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Revista de estudios filológicos
Nº29 Julio 2015 - ISSN 1577-6921
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MAPAS MENTALES y ACTITUDES LINGÜÍSTICAS. EL CASO DEL MURCIANO A TRAVÉS DE LOS TRABAJOS DE CAMPO DE ESTUDIANTES DEL GRADO DE LENGUA Y LITERATURA ESPAÑOLAS DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA[1]

Ana Bravo (coordinador)

(Universidad de Murcia. Facultad de Letras. Departamento de Lengua Española y Lingüística General. Murcia, España)

ana.bravo@um.es

 

 

 

RESUMEN:

Durante el curso 2014-2015 los estudiantes de la asignatura de Variedades Dialectales del Español del Grado de Lengua Española y Literatura de la Universidad de Murcia realizaron un trabajo de campo con el objetivo de conocer las creencias de los hablantes de la región entendida esta en un sentido amplio de Murcia tanto sobre las distintas variedades del murciano como sobre su existencia misma. Este objetivo se consiguió a través de dos procedimientos, característicos de la dialectología perceptiva: los mapas mentales y las encuestas sobre las valoraciones que de las diferentes variedades, en su caso, del murciano, albergan los hablantes. Los resultados de esta investigación se presentan aquí, precedidos de esta breve introducción en la que defino sucintamente la dialectología perceptiva y justifico la oportunidad tanto de llevar a cabo estudios de campo que se enmarquen dentro de este modelo como la utilidad de hacerlo en una asignatura dedicada al estudio de la variación dialectal. Explico asimismo los conceptos de mapa mental, propio de la dialectogía perceptiva, y de actitud lingüística, compartido con  la sociolingüística. En general, más allá de las conclusiones que se hayan podido alcanzar, limitadas por razones evidentes, el interés por publicar estos trabajos radica en mostrar un tipo de trabajo de campo que reúne, a mi entender, numerosas ventajas para los estudiantes tanto universitarios como de enseñanzas medias.

Palabras clave: Mapas mentales; Actitudes lingüísticas; Dialectología; Murciano; Enseñanza universitaria

ABSTRACT: In this contribution I present the term papers authored by the students taking the course Variedades dialectales del español (Geographic Variaties in the Spanish spoken in Spain) during the 2014-2015 academic year. This is an elective course in third year in the grade in Spanish Language and Literature of the University of Murcia and I was the teacher in charge. The main purpose of the research was for the students to discover the hidden attitudes of the speakers of the Murciano, which is the Spanish variety spoken in Murcia, a region in the South-East of Spain. This objective is achieved by means of the framework and the theoretical assumptions of the Perceptual Dialectology, as developed in Preston (1989 and subsequent work), namely the mental maps and the surveys on linguistic attitudes. The papers here published contain the results of this research, which consists primarily in field work, as well as a detailed presentation of the surveys and their items. Before presenting them, I briefly explain the theoretical framework and the methodology. I also defend the academic advantages of a practical research of this sort, for both undergraduate students and students in the high school, and mainly in an area where it is spoken what has been traditionally defined as a dialect. Finally, the Perceptual Dialectology, it is argued, shares with other cognitive approaches to the human language the internalist perspective.

Keywords: Mental maps; Linguistic attitudes; Dialectology; Murciano; Dialectology education

 

 

1 introducción. el giro cognitivista: de la gramática interna a la dialectología perceptiva

1.1 El lenguaje como lengua interna: el modelo generativo

Para la gramática generativa es habitual trabajar con el conocimiento que el hablante tiene de su propia lengua. Para ser exactos, en la medida en la que su objeto de estudio es describir lo que en el modelo actual, el modelo minimista, se denomina sistema computacional del lenguaje humano, computational human system, o lengua interna en las primeras formulaciones, y a este sistema solo se puede acceder a través de la lengua externa,[2] es decir, a partir de las realizaciones particulares de esa lengua por cada hablante, la fuente primaria y única de sus datos son los enunciados de los hablantes. En este momento la reacción lógica de todo lector será de sorpresa, como poco, dado que en principio, no parece posible estudiar el lenguaje pero no estudiar el lenguaje. Sin embargo, lo cierto es que lo ajustada o no que esta aserción esté a la realidad viene dado por las preguntas que cada modelo quiere responder sobre el lenguaje.

Así, es bien sabido que el objeto primario de la sociolingüística no es tanto el estudio de las estructuras gramaticales del lenguaje en sí mismo, por ejemplo, como el análisis de la forma en la que lo social interacciona con el lenguaje (véanse, entre muchas otras, las introducciones de Wardhaugh 2006 y Moreno Fernández 2009).  La sociolingüística, de hecho, en uno de sus enfoques, tiene por objeto hacer explícito el conocimiento, ímplícito, que el hablante tiene de los aspectos sociales del lenguaje, y que se hace manifiesto a través de la forma como lo utiliza pero también en la información misma que el oyente infiere acerca de su interlocutor (Trudgill 2000).  Veré este aspecto con algo más de detalle cuando se aborde la cuestión de las actitudes en el epígrafe 2.

La sociolingüística, entendida en estos términos, si bien trata igualmente de cierto conocimiento que el hablante tiene sobre la lengua, no tiene como objetivo primordial poner de manifiesto o desvelar este conocimiento. Podría más bien afirmarse que lo presupone una vez que ya lo ha descrito y, sobre esta asunción, analiza, entre otras muchas cuestiones, su influencia sobre el uso del lenguaje y, en particular, sus efectos sobre la variación. Así, son numerosos los trabajos que estudian el efecto de la noción de prestigio, que es una noción netamente subjetiva, en la difusión de un cambio, por ejemplo (véase el epígrafe 2, más abajo).

1.2 Una teoría para incorporar las creencias de los hablantes sobre el lenguaje: la dialectología perceptiva

Existe, sin embargo, un enfoque dentro del vastísimo campo de la sociolingüística que me pareció que compartía con el modelo generativo el mismo interés por estudiar el conocimiento que de la lengua tiene el hablante como un fin en sí mismo, aunque también como requisito necesario para entender la relación entre los factores sociales y el lenguaje. Este enfoque se denomina folk-linguistics y aunque de acuerdo con Niedzielski y Preston (1999:2) se debe originariamente a Hoenigswald (1996) son los autores mencionados primeramente, y de forma destacada el segundo, los que lo desarrollan posteriormente. La folk linguistics, lit. lingüística del pueblo o popular, tiene por objeto describir las creencias que los hablantes, el pueblo, tienen sobre la lengua y sobre los hechos lingüísticos (Niedzielski y Preston 1999, Preston 1989, 2004, 2010, y trabajos aquí citados). Estas creencias se manifiestan a través de la forma como tienen de hablar sobre estos hechos lingüísticos los hablantes.

Tómense, como ejemplo, las recientes declaraciones del escritor español Javier Marías en un entrevista publicada en El País con fecha de 16 de febrero de 2015: «Ahora se chapotea en la lengua», así como estas otras, algo más antiguas pero del mismo tenor: «Me rendí ante la inevitable disgregación del español, su deterioro imparable, su cada vez más veloz conversión en un mejunje del que cada cual saca lo que se le antoja y allá se las compongan los oyentes o lectores» (El País Semanal, 22 de septiembre de 2013). Más allá de la opinión que mantiene su autor, lo que interesa recalcar es la conceptualización de la lengua que estas declaraciones revelan. De acuerdo con Preston (2004),[3] los hablantes en efecto parece que conciben la lengua como un objeto externo a ellos mismos, como una realidad platónica que está dotada no solo de una entidad física propia, como lo muestra el hecho de que sea posible «chapotear» en él o se pueda «disgregar», sino también de vida, de modo que puede «deteriorarse», «convertirse» en otra cosa, y hasta desaparecer. Responden a esta misma concepción, producto de la cual la lengua recibe atributos humanos, juicios que califican una lengua como ruda, como hermosa, como perfecta o como imperfecta, o como más musical que otra.

Sin embargo, como bien recuerda Preston (2004), desde el punto de vista científico ninguna de estas propiedades caracteriza a una lengua: las lenguas no se corresponden con objetos físicos y menos aún con objetos perfectamente delimitados del mundo, así como tampoco tienen vida en el sentido de que nacen, se desarrollan, alcanzan un punto álgido y mueren. En términos estrictos, no puede determinarse cuándo nace una lengua (Penny 2000:12-13), precisamente porque no existe una realidad física del mundo exterior que la sustente; de igual modo, tampoco puede afirmarse que exista un punto en su evolución en el que alcanza la máxima perfección y a partir del cual comienza su decadencia, como por otra parte demuestra Aitchison a partir de datos estrictamente lingüísticos en su bien conocida obra al respecto (Aitchison 1991). Y, sin embargo, ahí están, las creencias.

Repárese, por último, en que el término creencia carece por completo, y en contra de lo que pudiera parecer, de cualquier connotación, menos aún negativa: todos los hablantes de una lengua, por el hecho de serlo, albergan estas creencias y la prueba es que las que aquí he recogido a modo de ejemplo son todo menos susceptibles de ser atribuidas a la falta de formación o de educación de su autor, quien, como es de sobra sabido, además de un escritor español de reconocido prestigio es miembro de la Real Academia Española. Curiosamente, los lingüistas no estamos exentos de estas creencias, ni siquiera a la hora de abordar nuestra labor investigadora, como ponen de manifiesto Niedzielski y Preston (1999) y, más recientemente, Milroy (2012) y Escobar (2014), entre muchos otros.

De acuerdo con Preston (2004), cualquier estudio sociolingüístico que se lleve a cabo debe partir de delimitar cuáles son estas creencias, y hacia qué elementos lingüísticos se dirigen, si se quiere que los resultados sean ilustrativos y ayuden a entender la realidad que se está estudiando. Así, si el objeto, según Preston (2004), es conocer la actitud de los hablantes acerca de la lengua estándar, primero se debería conocer cuál es la lengua estándar para los hablantes, una lengua estándar que muchas veces no tiene por qué coincidir con la que el lingüista más liberal puede concebir.[4]  En efecto, por lo que al español respecta, podemos señalar que el empleo del pronombre relativo que junto al posesivo de tercera persona en sustitución por el determinante relativo cuyo, la Real Academia Española lo admite como giro propio del lenguaje oral, si bien al mismo tiempo lo considera poco correcto por ser propio de un lenguaje descuidado, por lo que recomienda evitarlo (RAE-ASALE 2009: § 44.9o). No obstante, es altamente probable que un gran porcentaje de hablantes de esta misma variedad estándar no evalúe negativamente el empleo de esta construcción, e incluso la considere como la única disponible y, por consiguiente, no marcada, lo cual, por otra parte, estaría en consonancia con lo que se sabe ahora mismo acerca de cómo se propagan los cambios (véase Milroy 2012, entre otros).[5]

Esta distancia entre el modo como el lingüista describe los fenómenos lingüísticos de todo tipo y el modo como los perciben los hablantes se manifiesta asimismo en el ámbito de la dialectología en dos dimensiones: por un lado, respecto de las valoraciones que una determinada variedad recibe por parte de los hablantes de otra variedad; por otro, respecto tanto de la distribución diatópica de las distintas variedades como de su existencia misma. A poner de manifiesto este último aspecto ha contribuido decisivamente la dialectología perceptual de Preston (1989 y subsiguientes) a través de dos procedimientos: los mapas mentales y las evaluaciones respecto de las variedades.

