región de Murcia, coincidiendo lógicamente con los amplísimos límites del antiguo Reino de Murcia, desaparecido legalmente por el caprichoso Javier de Burgos a mediados del siglo XIX.

(1872, Madrid)  Javier FUENTES Y PONTE: “minchirones. Granos de haba, que durante el verano se venden ya cocidos  por las calles y plazas de Murcia. Esta voz parece derivada del catalán minchar ‘comer’” (Murcia que se fue. Lo que olvidóseme. Madrid 1872, s/v.).

(1919, Murcia) Alberto SEVILLA: “michirón. Haba cocida en agua con sal y pimentón picante. Se usa en plural: michirones”. - “michironada. Porción abundante de michirones” (Vocabulario Murciano. Murcia 1919, s/v.). - Igual se repite  en la 2ª edición (Murcia 1990).

(1927, Murcia) Jerónimo RAMÍREZ XARRIÁ: “michirones o minchirones. Habas cocidas con pimiento picante y sal. En su tiempo, que es la primavera, los michirones constituyen el plato más castizo y deseado de Murcia” (El Panocho. Vocabulario Popular Murciano. Murcia, Tip. Carlos García Martínez, 1927, s/v.).

(1932, Madrid) Justo GARCÍA SORIANO: “michirón. Haba cocida o torrada. Un perro gordo de avellanas y otro de michirones torraos, Orts, o. c. p. 84). – michironada. Comida o merienda abundante de michirones, cocidos con sal, pimienta, laurel y ajos. – minchirón. Lo mismo que michirón” (Vocabulario del Dialecto Murciano. Madrid, RAE, 1932, s/v.).

(1960, Albacete) Antonio QUILIS MORALES: “michirones”. Lo menciona en nota T. Chacón Berruga, en su estudio el Habla de La Roda. (El Habla de Albacete, en RDTrP, t. XVI, 1960, cuad. 4º, pp. 415-442). - V. 1981 La Roda

(1960, Cartagena) Ginés GARCÍA MARTÍNEZ: “minchirones (en el índice, pero remite a) “minchironá. La víspera del día de San Juan se encienden las hogueretas. Al día siguiente se merienda la minchironá: gajos de habas secas (dejaos en arremojo la noche antes), hervidos con algunas patatas enteras sin pelar y con bastantes ñoros y ñoras (‘guindilla, pimiento picante’ y pequeño: ñoro, si es forma alargada y ñora, si es más bien redondeada). También lleva la buena minchironá su miajica chorizo” (El Habla de Cartagena. Murcia, Diputación, 1960, p. 324).   

(1959, Cartagena) No Emilia  GARCÍA  COTORRUELO. Es muy llamativa la falta de michirón en su obra. Pero, no es de extrañar, puesto que ella misma confiesa, en su advertencia preliminar al Vocabulario, que deliberadamente rehusa admitir palabras autóctonas ya registradas: “Recojo aquí palabras que no figuran en los vocabularios murcianos de Gª. Soriano, Sevilla, Ramírez Xarriá, Fuentes y Ponte, ni tampoco en Gª. Martínez” (Estudio sobre el Habla de Cartagena y su Comarca. Madrid, RAE, 1959, 147). - Única excepción de ausencia que confirma la regla.

(1967, Cartagena) Isidoro VALVERDE ÁLVAREZ: “A las habas ya duras se las llama michirones (en el campo minchirones), se cocinan con pimiento picante, chorizo y hueso de jamón” (Cartagena abonico. Cartagena 1967, p. 40).

(1974, Lorca) José María  CASTILLO  NAVARRO: “Tenían que conformarse con un chato de vino, unos michirones” (El cansado sol de septiembre. Barcelona 1974, p. 97).

(1974, Orihuela) José GUILLÉN GARCÍA: “michirón. Haba hervida.- Las habas que se endurecen demasiado se secan para michirones (aperitivo típico de las tabernas de la Huerta, a veces con angún güeso ‘pernil’ y angún piasicochoriso’, y sobre tó con su miajapicante pa llamar el vino)” (s/v.).- nota: “El término michirones o minchirones (más murciano) es occidental. Lo he oído poco en la zona de levante, donde se prefiere “habas hirvías”” (p. 181) (El Habla de Orihuela. Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, 1974. Ed. facs. Orihuela, Caja Rural Central, 1999).

