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Revista de estudios filológicos
Nº26 Enero 2014 - ISSN 1577-6921
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reseñas

TARYAMAT AL-JADAMAT AL-´AMMA

LA TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN EN LOS SERVICIOS PÚBLICOS, de MustaphaTaibi (Universidad de Western Sydney),

por Mohamed EL-MADKOURI MAATAOUI

(Universidad Autónoma de Madrid)

 

 

Año de publicación: 2011

Editorial: DarAssalam, Rabat

Número de páginas: 191

Disponible en: KALAMO - LIBRERIA MUNDO ARABE (http://www.libreria-mundoarabe.com/)

 

 

El hombre ha necesitado siempre a mediadores lingüísticos, tanto en periodos de guerra como en periodos de paz. Sin embargo, la situación actual, con la inmigración y los desplazamientos por guerras y catástrofes naturales, o por motivos circunstanciales, los hace aun más necesarios si cabe.

El libro que se presenta aquí tiene el mérito de ser, hasta donde llegan mis conocimientos, la primera publicación en árabe sobre el tema. De allí su interés para la cultura traductológica, tanto en general como en el mundo árabe específicamente. En esto han contribuido las circunstancias personales y académicas del autor, ciudadano español y australiano de origen marroquí, ex profesor de la Universidad de Alcalá y ahora profesor y director del Departamento de Lenguas, Traducción e Interpretación de la Universidad  de Western Sydney. En este caso se cumple el dicho árabe de que “el que ha visto, no es igual que el que ha escuchado”. Es decir que el autor, traductor e intérprete en los Servicios Públicos, es testigo no sólo académico, sino también personal de lo que describe y afirma en su libro. Comparaciones de las realidades española, árabe, británica, sueca y australiana no hubiesen sido tan precisas y descriptivas, si el autor se hubiese limitado a sus conocimientos enciclopédicos, sin un respaldo referencial. Su vivencia en España y conocimiento de su realidad junto a la realidad británica, a la australiana, a la de Arabia Saudí y su asamblea internacional y anual de culturas y lenguas (La Meca) y a la de Marruecos con sus subsaharianos, paquistaníes, indios y hasta filipinos, ha contribuido a que la obra tenga un carácter descriptivo y analítico. Este tipo de cruces geográficos y profesionales no son sólo un aliciente para este tipo de trabajos, sino que ponen al investigador en posición sólida convirtiéndolo en un testigo presencial y directo de los hechos que relata.

El libro de Mustapha Taibi sobre la Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos en árabe está dividido en siete capítulos además de una conclusión. En el primer capítulo, introductorio, define en qué consiste este tipo de actividad mediadora; luego pasa a identificar, en el segundo capítulo, los ámbitos de la actividad del intérprete en los Servicios Públicos, abordando como ejemplos los ámbitos médico, legal y educativo, las características discursivas de estos y el papel del intérprete en cado uno. En el tercer capítulo se define la traducción escrita en los servicios públicos, su tratamiento y las últimas investigaciones sobre este tema. En el cuarto, hace referencia a un tema poco tratado cuando se habla de la traducción y de la interpretación, sobre todo el mundo árabe: la interpretación de lengua de signos. El quinto capítulo expone la experiencia de los países que tienen más desarrollada y organizada la actividad del traductor e intérprete en los servicios públicos: Australia, Suecia y Gran Bretaña. En este capítulo se hace referencia a las políticas relativas a los servicios lingüísticos, las medidas adoptadas, y las instituciones y organizaciones que se encargan de dichos servicios. En el capítulo número seis, el autor introduce un tema todavía poco clarificado en España: los parámetros de calidad y la formación. El autor argumenta que, para garantizar traductores e intérpretes de calidad a los servicios públicos, hace falta cumplir tres pilares: una voluntad política favorable, programas de formación específicos y adecuados y organismos para el control de calidad. En este contexto, presenta un breve resumen de los criterios de calidad profesional y de los principales componentes que deberían incluirse en cualquier programa de formación en este ámbito.

En el séptimo capítulo, se aborda la situación de la traducción y la interpretación en los servicios públicos en el mundo árabe. En este sentido toma como ejemplos los casos de las minorías lingüísticas autóctonas, el peregrinaje de la Meca, y los trabajadores extranjeros no arabohablantes. Finaliza el capítulo proponiendo medidas de mejora de estos servicios siguiendo en la misma línea del capítulo anterior.

En la conclusión, se insiste en la particularidad de la traducción y de la interpretación en los servicios públicos por ser un caso particular de mediación en el cual el factor cultural y las relaciones de poder son determinantes. En este sentido, presenta a Australia, Suecia, Canadá y al Reino Unido,  como modelos de formación, organización y legislación de esta modalidad de intercomunicación. Sus respectivas legislaciones, así como su estructura organizativa, se presentan como respuesta para garantizar los derechos fundamentales de las personas ante la justicia y las instituciones. En el caso del Reino Unido, aunque con cierto retraso con respecto a los otros países, la llama que desencadenó la preocupación por la Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos era la condena a una  mujer, acusada de asesinar a su esposo, a perpetuidad. En la apelación del juicio se comprobó que la persona que hizo de intérprete en el juicio no hablaba la lengua de la enjuiciada.

En cuanto a los países árabes, el autor se centró en Arabia Saudí, especialmente en la organización de la comunicación durante la peregrinación a la Meca, por ser este un periodo en que se reúnen alrededor de tres millones de personas procedentes de todas las áreas lingüísticas y culturales posibles. Aquí, el autor hace una descripción somera de lo que se hace, y critica implícitamente la falta de un cuerpo bien organizado de intérpretes. En este contexto, la comunicación se limita a las consignas multilingüísticas, en tres o cuatro lenguas, transmitidas por megafonía y paneles electrónicos para garantizar el orden y la seguridad, pero no hay gran preocupación por las necesidades comunicativas de estas personas. Convendría pues tener en cuenta lo que el autor afirma en las páginas 156 y 157. Otra de las asignaturas pendientes de los países del Golfo, la zona que más inmigrantes recibe en el mundo en cifras relativas, es la preocupación por estos trabajadores desde el punto de vista de los derechos básicos, y por supuesto, y la de habilitar servicios que garanticen la comunicación con ellos. La descripción e información de este punto se complementa con cierta crítica, no solo a la falta de garantías legales, sino a cierto discurso xenófobo (p. 163).

Para concluir, considero que esta obra abre el camino a una nueva especialidad en el mundo árabe y debe suscitar el debate y la reflexión sobre las necesidades comunicativas de millones de inmigrantes en esta región del mundo.