Guiada por estos presupuestos, propuse a los estudiantes de la asignatura de Variedades Dialectales del Español del Grado en Lengua y Literatura Españolas de la Universidad de Murcia realizar un estudio que tuviera como finalidad, primero descubrir y después describir las creencias que los hablantes de esta región tienen sobre el murciano. En particular, el objeto era definir tanto las actitudes que sobre el murciano albergan sus hablantes como los conocimientos que estos poseen acerca de la existencia de las distintas variedades y de su localización a lo largo del territorio. Para ello recurrirían a estos dos procedimientos: los mapas mentales y la evaluación de las variedades. Lo que sigue es el resultado de esta investigación de campo. No obstante, antes de presentar los trabajos, cuestión que abordo en el epígrafe 3, recordaré brevemente en el epígrafe 2 los presupuestos teóricos sobre los que se sustentan: el concepto de actitud, el concepto de mapa mental y el concepto de dialecto. En el epígrafe 4 se ofrece, a modo de conclusión, una justificación didáctica de este tipo de actividad práctica.

2 actitudes LINGÜÍSTICAS Y mapas mentales

Un mapa mental es una representación de la percepción de la variación diatópica de los hablantes[6] y se obtiene como resultado de plasmar los hablantes sobre un mapa político mudo, es decir, un mapa en el que solo están marcados los límites administrativos, pero no los nombres de las diferentes regiones, las divisiones areales de la lengua que se habla en esa región que estimen pertinentes. El mapa que se reproduce a continuación está tomado de Preston (2004). Como se puede apreciar, el encuestado ha marcado solo algunas partes del territorio, y ha dejado gran parte del mapa en blanco; además, a cada una de las variedades señaladas le ha atribuido una denominación (Eskimos, Sunny side, Southerns):

MAPA 1. Tomado de Preston (2004)

Como puede comprobarse, existe una absoluta disparidad de criterios a la hora de elegir una designación para estas variedades, puesto que al lado de términos absolutamente objetivos, como eskimos habla de los eskimales, lugar donde se habla la lengua de los eskimales, se encuentran otros como average normal [sic], que sí incluye una valoración, en este caso como variedad neutra.

En otros casos, además de la simple división areal, los mapas mentales, y esto es lo más interesante, tienen por objeto ofrecer información acerca del modo como perciben los hablantes esas variedades. Esta información la pueden proporcionar, o bien de acuerdo con ciertos parámetros que el encuestador proporciona de antemano, o bien de acuerdo con su propias valoraciones. En el siguiente mapa se muestra el resultado del segundo de estos procedimientos, y así las variedades son descritas como bird talk, lit. habla de pájaro, dog talk, lit. habla de perro, o boring midwest, lit. aburrido Oeste medio:

MAPA 2. Tomado de Preston (2004)

 

Este tipo de valoraciones o creencias es lo que, de acuerdo con Preston (2004), subyace a una actitud lingüística dada. Aunque el concepto de actitud lingüística comporta muchos más aspectos de los que aquí puedo siquiera someramente abordar (véanse, por ejemplo, los excelentes resúmenes que aparecen en Blas Arroyo 1999 y, más recientemente, en Hernández Campoy 2004), para los objetivos de esta presentación es suficiente con la descripción que se ofrece  en Preston (2004). Así pues, la actitud lingüística es un comportamiento, o conjunto de ellos, consistente en una reacción de un oyente ante el uso de la lengua por su interlocutor o, para ser más precisos, ante uno o más hechos lingüísticos. Esta reacción puede definirse como una postura crítica, valorativa (Blas Arroyo 1999) de un hablante sobre la pertenencia de su interlocutor a un grupo social determinado así como las creencias que respecto de ese grupo social alberga el oyente. Parece que existe acuerdo entre los sociolingüistas, incluidos los aquí citados, en que los conceptos fundamentales alrededor de los cuales se organizan las creencias, y determinan por tanto las actitudes, son los de corrección y solidaridad grupal. Lo que los estudios, incluidos los mapas mentales, revelan también es que se encuentran en distribución complementaria. En el apartado siguiente explico cómo se ha aplicado este modelo para conocer mejor la realidad lingüística de la región de Murcia.

3 presentación de los trabajos. Los nuevos caminos de la dialectología

3.1 Justificación

Como ya se adelantó, se presentan los trabajos de los estudiantes de la asignatura de Variedades Dialectales del Español, que se imparte en el Grado de Lengua y Literatura Españolas de la Universidad de Murcia, durante el curso académico 2014-2015. Con la realización de estos trabajos se pretendía un doble objetivo. Por un lado, se quería familiarizar a los estudiantes con una dimensión de los estudios dialectológicos que, si bien se aleja de la concepción de tradicional de esta disciplina, a veces todavía mayoritaria entre nosotros, como observan Lipski (2008) y Penny (2008),[7] sin embargo, como se ha tratado de demostrar aquí, tiene la ventaja de ofrecer no solo un conocimiento más completo de la variación lingüística sino también de sus causas, en la medida en la que, como recuerda en Hernández-Campoy (2004: 54)

la salud de una lengua, dialecto, acento, o incluso de una forma lingüística (acentual, gramatical o semántica), depende en gran medida de las actitudes, favorables o desfavorables, que se generan en su contexto social. Su estudio, explicación y medición, además de resultar posible, son, por tanto, esenciales para el desarrollo de nuestro conocimiento del comportamiento sociolingüístico de los hablantes, en tanto que individuos, y de las propias comunidades lingüísticas, en tanto que colectivos

 

 Apunta Lipsky (2008:212) que uno de los problemas de la dialectología geolectal o descriptiva es que no pretende explicar la distribución de los fenómenos que detalla. El efecto que con la realización de estos trabajos se ha buscado es precisamente favorecer el giro desde un enfoque externo y descriptivo de la lengua a uno interno y explicativo.  Por añadidura, debe recordarse, en primer lugar, que la noción de prestigio, y por tanto, de percepción, está íntimamente ligada a la de dialecto, entendido este en términos tradicionales (véase Chambers y Trudgill 1998: 3); por otro, que existen autores que reclaman que las divisiones dialectales tomen en consideración también las percepciones de los hablantes, y no únicamente los datos lingüísticos (véase Bustos Gisbert 1995, entre otros).

Otra de la asunciones sobre la que se sustenta la dialectología tradicional es que los dialectos existen y se corresponden con entidades del mundo extralingüístico, geográficamente delimitadas y generalmente subordinadas a otra superior, la lengua, como también recuerda Otheguy (2008: 226), y Chambers and Trudgill (1998: 12). No obstante, esta concepción es contraria a lo que los lingüistas sabemos sobre las lenguas, por diversos motivos (véase un resumen en Chambers y Trudgill 1998 y Moreno Fernández 2009: 31-50), y hace tiempo que una noción de dialecto, como entidad con existencia independiente y resultado de compartimentar una lengua, se conserva en la dialectología únicamente con una finalidad didáctica. Los trabajos de campo aquí realizados han contribuido, como se esperaba, a hacer manifiesta para los estudiantes la condición de constructo teórico de la noción de dialecto, a la vez que su falta de entidad o de existencia como objeto concreto y delimitado, y menos aún, como una variante desprestigiada y con menor entidad lingüística que la lengua superior de la que depende.

La segunda razón para proponer este trabajo fue permitir profundizar desde un punto de vista teórico en el conocimiento de alguno de los aspectos de la variedad hablada en la región en la que los estudiantes habitan, en este caso, el murciano.

3.2 Metodología

El objetivo del trabajo estaba bien delimitado de antemano: se trataba de evaluar las creencias de los hablantes residentes en Murcia sobre el murciano y sus variedades. No obstante, y como bien apunta Preston (2004), este planteamiento presupone que el hablante conoce las diferentes variedades que los estudiosos hemos señalado para la variedad en cuestión, es capaz de ubicarlas geográficamente y tiene una opinión formada sobre ellas, a pesar de que lo que los mapas mentales lo que revelan es una situación bien distinta. Así pues, al cometido anterior se añadió la tarea de determinar el grado de conocimiento por los hablantes de las posibles divisiones dialectales del murciano a través del correspondiente mapa mental. Por otra parte, si bien existen trabajos generales que abordan esta cuestión (véase Jiménez Cano 2004 y las referencias aquí citadas), no existían, o eso creo, trabajos de campo con cuestionarios y mapas mentales como el que aquí se proponía.

Fuera de esta acotación por mí señalada respecto de los objetivos, los alumnos dispusieron de libertad tanto para determinar el conjunto de actitudes y creencias sobre el que dirigir sus encuestas, es decir, los valores sobre los que preguntarían, como para escoger el tipo de encuesta que emplearían. Como modelos contaron con el trabajo de Preston (2004) y la propuesta para medir las actitudes lingüísticas hecha específicamente para el murciano que aparece en Hernández-Campoy (2004: 47-54). En esta última en particular (Hernández-Campoy 2004) se ofrece una lista bastante exhaustiva del tipo de preguntas que puede contener una encuesta de actitudes lingüísticas sobre una variedad, además de una explicación detallada sobre los tres tipos de encuesta más habituales en los estudios de sociolingüística, a saber, las encuestas que consisten en una escala ordenada, las encuestas que contienen una escala de acuerdo y la encuesta diferencial semántica. Reproduzco a continuación el modelo de encuesta elaborado por Hernández-Campoy (2004: 47-54) para cada uno de estos tipos:

CUADRO 1. Modelo de encuesta con una escala ordenada

FUENTE: Hernández-Campoy 2004

CUADRO 2. Modelo de encuesta con una escala de acuerdo

FUENTE: Hernández-Campoy 2004

CUADRO 3. Modelo de encuesta con una escala diferencial semántica  FUENTE: Hernández-Campoy 2004

 

Sí debo advertir que, en contra de lo que cabría esperar, en estos trabajos no se tuvieron en cuenta las variables sociolingüísticas: edad, sexo, clase social (véase una introducción en Moreno Fernández 1998). Esta ausencia se debe a una razón muy sencilla: estos contenidos no forman parte de la asignatura. Para ser más precisos, se imparten en el 4º curso, por lo que ni se les puede presuponer familiaridad alguna con ellos ni tampoco exigírsela. El trabajo habría resultado también más completo si en los planteamientos iniciales se hubiese incluido el estudio de las actitudes respecto de un fenómeno lingüístico marcado como dialectal, como hace, por ejemplo, Cutillas Espinosa (2004) en su estudio sobre la pronunciación de /s/, /l/ y /r/ en posición final de palabra, pues no en vano, como recuerda Preston (2004), las creencias se dirigen contra un hecho lingüístico determinado, o resultan desencadenas por un hecho lingüístico específico. Las limitaciones tanto de tiempo como del tipo de trabajo de que se trataba explican esta segunda circunstancia.

Una vez que las variables sociolingüísticas no serían tenidas en cuenta, los estudiantes tenían absoluta libertad para escoger a los informantes, libertad que tenía por objeto facilitarles al máximo uno de los aspectos del trabajo de campo que más complicaciones presenta. Fuera de esto, se les pidió que entrevistaran al menos a diez personas. Como ya se ha indicado repetidas veces, dado que la realización de este trabajo responde a fines meramente formativos, conseguir unos resultados representativos no estuvo nunca entre sus objetivos. Finalmente, he de recordar que, por los mismo motivos, las referencias bibliográficas en la mayor parte de ellos se reducen a los dos artículos mencionados: Preston (2004) y Hernández-Campoy (2004).