(1980, Bullas) informantes: michi(s). Más o menos por esta década de los ochenta debí recoger en Bullas la forma apocopada michi(s), antes de que irrumpiera la malsana moda de los acortamientos (peli, pelu) Vocabulario del Noroeste Murciano (1991).

(1981, La Roda) Teudiselo CHACÓN BERRUGA: “Son michirones o minchirones las habas cocidas con algo de caldo que se toman como tapas en las tabernas” (El Habla de La Roda de La Mancha. Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 1981, p. 170). - Cita a seis autores como autoridades, Sevilla, Lemus, Gª. Soriano, Fuentes  Ponte, Campo Aguilar y Quilis.

(1983, Albacete) José S. SERNA: “michirón. Minchirón. Úsase más en pl. – minchirón. Cada una de las habas, semillas sin la vaina, que previa cocción se sirven con salsa muy picante en las tascas, excitante para beber, preferentemente vino trullo.” (“minchirones. Habas cocidas, ligeramente caldosas, sabrosas y que encienden la boca debido a su principal condimento, la guindilla. Son ‘tapas’ en algunos bares y merenderos”, Del Campo Aguilar, Pequeño vocabulario de localismos. Albacete 1958”) (Cómo habla La Mancha. Diccionario Manchego. 2ª ed. Albacete 1983).

(1990, Torrevieja) José Luis PÉREZ MAESO: “michirón. Plato característico de Torrevieja, muy recomendado para aperitivos o tapeos. Se prepara a base de habas tardías secas y del mayor tamaño posible, hervidas con pimentón, picantes y hueso de jamón. Se recuerdan las del antiguo bar del “Vera” y las de Paco “el Fea””. – “michironá. Cacerola llena de michirones. Acción y efecto de una gran digestión de michirones” (Diccionario Torrevejense. Torrevieja (Alicante),  1990,  s/v.).

(1991, Murcia NO.)  Francisco  GÓMEZ  ORTÍN: “michirón / minchirón. Grano de haba, generalmente el duro y seco, que se cuece con sal, pimienta, laurel, ajos y chorizo [pimiento picante y hueso de jamón]. Relacionado con minchar ‘comer’ (D. Aragonés, de Andolz). Acaso del mallorquín “menjaró” ‘menjar exquisit’ (DCVB, de Alcover-Moll, Mallorca). También le gusta el boleto, el vino y el michirón (Pericotes, Programa de Fiestas de Moratalla 1977.- General. Confirmación dialectal” – “michironá(da) / minchironá(da). Comida a base de michirones. A. Sevilla, Vocabulario Murciano 2ª ed. No DRAE” (Vocabulario del Noroeste  Murciano. Contribución Lexicográfica al Español de Murcia. Murcia, Editora Regional, 1991, s/v.). -

(1991, Lorca) Patricio MOLINA FERNÁNDEZ: “michirón. (haba cocida). Haba resecá y cocía con menuancias, mu siñalá en nuestra tierra / Si te vas ajuera d’aquí, gorvídate e los michirones. fam. michironá. – sinónimo, minchirón” (Parablero Murciano. Murcia, Ed. Mediterráneo, 1991, s/v.).

(1993, Villena) José Mª. SOLER GARCÍA: “michirones. Habas cocidas” (Diccionario Villenero.  Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, 1993, s/v.).

(1996, Lorca) Antonia IBARRA LARIO: “michirón. Grano de haba generalmente duro y seco, que se cuece con sal, pimienta, laurel, ajos y chorizo” (Materiales para el conocimiento del Habla de Lorca y su Comarca. Murcia, Universidad, 1996. Vocabulario, p. 171).

