reseñas
Writers
of the Spanish Civil War. The Testimony of their Auto/Biographies,
de Celia Wallhead (dir.)
Jaime Céspedes
(Université d’Artois.
Arrás, Francia)
La editorial Peter Lang publica
en su colección “Spanish
Perspectives on English and American Literature, Communication and Culture” el volumen colectivo Writers of the Spanish Civil War. The Testimony of their
Auto/Biographies, compuesto por
seis trabajos dirigidos por Celia Wallhead en el
grupo de investigación HUM 424 (“Estudios de Narrativa en Lengua Inglesa”) de
la Universidad de Granada. El libro destaca no solamente por la selección de
escritores (Robert Graves,
Gerald Brenan, Ernest Hemingway, George Orwell, Stephen Spender y Laurie Lee, estudiados respectivamente por José Antonio Díaz López,
Margarita Carretero González, Mauricio Aguilera Linde, Rosemary Masters, Mary Gleeson y Celia Wallhead) sino también por el método seguido en todos los
capítulos: abordar primero las autobiografías o textos de índole autobiográfica
de los escritores para estudiar después las biografías que se han escrito sobre
ellos, prestando especial atención, aunque no solamente, al periodo en que
vivieron la Guerra Civil Española o escribieron sobre ella. Aunque no se trate,
como dice claramente el título del volumen, de un estudio sobre esta guerra en
sí sino sobre escritores de lengua inglesa que trasvasaron a la literatura su
fascinación por ella, sí ayuda a entender de qué manera ha sido representada la
guerra en la medida en que los escritores seleccionados figuran entre los más
influyentes en cuanto a la concepción de la Guerra Civil (con sus deformaciones
y sus simplificaciones) en el imaginario anglófono, lo cual tiene consecuencias
en el imaginario occidental en general, debido a la constante presencia de lo
anglófono en el mundo occidental. Los escritores estudiados en este volumen
figuran, en este sentido, entre los más relacionados con la transmisión de la
Guerra Civil a través de la literatura a nivel internacional, habiendo sido
traducidos a otras lenguas además del español. Pensemos (por poner uno de los
ejemplos más conocidos en la obra de los escritores seleccionados) en la novela
Yo, Claudio de Robert Graves y nos daremos cuenta de que (salvo los
lectores especializados) nos imaginamos mejor (“conocemos” mejor) la manera en
que funcionaba la política del Imperio Romano recordando la lectura de Graves
que recordando las clases de Latín o de Historia que pudimos recibir durante la
formación escolar o universitaria. Todo el poder de la ficción reside ahí, en
su capacidad para permanecer en la memoria de manera más viva que la que se
adquiere a través de una exposición o de una lección académica sin tensión
novelesca o dramatizada, hasta el punto de que inconscientemente muchos pueden
confundir lo que ven a través de la ficción con lo que pudo pasar, podemos
tomar sin apenas darnos cuenta a la ficción por la Historia, no por no ser
capaces de entender la diferencia entre ambas, sino porque lo que mejor
recordamos la mayoría es sencillamente la dramatización de la Historia que un
día vimos o leímos.
La perspectiva (auto)biográfica utilizada para recuperar
a estos escritores en este volumen resulta fundamental no solamente para
entender con qué visión e ideas preconcebidas se interesaron al principio por
España, sino también para completar la cuestión de cómo llegaron hasta nosotros
ciertas representaciones de la Guerra Civil que hoy forman parte de nuestra
cultura, aunque, por supuesto, no solamente fuesen los escritores en lengua
inglesa quienes convirtieran sus recuerdos en relatos. Si entre los más
conocidos se encuentra Hemingway, seguramente sea por su capacidad precisamente
para dramatizar los hechos en una obra en la que, de hecho, destaca una intriga
amorosa, Por quién doblan las campanas, cuya popularidad se vio
favorecida, además, por una adaptación al cine de amplia difusión comercial.
Las intenciones, los motivos, el estilo y la repercusión
de la obra de cada uno de los escritores estudiados aquí son vistos desde ese
ángulo novedoso de la perspectiva (auto)biográfica porque era necesario someter
el estudio de sus autobiografías (o textos autobiográficos en el caso de los
escritores que no dejaron autobiografías estrictamente hablando) a la prueba de
las biografías, era necesario entender cómo y por qué estos escritores se
interesaron por España y hasta qué punto se sintieron identificados (según los
casos) con el conflicto. Quien más se implicó fue Orwell, miliciano del POUM
durante la primera mitad del 1937, y por ello se podría considerar su Homenaje
a Cataluña (libro en el que relata esa experiencia) como una obra
plenamente autobiográfica, en la que se inspiró la película del director
británico Ken Loach Tierra y libertad,
convertida en uno de los grandes referentes cinematográficos para el público
que se interesa por las representaciones de la Guerra Civil y los
enfrentamientos en el seno del bando antifranquista.
Los estudios sobre
las biografías dedicadas a cada escritor demuestran hasta qué punto es
necesario compararlas entre sí para entender que cada biógrafo puede dar a su
vez una imagen distinta de su biografiado, no en los aspectos más objetivos (en
los que normalmente coinciden), sino en muchos hechos que, aunque sean
conocidos, admiten interpretaciones en ocasiones muy diversas, y, por supuesto,
en los casos en que ni siquiera los hechos están bien establecidos. A este
respecto, el trabajo de los autores de este libro subraya la dimensión cultural
e ideológica de los biografiados tanto como la de los propios biógrafos. Si
esta cuestión es particularmente compleja en Hemingway, como demuestra el
trabajo de Mauricio Aguilera, los autores de este volumen demuestran hasta qué
punto lo es también en los demás escritores cuando confrontamos sus escritos
autobiográficos con biografías que en algunos casos fueron aprobadas por los
escritores. Cabe destacar a este respecto el trabajo de Juan Antonio Díaz
López, quien fue a su vez biógrafo de Brenan.
Se cierra el
volumen con un epílogo del hispanista Michael Jacobs
(representante para muchos del espíritu de los británicos que, como el autor de
El laberinto español, se afincaron en la Andalucía oriental y estudiaron
a fondo la Historia de España). Se trata de una síntesis de la evolución en la
mentalidad de los escritores británicos que desde la época de la guerra contra
la invasión napoleónica visitaron o vivieron en España escapando primero de la
rígida moral de la alta sociedad británica, guiados por un ideal romántico
costumbrista o escapista que se fue mezclando a lo largo de las generaciones
con el deseo de sentir y contar las luchas y los movimientos sociales en un
país que siempre fue muy católico por un lado pero muy anticlerical por otro,
un país en el que el anarquismo estaba muy arraigado y que se encontraba muy
atrasado todavía a principios del siglo XX, un país de grandes contrastes que
provocarían lo inevitable, el conflicto al que los escritores estudiados en
este valioso y extenso volumen (331 páginas) dedicaron una parte de su
literatura que ha marcado directa o indirectamente nuestro imaginario sobre la
Guerra Civil Española.