En cuanto a los resultados, en general los estudios muestran que los hablantes desconocen en un número muy elevado las diferentes variedades del murciano, a pesar de que en los estudios dialectológicos están bien establecidas (Abad Merino 2000 y las obras aquí citadas) por lo que tampoco pueden opinar sobre ellas. Las actitudes y creencias lo son respecto de su propia variedad, y suelen responder a la existencia de un prestigio encubierto. Este resultado confirma la dicotomía ya vista en numerosos trabajos de acuerdo con la cual la valoración a lo largo del eje de la corrección corresponde a la variedad estándar, en este caso el castellano central, pero no el murciano aunque ha habido excepciones-, mientras que las valoraciones que responden a la solidaridad se dirigen hacia la variante dialectal o menos prestigiosa, el murciano. Aunque hay excepciones y matizaciones, como he indicado.

4 conclusión didáctica

El enfoque de la dialectología perceptiva y, en particular, los mapas mentales y las encuestas sobre actitudes lingüísticas, me parecieron un instrumento sumamente adecuado para ser utilizado en las prácticas de la asignatura de Variedades Dialectales del Español por varios motivos. En primer lugar, porque permite realizar un trabajo de campo sencillo y para el cual no es necesario tener una preparación especial, por ejemplo en fonética. En segundo lugar, es útil porque obliga a los estudiantes a manejar conceptos básicos de la dialectología tradicional a la vez que deben incorporar otros planteamientos teóricos. En tercer lugar, y considero este aspecto especialmente positivo, ha tenido como efecto que los estudiantes adquieran conciencia no solo de en qué consiste el trabajo del investigador del lenguaje, sino, y, este es el dato importante, de que como hablantes también poseen creencias.

Como lingüistas han tenido que estudiar un determinado fenómeno para seguidamente, y en la medida de sus posibilidades, analizarlo y explicarlo, pero no juzgarlo, es decir, se han tenido que mantener dentro de los límites que marca la teoría; las actitudes, que interfieren constantemente en su formación como futuros filólogos en su sentido más etimológico, pertenecen en cambio a su dimensión como hablantes de una lengua, y, por lo mismo, son compartidas con otros hablantes de esa misma lengua. Los estudiantes han podido comprobar, así, que la distancia entre lo que el lingüista sabe del lenguaje en tanto que lingüista y lo que sabe como hablante es grande, sobre todo si se trata de cuestiones que por pertenecer al conocimiento compartido inducen a esperar que esta distancia no exista. Los estudiantes, en particular, se han mostrado especialmente sorprendidos de que los encuestados no estuviesen al corriente de las divisiones dialectales propuestas para el murciano. La que se tomó como referencia es la elaborada por Goméz Ortín (2004):

MAPA 3. Divisiones dialectales del murciano según Gómez Ortín 2004 FUENTE: Hernández-Campoy (2004)

 

También creo que un estudio de este tipo es interesante porque, a la vez que ayuda a los estudiantes a tomar conciencia de que deben examinar el lenguaje desde la perspectiva del lingüista, y no del hablante, a saber que deben alejarse de los fenómenos, les permite darse cuenta, por la necesidad misma de tomar distancia, de que el lenguaje es un fenómeno interno al ser humano, dimensión esta no siempre bien transmitida en nuestras carreras, al menos en el área de Lengua. Este tipo de trabajos, por su fundamentación eminentemente cognitiva, contribuyen decisivamente a percibir este giro cognitivista al cual hacía referencia al comienzo de esta presentación y enseñan al estudiante a acercarse a la lengua desde dentro.

Finalmente, y más allá de que esto pueda convertirse en un proyecto más serio en el futuro, lo publicamos ahora con el doble objetivo de permitir profundizar en el conocimiento de las actitudes lingüísticas del murciano y, sobre todo, de que se tome como una propuesta de trabajo que se puede llevar a cabo fácilmente no solo en niveles universitarios, sino también, y esto es lo interesante a mi juicio, en los niveles educativos intermedios, y en la que los estudiantes a la vez que se involucran fácilmente profundizan en su conocimiento de la lengua que se habla en su entorno. Jiménez Cano (2004) sugiere a este respecto las siguientes líneas de actuación generales:  

1) La incorporación de los resultados de los estudios de la variedades lingüísticas murcianas

a las actitudes de defensa de lo vernacular (Carta europea de las lenguas regionales)

2) La dotación de recursos para la formación actitudinal del profesorado.

3) La preparación de materiales formativos.

4) La creación de una institución de normalización lingüística regional

 

Mi planteamiento es más modesto, pero es también un primer paso para formar actitudinalmente a alumnos y profesores, sin olvidar su contribución al desarrollo del currículum académico.

5 LISTADO DE TRABAJOS

         Se ofrece seguidamente en orden alfabético la relación de trabajos junto con el nombre del autor que se publican. Como coordinadora de la actividad hago notar que mi intervención en la edición de los textos ha sido prácticamente nula; antes bien, he preferido respetar la presentación que el autor le ha dado originalmente y no introducir prácticamente ninguna modificación. La razón es porque he estimado que de esta manera se cumplen los objetivos didácticos mejor, pues no hay que olvidar que es una actividad de estudiantes dirigida a otros estudiantes.

TRABAJOS QUE SE INCLUYEN

Actitudes frente a la variedad dialectal, Natalia Mora del Oso.

¿Qué actitud lingüística tienen los estudiantes de la región acerca del murciano?, Nemesio Nicolás López

La actitud del hablante murciano sobre su lengua, Lorenzo Nieto

Actitudes hacia el dialecto murciano, Alberto Roca Blaya

 


 

ACTITUDES FRENTE A LA VARIEDAD DIALECTAL

Natalia Mora Del Oso

(Universidad de Murcia. Facultad de Letras. Grado de Lengua Española y Literatura Españolas. Murcia, España)

 

RESUMEN

Las actitudes, favorables o desfavorables, se generan gracias a las diferentes evaluaciones y autoevaluaciones que realizan los hablantes de las variedades y variantes lingüísticas ajenas y propias. A través de este trabajo lo que queremos es analizar las opiniones de los hablantes para averiguar qué actitud general poseen de las distintas variedades lingüísticas. En concreto, de la variedad hablada en Madrid y sobre todo nos interesa el español hablado en Murcia.    Para ello, partimos de la idea de que los hablantes interpretan los hechos de la lengua de una manera particular, y esta manera no coincide con la de los lingüistas.

 

Palabras clave: Geolecto; Encuestas; Prestigio encubierto; Mujeres; Actitudes, murciano

OBJETIVO

Averiguar las opiniones, y consecuentes actitudes, que tienen los hablantes murcianos —en principio, independientemente de su sexo y edad— con el fin de establecer una explicación, causas, consecuencias, etc.

 

PROCEDIMIENTO

La herramienta para conseguir los datos será un cuestionario/encuesta (sirviéndonos de la ayuda de las nuevas tecnologías: https://www.onlineencuesta.com). Los encuestados no conocerán los objetivos reales de la investigación y participarán de manera voluntaria. Estos, que son tanto madrileños como murcianos, se encuentran dentro de un círculo social cercano a la investigadora, por lo que entendemos que las respuestas obtenidas son en su totalidad ciertas (no habría por qué pensar que tendrían motivos para disimular, ocultar o mentir).

Utilizaremos una escala de nivel ordenada. Las escalas de nivel ordenadas consisten en una serie de preguntas que expresan una gama de opiniones típicas de la teoría lingüística popular (del sociolingüista Dennis Preston, 2004) sobre el objeto de actitud —dialectos—, y respecto de las cuales los informantes han de indicar si están de acuerdo (marcando la casilla ) o en desacuerdo (marcando la casilla NO).

En esta teoría lingüística popular se habla de que, en las creencias populares, la lengua es una realidad extra-cognitiva, externa al individuo y platónica –a diferencia de la visión de los lingüistas. Es decir, partimos de la idea de que los hablantes interpretan los hechos de la lengua de una manera particular, y esta manera no coincide con la de los lingüistas. Según Moreno Fernández (2009):

la forma que tiene un lingüista de concebir la lengua consiste en partir de la realidad concreta del habla y entenderla como parte de las habilidades cognitivas del hablante individual, para llegar, en un proceso de abstracción, a una realidad social construida sobre la similitud de los usos lingüísticos individuales [...]. El proceso de construcción social de la lengua sería, pues, de abajo arriba, de lo individual a lo colectivo.

 

Cuestionario

Datos solicitados

Los encuestados (los participantes son anónimos, puesto que pensamos que nos conviene que ellos se sientan totalmente libres a la hora de responder nuestras preguntas):

·     Edad. (A pesar de no es el objeto de estudio establecer similitudes o diferencias por edades, hemos visto conveniente solicitarla por mera curiosidad de conocer la media de edad de todos los encuestados).

·     Género. 

·     Lugar de nacimiento.

·     Lugar de residencia habitual (a largo plazo).

·     Estudios.

Preguntas

Preguntas sobre consciencia y autoevaluación (sobre qué es un dialecto, sobre la variedad que utilizan, sobre corrección, etc.).

1.   ¿Hablas correctamente?

2.   ¿Crees que podrías hablar mejor?

3.   ¿Hablas un dialecto?

4.   ¿Existe un español "estándar"/normativo?

5.   ¿Crees que donde tú vives se habla español "estándar", entendido como correcto o ejemplar?

6.   ¿Los dialectos son modos especialmente rústicos al hablar respecto del alto grado de cultura alcanzado por la lengua general?

7.   ¿Crees que el dialecto es un modo de hablar subordinado a otro, como el leonés del castellano?

8.   ¿Crees que los dialectos se hablan en porciones de terreno más pequeñas frente al 'español'?

9.   ¿Se pueden establecer límites entre dialectos?

10.                ¿Crees que tu forma de hablar se asemeja a ese español "estándar"/normativo?

11.                ¿Se habla mal donde tú vives en comparación a como se habla en otras provincias?

RESULTADOS

TABLA 1. Resultados (elaboración propia)

ANáLISIS Y CONCLUSIóN

Por un lado tenemos respuestas donde en ambos lugares se da una amplia mayoría y unidad. Por ejemplo, en las respuestas acerca de la existencia de un español “estándar” todos dicen que respecto a si creen que podrían hablar mejor (con más corrección) de lo que hablan actualmente y nadie piensa que hable un dialecto.

Por otro lado, vemos algunas incoherencias en las respuestas de los hablantes murcianos, puesto que: 1) afirman que el español “estándar” sí existe, 2) su forma de hablar se asemeja a ese “español estándar”, 3) ellos dicen que no hablan un dialecto, 4) que hablan correctamente, 5) pero que en su región se habla mal y 6) claramente dicen que no se habla ese español “estándar” en su región.

Frente a las respuestas homogéneas que se dan en Madrid: 1) el español “estándar sí existe”, 2) que su forma de hablar se asemeja a ese “español estándar”, 3) que no hablan un dialecto, 4) que hablan correctamente, 5) que en su zona se habla bien y 6) en cuanto a si se habla el español “estándar” la mitad piensa que sí la otra que no.