(1997, Cartagena) Ángel SERRANO BOTELLA: “michirón. Haba desecada.- michironá. Festín en que se comen “michirones” // Olla llena de “michirones” ya cocinados”. – “michirones. Plato típico de la gastronomía cartagenera, elaborado con habas secas, patatas, hueso de jamón, chorizo, tocino, pimentón, guindillas, ajos, laurel y sal. Este plato es de origen castrense”. – “minchirón. Ver michirón” (El Diccionario Icue. Habla, Tradiciones y Costumbres Cartageneras. Cartagena, 2ª ed. 1997. s/v.- 1ª ed. 1986).

(1999, Yecla) Miguel ORTUÑO PALAO – Carmen ORTÍN MARCO: “minchirón. Grano de haba cocida; suele decirse en plural. En Murcia se dice  “michirón”. - Albacete (Maximiliano García Soriano)” (Diccionario del Habla de Yecla. Murcia, R. Academia Alfonso X, 1999, s/v.).

(2000, Murcia) Diego  RUIZ  MARÍN: “michirón. Uno de los más típicos platos de la Huerta. Indicativo del máximo aprovechamiento que el ama de casa huertana debía hacer de los limitados recursos disponibles. En la temporada en que hay habas frescas a  medio madurar o totalmente maduras, se hace con éstas, por obtenerse un sabor más estimable y melosiquio. Las secas se emplean fuera de época, por salir los michirones harinosos en demasía”. – “no allegar a tabilla y presumir de minchirón: ser muy poco y presumir de mucho o de grandezas”.- V. minchirón – “minchirón. Michirón” (Vocabulario de las Hablas Murcianas. Murcia, Consejería de Presidencia, 2000, s/v.).

(2001, Jaén NE.) Alejandro Faustino IDÁÑEZ  DE  AGUILAR: “michirón. fam. Grano seco de las habas (comarca de Segura). Hoy vamos a comer potaje con michirones” (Vocabulario del Nordeste Andaluz. El Habla de las Sierras de Segura y Cazorla. Jaén, Diputación, 2001, s/v.).

(2003, Almería) Antonio  ESCOBEDO  RODRÍGUEZ: “michirones. Habas cocidas con jamón, tocino y picante (Almería, Huércal-Overa y Turre). He almorzao michirones” (Vocabulario Almeriense. Almería, Universidad, 2003, s/v.).

(2004, Jumilla)  Emiliano HERNÁNDEZ CARRIÓN: “minchirones. Plato típico que consiste en guisar granos de habas ya duros o granaos con jamón y chorizo. Ponme un  doble con minchirones” (Palabra de calle. El Léxico de Jumilla. Murcia, R. Academia Alfonso X, 2004, s/v.).

(2005, Totana) Dolores RODRÍGUEZ  RODRÍGUEZ: “Alimentos. Guisos, fritos.  michirón. Habas cocidas con pimiento picante y sal”, p. 78. -  “Vocabulario General. michirón. Habas cocidas con pimienta y sal”,  p. 176 (Contribución al estudio del habla local en Totana y su comarca. Totana (Murcia), Ayuntamiento, 2005).

(2006, Cartagena) Diego MARTÍNEZ  DE  OJEDA: “michironá. Fiesta en la que se consumen muchos michirones”.- minchirones. Michirones. Su elaboración es sencilla: se prepara una olla con habas secas que previamente han estado “a remojo” unas veinticuatro horas. Como se decía, se pone la olla al fuego con las habas remojadas, agua, sal, trozos de tocino de cerdo, chorizo de la tierra, patatas sin pelar, hueso de jamón que no esté “pelao”, es decir, que lleve trozos de jamón, y aderezado con guindilla picante y pimentón” (Diccionario Cartagenero. Cartagena, Ayuntamiento, 2006, s/v.).- Falta la entrada michirón, a la que se remite.

(2007, Callosa de Segura) José María RIVES GILABERT: “michirones. Habas hervidas con chorizo picante. Comida típicamente huertana, pero aquí se usan habas pequeñas, no muy tiesas o duras” (Diccionario Costumbrista Callosino y de la Vega Baja. Callosa de Segura (Alicante), Ayuntamiento, 2007, s/v.).

