reseñas
TARYAMAT
AL-JADAMAT AL-´AMMA
LA
TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS, de MustaphaTaibi (Universidad
de Western Sydney),
por Mohamed EL-MADKOURI
MAATAOUI
(Universidad Autónoma de Madrid)
Año de publicación: 2011
Editorial: DarAssalam, Rabat
Número de páginas: 191
Disponible en: KALAMO - LIBRERIA
MUNDO ARABE (http://www.libreria-mundoarabe.com/)
El hombre ha necesitado siempre a
mediadores lingüísticos, tanto en periodos de guerra como en periodos de paz.
Sin embargo, la situación actual, con la inmigración y los desplazamientos por
guerras y catástrofes naturales, o por motivos circunstanciales, los hace aun
más necesarios si cabe.
El libro que se presenta aquí tiene
el mérito de ser, hasta donde llegan mis conocimientos, la primera publicación
en árabe sobre el tema. De allí su interés para la cultura traductológica,
tanto en general como en el mundo árabe específicamente. En esto han
contribuido las circunstancias personales y académicas del autor, ciudadano
español y australiano de origen marroquí, ex profesor de la Universidad de
Alcalá y ahora profesor y director del Departamento de Lenguas, Traducción e
Interpretación de la Universidad de
Western Sydney. En este caso se cumple el dicho árabe de que “el que ha visto,
no es igual que el que ha escuchado”. Es decir que el autor, traductor e
intérprete en los Servicios Públicos, es testigo no sólo académico, sino
también personal de lo que describe y afirma en su libro. Comparaciones de las
realidades española, árabe, británica, sueca y australiana no hubiesen sido tan
precisas y descriptivas, si el autor se hubiese limitado a sus conocimientos
enciclopédicos, sin un respaldo referencial. Su vivencia en España y
conocimiento de su realidad junto a la realidad británica, a la australiana, a
la de Arabia Saudí y su asamblea internacional y anual de culturas y lenguas
(La Meca) y a la de Marruecos con sus subsaharianos, paquistaníes, indios y
hasta filipinos, ha contribuido a que la obra tenga un carácter descriptivo y
analítico. Este tipo de cruces geográficos y profesionales no son sólo un
aliciente para este tipo de trabajos, sino que ponen al investigador en
posición sólida convirtiéndolo en un testigo presencial y directo de los hechos
que relata.
El libro de Mustapha Taibi sobre la
Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos en árabe está dividido en
siete capítulos además de una conclusión. En el primer capítulo, introductorio,
define en qué consiste este tipo de actividad mediadora; luego pasa a
identificar, en el segundo capítulo, los ámbitos de la actividad del intérprete
en los Servicios Públicos, abordando como ejemplos los ámbitos médico, legal y
educativo, las características discursivas de estos y el papel del intérprete
en cado uno. En el tercer capítulo se define la traducción escrita en los
servicios públicos, su tratamiento y las últimas investigaciones sobre este
tema. En el cuarto, hace referencia a un tema poco tratado cuando se habla de
la traducción y de la interpretación, sobre todo el mundo árabe: la
interpretación de lengua de signos. El quinto capítulo expone la experiencia de
los países que tienen más desarrollada y organizada la actividad del traductor
e intérprete en los servicios públicos: Australia, Suecia y Gran Bretaña. En
este capítulo se hace referencia a las políticas relativas a los servicios
lingüísticos, las medidas adoptadas, y las instituciones y organizaciones que
se encargan de dichos servicios. En el capítulo número seis, el autor introduce
un tema todavía poco clarificado en España: los parámetros de calidad y la
formación. El autor argumenta que, para garantizar traductores e intérpretes de
calidad a los servicios públicos, hace falta cumplir tres pilares: una voluntad
política favorable, programas de formación específicos y adecuados y organismos
para el control de calidad. En este contexto, presenta un breve resumen de los
criterios de calidad profesional y de los principales componentes que deberían
incluirse en cualquier programa de formación en este ámbito.
En el séptimo capítulo, se aborda la
situación de la traducción y la interpretación en los servicios públicos en el
mundo árabe. En este sentido toma como ejemplos los casos de las minorías
lingüísticas autóctonas, el peregrinaje de la Meca, y los trabajadores
extranjeros no arabohablantes. Finaliza el capítulo proponiendo medidas de
mejora de estos servicios siguiendo en la misma línea del capítulo anterior.
En la conclusión, se insiste en la
particularidad de la traducción y de la interpretación en los servicios
públicos por ser un caso particular de mediación en el cual el factor cultural
y las relaciones de poder son determinantes. En este sentido, presenta a
Australia, Suecia, Canadá y al Reino Unido,
como modelos de formación, organización y legislación de esta modalidad
de intercomunicación. Sus respectivas legislaciones, así como su estructura
organizativa, se presentan como respuesta para garantizar los derechos
fundamentales de las personas ante la justicia y las instituciones. En el caso
del Reino Unido, aunque con cierto retraso con respecto a los otros países, la
llama que desencadenó la preocupación por la Traducción e Interpretación en los
Servicios Públicos era la condena a una
mujer, acusada de asesinar a su esposo, a perpetuidad. En la apelación
del juicio se comprobó que la persona que hizo de intérprete en el juicio no
hablaba la lengua de la enjuiciada.
En cuanto a los países árabes, el
autor se centró en Arabia Saudí, especialmente en la organización de la comunicación
durante la peregrinación a la Meca, por ser este un periodo en que se reúnen
alrededor de tres millones de personas procedentes de todas las áreas
lingüísticas y culturales posibles. Aquí, el autor hace una descripción somera
de lo que se hace, y critica implícitamente la falta de un cuerpo bien organizado
de intérpretes. En este contexto, la comunicación se limita a las consignas
multilingüísticas, en tres o cuatro lenguas, transmitidas por megafonía y
paneles electrónicos para garantizar el orden y la seguridad, pero no hay gran
preocupación por las necesidades comunicativas de estas personas. Convendría
pues tener en cuenta lo que el autor afirma en las páginas 156 y 157. Otra de
las asignaturas pendientes de los países del Golfo, la zona que más inmigrantes
recibe en el mundo en cifras relativas, es la preocupación por estos
trabajadores desde el punto de vista de los derechos básicos, y por supuesto, y
la de habilitar servicios que garanticen la comunicación con ellos. La
descripción e información de este punto se complementa con cierta crítica, no
solo a la falta de garantías legales, sino a cierto discurso xenófobo (p. 163).
Para concluir, considero que esta
obra abre el camino a una nueva especialidad en el mundo árabe y debe suscitar
el debate y la reflexión sobre las necesidades comunicativas de millones de
inmigrantes en esta región del mundo.