En Murcia, la incoherencia se podría dar por dos factores: 1) el prestigio encubierto (que veremos más abajo) y 2) la lealtad –también encubierta- a la comunidad. Esto es, defensa encubierta de la “lengua propia” frente a la “lengua común”. Defensa de lo propio: el regionalismo murciano. Según Moreno Cabrera (2008), se da un tópico que se basa en que el pensamiento nacionalista español está caracterizado por la exaltación de la lengua común y la desacreditación de lengua propia, de la cual, creo yo, los hablantes tenemos en nuestra mente, y los murcianos se defienden subconscientemente.

Debido a esta incoherencia, también he observado las preguntas más heterogéneas de los hablantes murcianos. Por ello, me voy a centrar en señalar las diferentes respuestas entre hombres y mujeres en algunas preguntas sobre corrección y conocimiento sobre los dialectos.

a) ¿Hablas correctamente?; b) ¿Crees que tu forma de hablar se asemeja a ese español "estándar"/normativo?; c) ¿Los dialectos son modos especialmente rústicos al hablar respecto del alto grado de cultura alcanzado por la lengua general?; d) ¿Crees que el dialecto es un modo de hablar subordinado a otro?

En las respuestas a y b se da que hay más hombres que mujeres que dicen que hablan correctamente y que su forma de hablar es más cercana a la normativa. Las mujeres creen que están más lejos de la forma “estándar” y creen que hablan peor.

En las respuestas c y d obtenemos que más mujeres afirman que los dialectos son rústicos y que son un modo de hablar subordinado, y obtenemos más hombres responden negativamente a esas dos preguntas.

Lo lógico o típico para un hablante sería que si autoevalúa su forma de hablar como correcta y más cercana a la “perfecta” -como hacen los hombres-, afirme que los dialectos son rústicos y subordinados a otra habla, es decir, que los dialectos son todo lo contrario y más alejado de su supuesto español “estándar o normativo”.

         Por ello, y aunque no hayamos observado las variables lingüísticas, creo que hemos llegado por otro camino a un caso de prestigio encubierto (en lugar de analizar usos del lengua, analizamos opiniones sobre ella). Para Trudgill, los hombres decían utilizar más formas no estándares de las que en realidad usaban. Aquí, en estas encuestas, nos damos cuenta de que los hombres en realidad también tienen esa predisposición favorable hacia las hablas “no estándares” como vemos con las respuestas de c y d (pues podríamos decir que se admiran, y no se desprestigian), a pesar de que digan que usan la variedad “estándar” o correcta, como vemos en a y b; es decir, los hombres sí señalan cierto apoyo a la diferenciación regional.

Una posible prueba sería a través de la pregunta ¿Crees que podrías hablar mejor? a la que  todos (hombres y mujeres) respondieron que . Esto nos ayudaría a ver el prestigio encubierto en los hombres (esto es, las connotaciones favorables hacia las formas no estándares). Puesto que el hecho de que crean que podrían mejorar su forma de hablar y nos indica que realmente ellos sí que hablan la forma no estándar. En las mujeres no se da esta incongruencia en sus respuestas: la mayoría de ellas ha afirmado antes que no habla correctamente por lo que sí es lógico pensar que podría mejorar.

Sin embargo, y teniendo en cuenta que nuestra muestra de hablantes es muy pequeña, no terminan de ajustarse nuestros resultados de las respuestas de las mujeres con lo que dice Peter Trudgill: las mujeres sobrevaloraban su uso de formas estándares en tests de autoevaluación y las mujeres dicen usar mas formas estándares de las que en realidad usan. Aquí, las mujeres son conscientes de que no hablan correctamente y que su forma de hablar está menos cerca de la estándar, a la vez que afirman que los dialectos son rústicos y subordinados a otras lenguas, dicho de otra manera: no se contradicen en sus opiniones, como les pasa a los hombres.

En este punto, es importante anotar que absolutamente todos los entrevistados tienen estudios, y en concreto, son todos jóvenes. Actualmente, la diferencia de los roles sociales de las mujeres y los hombres no es tan abismal (como en época de, por ejemplo, nuestras abuelas). Desde mi punto de vista, han cambiado los factores biológicos como la maternidad por la capacidad de elegirla o no, los sociales como la diferente integración en la vida laboral, educación de los hijos, etc. y las actitudes sociales y personales -como el prestigio o las actitudes hacia la variedad vernácula o hacia la comunidad- que se manifestaban de una manera diferente en la generación de nuestras abuelas o madres.

Podría ser que debido al cambio (pequeño pero evidente) de una sociedad patriarcal hacia una un poco –muy poco- menos patriarcal, nuestros resultados obtenidos del análisis de las respuestas de las mujeres no se correspondan fielmente con los de Trudgill. 

En conclusión, vemos satisfecho nuestro objetivo de averiguar las actitudes de los hablantes murcianos, y lo resumimos en: a) como dice J.A. Cutillas Espinosa las mujeres tienen una actitud negativa y consciente hacia el geolecto murciano y b) los hombres poseen una actitud positiva y muestran lealtad lingüística a sus raíces, a su geolecto murciano.

 

 

 

 

 


 

¿QUÉ ACTITUD LINGÜÍSTICA TIENEN LOS ESTUDIANTES DE LA REGIÓN ACERCA DEL MURCIANO?

Nemesio Nicolás López

(Universidad de Murcia. Facultad de Letras. Grado en Lengua y Literatura Españolas. Murcia, España)

 

RESUMEN

Con anterioridad la Dialectología no había tenido en cuenta el fenómeno de las actitudes lingüísticas, por lo que su actividad, fundamentalmente, se basaba en el estudio del cambio lingüístico y en el trazado de isoglosas en los mapas. De esta manera, todo quedada resumido en un saber enciclopédico. Ante todo, hay que tener en cuenta que una de las virtudes de la Dialectología es que permite atribuir a cada una de las variantes un estatus etimológico equivalente al de una lengua, lo que ayuda a fomentar la autoestima y la visión de un pueblo. Se observa, por tanto, que el fenómeno de las actitudes lingüísticas sí es importante en este campo. Con esta justificación, es evidente el interés que genera este trabajo: conocer qué actitud poseen los estudiantes de la Región acerca del murciano. La toma de muestra realizada a diez individuos delata, tras la realización directa e indirecta, que un porcentaje elevado de ellos posee una actitud favorable hacia su lengua (o dialecto), frente a un porcentaje menor, que le otorga prioridad a la lengua estándar. En estas cuestiones entran en juego diversos conceptos sociolingüísticos, como es el caso del prestigio, encubierto o descubierto, de los encuestados.

Palabras clave: Dialectología; actitudes lingüísticas; prestigio; mapa mental

ABSTRACT

Previously, Dialectology had not taken into account the phenomenon of language attitudes, so that its activity was based mainly on the study of linguistic change and isoglosses plotting on maps. Thus, all it summarized in an encyclopedic knowledge. First of all, it must be kept in mind that one of the virtues of Dialectology is that it allows to attribute each of the variants an equivalent etymological status to a language’s one, what helps out to build self-esteem and vision of a people. It is noticed, therefore, that phenomenon of language attitudes does is important in this field. With this justification it is clear the interest which this work generates: to know what attitude the Región students have about the murciano. The survey sample performed to ten individuals reveals, after both direct and indirect realization, that a high percentage among them bears a propitious attitude towards the own language (or dialect), before to a lower percentage, which gives priority to the standard language. On these issues come into play several sociolinguistic concepts such as the matter of prestige, either covert or open, of respondents.

 

Keywords: Dialectology; language attitudes; murciano; mental maps; prestige

I.OBJETIVOS

En el presente trabajo se pretende hacer una investigación para conocer las actitudes lingüísticas que los hablantes de la Región tienen del murciano. Para su realización, se empleará la técnica de la encuesta y, posteriormente, se interpretarán los resultados con el fin de extraer unas conclusiones.

II. PROCEDIMIENTO

Como se señaló en el epígrafe anterior, el método empleado para llevar a cabo esta investigación es el de la encuesta. El cuestionario empleado consta de tres partes, a saber: la primera parte consta de dos apartados: el primero está formado por catorce preguntas en las que el entrevistado debe responder, con mayor o menor extensión, cuestiones acerca de su visión del murciano respecto a otras variedades del español, y el  segundo bloque, más limitado en la respuesta, consiste en expresar el grado de conformidad/no conformidad con ocho afirmaciones que se le presentan; en la segunda parte, se presenta un mapa físico de la Región. Con este se animará a los encuestados a que tracen, si lo consideran oportuno, líneas que delimiten las distintas zonas en que se habla diferente en Murcia; por último, en la tercera parte se les presentan a los entrevistados muestras de voz de seis individuos, que hablan español con el objeto de comprobar, si por el acento, son capaces de emitir juicios valorativos acerca de esos hablantes. Por tanto, la recogida de datos se realiza a través del método directo en la primera parte, y a través del método indirecto, en la segunda y tercera.

A la hora de la elección de la muestra se han tenido en cuenta los siguientes parámetros:

A)   Parámetros inherentes:

-Sexo. Se entrevista, por partes iguales, a individuos de sexo masculino y sexo femenino.

-Edad. Se escogen individuos con una edad comprendida entre 20-30 años.

B)   Parámetros adquiridos:

-Nivel de estudios. Se escogen individuos que cursen estudios universitarios.

Por tanto, la entrevista va dirigida a estudiantes universitarios con edades comprendidas entre los 20 y 30 años. Concretamente, se entrevista a cinco chicos y a cinco chicas.

III. CUESTIONARIO PROPIAMENTE DICHO

El cuestionario diseñado para evaluar las actitudes lingüísticas que los estudiantes universitarios tienen del murciano es el siguiente:

CUESTIONARIO PARA EVALUAR LAS ACTITUDES LINGÜÍSTICAS. EL MURCIANO

DATOS DEL ENCUESTADO:

·         Sexo:

·         Edad:

·         Nivel de estudios:

PRIMERA PARTE

Responda a estas cuestiones:

1.   ¿Considera usted que los murcianos hablan bien?

2.   ¿Cree usted que hay personas en España que hablan mejor que los murcianos? En caso afirmativo, diga cuáles.

3.   ¿En qué nota que hablan mejor esas personas?

4.   ¿Le gustaría hablar como esas personas?

5.   ¿Cree que esas personas son más importantes, tienen más prestigio? En caso afirmativo, indique el porqué.

6.   ¿Cree usted que sabe hablar igual que esas personas?

7.   ¿Le parecería bien escuchar a un locutor de radio o presentador de televisión hablando murciano? ¿Por qué?

8.   ¿Crees que las personas que hablan murciano son más simpáticas que las de Madrid, por ejemplo? ¿Y que las de Sevilla?

9.   ¿Considera usted que existen lugares de España en los que se habla peor que en Murcia? En caso afirmativo, diga cuáles.

10.                ¿Considera que en todas las zonas de Murcia se habla igual?

11.                Si respondió con un “NO” a la cuestión anterior, responda a la siguiente: ¿cree usted que se esto se debe a que existen murcianos que hablan mejor que otros?

12.                 Si respondió afirmativamente la cuestión anterior, responda ahora a esta: ¿Qué murciano considera que habla usted normalmente?

13.                Si respondió afirmativamente la cuestión anterior, responda ahora a esta: ¿Qué murciano considera que habla usted normalmente?

14.                Para terminar la primera parte, conteste esta última cuestión: ¿cree usted que las hablas rurales, las del campo, son vulgares?