(2008, Baza, Granada) Francisco GÓMEZ  ORTÍN: “michirón. Haba seca, que se emplea en varias comidas; poco usado” (Habla y Folclore de Baza y Comarca, en Péndulo, revista cultural, Baza 2008, publicado en Filologando. Murcia 2010, p. 129)

(2008, Freila, Granada)  José F. FERNÁNDEZ MESAS: “Michirones. Fruto o semilla de las habas, que preparado en forma de guiso, era la especialidad del Bar de Felipe, hace ya bastantes años” (Diccionario de Freila y Alrededores. Granada, Diputación, 2008).- Equivalencia acústica, m = b.

(2010, Hellín) Internet: “michirones. Hoy me dispongo a hablar de uno de los platos más representativos de la Región de Murcia, la Vega Baja de Alicante y algunos pueblos de la provincia de Albacete, como por ejemplo, Hellín. Los michirones es un plato que se consume generalmente en invierno y en primavera, aunque se pueden comer en cualquier momento del año. Se elabora con habas, chorizo, pimienta, sal, panceta, laurel, pimentón, tocino y un “huesico” de jamón para darle sabor al caldo” (Enrique Lorca Romero).

(2016, Vélez-Blanco) michirones. ‘Habas cocidas’. Información directa (J. D. Lentisco, profesor de la UNED, Almería).

Cerramos este artículo con la explicación de la frase popular que lo encabeza, y que se recogía en nuestro Vocabulario del Noroeste Murciano (hacia 1980) y en el Vocabulario de las Hablas Murcianas (2000), de D. Ruiz Marín. Ese dicho se suele emplear con los verbos “subir o pasarse de tabilla a michirón, no llegar a tabilla y presumir de michirón”, ‘ser muy poco y presumir de ser más grande que todos’.

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(APPENDIX  secreta,  ad  usum  DELPHINI)

 Llama la atención la porfía que se traen cartageneros y murcianos a propósito de los michirones, intentando todos arrimar el ascua a su sardina, o mejor, a su olla de michirones, demostrando que ese plato es  típico de su comarca o terruño, y ellos los más fervientes “michironeros” (otro derivado que también entraría en el DRAE).  No me imagino a persona tan refinada, como el  escritor cartagenero Isidoro Valverde, muy  implicado en “sibariteces michironíticas”. Perdóneseme el entrometimiento. Pero, es que al mencionar a Cartagena, a este murciano de Guadalupe le vibran las fibras más sensibles del corazón, añorando los años infantiles vividos en el barrio de Los Molinos, en la inolvidable calle de Tornamira. A estas alturas, no hará falta sugerirle al Excelentísimo Académico paisano D. Arturo Pérez-Reverte, que interponga su valimiento en pro de michirón, para que pronto sea recibido, en el sagrado del DRAE, vocablo tan sonoro y sabroso, y al fin y a la prepartía, tan murciano como cartagenero.

IV

J E J A,    O R I E N T A L I S M O   M E D I E V A L

 

Preludio

¿Quedará por ventura alguien vivo que recuerde este vocablo en trance de extinción, al que yo rastreé con ahinco por los campos del NOMu en las décadas sesenta/setenta del siglo XX? ¿Cómo no sentir pena por un término que desaparece indefectiblemente? Ya sé que a muchos este vocablo jeja les sonará a norcoreano, más que a chino. Hay que advertir, de antemano, que el significado de jeja, a nivel vulgar, aparece confuso o vacilante entre trigo o cebada, si bien ha de ser una clase de trigo.

El latino Horacio comparaba a las palabras con las hojas de los árboles, que caen en otoño, y se reponen en primavera. El poeta no sentía añoranza por las que desaparecían. Yo, en cambio, creo que las palabras son seres vivos en la boca de personas, y por lo mismo su pérdida ha de provocar tristeza o melancolía, pues hay palabras favoritas o más queridas que otras.