Ahora exprese su grado de conformidad con estas afirmaciones (si está de acuerdo escriba a continuación “sí”, y si no lo está, “no”):

15.                El murciano, hoy día, vale o sirve para poco.

16.                En lugar de murciano se debería hablar castellano.

17.                El murciano es tan importante como el español.

18.                Es importante que el murciano no se pierda, que se siga hablando.

19.                El murciano no debería hablarse en televisión porque es cosa de gente que no tiene cultura.

20.                La gente con estudios no habla murciano.

21.                El murciano es una forma de hablar propia de ‘la gente del campo’.

 La gente de Murcia capital no habla el murciano como en los pueblos.

SEGUNDA PARTE

A partir del siguiente mapa de la Región, trace o delimite las zonas que considere que se habla diferente. Si lo desea, puede anotar cualquier comentario (o palabra que le venga a la cabeza) que le haya llevado a realizar ese trazado.

https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTn6pUcIylPAmwEAgKGQlatqEgxtGieK32QM-4Ix_0dtszRMxjzYzzW6w

TERCERA PARTE

A continuación, le presentamos unas muestras de voz de cinco individuos. Después de haberlas escuchado, ¿podría dar opinión de los atributos y aptitudes que podrían tener estos hablantes a partir de su voz (por ejemplo: el hablante nº2 parece el más simpático)? En caso afirmativo, señálelos.

IV. RESULTADOS OBTENIDOS

Para comenzar, se muestran en diferentes tablas, numeradas del 1 al 14, los datos obtenidos a través del método directo, esto es, la primera parte de la encuesta.

TABLA 1. Actitudes ante el murciano (I)

TABLA 2. Actitudes ante el murciano (II)

TABLA 3. Actitudes ante el murciano (III)

TABLA 4. Actitudes ante el murciano (IV)

TABLA 5. Actitudes ante el murciano (V)

TABLA 6. Actitudes ante el murciano (VI)

TABLA 7. Actitudes ante el murciano (VII)

TABLA 8. Actitudes ante el murciano (VIII)

TABLA 9. Actitudes ante el murciano (IX)

TABLA 10. Actitudes ante el murciano (X)

TABLA 11. Actitudes ante el murciano (XI)

TABLA 12. Actitudes ante el murciano (XII)

TABLA 13. Actitudes ante el murciano (XIII)

El segundo bloque de la primera parte consistía en presentar al entrevistado siete afirmaciones para que diera su grado de conformidad/no conformidad, respondiendo “sí” o “no”:

TABLA 14. Actitudes ante el murciano (XIV): Grado de conformidad/no conformidad con distintas afirmaciones

En lo que se refiere a la segunda parte, únicamente una encuestada fue capaz de delimitar siete zonas, aunque no totalmente correctas. He aquí, el trazado de su mapa:

El trazado de zonas del resto de los encuestados, se comenta en el siguiente epígrafe de este trabajo.

Por último, nos referiremos a la tercera parte de la encuesta.  En esta se muestran los comentarios que los entrevistados hicieron acerca de las muestras de voz que escucharon. Se propusieron cinco grabaciones de hablantes de español, pero no se especificó a los encuestados la variedad que estos hablaban. La procedencia de los hablantes era  diferente en cada una de las muestras. Así, el primer hablante era de Murcia, el segundo, de León; el tercero, argentino, pero con más de una década residiendo en Murcia; el cuarto, de Vitoria; y el quinto, de Granada. En la tabla que se presenta a continuación aparecen los comentarios valorativos de los entrevistados:

TABLA 15. Comentarios valorativos de los entrevistados sobre unas muestras de voz. Mujeres

TABLA 16. Comentarios valorativos de los entrevistados sobre unas muestras de voz. Hombres

V.ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS. CONCLUSIONES

De la obtención de los resultados de la primera parte, podemos extraer las siguientes conclusiones:

Existe una actitud lingüística más favorable hacia el murciano por parte de las mujeres; la de los varones oscila, aunque el porcentaje de actitud positiva es mayor.

Un 60% en general (hombres y mujeres) afirma que es capaz de hablar la variedad del español estándar. Por tanto, no son conscientes de que deberían aprender primero: tienen una idea jerarquizada de lengua y dialecto. En este aspecto está presente el prestigio manifiesto: al 60% de los hombres les gustaría hablar la variedad estándar, y el 20% de estos considera que las personas que hablan castellano estándar son más importantes y tienen más prestigio. Por su parte el 100% de las mujeres que sienten orgullo de hablar murciano.

Sólo a un 20% por ciento en general le parecería extraño y raro escuchar a un murciano presentando un programa de televisión.

La gran mayoría (el 60%) estima que los murcianos son más simpáticos que los que de Valladolid; por tanto, otorgan una cualidad a las personas por su manera de hablar.

La mayoría de los hombres consideró que sí existen zonas en España en las que se habla peor que en Murcia (el 60%); las mujeres otorgaron la misma dignidad a cualquier variedad del español. Por el contrario, el total de los encuestados consideró que no en todas las zonas de Murcia se habla igual: algunos apuntaron que ellos hablan el murciano correcto (el estándar), y el 40% apuntó que las hablas del campo son vulgares. Para ellos, el murciano correcto es el que se habla en la capital.

En general, la actitud hacia el murciano es positiva: solo el 10% en general consideró que el murciano sirve para poco; sin embargo, el 40% sí le dio mayor importancia al español estándar; solo un 10%, representado por el sexo masculino, no le dio importancia a que el murciano se pierda, y el total de los encuestados negó rotundamente que el murciano sea una lengua de incultura y del campo.

De los diez encuestados, solo dos fueron capaces de señalar –aunque con algún error- las siete zonas de variedades del murciano.

Comentemos el mapa mental de los hombres:

-          El primer entrevistado dividió el mapa de la Región en cuatro zonas: centro, noroeste,  agrupó el este y el noreste y, del mismo modo, el sur y sureste.

-          La división del segundo fue más acertada, pues es el único varón que distingue siete zonas no correctamente delimitadas, pero da a entender que sí conoce las distintas variedades del murciano. Además, en algunos casos incluye comentarios. Por ejemplo, en la zona de Cartagena añade un comentario que reza zonas seseantes.

-          El tercer entrevistado trata de trazar cuatro zonas: señala el centro, el noroeste y el sureste lo deja muy limitado. El resto, lo concibe como una misma zona.

-          El cuarto de ellos apenas hace una delimitación, pero sí señala alguna zona como la del Altiplano. Igualmente, señala Cartagena y añade un comentario  valorativo, que reza seseo inculto.

-          El último divide el mapa de la Murcia en cuatro zonas: El noroeste lo deja muy limitado sin acotar toda su extensión, y el norte y el noroeste lo divide en tres zonas: dos que están influenciadas por otras zonas, la manchega y la de Valencia, y una tercera, que se corresponde con la Sierra del Carche.

Las mujeres, por su parte, establecieron estos comentarios:

-          La primera de ellas estableció cinco zonas: señaló el centro y acotó las fronteras de Murcia con otras regiones, pues, según sus comentarios, en estas zonas, al estar en contacto con otras regiones, se debe hablar diferente al centro.

-          La segunda de las entrevistadas también logró establecer siete zonas, aunque también con algún fallo. Además, añadió comentarios valorativos, que tienen que ver con las aptitudes lingüísticas. Así, por ejemplo, apuntó que los de la capital se creen superiores al resto.

-          La tercera mujer solo supo señalar el centro y el nombre de algún pueblo de Murcia. Afirmó que desconocía el mapa y no quería inventar nada.

-          La siguiente encuestada dividió el mapa de Murcia en cinco zonas, y distinguió hablas. Su mapa mental de la Región quedaba delimitado por las zonas de habla murciana; la zona del habla de la costa; la del habla del noroeste y la del habla de Yecla. A la quinta zona que distinguió no le atribuyó ningún habla.

-          La última entrevistada afirmó de primeras desconocer el mapa de la Región, pero anotó un comentario: Palabras que se me vengan a la cabeza sobre la delimitación diría: Vega Alta, Vega Baja, Huércal- Overa, Lorca

En la última parte de la encuesta, que supone una simulación de los experimentos Matched-guise, salvo dos encuestados, que juzgaron que no eran capaces de emitir juicios, el resto de los entrevistados sí aportó una valoración. Estos comentarios son diferentes dependiendo del encuestado, pero lo que es cierto es que el hablante argentino, residente en Murcia más de una década, resultó el más simpático para la mayoría. Se esperaría, también, que el hablante granadino hubiese tenido una valoración positiva respecto a la simpatía, pero no sucedió así: fue calificado con adjetivos como solemne, aburrido, serio y más lejano. Quizá, esto se deba a que en la grabación de voz el granadino no habló de manera espontánea, sino que lo hizo marcando en exceso las pausas y consiguió, así, alejarse del lenguaje oral y simular el escrito. Este juicio lo realiza el quinto encuestado respecto al hablante número 1 (el murciano) y el quinto (el granadino): Hablantes 1 y 5 entonación diferente, establecen la coma como en la lengua escrita.

Ante todo, lo que queda claro es que el entrevistado proyecta en el modo de hablar del hablante la valoración que este le merece y no siempre es la misma para todos los entrevistados. Del mismo modo, al no conocer la procedencia de estos, no fueron capaces de discriminar los acentos. Salvo en una valoración que una entrevistada hace del hablante número 1 (el murciano): posee un acento muy basto.

Para concluir, se sostiene que la idea principal obtenida de este trabajo es que la actitud lingüística de los estudiantes universitarios de la Región hacia el murciano es positiva, siendo la de las mujeres mucho más favorable que la  de los hombres. Esto puede deberse, en gran medida, a que los hombres poseen un mapa más estructurado de las distintas zonas de la Región.

 


 

 

LA ACTITUD DEL HABLANTE MURCIANO SOBRE SU LENGUA

Lorenzo Moreno Nieto

Universidad de Murcia. Facultad de Letras. Grado en Lengua y Literatura Españolas. Murcia, España.

 

INTRODUCCIÓN

Este trabajo ha sido realizado para ver las actitudes respecto a su dialecto que tiene diez personas de la Región de Murcia y de su zona de influencia (una es de Hellín). Esta labor se ha llevado a cabo a través de varias encuestas. Para ello, no ha habido distinción ni de sexo ni de edad, es decir, atañen a todas las personas comprendidas entre los 20 y 54 años. Esto se ha realizado así para conseguir unos resultados más abarcadores. Tampoco se ha diferenciado el nivel de estudios de los encuestados ya que se le ha preguntado tanto a personas con nivel universitario como personas sin estudios superiores.

 

OBJETIVOS

El objetivo que se pretendía obtener con la escala de nivel de actitud era la concepción que tenían cada uno de los encuestados con la propia lengua que hablaba y más concretamente con el murciano. También se quería obtener la información acerca si el encuestado habla, o cree hablar, dialecto murciano, y acto seguido, si lo considera un habla vulgar y desprestigiada. Hay que recordar que todos los encuestados pertenecen a lo que se considera el territorio del murciano según Hernández-Campoy (2004).

En una primera instancia, se quería obtener un mapa más o menos parecido al presentado en la página www.llenguamaere.com (IMAGEN 1), de ahí el encuestado procedente de la ciudad de Hellín. Ese objetivo se fue diluyendo por otro más personal, el de hacer un mapa propio y contrastarlo con los ya existentes en diferentes publicaciones. Otro dato que se pretendía obtener con el mapa es apreciar si el hablante piensa que existe un dialecto abarcador para toda la región, o en su defecto, uno para cada zona concreta.