Procedencia

La rarísima voz jeja andaba huidiza por las mesetarias tierras de pan llevar, situadas en las pedanías altas de Cehegin, Caravaca, Moratalla, a la que con suerte logré atrapar. La hallé desvalida en mis pesquisas de campo por la comarca noroccidental de la Región de Murcia, y la escudriñé, documenté y prohijé, incorporándola a mi Vocabulario del Noroeste Murciano, núcleo básico de mi tesis doctoral. Trascribo aquí todo lo que consigno de ella en dicho Léxico dialectal:

(1991) F.  GÓMEZ  ORTÍN: “jeja / geja. Variedad de trigo lampiño, parecido al candeal. Triticum aestivum (J. Dantín Cereceda).- La Enciclopedia Universal Espasa pormenoriza las distintas variedades y subvariedades tanto del candeal como del jeja.- DRAE, Levante: ‘trigo candeal’.- G. Salvador: jeja, ‘desecho, cosa de poco valor’ (Habla de Cúllar-Baza, 1958). - Jesús López Girón: jeja, ‘especie de trigo de mala calidad’ (La vida rural en Casas de los Pinos (Cuenca), 1984).- Del cat. xeixa, y este del lat. sasia.- “Mercados. Precios corrientes: Trigo fuerte, de 55 a 56 reales fanega; Candeal, de 50 a 51 reales fanega; Geja, de 51 a 52 reales fanega” (La Luz de la Comarca, nº 1666. Caravaca, 14-III-1909).- La forma jéjar / géjar aparece en el semanario El Siglo Nuevo. Caravaca (desde 1901 hasta 1914). Se trata de una variante  nunca registrada lexicográficamente, de formación ultracorrecta por simple adición paragógica de una r analógica (desinencia –ar: Béjar,  Huécar, Huéscar,  Alcázar,  etc.).

CORDE: Aquí no aparece nunca la forma jeja, pero sí la grafía antigua xexa. Esta se detecta solamente en tres documentos: 1) “se puede regular en 450 cahices de trigo, 50 de xexa, 200 de cebada, 200 de habas, 120 de judías”, año 1795, Antonio José Cavanilles. 2) “10000 cahices de trigo, 200 de centeno, 600 de xexa, 3500 de cebada y 1500 de avena”, año 1797, A. J. Cavanilles. 3) “de calidad, en particular el candeal, a que llaman xexa. A la cebada, en las tierras muy flojas, se mezclan”, hacia 1806, Gaspar Melchor de Jovellanos.

         ALCOVER-MOLL: “xeixa (dial. occidental y valenciano, seixa): Blat (texto traducido) Trigo de buena calidad que hace la harina blanca y más sabrosa que la del trigo ordinario; cast. trigo candeal.  (documentos, xexa, Barcelona, a.1375; sexa a. 1387; xexa, a. 1596). Alcoi, seixa (x= sh). Xeixa blanca: Su harina no tiene tanta fuerza como la de la Xeixa roja: Su harina tiene mucha fuerza. Xeixa escoada: la que no tiene arista en la espiga. Etimología: incierta, pero prevalece la idea que se trata de una palabra céltica *sasia (Diccionari Català-Valencià-Balear).- Corominas confirma esta etimología celta.

J. COROMINAS – J. A. PASCUAL: “jeja, tomado del cat. xeixa, id. El término castizo en castellano es candeal”. Primera documentación en Terreros (s. XVIII). La Academia admitió el vocablo con la localización “en nuestras provincias de Levante” ya en 1869. De hecho se emplea en Albacete y Murcia (G. Soriano). En catalán lo hallamos en textos de los siglos XIV o XV, y en el Pais Valenciano se conserva una forma seixa que ha de ser la etimológica (de saxum, como Sax)” (Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico). - ¿Cabría la hipótesis de remontarse al mozárabe valenciano?

 

Pervivencia

(1919)  Alberto  SEVILLA: “jeja. Trigo candeal. El que siembra jeja siempre se queja. Refrán popular” (Vocabulario Murciano. Murcia 1919. 2ª ed. 1990)

(1932) J. GARCÍA SORIANO: “*jeja. (En cat. “xeixa”). Trigo candeal (Cieza y N. O. de la región)” (Vocabulario del Dialecto Murciano. Madrid 1932). - El asterisco va ante las palabras, “que aunque consideradas por la Academia como de uso general en Castilla, lo tienen más especial y frecuente en la región murciana” (O. c., CXI).