IMAGEN 1: Mapa de las variantes del murciano obtenido de www.llenguamaere.com

Con la escala diferencial semántica se quería obtener la concepción subjetiva de cada hablante, en representación de su zona geográfica, que tenía al respecto de otras zonas pertenecientes al dialecto murciano, es decir, la opinión personal de cada encuestado acerca de las otras zonas dialectales del murciano que había marcado previamente en el mapa que se les presentaba.

 

PROCEDIMIENTO

Características de los encuestados

Respecto al procedimiento de selección de los encuestados, esta investigación ha sido realizada de manera aleatoria a diferentes personas de la Región de Murcia y su zona de influencia. Esta elección ha sido llevada a cabo sin distinciones de sexo o edad, como ya se ha dicho con anterioridad. A continuación se presenta una lista de las personas y sus características:

-          Un varón de Cieza de 44 años sin estudios superiores.

-          Una mujer de Murcia de 20 años cursando estudios universitarios.

-          Un varón de San Javier de 46 años con estudios medios.

-          Una mujer de Hellín (provincia de Albacete) de 20 años cursando estudios universitarios.

-          Una mujer de Lorca de 22 años cursando estudios universitarios.

-          Un varón de Cartagena (ciudad) de 54 años sin estudios superiores.

-          Una mujer de Fuente Álamo de 20 años cursando estudios universitarios. 

-          Un varón de La Aljorra (pueblo de Cartagena) de 20 años cursando estudios universitarios.

-          Una mujer de Torre Pacheco de 42 años con estudios medios.

-          Un varón de Los Dolores (barrio de Cartagena) de 20 años cursando estudios universitarios.

IMAGEN 2: Lugar de procedencia de los encuestados.

 

CUESTIONARIO

La encuesta con la que ha sido realizada la investigación constaba de dos grandes apartados, que a su vez se componían de secciones:

El primer apartado consta de una sección que es una escala de nivel de actitud (IMAGEN 3), la cual nos ofrece puntuaciones individuales que indican tanto la dirección como la intensidad de la misma en una persona, y después, en un colectivo. Esta, en particular, es una escala de acuerdo de nueve preguntas que consiste en una serie de afirmaciones que expresan una gama de opiniones extremas sobre algo o alguien objeto de actitud.

IMAGEN 3: Escala de nivel de actitud presentada en la encuesta

El segundo apartado consta a su vez de dos secciones. Uno era un mapa (IMAGEN 4) de la Región de Murcia en donde los encuestados debían señalar las zonas en donde consideraban que se hablaba distinto dentro de esta. Y otra era una escala diferencial semántica (IMAGEN 5), la cual sirve para evaluar las relaciones emocionales o subjetivas de los hablantes frente a elementos léxicos con el fin de describir las dimensiones afectivas de los hablantes hacia dichas zonas geográficas.

IMAGEN 4: mapa presentado en la encuesta.

IMAGEN 5: escala diferencial semántica.

 

RESULTADOS

Escala de nivel de actitud

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                        TABLA 1                                                                 TABLA 2

 

                                     TABLA 3                                                                   TABLA 4

 

                                    TABLA 5                                                                     TABLA 6

 

                               TABLA 7                                                                    TABLA 8

 

TABLA 9

 

 

Resultado encuesta del mapa

Nota: Dos de los encuestados no seleccionaron nada en el mapa.

 

IMAGEN 6: Zonas seleccionadas en el mapa

 

 

 

 

 

Escala diferencial semántica

Nota: Debido a la elección de zonas por los encuestados, he hecho una selección de tres grandes áreas.

La gente de Hellín – Tobarra – Altiplano habla:

 

1

2

3

4

5

 

Muy rápido

 

1

4

1

 

Muy lento

Muy cuidado

 

2

3

1

 

Muy descuidado

Muy formal

 

2

4

 

 

Muy informal

De clase alta

 

2

3

1

 

De clase baja

Muy bonito

 

2

4

 

 

Muy feo

Buen español

 

2

4

 

 

Mal español

ENCUESTA 1: Zona de Hellín – Tobarra – Altiplano.

 

La gente de Orihuela – Torrevieja habla:

 

1

2

3

4

5

 

Muy rápido

 

1

2

 

 

Muy lento

Muy cuidado

 

2

 

1

 

Muy descuidado

Muy formal

 

 

2

1

 

Muy informal

De clase alta

 

 

3

 

 

De clase baja

Muy bonito

 

1

1

 

1

Muy feo

Buen español

 

1

1

 

1

Mal español

ENCUESTA 2: Zona de Orihuela - Torrevieja.

 

La gente de la franja andaluza (cercanía de Vélez Rubio) habla:

 

1

2

3

4

5

 

Muy rápido

 

2

 

1

 

Muy lento

Muy cuidado

 

 

2

1

 

Muy descuidado

Muy formal

1

 

 

2

 

Muy informal

De clase alta

 

 

2

1

 

De clase baja

Muy bonito

 

 

1

2

 

Muy feo

Buen español

 

 

3

 

 

Mal español

ENCUESTA 3: Zona de la franja andaluza (cercanía de Vélez Rubio).

ANÁLISIS Y CONCLUSIONES DE LOS RESULTADOS

En la TABLA 1 la explicación que se le puede dar a los resultados obtenidos es que si no hay más porcentaje dentro del “de acuerdo” puede ser por dos motivos: el primero es que asemejen murciano al habla rural y desprestigiada y no se identifiquen con ella, y el segundo es que se asemeje murciano al habla de la capital. Las expectativas que se tenía acerca esta pregunta era que hubiese un mayor porcentaje de “de acuerdo”.

La explicación de la TABLA 2 y TABLA 3 pueden ir juntas por la semejanza que poseen dichas preguntas. La explicación es que  la gente no se plantea si habla bien o mal, aunque también puede haber un “de acuerdo” encubierto, es decir, no quieren aceptar que hablan mal, aunque así lo piensen en el fondo. De nuevo las expectativas no se han cumplido puesto que se esperaban un mayor número de “en desacuerdo”.

En la TABLA 4 hay una clara posición de los encuestados hacia el “desacuerdo” por dos motivos: el hablante sabe que el dialecto murciano sí cumple con las reglas morfosintácticas del español, aunque se incumplan algunas fonológicas (menos importantes), y así se vea reflejado en la encuesta. Y el otro motivo es que desprestigiando su dialecto se cree que se desprestigian ellos mismos, así no dicen que se hable mal aunque sí lo piensen así.

 

La explicación de la TABLA 5 es que los encuestados consideran que no hablan como se podría hablar en otras zonas de España, es decir, sí que se consideran que lo que hablan es un dialecto propio de su tierra.

La TABLA 6 nos dicen que los encuestados opinan que el dialecto que ellos hablan no es idéntico al utilizado por los medios de comunicación.

 

En la TABLA 7, la explicación que le podemos dar es que los hablantes murcianos se ven a sí mismos como infravalorados a los ojos de los demás, aunque para ellos no se consideren propiamente mal hablantes del castellano.

En la TABLA 8, mucha gente tiene en estima su acento y no cree que deba esconderlo, aunque creo que también están un poco falseados los datos porque marcar la casilla de “de acuerdo” en la encuesta no estaría bien visto, es decir, de alguna manera si esconder tu acento sería renunciar a un dialecto que habla el resto de tu región. Las expectativas eran que hubiese más encuestados que marcasen “de acuerdo” en esta pregunta porque se puede apreciar a muchos hablantes murcianos que intentan maquillar su acento pero no pueden debido a que su aparato fonador no está preparado para ello.

 

En la TABLA 9, la pregunta de si el murcian o cada vez se está pareciendo más al español utilizado por los medios de comunicación sigue habiendo una mayoría que piensan que no, aunque hay un 20% que opinan que sí y argumentan que han escuchado a niños en las afueras de colegios de la ciudad de Murcia pronunciando la s en posición implosiva.

Las conclusiones respectivas a las preguntas de la escala de nivel de actitud en general (de la TABLA 1 hasta la TABLA9) son que la gente sí entiende lo que es el murciano y lo considera como su dialecto, pero no sabrían considerar si se habla mal, es decir, no saben la opinión general. Aunque creen que el murciano está desprestigiado a los ojos del resto de los españoles.

Sí consideran que el murciano, el dialecto del español que hablan, cumple las reglas del castellano. Y además creen que no se habla igual que en el resto de España, es decir, hablan un dialecto propio de la región en la que viven (Región de Murcia).

Para finalizar con este apartado de conclusiones de la escala de nivel de actitud, es preciso destacar que hay una mayoría que no tratan de esconder su acento porque lo consideran “feo” cuando hablan con otro español que hable un español más estandarizado. Y hablando del español estándar, no creen que el murciano esté sufriendo una estandarización progresiva debido a la influencia de los medios de comunicación.

Las conclusiones obtenidas en el mapa (IMAGEN 6) serían las siguientes. Según estos resultados, los encuestados, a excepción de dos o personas, no tienen conciencia de que existan distintas zonas del murciano, quitando las zonas de Hellín-Tobarra-Altiplano, Torrevieja-Orihuela y la franja andaluza que son las más seleccionadas por los encuestados. Según este resultado, los hablantes del murciano no tienen conciencia de que exista la clasificación de zonas que hacen en el mapa de la web “Llengua maere” (IMAGEN 1). Hay que destacar que, a excepción de la zona del altiplano, los encuestados entienden el murciano como un ente sin zonas demarcadas dentro de lo que sería la Región de Murcia.

Dos de los encuestados no han seleccionado ninguna zona porque, o consideraban que solo había una clase de murciano, o sabía que sí se hablaba distinto pero no se sabían delimitar las zonas.

Tomando como referencia la escala diferencial semántica (ENCUESTA 1, ENCUESTA 2 y ENCUESTA 3) las conclusiones que podemos destacar son que estos lugares tienen la percepción general de habla de la región a la que pertenecen, es decir, la zona de la franja andaluza se asemeja al habla de Andalucía, la forma de hablar de la zona de Hellín-Tobarra-Altiplano es más parecida a la de Castilla-La Mancha y, por último, la zona Torrevieja-Orihuela se parece al habla de la Comunidad Valenciana. Además, unas de las conclusiones más importantes es que estos lugares han sido considerados históricamente como zonas de habla murciana, pero a la vista de los encuestados, es decir, personas de la actualidad, ya no es así.

 

 

 


 

Actitudes hacia el dialecto murciano

Alberto Roca Blaya

(Universidad de Murcia. Facultad de Letras. Grado en Lengua y Literatura Españolas. Murcia, España)

 

RESUMEN

Este trabajo pretende explicitar el conocimiento y las actitudes que los hablantes del dialecto murciano tienen hacia su variedad. Al mismo tiempo se quiere investigar, indirectamente, qué entienden por dialecto nuestros informantes. Para ello se han usado procedimientos típicos de la dialectología perceptiva: los mapas mentales y las escalas de nivel de conformidad. Los informantes fueron seleccionados atendiendo a criterios de procedencia geográfica y de relación continua con hablantes de distintos orígenes regionales. Asimismo se realizó una elección equitativa de encuestados según su sexo y, en menor medida, su edad. Como se puede ver, se pretendió conseguir una muestra representativa de la sociedad murciana, aunque el limitado número de encuestados no puede comprender toda esta. Los resultados de la investigación llevan a pensar en una leve mejora de valoración del dialecto murciano y en la existencia de un prestigio encubierto de los hablantes hacia una variedad que entienden suya.