(1943) A. ZAMORA VICENTE: “jeja. ‘candeal’ (cat. xeixa, mallorq. sesa (shesha), val. eixeixa, aixeixa, usado (Dicc. Acad.) en las provincias de Levante, es también típico de esta región” (“Notas para el estudio del habla albaceteña”, en RFE, v. 27 (1943), p. 249). – La región  se delimita en comarca de Albacete capital (sur), La Gineta (oeste), Tarazona y Madrigueras (norte), Mahora y Vega del Júcar (este).

(1974) José GUILLÉN: “jeja. Especie de cebada que hace la harina muy blanca para amasar” (El Habla de Orihuela y su Comarca. Alicante, 1974). Vocabulario final, s/v. Durante la guerra se sembró una especie de sebá llamada jeja, que venía e la parte ‘Siesa y que hasía la harina más blanca p’amasar”. (O. c., p. 145).- Es curioso cómo fluctúa el concepto de jeja, que a veces es trigo y otras  cebada.

(1976) M. TORREBLANCA: “jeja. (Sax, Villena). Trigo candeal. El DRAE lo recoge “en las provincias de Levante”. Aparece en el noroeste de la región murciana (Soriano; Zamora en Albacete; en Quilis, “trigo de especie distinta a la candeal”). Úsase también en Villar del Arzobispo. En cat.-val. xeixa, id. Catalanismo (DCELC, II, 1045) (Estudio del habla de Villena y su comarca. Alicante 1976, p. 221).

(1981) Teudiselo CHACÓN: “Hay una clase de trigo conocido como jeja, más pequeño que el candeal (con las variedades: jeja rusa, la menuda, y jeja monte, algo más gruesa que la anterior)” (El Habla de La Roda de La Mancha. Albacete, p. 153).

(1983)  José SERNA: “jeja. (Del lat. sasia, que es como debe leerse en Plinio, 18, 141, en vez de asia). En las provincias españolas de Levante, trigo candeal (RAE) (Diccionario Manchego.  2ª. ed. Albacete 1983).

(1993)  J. Mª. SOLER GARCÍA: “JEJA. Trigo candeal. En el DRAE, como propio de Levante” (Diccionario Villenero. Alicante 1993).

 (1996) M. E. MEDINA TORNERO: “Dotó a la finca, que bautizó con el nombre de Jeja – por la gran cantidad que tenía de esta hierba – de regadío, mediante un complicado sistema de túneles para extraer el agua” (Vicente Medina (1866-1937). El poeta y su obra. Murcia 1996, p. 242). - El autor, psicólogo e historiador archenero, parece ignorar lo que es jeja; habla de la finca que V. Medina se compró en Archena en el paraje de secano de los Intes.

(1999) M. ORTUÑO PALAO – C. ORTÍN MARCO: “jeja (del cat. xeixa, y este del lat. sasia). f. Trigo candeal, Triticum aestivum. DRAE, en Levante” (Diccionario del Habla de Yecla. Murcia, R. Academia Alfonso el Sabio, 1999).

         (2000) D. RUIZ MARIN: “jeja. Lev. Trigo candeal. DRAE 21. //Variedad cultivada en Murcia, Cieza y NO de la Región. //Variedad de trigo parecido al candeal, Gómez Ortín (Vocabulario de las Hablas Murcianas. Murcia  2000).

(2001) A. F. IDÁÑEZ DE AGUILAR: “jéjar. Trigo” (Vocabulario del Nordeste Andaluz. El habla de las sierras de Segura y Cazorla. Jaén, 2001). – El mismo fenómeno paragógico se da también en el vulgar Ciézar, por Cieza.

 (2003) Antonio ESCOBEDO: “jeja. f. corzuelo. Porción de granos de trigo que conservan la cascarilla y se separan de los demás cuando se ahecha (Arboleas). Las jejas se las echamos a las gallinas” (Vocabulario Almeriense. Almería, Universidad).

(2004) E. HERNÁNDEZ CARRIÓN: “jeja. Lugar donde la cosecha de cereal es buena y abundante. Por extensión, se dice cuando hay abundancia de algo. Del catalán xeixa, que se traduce por ‘trigo’. Anda que este año sí tienes jeja. Admitida en el DRAE con la acepción del catalán. Recogida en M. M.  D. Yecla” (Léxico de Jumilla, R. Academia Alfonso el Sabio,  2004).