Palabras clave: Dialectología; actitudes; murciano; prestigio encubierto; mapas mentales.

ABSTRACT

This essay attempts to make explicit the knowledge and the attitude of Murcian dialect’s speakers towards their own variety. At the same time, it studies indirectly the meaning of «dialect» for survey respondents. To that end, some perceptive dialectology’s typical methods have been used, especially mental maps and approval scales. Survey respondents have been selected according to their geographical origin and their relation with other Murcian speakers of different origins. Age and gender criteria have been used too. As can be seen, the objective was reaching a representative sample of Murcian society, even though the limited number of respondents cannot comprise its totality. The results lead to think about a slight improvement of Murcian dialect’s valoration and the existence of an undercover prestige from those speakers that consider Murcian dialect their own variety.

Keywords: Dialectology; attitudes; Murcian dialect; undercover prestige; mental maps.

Objetivos

La finalidad principal del estudio es comprobar la actitud de los informantes acerca de su propia variedad, a saber, el murciano. Se espera de esta que sea negativa pues el prestigio de ella no parece, a priori, evidente. Para ello, se evaluará el conocimiento de dicha variedad y la opinión de los encuestados respecto de ella.

Asimismo, se pretende conocer la concepción de los informantes en cuanto al concepto de dialecto para comprobar, así, si se ha superado la visión tradicional que considera que las variedades dialectales son desviaciones de la norma. Es decir, se quiere saber si los informantes conciben los dialectos como hablas erróneas o vulgares, o bien como estructuras lingüísticas tan válidas como cualquier otra.

 

Procedimiento y cuestionario

Esta primera parte del trabajo tiene una intención básica: conocer, de un lado, la composición de la encuesta de actitudes hacia el dialecto murciano y, de otro, a los informantes que han participado en ella. Se hará, por tanto, un breve análisis de los perfiles de cada uno de los encuestados por individual y en general, así como una división de la encuesta efectuada.

 

Datos sobre los informantes

Diez han sido los informantes o encuestados. Comenzaremos explicando el criterio seguido para su elección. Este ha sido, en un primer momento, geográfico. Se ha intentado encuestar a personas de distintas partes de la región para investigar la relación entre la procedencia y la percepción hacia el dialecto murciano –lo que nos ha proporcionado interesantes aportaciones en algunos casos–. Ahora bien, no solo ha sido este el criterio rector de la selección: una vez se realizó la elección de los enclaves geográficos a encuestar, buscamos informantes con una relación, si no constante, al menos sí frecuente con personas de otras localidades. Con otros murcianos, al fin y al cabo. Así, creímos conveniente la selección de estudiantes universitarios pues en las distintas facultades convergen personas de toda la región. De este modo, se seleccionó a siete estudiantes. Respecto de los otros tres encuestados, comparten un rasgo: sus trabajos –como guía turístico, uno; como funcionarios laborales de una consejería regional, los otros dos– les llevan a recorrer Murcia con una cierta frecuencia. Por tanto, los criterios a seguir han sido tanto el geográfico como el de la relación con otras partes de Murcia.

En cuanto al sexo, seis de los informantes son mujeres y el resto, hombres. La edad oscila entre los diecinueve y los cincuenta y dos años, aunque la mayoría de los encuestados no superan los veinticinco años –el sesenta por ciento es menor de esta edad–. También se ha tenido en cuenta su formación académica: un veinte por ciento ha cursado estudios superiores, un sesenta los está cursando y el veinte restante tiene una formación básica.

Antes de comenzar la encuesta, los informantes rellenaron la siguiente ficha:

Figura 1. Ficha del encuestado

 

Mientras que el encuestador completó la siguiente, solo preguntando directamente al encuestado la primera de las cuestiones, a la que solo el treinta por ciento respondió afirmativamente:

 

Figura 2. Ficha del encuestador

 

Pasamos ahora a detallar el perfil de los encuestados individualmente.

§  El primer encuestado proviene de Calasparra. Es una mujer de 20 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las ciencias sociales. Se considera a sí misma usuaria de un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. Buscó la aprobación de otras personas presentes durante la encuesta. No mostró rasgos dialectales más allá de la distinción de /s/ y /q/ y el yeísmo, comunes en el castellano.

§  El segundo encuestado proviene de Lorca. Es una mujer de 19 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las ciencias sociales. No cree utilizar un dialecto. Durante la encuesta demostró unos conocimientos lingüísticos medios y no intentó corregir su acento. Buscó la aprobación de otras personas presentes. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, yeísmo, abertura de vocales finales por debilitamiento de la consonante final y pérdida de consonantes finales.

§  El tercer encuestado proviene de Bullas. Es una mujer de 19 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las letras. Se considera a sí misma usuaria de un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. Buscó la aprobación de otras personas presentes durante la encuesta. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, yeísmo y abertura de vocales finales por debilitamiento de la consonante final.

§  El cuarto encuestado proviene de La Manga del Mar Menor. Es un hombre de 25 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las letras. No cree utilizar un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta ni mostró rasgos dialectales más allá de la distinción de /s/ y /q/ y el yeísmo, comunes en el castellano.

§  El quinto encuestado proviene de Ceutí. Es un hombre de 50 años sin estudios superiores. Se considera a sí mismo usuario de un dialecto. Durante la encuesta demostró unos conocimientos lingüísticos bajos y no intentó corregir su acento. Buscó la aprobación de otras personas presentes. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, yeísmo, abertura de vocales finales por debilitamiento de la consonante final, debilitamiento de la /d/ intervocálica, neutralización de las líquidas y pérdida de consonantes finales.

§  El sexto encuestado proviene de Caravaca de la Cruz. Es una mujer de 20 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las ciencias sociales. No cree usar un dialecto. Durante la encuesta demostró unos conocimientos lingüísticos altos y no intentó corregir su acento. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, yeísmo, abertura de vocales finales por debilitamiento de la consonante final y pérdida de consonantes finales.

§  El séptimo encuestado proviene de Murcia. Es un hombre de 45 años con estudios superiores en el ámbito de las ciencias sociales. No cree usar un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos altos. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta. No mostró rasgos dialectales más allá de la distinción de /s/ y /q/ y el yeísmo, comunes en el castellano.

§  El octavo informante proviene de Mazarrón. Es una mujer de 21 años con estudios superiores en el ámbito de las letras. No cree usar un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, yeísmo y abertura de vocales finales por debilitamiento de la consonante final.

§  El noveno informante proviene de Jumilla. Es una mujer de 19 años que está cursando estudios superiores en el ámbito de las ciencias sociales. No cree usar un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta. No mostró rasgos dialectales más allá de la distinción de /s/ y /q/ y el yeísmo, comunes en el castellano.

§  El décimo informante proviene de Cartagena. Es un hombre de 52 años sin estudios superiores. No cree usar un dialecto. Durante la encuesta demostró corrección y unos conocimientos lingüísticos medios. No buscó la aprobación de otras personas durante la encuesta. Entre los rasgos dialectales que presentaba encontramos distinción de /s/ y /q/, neutralización de líquidas y pérdidas de consonantes finales.

El mapa de los informantes, por tanto, resultaría el siguiente:

Figura 3. Disposición geográfica de los informantes

Composición de la encuesta

La encuesta consta de treinta preguntas que siguen diversos métodos de recogida de datos, aunque predomina la directa. El formulario se divide en dos momentos que atienden a los dos parámetros que se pretende medir. Por un lado, encontramos un primer momento en el que se pregunta a los informantes cuestiones relacionadas con el conocimiento de su propia variedad dialectal. En esta primera etapa encontramos cinco preguntas que siguen el procedimiento de la escala de acuerdo –que detallaremos a continuación–, un mapa mental y una escala de nivel diferencial semántica respecto del mapa mental. Las cinco preguntas son:

1.   En Murcia se habla español estándar

2.   Murcia tiene un dialecto estándar

3.   El dialecto que se habla en Murcia se llama panocho

4.   Bajo el murciano subyace un legado cultural importante

5.   En toda Murcia se habla igual

En la pregunta del mapa, los encuestados tuvieron que dividir un mapa político mudo de la región en zonas en las que ellos consideren que se habla igual. Posteriormente se debía juzgar según unos criterios fijados –rápido/despacio, inteligente/tosco, elegante/vulgar y bonito/feo– cada una de las partes señaladas.

En un segundo momento, los informantes emitieron juicios acerca de la propia variedad dialectal. Esta sección de actitudes consiste en veintitrés preguntas directas, todas ellas escalas de acuerdo, que se pueden estructurar entorno a cuatro ejes temáticos, si bien las fronteras entre ellos son bastante borrosas. Estos ejes son estética, corrección, adecuación y prestigio. Así, respecto de la estética encontramos las siguientes preguntas:

1.   El acento murciano es agradable

2.   La gente que usa el murciano te parece simpática

3.   La gente que usa el murciano te parece vulgar

4.   El acento murciano es imperceptible

En cuanto a la corrección:

1.   En Murcia se habla bien

2.   En Madrid se habla mejor que en Murcia

3.   En Sudamérica se habla mejor que en Murcia

4.   La gente de Murcia capital habla mejor que la gente de los pueblos

5.   No pronunciar la –s final es un error

Relacionadas con la adecuación:

1.   El murciano es un dialecto adecuado para una situación comunicativa formal

2.   El murciano es un dialecto adecuado para una situación comunicativa informal

3.   El murciano es un dialecto adecuado para la producción literaria

4.   Los murcianos solo utilizan su dialecto para hablar entre sí

5.   Los murcianos utilizan un español estándar en la mayoría de las situaciones comunicativas

6.   Los murcianos encuentran dificultades al utilizar el español estándar

7.   El murciano solo es usado por personas de baja clase social

8.   El murciano solo es usado por personas de baja formación académica

9.   El dialecto murciano es cada vez más parecido al español estándar

10.               El dialecto murciano debería desaparecer y ser sustituido por el español estándar

Y, por último, respecto del prestigio:

1.   El dialecto murciano goza de prestigio nacional

2.   El dialecto murciano goza de prestigio local

3.   El dialecto murciano está experimentando un aumento de prestigio local

4.   Cada vez menos gente trata de esconder su acento murciano

Los encuestados no fueron conscientes de la división de esta segunda etapa de la encuesta. Cabe señalar, asimismo, que algunos de los epígrafes fueron modificados para una mejor comprensión de los informantes.

Datos y análisis

Hemos optado por presentar porcentualmente los datos respetando los apartados que señalábamos más arriba. Estos se acompañarán de algunos comentarios pertinentes.

Conocimiento de la variedad dialectal

a)   Escalas  de acuerdo

1.   En Murcia se habla español estándar

Tabla 1. Conocimiento de la propia variedad (I)

Solo un informante se mostró completamente de acuerdo con esta afirmación. No obstante, porcentualmente la mayoría de los encuestados se decantaron por ratificar el enunciado. La consecución lógica de estos resultados es que en Murcia, según nuestros encuestados, se habla español estándar. Ello contrasta con la respuesta a la siguiente cuestión ya que un cuarenta por ciento de los informantes sostendrá la existencia de un dialecto murciano estándar frente al treinta por ciento que en esta primera afirmaban la existencia de un dialecto, estándar o no.