             (2005) Dolores RODRÍGUEZ: “Trigo “jeja”. De grano pequeño y largo. Se siembra en tierra floja”  (Contribución al estudio del habla local en Totana y su comarca. Totana (Murcia), Ayuntamiento, 2005, p. 115).

Internet: “jeja. Trigo candeal, utilizado para hacer pan. Por mucha jeja que acarrés, si no la llevas al horno, es como si no” (El Bienhablao, repertorio de vocablos de La Manchuela, especialmente de Cuenca y Albacete).

 

Ausencia

 

El certificado oficial de defunción de la voz obsoleta jeja lo firma el DRAE, de un plumazo arbitrario y sigiloso, con culpable ignorancia, pues la wikipedia de internet lo trae vivito y coleando y  actualísimo en el plano alimentario. Ha tenido que ser, para más inri, en el Diccionario del Tricentenario (2014), donde se elimine sin contemplaciones a este viejo, pero amicísimo vocablo, arrojándolo al escotillón de la historia. Me temo que como a los Académicos les dé por consultar  internet, se van a llevar un buen chasco al tropezar bastante con jeja, hasta el punto de tener que readmitir en el DRAE al excomulgado, pero reaparecido vocablo.

Asimismo, a remolque del DRAE, en el DEA (2ª ed. 2011), de M. Seco  se ha aprobado triplemente la supresión  de jeja.

 

Revivencia

Cuando esperaba que la inhumada voz jeja, ya casi hediera, mi sorpresa ha sido mayúscula al toparme abundosamente con el redivivo y pimpante término jeja

Información de internet: «El pan de trigo de jeja es más digestivo y contiene más nutrientes que el pan convencional elaborado con trigo moderno.

Según el nutricionista Marc Vergés, su experiencia dilatada en consulta le demuestra que el trigo jeja da muchos menos problemas a los pacientes con problemas para digerir el trigo moderno, pero que no quieren renunciar al placer de comer pan. La razón es que tiene menos cromosomas que las variedades modernas, que han sido seleccionadas para obtener texturas muy plásticas a partir de gluten de tamaño muy grande que el intestino no puede digerir. Nuestro intestino sabe digerir trigos sencillos como la variedad jeja, pero no los supertrigos modernos que desgraciadamente encontramos en cualquier lugar (panaderías convencionales, supermercados, gasolineras).

Montse Reus: El trigo jeja. Esta denominación no hace referencia a una única variedad tradicional, sino a un conjunto con características similares. El agricultor ecológico Josep Mestre nos cuenta cómo un agricultor mayor de su pueblo le habla con nostalgia del trigo jeja que se “sembró durante mucho tiempo, pero tenía poca producción y una caña muy larga. Esto hacía que según el tiempo, la lluvia o el viento, el trigo se tumbara en el suelo y aún fuera menos productivo. Ahora bien, su sabor y aroma es un recuerdo inolvidable.

Por suerte en los últimos tiempos, diferentes agricultores ecológicos están haciendo el esfuerzo de recuperarlo, y panaderos artesanales vuelven a hacer pan como el de antes con esta harina.

Propiedades nutricionales.- La harina que se obtiene con el trigo jeja es dulce y tiene poco gluten (proteína), lo que la convierte en más digestiva y mucho menos alérgeno. Es un trigo que no ha sufrido modificaciones genéticas. Nutricionalmente destaca porque contiene: 1) 80 % de hidratos de carbono, 2) 10 % de fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal, 3) muchos minerales (calcio, hierro, magnesio), 4) vitaminas del grupo B, y 5) vitamina E, antioxidante».

Corolario esquizofrénico: No se acaba de comprender cuál es la valoración real de jeja, si positiva o negativa. Allá se las hayan con sus opiniones contradictorias los expertos  en la materia. Permítaseme que al menos le dedique este elegíaco trabajo lexicológico a mi añorada jeja.

VALEAS, JEJA, SEMPERQUE VIVAS!