2.   Murcia tiene un dialecto estándar

Tabla 2. Conocimiento de la propia variedad (II)

Aquellos que manifestaron su conformidad con este enunciado señalaron que el supuesto dialecto estándar murciano habría de adscribirse a los dos principales núcleos urbanos de la región, a saber, Murcia y Cartagena. Cuando nuestros encuestados fueron preguntados acerca de la diferencia entre el habla de los pueblos y de la capital, un sesenta por ciento se mostró conforme. Estos dos datos demuestran la jerarquización de hablas que se da entre nuestros informantes.

3.   El dialecto que se habla en Murcia se llama panocho

Tabla 3. Conocimiento de la propia variedad (III)

La mayoría de los informantes identifican su dialecto con el nombre que criticó Vicente Medina en el «Archivo de la palabra».

4.   Bajo el murciano subyace un legado cultural importante

Tabla 4. Conocimiento de la propia variedad (IV)

 

Ningún informante concretó qué tipo de legado subyace bajo el dialecto. Hay quien apuntó al saber popular, reflejado muchas veces en el léxico o en los dichos. Esta respuesta contrasta con la que se dará cuando se pregunte acerca de la idoneidad del dialecto murciano para ser sustento de producciones literarias. Solo un informante apuntará, en ese momento, la validez del dialecto murciano para tal fin.

5.   En toda Murcia se habla igual

Tabla 5. Conocimiento de la propia variedad (V)

Pese a que una abrumadora mayoría se mostró de acuerdo con esta afirmación, se dieron problemas a la hora de trazar mapas en que se señalaran las diferentes zonas dialectales.

b)   Mapas

Dado el escaso conocimiento geográfico de la mayoría de informantes, no se obtuvieron grandes resultados.

Aun así, se dieron una serie de patrones en la gran mayoría de los mapas:

·         Separación clara de las comarcas del Altiplano, Noroeste, Huerta de Murcia, Campo de Cartagena y Comarca de Lorca.

·         Mayor división de la zona de la que procede el hablante.

 

MAPA 1. Patrones frecuentes en la división zonal

c)   Escalas de nivel diferencial semánticas

Como sucedía en la pregunta anterior, las respuestas fueron muy diversas, pero cabe destacar que se cumplieron los siguientes patrones:

·         Infravaloración de la zona de procedencia.

·         Tendencia a la valoración positiva de zonas con ciudades importantes –Huerta de Murcia, Campo de Cartagena y Comarca de Lorca –.

·         Predominio de juicios negativos.

Actitud hacia la propia variedad dialectal

a)   Estética

1.   El acento murciano es agradable

Tabla 6. Actitud hacia la propia variedad dialectal (I)

La respuesta a esta y las siguientes preguntas del apartado de estética contrastan con la que se dará cuando se cuestione si en Murcia se habla bien. Cabe pensar que el dialecto murciano goza de cierto prestigio encubierto entre sus hablantes, que lo tachan de impropio en algunos casos pero manifiestan aquí y en las sucesivas respuestas su actitud positiva hacia él.

2.   La gente que usa el murciano te parece simpática

TABLA 7. Actitud hacia la propia variedad dialectal (II)

3.   La gente que usa el murciano te parece vulgar

Tabla 8. Actitud hacia la propia variedad dialectal (III)

4.   El acento murciano es imperceptible

Tabla 9. Actitud hacia la propia variedad dialectal (IV)

b)   Corrección

1.   En Murcia se habla bien

Tabla 10. Actitud hacia la propia variedad dialectal (V)

2.   En Madrid se habla mejor que en Murcia

Tabla 11. Actitud hacia la propia variedad dialectal (VI)

Esta pregunta y las dos siguiente persiguen el fin de comprobar si se da una jerarquización de dialectos y si esta cumple lo esperable. En efecto, así es. El hablante murciano sitúa su variedad por debajo de la norma, adscrita a la capital, pero por encima de variedades que considera actitudinalmente inferiores.

3.   En Sudamérica se habla mejor que en Murcia

Tabla 12. Actitud hacia la propia variedad dialectal (VII)

4.   La gente de Murcia capital habla mejor que la gente de los pueblos

Tabla 13. Actitud hacia la propia variedad dialectal (IX)

5.   No pronunciar la –s final es un error

Tabla 14. Actitud hacia la propia variedad dialectal (X)

c)   Adecuación

1.   El murciano es un dialecto adecuado para una situación comunicativa formal

Tabla 15. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XI)

2.   El murciano es un dialecto adecuado para una situación comunicativa informal

Tabla 16. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XII)

3.   El murciano es un dialecto adecuado para la producción literaria

Tabla 17. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XIII)

4.   Los murcianos solo utilizan su dialecto para hablar entre sí

Tabla 18. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XIV)

La respuesta a esta afirmación y las sucesivas vienen a ratificar la existencia de prestigio encubierto que señalábamos más arriba.

5.   Los murcianos utilizan un español estándar en la mayoría de las situaciones comunicativas

Tabla 19. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XV)

6.   Los murcianos encuentran dificultades al utilizar el español estándar

Tabla 20. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XVI)

7.   El murciano solo es usado por personas de baja claseocial

Tabla 21. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XVII)

8.   El murciano solo es usado por personas de baja formación académica

Tabla 22. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XVIII)

9.   El dialecto murciano es cada vez más parecido al español estándar

Tabla 23. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XIX)

10.               El dialecto murciano debería desaparecer y ser sustituido por el español estándar

Tabla 24. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XX)

d)   Prestigio

1.   El dialecto murciano goza de prestigio nacional

Tabla 25. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XXI)

2.   El dialecto murciano goza de prestigio local

Tabla 26. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XXII)

3.   El dialecto murciano está experimentando un aumento de prestigio local

Tabla 27. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XXIII)

4.   Cada vez menos gente trata de esconder su acento murciano

Tabla 28. Actitud hacia la propia variedad dialectal (XIV)

 

Conclusión

Si bien los datos no pueden ser concluyentes puesto que los informantes no representan totalmente a la sociedad murciana, podemos señalar que la concepción del dialecto regional no presenta grandes cambios: sigue considerándose un habla restringida aunque comience a experimentar un levísimo aumento de uso a nivel local. No es especialmente distinta su valoración nacional, inmutable, según apuntan los encuestados.

Respecto de la noción de dialecto, cabe decir que la visión tradicional es ampliamente rechazada. Se tiende a pensar en dialectos con identidad propia, no supeditados tan directamente a la variedad estándar, aunque con un uso aún restringido. Aun así, es destacable la valoración de los informantes que, aunque no reconozcan útil el murciano para todas las situaciones comunicativas, señalan que les parece un acento agradable y familiar. Esto nos lleva a pensar que, para los encuestados, el murciano goza de un prestigio bastante asequible pero encubierto, como hemos venido señalando.

 

 

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[1] Deseo agradecer a José María Jiménez Cano no solo que me haya ofrecido este medio para difundir los resultados de los trabajos sino el entusiasmo con el que acogió mi deseo de sacarlos a la luz. Que haya podido hacerse realidad de este modo es resultado de su iniciativa. Vaya también mi agradecimiento para Juan Manuel Hernández-Campoy, quien desde el primer momento colaboró con el proyecto proporcionándome abundante material bibliográfico y, sobre todo, apoyo personal e intelectual, así como para Eugenio Bustos Gisbert, a quien debo que haya llamado mi atención sobre prácticamente la totalidad de las cuestiones que aquí trato. Como es habitual, cualquier deficiencia que estas breves líneas presenten es, sin embargo, solo a mí imputable.

[2] La fundamentación teórica sobre la que asienta este modelo, cuya obra fundacional puede considerarse que es Chomsky (1957), se aborda muy por extenso en Mendivíl Giró (2012), e.o. Una relación detallada de los antecedentes para una aproximación de corte cognitivo al estudio de la gramática, como la que propone el modelo generativo, pueden verse en Aarsleff (1970). Es interesante destacar que, de acuerdo con este autor, más que en Descartes, como defiende Chomsky, hay que fijar los antecedentes de una gramática racionalista en Locke.  La gramática cognitiva es otro marco teórico que describe el lenguaje a partir del conocimiento del hablante, pero no diré nada sobre ella. El lector puede consultar Langacker (1987), Croft y Cruse (2004) y Evans y Green (2006), entre muchos otros.

[3] A partir de ahora tomaré este trabajo como referencia dado que en él se exponen de forma resumida los puntos principales de su teoría. El lector interesado podrá encontrar una presentación completa de los mismos en los trabajos tanto anteriores como posteriores al citado.

[4] La expression utilizada por Preston (2004) es liberally-minded linguistis. En este sentido, puede citarse el siguiente ejemplo reciente, tomado de la edición digital de The Wall Street Journal: «A few weeks ago,pundits and columnists lauded a Wikipedia editor in San Jose, Calif., who had rooted out and changed no fewer than 47,000 instances where contributors to the online encyclopedia had written comprised of rather than composed of [el subrayado es mío, A.B.]». The Wall Street Journal, 13.03.2015. Como puede comprobarse por el volumen de ocurrencias, y dado que los redactores de la Wikipedia pertenecen a lo que se puede considerar como un hablante que domina la variedad estándar de una lengua, parece que se trata de cambio que está ya ampliamente incorporado a ese registro, de lo que se sigue que cualquier encuesta que no tuviese en cuenta esta circunstancia ofrecería una descripción parcial de la realidad.

[5] Este mismo movimiento desde posiciones monolíticas hasta posiciones más abiertas que permitan salvar la distancia entre la realidad del lingüista y la del hablante se ha dado igualmente en el modelo generativo a lo largo de dos dimensiones distintas. Por un lado, se ha desarrollado una disciplina que se ocupa de estudiar el modo como se adquiere el lenguaje, sobre todo, como lengua primera, con el objeto de confirmar o refutar, en su caso  la hipótesis sobre la lengua interna y el sistema computacional defendida en esta teoría. Por otro lado, se ha incorporado el estudio de la variación, tanto desde un punto de vista experimental como teórico. Ahora mismo son numerosos los trabajos dentro de este mismo modelo que acuden a un corpus con objeto precisamente de dar cuenta de fenómenos que las mentes más liberales difícilmente registrarían. Pueden verse, entre muchos otros, Delicado-Cantero y Sessarego (2011),  Sessarego y Gutiérrez-Rexach (2010), y Demonte y Pérez Jiménez (2012), a modo de ejemplo.

[6] En Wurth (2014) se ofrece un excelente repaso acerca de cómo se desarrolla a través de diferentes disciplinas el estudio científico de las representaciones mentales del espacio. De acuerdo con esta autora (2014: 320), Preston (1989) es uno de los primeros en incorporar los mapas mentales a la lingüística. Por otra parte, además de en Wurth (2014), se aborda el estudio de las actitudes lingüísticas a través del modelo teórico de la dialectología perceptiva para el español y sus variedades en Alfaraz (2002) y Chiquito y Quesada (2014), entre otros. Fuera de este modelo,  Blas Arroyo (1999) contiene asimismo un repaso de algunos de los trabajos sobre este mismo tema. Sobre otras variedades, incluido el análisis de la relación entre dialectología perceptiva y la identificación de los dialectos, pueden consultarse los estudios recopilados en Preston (1999) y Preston y Long (2002).

[7] Por lo que al murciano respecta, se inscriben claramente dentro de los presupuestos de la sociolingüística, en cambio, pero sin dejar de ser a la vez estudios dialectológicos, los trabajos de Hernández-Campoy (2003), Jiménez-Cano y Hernández-Campoy (2004), Hernández-Campoy  y Ponsoda (2009) y Hernández-Campoy (2011).